El Tratado de Maastricht y la política Europea entre 1991 y 1996


El nuevo Tratado de Maastrich aprobado en 1991 reducía considerablemente las expectativas abiertas tanto por la propuesta española y asumidas por la Comisión, como por los distintos proyectos y Declaraciones del Parlamento Europeo.

El Tratado de la Unión Europea da por primera vez un estatuto jurídico al concepto de ciudadanía de la Unión, al establecer los derechos y deberes que corresponden a la ciudadanía, la responsabilidad de la Unión en la protección de dichos derechos, y el compromiso de colaborar (Principio de Subsidiariedad ya establecido en el terreno económico) con los Estados miembros en el desarrollo de las políticas sociales (sanidad, educación, cultura, medio ambiente...). Es decir consagra el objetivo de crear una Unión Política entre los pueblos de Europa además de la Unión Económica y Monetaria o de Seguridad.

El sujeto de la ciudadanía europea es el ciudadano de cualquier estado miembro, sin que ello implique detrimento de los derechos nacionales. Ello no implica sin embargo ni un acceso automático al disfrute de los derechos de ciudadanía, pues casi todos ellos están sujetos a determinadas condiciones, ni la exclusión completa de ellos de ciudadanos de terceros países residentes en territorio Europeo.

Derechos reconocidos en dicho tratado para los ciudadanos europeos:

El Tratado dejaba la puerta abierta a la futura profundización y desarrollo de estos derechos así como a la ampliación de los mismos.


Bibliografía básica
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