Las tasas de abandono estudiantil pueden ser una preocupación significativa cuando se trata de asegurar el éxito en la educación superior. En un estudio reciente coautorizado por nuestros investigadores Pilar Aparicio-Chueca y Xavier M. Triadó-Ivern, publicado en Studies in Higher Education, se adentró en el mundo de la vida universitaria para descubrir los factores clave que predicen el abandono estudiantil.
El estudio se centró en 3,583 estudiantes de primer año que cursaban un grado en Administración de Empresas (ADE) en la Universidad de Barcelona. Los hallazgos destacaron dos variables cruciales que desempeñaron un papel fundamental en predecir el abandono estudiantil: el porcentaje de asignaturas suspendidas y el número de clases no asistidas durante el primer semestre.
Para confirmar la robustez de estos resultados, el estudio amplió su alcance para incluir a 10,784 estudiantes adicionales de tres programas de grado diferentes: Derecho, ADE y Economía, en la Universidad Complutense de Madrid. Los investigadores utilizaron tres algoritmos diferentes: redes neuronales, bosque aleatorio y logit, para analizar los datos.
En el caso de las redes neuronales, el estudio utilizó la metodología NeuralSens, basada en el uso de sensibilidades, lo que permite un análisis más interpretable. Los resultados mostraron consistentemente que tanto los modelos más simples (como el logit) como los más sofisticados (redes neuronales y bosque aleatorio) exhibieron una alta precisión en predecir el éxito y el abandono estudiantil. En promedio, estos modelos alcanzaron tasas de exactitud del 77% y 69%, respectivamente, en los conjuntos de pruebas.
Un aspecto destacado del estudio fue su dependencia exclusiva de datos académicos de las propias universidades para desarrollar los modelos. Este enfoque asegura que las predicciones no estén influenciadas por otras variables personales u organizativas, que a menudo son difíciles de acceder.
En esencia, esta investigación proporciona conocimientos valiosos sobre los factores que pueden hacer o deshacer el camino de un estudiante a través de la educación superior. Al entender y abordar estas variables, los educadores e instituciones pueden brindar un mejor apoyo a los estudiantes, aumentando la probabilidad de éxito y reduciendo las tasas de abandono.