El concepto de conciliación entre la carrera profesional y las responsabilidades familiares incluye una variedad de cuestiones que se sitúan en el corazón mismo del Estado del bienestar. La cantidad y la calidad de los diferentes servicios sociales de carácter asistencial es uno de los aspectos más controvertidos. La oferta de servicios como guarderías y jardines de infancia, centros para disminuidos y gente mayor influyen de manera decisiva sobre la continuidad del estado providencia, así como sobre la propia organización de las tareas que ha de desarrollar la familia.
El envejecimiento de la población europea ha hecho aparecer nuevas necesidades. Al cuidado de los niños, se ha añadido el de las personas mayores, recayendo ambos mayoritariamente sobre las mujeres. Según un estudio de Eurostat, el 9% de las mujeres que trabajan un mínimo de 30 horas semanales, dedican además una media de 4 horas o más al cuidado de alguna persona dependiente. La doble jornada laboral sitúa muy a menudo a la mujer en una difícil encrucijada: interrumpir su carrera profesional o intentar compaginar una delicada doble actividad.
Los permisos de paternidad para el cuidado de los hijos, ya sea por enfermedad o por nacimiento, son uno de los instrumentos fundamentales que colaboran al reparto equitativo de responsabilidades en el ámbito familiar, así como a la propia igualdad en la marcha del empleo. Aunque de forma teórica, se ha establecido en todos los estados miembros la necesidad de legislar acerca del derecho de los padres a optar por la interrupción temporal de su carrera para dedicarlo al cuidado de los hijos, pero el alcance real de dicha interrupción dista mucho de ser equitativa. La realidad es que aún son mayoritariamente las mujeres quienes deciden interrumpir su carrera, y una gran proporción (por ejemplo en Austria un 60%) de ellas no vuelven nunca a reanudar su actividad profesional. En Dinamarca, en donde ya hay una tradición de permiso parental, el 90% de los beneficiarios son mujeres.
Otro aspecto clave en la conciliación de ambas vías es la oferta suficiente de servicios de guardería y de asistencia a otras personas a cargo, a fin de favorecer la incorporación y continuidad de hombres y mujeres, pero sobre todo mujeres, en el mercado de trabajo.
Uno de los instrumentos fundamentales en las políticas de conciliación de la vida familiar y profesional ha sido el recurso a las llamadas nuevas modalidades de empleo: trabajo a tiempo parcial, flexibilización de horarios, etc..., de consecuencias ambiguas en las trayectorias profesionales de las mujeres, pues a la vez que para algunas mujeres puede ser la única forma de mantener una trayectoria de actividad continuada, supone también colocarse en una posición subalterna en el mercado de trabajo. Dado además que las mujeres son mayoritarias en estas nuevas formas de empleo ello supone que siguen siendo las principales responsables del trabajo doméstico.-Resolución del Consejo y de los ministros de trabajo y asuntos sociales, reunidos en el seno del Consejo de 29 de junio de 2000 relativa a la participación equilibrada de hombres y mujeres en la actividad profesional y en la vida familiar.