Sus
territorios El
águila-azor perdicera es una rapaz característica de las regiones
semiáridas y cálidas del Paleártico. En Europa muestra una distribución
circunmediterránea y sus principales poblaciones se encuentran en la
Península Ibérica y sudeste de Francia. Vive
en la sierras mediterráneas de clima suave, criando desde el nivel del
mar hasta altitudes de 1.000 metros. Nidifica preferentemente en
acantilados pero en determinadas regiones del sur de la Península
Ibérica y norte de África puede hacerlo en árboles. Caza en terrenos
abiertos como garrigas, áreas de vegetación laxa, pequeños cultivos y
más raramente en terrenos boscosos. Las águilas adultas viven
en pareja y ocupan un mismo territorio durante todo el año. Estos
territorios incluyen dos tipos de subáreas con finalidades diferentes:
las áreas de cría y las áreas de caza. |
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Las áreas de cría Es el centro de actividad del territorio, con
una superficie aproximada de 2 a 3 km de radio. Corresponde a un
barranco o risco donde están ubicados los nidos y donde las águilas
desarrollan sus funciones vitales de reproducción, alimentación y
reposo. Las águilas escogen las áreas de cría en
zones abruptas y altas; así evitan molestias humanas, se pueden
desplazar fácilmente a las áreas de caza y dominan una gran extensión
de terreno. Los nidos son estructuras de ramas
construidos por las águilas en agujeros o salientes de las peñas, y
pueden llegar a medir dos metros de ancho por uno de alto. En
determinados territorios como, por ejemplo, el sudoeste de la Península
Ibérica (sur de Portugal), las águilas-azor perdiceras también pueden
hacer sus nidos sobre árboles como pinos, alcornoques o eucaliptos y en
algunos casos incluso en apoyos eléctricos de alta tensión. |
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Las áreas de caza son fundamentales para la
supervivencia de las águilas pues son la parte del territoria donde
obtienen el alimento. Su superficie varía según las épocas, las
zonas y la abundacia de presas. Durante la primavera y el verano la
superficie de los territorios de las águilas suele oscilar entre unos
30 y 50 km2, pero en invierno o si el alimento escasea,
pueden llegar a los 150 km2. Las áreas de caza preferidas
por las águilas son aquellas con poca cobertura vegetal como garrigas,
áreas quemadas o pequeños cultivos, ya que además de facilitar la
detección de las presas, son las que acogen mayores densidades de éstas. |
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