Las paradojas
de la modernidad.
Entre los siglos XV y XVIII, se produjeron grandes
cambios en la concepción del mundo, del arte, la ciencia, las instituciones políticas.
Los hombres se formularon nuevas cuestiones acerca de la especie humana, sus capacidades,
su lugar en el mundo. Pusieron en marcha nuevas formas de pensamiento, de observación
y experimentación. Sin embargo, estos cambios no tuvieron reflejo en una nueva
forma de pensar las relaciones entre hombres y mujeres, ni en un replanteamiento
de las ideas tradicionales sobre las mujeres. Y sin embargo la influencia de las
mujeres en el terreno público había aumentado considerablemente a lo largo del
siglos XVII y XVIII, hasta tal punto que se denominaba a éste el siglo de las
mujeres. Sin embargo, con la excepción de Poulain de la Barre, cuya obra tuvo
escaso eco en su época, la filosofía del XVII no modificó la imagen clásica sobre
la mujer.
El siglo de "las luces" no produjo tampoco
grandes cambios. Al igual que no hubo Renacimiento ni Revolución científica para
las mujeres -aunque, al contrario de lo que se piensa muchas de ellas, participaron
activamente en sus realizaciones literarias, artísticas y científicas- no hubo
tampoco revolución ilustrada para las mujeres. La reivindicación de la igualdad
natural de todos los seres humanos -plebeyos y nobles, esclavos, judíos, negros,
indios- no se hizo extensiva a las mujeres. La cuestión femenina dividió a los
filósofos y mostró los límites del proyecto emancipador del racionalismo. La mayoría
de los filósofos ilustrados, así como la de los revolucionarios y legisladores
franceses de 1789 a 1795, defendieron la inferioridad de la mujer y su reclusión
en lo doméstico como ley natural y fundamento del orden social, lo que constituye
una de las grandes paradojas de la "modernización" social y una de las grandes
tensiones del pensamiento liberal. Uno de los principales temas de debate entre
los filósofos ilustrados iba a ser la confrontación entre los orígenes de la desigualdad
entre los sexos: biologicismo frente a culturalismo. El inicio de la época moderna
mostraba ya como la lucha por los derechos y la emancipación femenina no era reductible
a la lucha de clases como numerosos teóricos y movimientos políticos han querido
presentar durante siglos.