Por Margarita Díaz-Andreu, Principal Investigator Artsounscapes y Neemias Santos da Rosa, Junior Postdoctoral Researcher.
Del 5 al 13 de octubre el Proyecto Artsoundscapes volvió a salir de trabajo de campo, aunque en este caso solo se contó con dos miembros del equipo, la investigadora principal Margarita Díaz-Andreu y el investigador postdoctoral Neemias Santos da Rosa, autores de este post. El calendario era apretado y había llevado semanas de preparación, ya que íbamos a visitar muchos sitios repartidos por cuatro comunidades autónomas diferentes de España: Valencia, Castilla-La Mancha, Murcia y Andalucía. El propósito de este trabajo de campo era identificar y tomar algunas notas básicas sobre varios sitios de arte rupestre Levantino en vista a la preparación de las futuras pruebas acústicas una vez que se hayan obtenido los permisos adecuados. En este blog, incluiremos parte de la información ya proporcionada periódicamente en nuestra página de Facebook , y añadiremos algunos detalles nuevos.
Preparados para partir…
Nuestro plan de ruta.
Nuestro viaje comienza en Valencia, donde llegamos en tren y desde donde nos dirigimos hacia las montañas del macizo del Caroig para encontrarnos con el especialista en arte rupestre Ximo Martorell. En nuestra primera parada, el Abrigo de Voro, nos impresiona la gran cantidad de figuras finamente trazadas, incluyendo muchos motivos femeninos y un grupo de cuatro guerreros interpretados como la representación de una danza colectiva masculina. A unos cien metros al norte también visitamos las Cuevecicas del Estiércol, un abrigo muy largo y estrecho, con tres pequeñas figuras femeninas, una de ellas desarrollando una inusual escena de recolección. En la otra orilla del río nos encontramos con El Garrofero, un abrigo rocoso de fácil acceso con los restos de una gran figura femenina, posiblemente datada en los primeros periodos de la tradición del arte rupestre Levantino.
Abrigo de Voro.
Escena interpretada como baile colectivo, Voro.
Figura femenina en Voro.
Ximo Martorell mostrando a Margarita Díaz-Andreu algunas figuras documentadas por él.
Dejando a Ximo atrás, nos movemos hacia el sureste, cruzando el límite entre las comunidades autónomas de la Comunitat Valenciana y Castilla-La Mancha buscando algunos de los sitios de arte rupestre más conocidos del arte Levantino. Estos abrigos, situados en el extremo oriental de la provincia de Albacete, fueron descubiertos hace unos cien años: el alto número de figuras pintadas en ellos había inevitablemente llamado la atención de los locales que mencionaron su existencia a los inquisitivos arqueólogos. Nuestra visita incluye la Cueva de la Vieja, en Alpera, y el Abrigo Grande en Minateda separados por unos cien kilómetros de distancia y vueltos a estudiar recientemente por Anna Alonso, Alexandre Grimal y Juan Francisco Ruiz López. Ambos abrigos rocosos se localizan en paisajes espectaculares con grandes vistas hacia la planicie que se despliega frente a ellos. Además, se advierte en ellos una impresionante variabilidad temática, con algunas figuras pintadas con un notable nivel técnico. Nos resulta muy interesante notar el orgullo de los habitantes locales por el arte rupestre, no solo por la consideración de la concejal de cultura de acompañarnos sino además por la visibilización del interés local en la plasmación de la reproducción del panel principal de la Cueva de la Vieja en una pared junto a una de las arterias viales principales de la localidad de Alpera. Este interés se observa también en otros lugares menos políticamente correctos como los baños de la sede de la sección de Cultura del Ayuntamiento del pueblo: allí se han dibujado sendas figuras Levantinas, una masculina y otra femenina, para indicar los aseos. Este recurso lo encontraríamos también más tarde a lo largo de nuestro viaje: en el Centro de Interpretación de Arte Rupestre de Moratalla y en el bar de Zaén de Arriba.
Vistas desde la Cueva de la Vieja.
El panel de la Cueva de la Vieja reproducido en el pueblo de Alpera.
La Cueva de la Vieja en Alpera y el Abrigo Grande de Minateda no son los únicos en la zona. No lejos del primero de ellos, con el arquitecto Chimo García y uno de sus familiares, vamos a ver otros sitios más pequeños. Estos son considerados menores porque albergan un número más reducido de figuras y normalmente – pero no siempre – tienen una visibilidad limitada.
Fotografía del grupo dispuesto a visitar el Abrigo Grande de Minateda.
El Abrigo Grande está cerca de la aldea de Minateda. El grupo que visitó el sitio estaba compuesto, además de los autores de este blog, por la guía local Gemma Ortiz y nuestros amigos de la vecina Jumilla: Emiliano Hernández y Myriam Ruiz López.
Visibilidad sobre el paisaje circundante.
Figura femenina con un niño o niña.
Neemias Santos da Rosa comprobando lo que se ha publicado en uno de los sitios más pequeños. Chimo García, a la izquierda de la fotografía.
Admirando el arte en Minateda.
Una vista del impresionante Abrigo Grande de Minateda.
A veces pensamos que vamos a recordar cómo llegar a un sitio y, sin embargo, diez años después de que uno de nosotros visitara el Barranco de Los Grajos, no fue así. Claro que no ayudó el que este fuera el único municipio en el que no se nos ofreció ninguna ayuda, al contrario de los otros con los que nos pusimos en contacto en las cuatro provincias. Lamentablemente para nosotros, la carretera que una vez servía para acceder al lugar se encuentra ahora prácticamente destrozada y, temiendo por nuestras vidas, nos decidimos a abandonar el coche en lo que creemos que es una zona cercana a los sitios. Ahora solo podemos reírnos a carcajadas de la aventura, pero ese día, cuando por fin llegamos al pequeño barranco de Los Grajos, nos sentíamos cansados, hambrientos y sedientos, aunque a veces vale la pena experimentar el terreno como lo hicimos en ese fatídico día. Ya en el barranco los sitios se nos muestran tan impresionantes como siempre, y podemos observar, a través de la valla, la escena de baile en Los Grajos. Confusamente, mientras que el abrigo con la escena de baile se ha conocido tradicionalmente como Los Grajos I (incluyendo Alonso y Grimal 1997, Presas 1984: 162, Jordán 1995-96, Martínez Sánchez 1996, Montes y Cabrera 1991-92, Walker 2019), algunos arqueólogos lo denominan como Los Grajos II (Lomba y Salmerón 1995, Lomba Maurandi 2018). Nos ha llevado horas de revisión de la bibliografía para darnos cuenta de esta confusión.
Vsta del Barranco de Los Grajos con los abrigos II y I.
Escena de danza de Los Grajos I.
Después de Alpera, Minateda y Cieza pasamos dos días en el pueblo de Moratalla. El 8 de octubre nos hace de guía Esteban Sicilia, del Ayuntamiento de Moratalla. Primero nos dirigimos a la pedanía de Benizar donde, no muy lejos del asentamiento, se encuentra el atractivo Rincón de las Cuevas, en el que el arte rupestre es realmente muy difícil de ver. Es interesante observar que el sentido espiritual del lugar sigue presente en un moderno altar que probablemente se utiliza para la romería local.
El Rincón de las Cuevas de Benizar.
Altar moderno en el Rincón de las Cuevas.
Con la inspección de los sitios del Molino de Bagil y los impresionantes abrigos de Fuensanta se completa la mañana, para luego terminar con un almuerzo a unas horas ya intempestivas en la terraza del bar local de Zaén de Arriba con Enemérito Muñiz.
El día termina con las visitas al Abrigo de Capel y, casi con las últimas luces del día, al fantástico grupo de sitios de La Risca, donde nos encontramos con las conocidas representaciones femeninas del abrigo I. Se trata de dos grandes y alargadas figuras femeninas, la más larga de las cuales es aproximadamente el doble de la altura de la que está a su derecha, y que se puede ver en un nicho a tres metros del nivel del suelo. No es tan inusual encontrar representaciones de mujeres en pares, pero el tamaño que tienen estas de la Risca I es único. La bibliografía ha mencionado repetidamente que podrían estar bailando y, de hecho, sus posturas similares así parecen indicarlo.
Los autores con Salvador Ludeña en el área del Abrigo de Capel
Representaciones de mujeres en La Risca I, según Mateo Saura (1999: 96)
El 9 de octubre ha sido marcado como el Día Europeo del Arte Rupestre. Ese día en 1902, Émile Cartailhac envió a la hija de Marcelino Sanz de Sautuola, María, una carta reconociendo su error al haberse negado años atrás a aceptar la autenticidad de las pinturas rupestres de Altamira descubiertas por su difunto padre. 98 años más tarde se llevan a cabo varios actos en las seis Comunidades Autónomas del territorio Levantino, incluyendo Murcia. Estas grandes celebraciones se ven multiplicadas por algunos eventos organizados a nivel municipal, como es el caso de Moratalla. A las 10 de la mañana, aprovechando un pequeño retraso en su comienzo, hacemos una breve visita a la Oficina de Información Turística, donde se han incluido en su logotipo las dos figuras femeninas de La Risca I. Poco después nos encontramos frente al Ayuntamiento donde el alcalde, rodeado de varios concejales y del director del Centro de Interpretación del Arte Rupestre, pronuncia un breve discurso ante las cámaras. Posteriormente también nos entrevistan a nosotros y nuestra presencia es destacada en la prensa local: en los periódicos – en El Diario y La Opinión –; y en la radio en Onda Regional.
La oficina de Información Turística de Moratalla
Evento para celebrar el Día Europeo del Arte Rupestre
Nos alegra comprobar que el Centro de Interpretación de Arte Rupestre Casa de Cristo se ha abierto finalmente después de años con el candado echado. ¡Qué bien organizado está todo! Nos lo enseña su director, Salvador Ludeña, que también guía a grupos de turistas a visitar las pinturas rupestres.
En el Centro de Interpretación Casa de Cristo de Moratalla
Después de esta parada en el Centro de Interpretación, visitamos varios abrigos rupestres y observamos escenas, superposiciones, colores y tantos otros detalles que hacen que las pinturas Levantinas sean tan atrayentes. Sitios como el grupo de Fuente del Sabuco y Cañaica del Calar están en nuestra lista este día que finalmente termina en el tranquilo -casi oasis- hotel de Casa Pernías, en el área de Campo de San Juan.
Neemias Santos da Rosa tomando notas en la Cañaica del Calar
Casa Pernías
El 10 de octubre cruzamos de nuevo a la provincia de Albacete, pero ahora a su extremo sur, para visitar los grandiosos yacimientos de arte rupestre de Solana de las Covachas, Torcal de las Bojadillas y otros sitios menores del municipio de Nerpio. En los dos primeros, acompañados por Nuria Álvarez, de la Oficina de Turismo, observamos que las propiedades acústicas de los abrigos son indudablemente interesantes y que el arte es realmente magnífico. Nos impresionan las figuras humanas con una especie de peinado excéntrico y las muchas figuras diminutas que probablemente se daten en la última fase del arte Levantino. Por la tarde tenemos el honor de llevar como guía el experto local Antonio Carreño, el motor de la investigación del arte rupestre en esta zona durante los últimos treinta años junto con su compañero habitual durante al menos dos décadas, Miguel Ángel Mateo Saura.
Señalización en la entrada del área protegida de Solana de las Covachas
Representación femenina en Solana de las Covachas
Farallón rocoso donde se encuentran los abrigos del Torcal de las Bojadillas y vista desde los mismos
Antonio Carreño y Margarita Díaz-Andreu en uno de los abrigos visitados en el área de Nerpio
Parte del farallón donde se encuentran los abrigos rocosos de Solana de las Covachas
Señalización en la entrada del área protegida del Torcal de las Bojadillas
Figura femenina del Torcal de la Bojadillas con el poco común y excéntrico peinado característico de esta zona (Alonso & Grimal 1996: fig. 166)
Cartel publicitario a la entrada de Nerpio que indica que el municipio tiene el 70% del total de yacimientos de arte rupestre de Castilla-La Mancha
El domingo 11 de octubre Antonio Carreño nos lleva primero a ver el sitio de arte rupestre del Prado del Tornero, justo al lado del pueblo de Nerpio. Como en muchos otros sitios, las figuras de arte rupestre se han perdido en gran parte, pero aparecen por arte de magia aplicando el plugin D-Stretch a las fotografías. Más tarde, en Hornacina de la Pareja, después de una fuerte subida nos sorprende uno de esos motivos con su muy particular tocado que solo se encuentra en esta zona. Neemias y Antonio se enfrascan en un debate sobre las técnicas de realización de las pinturas, tema de la reciente tesis doctoral de Neemias. Si se les hubiera dejado, todavía estaríamos allí, hablando de todas las minucias de la chaîne opératoire relacionadas con el proceso pictórico del arte rupestre Levantino… De vuelta en la población, finalmente nos despedimos de Antonio y del arte rupestre de Nerpio.
Prado del Tornero (Nerpio)
Figura de ciervo de Prado del Tornero
Trepando para llegar a la Hornacina de la Pareja
Neemias Santos da Rosa y Antonio Carreño debatiendo sobre cómo se hicieron las pintura
Figura de ciervo de Prado del Tornero Tratada con D-Stretch
Otra figura femenina con el peculiar local Tocado, Hornacina de la Pareja
Antonio Carreño y Margarita Díaz-Andreu sentados en la fuente del pueblo de Nerpio
El 12 de octubre es festivo, pero decidimos continuar nuestra gira y cambiar una vez más de provincia y de comunidad autónoma trasladándonos a Jaén, en Andalucía. Nuestro guía local, Emilio, nos ayuda a encontrar el sitio de Cuevas del Engarbo y se maravilla de las figuras que le vamos descubriendo en sus paredes.
Ya de vuelta nos encontramos con cabras salvajes y ciervos junto a la carretera. La sensación es de estar en un lugar perdido, lejos de todas partes…
Abrigo de arte rupestre de Cuevas del Engarbo
Calco de algunas de las figuras pintadas en El Engarbo I (Soria Lerma & López Payer 1999: fig. 4)
Emilio y Neemias comprobando las figuras de Cuevas del Engarbo
Cabra montesa junto a la carretera
En nuestro último día de campo tenemos en nuestra lista el Barranco Segovia, un lugar tan difícil de alcanzar que, a pesar de las indicaciones de Juan Francisco Jordán Montes, necesitamos de nuevo la ayuda de Enemérito Muñiz. En el lugar, nos sorprenden las fantásticas vistas y las intrigantes figuras.
Abrigo visitado en el Barranco Segovia (Letur)
Dos figuras. La de la izquierda es un motivo femenino con una bolsa
En nuestro camino de regreso a Valencia, nos detenemos a almorzar con Emiliano Hernández, el director del museo de Jumilla. Hemos estado durante todo el viaje, y todavía lo estamos, muy agradecidos por toda la ayuda que nos ofreció en la organización del mismo. Sin él todo habría sido más difícil…
Tras devolver el coche en Valencia, cogemos finalmente el tren con destino a Barcelona… Tras recorrer más de 2.000 kilómetros por carreteras y senderos, solo podemos decir que hemos disfrutado enormemente de la expedición y, al mismo tiempo, hemos aprendido muchísimo. Ahora estamos en mejores condiciones de saber qué queremos solicitar en los permisos para pruebas acústicas y tenemos muchas ideas que intentaremos desarrollar en un futuro…
Margarita Díaz-Andreu y Enemérito Muñiz
Figura de toro pintada en el Torcal de las Bojadillas