"Ningún
país ha conseguido valorar el trabajo no remunerado, y la división del mismo según
el género tampoco se ha modificado significativamente en ningún país. Aún así,
seguramente sería un error elevar la provisión de servicios sociales de cuidado
y dirigidos a las personas que realizan tareas de cuidado a la categoría de indicador
de que se está desarrollando una política "a favor de las mujeres". Toda la historia
del feminismo indica que no deja de ser problemático abogar a favor de políticas
que intenten reconocer la "diferencia" femenina por lo que hace referencia al
volumen desproporcionado de trabajo de cuidado que realizan las mujeres, frente
a las políticas encaminadas a promover la igualdad con los hombres respecto al
empleo remunerado."
Jane Lewis, "Política familiar y trabajo
remunerado y no remunerado", Duoda, nº1, 1999.