Los primeros excluidos de la ciudadanía griega son las mujeres, los esclavos y los metecs.
Las mujeres son excluidas de la ciudadanía griega al no ser consideradas aptas para la palabra y el combate. Es significativa, por ejemplo, la no existencia de las Amazonas o las mujeres guerreras en la mitología griega. No obstante, las mujeres sí trasmiten la ciudadanía a sus hijos y ocupan un lugar esencial en la vida comunitaria por su rol de educadora y madre.
Los esclavos no son considerados ciudadanos porque la ciudadanía se da en los hombres libres. La primera propiedad necesaria de todo ciudadano es la de su propia persona.
Los metecs son los extranjeros acogidos dentro de la comunidad, no pueden ser ciudadanos porque al ser extranjeros se supone que no comparten los valores comunitarios comunes: la lengua, la religión y la cultura. Extranjero en griego es xenos, que da origen a la palabra xenofobia.