Responsabilidad democrática - Fernando Savater.
"Si somos demócratas, ¿por qué no vamos a respetar el derecho de los votantes
austriacos a elegir a Jörg Haider y auparlo junto con su partido al Gobierno del
país? Por lo visto eso es lo que quiere la mayoría, y la democracia es
precisamente cuestión de mayorías, ¿o no? Pues no, no solamente. En
democracia se decide por mayoría, pero dentro de unos principios fundamentales
que no están sometidos a voto: por ejemplo, el respeto a las libertades
individuales y a la no exclusión de nadie en razón de su sexo o raza, la garantía de
los derechos educativos, laborales y de protección social que permiten la
ciudadanía, etcétera. El racismo no puede ser democrático aunque lo apruebe el
95% de los votantes; la abolición de la educación general obligatoria o de la
sanidad pública, tampoco. A mi juicio -perdonen la intrusión- tampoco la pena de
muerte. En una palabra, la democracia moderna no consiste solamente en un
mecanismo electoral para elegir y deponer a los gobernantes sin necesidad de
revoluciones, sino también en un conjunto de valores políticos. Una Unión
Europea en la cual se aceptasen gobiernos programáticamente racistas o
genealógicamente étnicos o aniquiladores de los derechos sociales, por mucho
respaldo electoral que tuviesen en sus países, no sería democrática sino hueca y
bárbara.
Lo que más me preocupa del caso austriaco -¡ay, Thomas Bernhard, cuánta
razón tenías!- no es Haider, ese vulgar desaprensivo sin mejor ideología que el
afán de poder, sino sus votantes. Porque precisamente en democracia la
responsabilidad de la política nefasta no es sólo culpa de los arribistas y aspirantes
a tirano sino sobre todo de esos pésimos políticos, los ciudadanos que los eligen.
Aún más cuando, como en Austria, no se trata de un pueblo inculto ni atrasado.
Nos dicen, quizá con razón, que cuantas más presiones internacionales se hagan
contra Haider más se le reforzará dentro de su país. ¿No es significativo este
repliegue reaccionario en la vanidad nacionalista, siempre a favor de lo peor sea
en el caso Haider, en el de Pinochet, en el de ETA o en el de Fidel Castro? Dijo
en una ocasión Jörg Haider: "Si la política no se construye sobre principios
étnicos, entonces la humanidad no tiene ya futuro". Entendido, pues: la primera
convicción democrática será que el futuro de la humanidad depende de que la
política no se construya sobre principios étnicos."
- EL PAIS. 6 de febrero de 2000.