La visión
optimista: el estado del bienestar, un estado amigo de las mujeres.
Frente a las visiones pesimistas, surgió
el concepto de Estado del Bienestar amigo de las mujeres poniendo el énfasis en
las políticas que han permitido a las mujeres conciliar la maternidad y el cuidado
de los hijos, incrementar su presencia en el mercado, autonomizarse de la familia
y potenciar su participación en la esfera pública y política. Las políticas sociales
habrían permitido así mismo una mayor autonomía a las madres solas aunque las
diferencias entre países son muy acusadas. Así por ejemplo, en EE.UU. y Alemania
las ayudas estatales a las madres solas son muy escasas, de modo que éstas se
ven obligadas a incorporarse al mercado de trabajo, aunque la asistencia a la
infancia es también limitada. En los Países Bajos y Gran Bretaña las prestaciones
son más altas, y aunque el Estado ha tratado de incentivar la participación laboral
femenina, las madres solas no han incrementado sus tasas de actividad.