El Partido Popular Europeo estudia "suspender" a Schüssel dada la falta de acuerdo para su expulsión.



Los partidos europeos de derechas y de centro buscan una fórmula para romper relaciones con el Partido Popular de Austria (ÖVP) de Wolfgang Schüssel cuya coalición con el ultraderechista Jörg Haider para formarGobierno ha encendido lasalarmas de banalizar la incorporación de la extrema-derecha xenófoba al consenso europeo.


"El seminario El futuro está en el centro, organizado por la fundación alemana Konrad Adenauer y la española Estudios Europeos, que reunió durante este fin de semana en Madrid a destacados dirigentes del Partido Popular Europeo, aprobó ayer una resolución en la que subrayó que las políticas racistas no tienen sitio en la UE.

El presidente del Gobierno español, José María Aznar, que ayer clausuró el seminario, denunció en su discurso que hoy en Europa existe la "tentación de construir Estados fundados en la superioridad étnica, con exclusión de las minorías civiles". En su opinión, estas actitudes son contrarias al programa de acción política del centro derecha europeo. "Para nosotros, la democracia está en integrar, como personas iguales en derechos, a quienes pueden tener identidades diversas".

La entrada en el Gobierno austriaco de la extrema derecha ha abierto una crisis en el PPE que deberá resolverse en la próxima reunión que su buró político celebrará en Bruselas el próximo día 10. Tres partidos -la UDF francesa, el Partido Social Cristiano belga y el Partido Popular Italiano- están dispuestos a firmar, con el apoyo del Partido Popular español, una petición de exclusión del Partido Popular austriaco del PPE. Esta iniciativa, que no cuenta por el momento con el respaldo mayoritario de los partidos integrantes del PPE, podría ceder ante una iniciativa de consenso que contemplara la "suspensión" temporal del partido austriaco. En caso de no prosperar este acuerdo de suspensión -no contemplado estatutariamente- se pondría en marcha el procedimiento de exclusión, aun a riesgo de dividir a la familia conservadora europea.

El ex ministro francés François Bayrou afirmó ayer que en caso de que no prosperase la suspensión del partido austriaco "pasaría decididamente a la oposición" en el seno de los populares europeos. Aznar, que el viernes por la noche ofreció una cena en La Moncloa a los participantes en el seminario, se mostró firmemente decidido a apoyar la exclusión -expulsión en lenguaje político español- de los austriacos.

La resistencia a una medida drástica contra el partido de Schüssel procede de los partidos alemanes -CSU y los bávaros de la CDU- que cuentan con el respaldo de los partidos nórdicos.

Aznar, en su discurso de clausura, señaló que "por desgracia, en Europa surgen plataformas políticas que reeditan los viejos mitos ultranacionalistas, las integridades raciales, el malestar de las culturas, inquietas por la globalización. Que sirven para el acceso al poder de líderes populistas y agresivos". No mencionó a Haider, pero es seguro que también lo tenía en mente."



  • José Miguel Larraya, Madrid .EL PAIS. 6 de febrero de 2000.