Montesquieu se inscribe en la corriente liberal, afirmando, en una de sus cartas la igualdad natural, explicando la diferencia social por la desigualdad ante la educación y manifestándose favorable a la emancipación femenina: "La Naturaleza no dictó una ley semejante. La dominación que ejercemos sobre ellas constituye una verdadera tiranía; las mujeres lo han consentido porque son más dulces que nosotros, y por consiguiente tienen más humanidad y razón". Lejos de obedecer a una ley natural, la dominación ejercida por los hombres constituye una injusticia "Empleamos toda clase de medios para reducir su coraje; seríamos iguales si la educación fuera igual. Comprobémoslo en aquellos talentos que la diferencia de educación no ha logrado debilitar y veremos si somos tan fuertes".