La alternativa Corporativista.
"El corporativismo se diferencia del estado del bienestar de postguerra en dos aspectos. El primero, y más importante, por considerar que la política económica y la política social están íntimamente relacionas y, por lo tanto, tienen que estar combinadas. La aproximación Keynes-Beveridge al estado de Bienestar se basaba en el principio de "corregir" la tendencias de la economía de mercado mediante una intervención juiciosa del sector público y la puesta en marcha de distintos mecanismo limitados de política social. El corporativismo adopta una posición más integrada de los aspectos económicos y sociales : reconoce la necesidad de armonizar lo económico y lo social en el conjunto de la sociedad. En otras palabras, el corporativismo reconoce la existencia de relaciones recíprocas entre lo económico y lo social y trata de hacer frente a esa interrelación. Así, considera que los aspectos distributivos no se pueden separar de los relacionados con la producción. El resultado es que, a diferencia del EBD, no se ignoran las implicaciones económicas de la política social, a la vez que los objetivos sociales se introducen de forma explícita en las medidas económicas. El segundo, porque la aproximación corporatista la integración sistémica, que va implícita en las instituciones del estado de bienestar, se ve como algo relacionado con la integración social. En resumen, se considera la integración funcional entre el bienestar económico y social como algo íntimamente ligado (de forma interdependiente) con las relaciones entre los principales grupos económicos (estos es, capital y trabajo)."
Ramesh Mishra, El Estado de Bienestar en Crisis, Ed. Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Madrid, 1992, pág. 162-163.