Los modelos salariales del cabeza de familia y las políticas sociales.


Algunos autores han mantenido que siendo el trabajo asalariado la clave de acceso a los derechos sociales y el cabeza de familia la principal fuente de ingresos salariales de la familia, el modelo de salario masculino existente en los distintos países comporta a su vez distintos modelos de acceso de las mujeres a dichos derechos.

Siendo el modelo dominante el del salario familiar pueden encontrarse, sin embargo, distintos grados de desarrollo de dicho modelo. Así, se dan al menos tres grados de desarrollo del modelo de salario familiar (determinación del salario del trabajador varón como aquel salario capaz de mantener una familia): fuerte, medio y débil, siendo la fortaleza y debilidad de este modelo salarial lo que explicaría la forma de acceso de las mujeres al mercado de trabajo, la seguridad social, los servicios sociales y la vida pública en general.

Esta interpretación no ha sido totalmente aceptada, pues existen muchos casos a contrario, como el de Francia, en el que se da alto nivel de actividad femenina y baja representación política, o alta representación política, como en Noruega, y baja actividad laboral.