La persecución del objetivo de la justicia social resulta gravoso tanto en términos económicos como morales. Los liberales de mercado están en contra del aumento de los impuestos y del tamaño del gasto público, interpretando la insatisfacción con el peso creciente de los impuestos en el contexto de una economía occidental estancada. La reducción de impuestos junto con la reducción de la inflación, la disminución y eventual eliminación del déficit presupuestario y la recuperación de la senda del crecimiento son los objetivos principales de los conservadores.