Ciudadanía y nacionalidad.
En la
cultura jurídica continental la ciudadanía denota la adscripción de un sujeto
a un estado nacional, diferenciando simplemente entre ciudadano y extranjero desde
el punto de vista de la titularidad de un cierto número de derechos y deberes.
Desde esta perspectiva, la ciudadanía es un estatuto jurídico vinculado
a la nacionalidad y al Estado que atribuye a los sujetos que la poseen -por nacimiento
o adquisición posterior- un conjunto de derechos políticos, civiles y sociales,
y un conjunto de compromisos y deberes para con el Estado y la comunidad. Sin
embargo, la nacionalidad no es un atributo suficiente, pues históricamente, las
mujeres, por ejemplo, teniendo acceso a la nacionalidad no han podido acceder
a distintos derechos de ciudadanía.
Así mismo la creciente movilidad
de las poblaciones debida a razones económicas ha llevado a algunos estados a
reconocer a los "extranjeros" el acceso, en ciertas condiciones, a algunos tipos
de derechos (educación, sanidad, derecho de voto en las municipales,
etc.), sin que ello haya significado el reconocimiento de la nacionalidad.