Defensa del monetarismo.
Los argumentos asociados con el pensamiento monetarista defienden que para controlar la inflación es necesario reducir la oferta monetaria. Para la nueva derecha el crecimiento del gobierno en los años de posguerra es el origen de los problemas económicos actuales. Para ellos el Keynesianismo, culpable de las altas tasas de inflación de las economías occidentales, es el malo de la película y el monetarismo aparece como el héroe que ha de resolver todos los problemas. Los neoconservadores, desde una aproximación básicamente monetarista y en contra de los Keynesianistas, defienden el monetarismo más puro como forma para no aumentar el gasto, sin incurrir en déficits que pueden implicar el endeudamiento, la emisión de dinero o el aumento de la oferta monetaria por otros medios, con el objetivo de hacer frente a las crecientes necesidades del sector público; y así evitar la presión inflacionista permanente.