Europa: más política - Jean-Paul Mulot.



"Es una de las paradojas del caso Haider. Gracias a la decisión brutal de la Unión Europea (UE), se ha entablado un auténtico debate. Los soberanistas, como se les llama, no se equivocan: el caso Haider plantea la cuestión de la soberanía nacional. Charles Pasqua está en su papel cuando afirma que la UE no tiene que interferirse en los asuntos interiores de Austria.

Los proeuropeos tienen razón: hay que debatir sobre la Europa política y sobre las leyes fundamentales que podrían fundarla. Cuando François Bayrou aboga en favor de una constitución europea que sería sometida a referéndum, cumple con su misión de político. Y defiende una visión de la construcción europea. Unos y otros plantean problemas reales. Aunque no puede decirse lo mismo de aquellos que siempre están dispuestos a dar lecciones y que no ven en la historia austriaca más que una oportunidad para saldar viejas cuentas con la extrema derecha."


  • LE FIGARO/EL PAIS. 4 de febrero de 2000.




Conciencia europea - Serge July.



"Ante la amenaza de la extrema derecha, no hay más que una solución, una solución común, como si no hubiera ninguna otra que pudiera ser creíble: la unión política europea. Aunque tuviera que revelarse como una mera unanimidad de fachada, este discurso común tendrá valor de síntoma y de símbolo. La respuesta que hay que dar a Haider es la de la Europa política.

El riesgo de crisis será permanente, "a fortiori", cuando se trate de reformar las instituciones. La UE está en peligro: esto se temía y la ascensión de Jörg Haider lo ha confirmado. Ante el vals pardo austriaco, Europa tiene verdadera necesidad de la Europa política: los dirigentes de la UE lo han reconocido. Pero la Europa política será todavía más difícil de realizar."


  • LIBÉRATION/EL PAIS. 4 de febrero de 2000.




Rancia elección de Austria.



"Varios partidos en Europa, que incluyen a miembros de la UE, son descendientes directos de partidos comunistas o fascistas, que algunas veces ordenaron matanzas masivas. Italianos posfascistas -herederos de Mussolini, a pesar de haberse autofumigado- han participado en coaliciones gubernamentales y ahora son aceptados, igual en la izquierda que en la derecha, como parte de la hornada democrática. Un ministro del régimen autoritario de Franco fundó una alianza que fue evolucionando en el marco inmaculado del centroderecha, siendo el partido gobernante en España y que se adscribiría al blairismo.

Los comunistas cuyos antecesores sufrieron a Stalin, y que tardaron notablemente en condenar sus crímenes, ocupan hoy ministerios en Francia. Haider puede que no sea mejor que esa gente. Pero no es mucho peor.

Incluso los socialdemócratas han sido propensos en calificar a los austriacos de víctimas del nazismo, a pesar de que su país tuvo su porcentaje de miembros del partido más elevado en proporción que el de la misma Alemania. Haider no es más nazi, aunque huela a ello, ni una amenaza a la democracia. Si los austriacos le quieren en el Gobierno, los de fuera no deben interferirse en el camino."


  • THE ECONOMIST/EL PAIS. 5 de febrero de 2000.