Europa y Estados Unidos aíslan a Austria.- Bosco Esteruelas.



"La Unión Europea (UE) puso ayer en marcha, por primera vez en su historia, toda su maquinaria para aislar políticamente a uno de sus miembros. Tras la toma de posesión del nuevo Gobierno, 14 países suspendieron simultáneamente sus relaciones políticas con Austria, dando inicio así a un cerco ideológico sin precedentes contra un Ejecutivo en el que ha entrado la ultraderecha. Los Gobiernos más combativos fueron aún más lejos: Bélgica suspendió un contrato, Portugal canceló la visita de su presidente y Francia y Alemania estudian medidas más contundentes. La repulsa era total, y todos quedan expectantes. La Comisión Europea subió el tono de su condena y EE UU, por su parte, decidió llamar a consultas a su embajadora en Viena.


El responsable de Política Exterior y Seguridad Común (PESC), Javier Solana, aprovechó una recepción con la prensa para subrayar su "respaldo completo" a las posturas expresadas los últimos días por los Gobiernos de la UE, la Comisión y el Parlamento. "Han actuado bien, adecuadamente y rápidamente", dijo mister PESC, para expresar luego una diplomática condena a lo que está ocurriendo en Austria: "En la defensa de los valores humanos no caben compromisos". Convertida en "guardiana de los Tratados", y encorsetada en los límites que ello supone, la Comisión quiso ser ayer un poco más atrevida en sus manifestaciones contra el ultraderechista Jörg Haider, si bien, recalcó su portavoz oficial, el Ejecutivo comunitario continuará manteniendo normalmente sus relaciones con Viena.

Ayer, su presidente, Romano Prodi, aún no había resuelto el dilema de si enviar o no un telegrama de felicitación al canciller federal, Wolfgang Schüssel, como es costumbre. El portavoz de Prodi se felicitó por la declaración de principios del nuevo Gobierno comprometiéndose a respetar los derechos humanos y la democracia. Sin embargo, dijo que las declaraciones nacionalistas de Haider realizadas en los últimos días "muestran discrepancias" en la coalición austriaca y de ahí que la Comisión "seguirá vigilante" a lo que suceda en Viena.

Por su parte, Franz Fischler, a quien en medios fuera de la órbita del Colegio de Comisarios le han recomendado presentar la dimisión por ser miembro de la dirección del Partido Conservador austriaco, se ha visto obligado a emitir una declaración pública en la que expresa su preocupación. "Sin embargo, la Comisión no tiene que aislar a un Estado miembro. Nuestro deber es ayudar al país a no alejarse de Europa. Por eso la Comisión mantendrá sus relaciones de trabajo con Austria, porque es una necesidad", afirma el comisario de Agricultura y Pesca.

Bélgica cancela contratos. El Gobierno belga anunció ayer que rebajará al mínimo sus contactos con Austria y como primera medida simbólica ha cancelado un contrato para la adquisición de seis ambulancias militares.

El presidente portugués no viajará a Austria. El Gobierno portugués suspendió ayer sus contactos bilaterales y políticos con el nuevo Ejecutivo austriaco, informa Javier García. Asimismo, el presidente portugués, Jorge Sampaio, canceló ayer su visita oficial a Austria, prevista para marzo. La decisión de limitar las relaciones a nivel técnico se complica aquí, dado que el nuevo embajador de Austria no ha recibido aún sus credenciales en Lisboa.

Alemania estudia ulteriores sanciones. El Gobierno alemán procedió ayer a poner en práctica la resolución emitida el pasado lunes por los 14 jefes de Estado de la Unión Europea, informa Ciro Krauthausen. Franz Müntefering, secretario general del gobernante Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) calificó como "un día negro para Europa y Austria" la formación del Gobierno en Viena. Pese a las críticas de la oposición democristiana y liberal, que preferiría apostar por la integración y no por el aislamiento de Haider, el Gobierno en Berlín incluso considera ulteriores sanciones: la retirada de embajadores de la UE y la prohibición de que Jörg Haider entre en los demás países de la UE.

Divergencias en Italia. El nuevo Gobierno austriaco ha sido motivo en Italia de nuevos enfrentamientos entre la coalición de Gobierno, de centro-izquierda y la de oposición de centro-derecha, informa Lola Galán. Mientras el Ejecutivo, encabezado por el ex comunista Massimo D'Alema, defiende las medidas de aislamiento que ayer entraron en vigor, los partidos del Polo no lo tienen tan claro. Silvio Berlusconi, líder de Forza Italia, recientemente aceptada en el Partido Popular Europeo, ha optado por mantener una posición en sordina, sobre todo por el nuevo acuerdo con la Liga Norte, que, a su vez, ha defendido a Haider de los ataques de la UE. Los intentos de votar una moción contra Haider en el Senado fracasaron por falta de quórum.

Francia defiende la comunidad de valores. El Gobierno francés aplicará de forma inmediata las medidas de aislamiento, informa José Luis Barbería. "Para nosotros, éste es un asunto interno europeo. Europa no es sólo un mercado, sino también una comunidad de valores", indicó el ministro francés de Asuntos Europeos, Pierre Moscovici. El presidente, Jacques Chirac, señaló que "si la situación lo requiere, la UE podría adoptar nuevas medidas". En nombre de la comunidad judía, el gran rabino de Francia, Joseph Sitruk, anunció ayer la suspensión de la Conferencia Rabínica Europea, que debía reunir en Viena entre el 12 y el 15 de marzo a más de 200 rabinos. Las dos ramas de la extrema derecha francesa: el Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen y el Movimiento Nacional Republicano de Bruno Mégret rivalizaron ayer en el propósito de subrayar su apoyo a Jörg Haider.

España, Reino Unido, Finlandia, Suecia, Dinamarca y Holanda anunciaron ayer oficialmente la aplicación de las sanciones bilaterales decididas el lunes por 14 países de la UE. Aunque Grecia, Luxemburgo e Irlanda no lo anunciaron, la decisión del lunes suponía su entrada en vigor automáticamente desde el estreno del Gobierno austriaco con participación de la ultraderecha, lo que ocurrió ayer.

Ya fuera de la Unión Europea, la nueva coalición de gobierno en Austria suscitó una cadena de reacciones en todo el mundo.

EE UU llama a su embajadora. La secretaria de Estado, Madeleine Albright, anunció que ha llamado a consultas a la embajadora de EE UU en Viena, Kathryn Hall, para valorar la situación, aunque regresará de inmediato a Austria, informa Javier del Pino. Según Albright, esta medida se completa con la limitación de los contactos con el Gobierno austriaco y la orden enviada al agregado de Defensa para que no participe en ninguna ceremonia del nuevo Gabinete austriaco. La secretaria de Estado anunció esto después de su entrevista con su homólogo español, Abel Matutes, que se vio interrumpida por una llamada del nuevo canciller austriaco, Wolfgang Schüssel, que le transmitió garantías de tolerancia. Albright insistió en que éstas son medidas iniciales que pueden ampliarse. "Nos corresponde hacer lo que podamos para erradicar los arrebatos de extrema derecha", aseguró Albright. En Europa "no debe haber espacio para un partido que no se distancie claramente de las atrocidades de la era nazi y de la política del odio".

Noruega se suma a la UE. El Gobierno noruego se unió a la UE y decidió congelar todo el contacto político con Austria, según Efe.

Suiza espera una buena vecindad. El Consejo Federal suizo seguirá "atentamente" la evolución de la situación en Austria. No obstante, el Gobierno se mostró confiado en que los dos países mantengan sus tradicionales relaciones de buena vecindad, informa Efe.

El embajador de Israel ha vuelto a casa. El embajador israelí en Austria, Nathan Meron, abandonó ayer por la mañana Viena y regresó a Israel, acatando así las ordenes del Gobierno laborista de Ehud Barak, que lo "llamó a consulta", informa Ferran Sales. El embajador permanecerá por un tiempo indefinido en Jerusalén, mientras el Gobierno israelí "reevalúa" las relaciones con Austria.

El Vaticano no tiene nada que objetar. La Santa Sede ha señalado que no tiene nada que objetar al nuevo Gobierno austriaco, informa Lola Galán. "Intervendríamos únicamente si en el programa de Gobierno hubiera algo contrario a la moral cristiana", declaró el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado vaticano.

Kofi Annan recuerda las lecciones de la historia. "El secretario general de la ONU cree que cualquiera con sentido de la historia debería estar preocupado por los recientes acontecimiento en Austria", declaró el portavoz de Kofi Annan, que no suele hacer comentarios sobre asuntos internos de países.

Rusia está atenta. El ministro ruso de Exteriores, Ígor Ivanov, afirmó ayer que Moscú tiene "una gran confianza en la democracia austriaca" y que Rusia "sigue atentamente" el desarrollo de los acontecimientos.

Preocupación en el Este de Europa. Entre los países del Este, el presidente búlgaro, Pétar Stoyánov, expresó su "preocupación" por lo ocurrido en Austria, que "podría entrar en contradicción con los intereses nacionales búlgaros" de ingresar en la UE.

Se mantiene la rutina comunitaria

Las sanciones acordadas por todos los líderes de la UE contra Austria no supondrán un parón en las relaciones de Bruselas con Viena. Sólo afectarán a las relaciones bilaterales entre los Gobiernos de los 14 países de la Unión y Austria. "No habrá limitaciones a la participación de representantes del Gobierno austriaco en reuniones dentro del marco de la UE", explicó anoche la presidencia portuguesa.

El nuevo ministro de Trabajo austriaco, del partido de Haider, podrá participar en la reunión informal que los titulares de Asuntos Sociales celebrarán los próximos días 11 y 12 en Lisboa. Así lo confirmó ayer la propia Comisión al recordar que la cita ministerial tiene carácter comunitario y no bilateral. Asimismo, Austria no podrá ser excluida de la Conferencia Intergubernamental para reformar el Tratado de Amsterdam cuando comiencen sus trabajos.

Sin embargo, el nuevo Gobierno austriaco sí se quedará aislado en sus relaciones bilaterales con los demás socios comunitarios. La nota de los Catorce especifica que quedarán suspendidos los contactos políticos, incluidas las visitas de jefes de Estado y de Gobierno, que los embajadores austriacos sólo serán recibidos para consultas técnicas y que ningún austriaco será apoyado para un organismo internacional."


  • EL PAÍS. 5 de febrero de 2000.