El modelo
neerlandés.
En los Países
Bajos, el Estado del bienestar se ha desarrollado sobre el modelo de familia tradicional
focalizando las políticas sociales en la protección y ayuda a las familias. El
estado ha desarrollado una prestación mínima para la subsistencia familiar, lo
que junto a las prestaciones según el número y la edad de los hijos, y la reducción
de la fiscalidad según el número de hijos, asegura al padre, considerado como
el responsable del mantenimiento de la familia, la posibilidad de mantenerla.
La legislación laboral refuerza el papel del hombre como sustento de la familia
y restringe la participación laboral de la mujer: mantenimiento hasta 1970 de
los despidos por matrimonio y maternidad, ausencia de prestaciones a las madres
trabajadoras que constituyen un porcentaje bajísimo. El principal beneficiario
de las ayudas familiares es el cabeza de familia.