INICIO DE LA TEMPORADA DE CAZA, UN PERIODO DE RIESGO PARA EL ÁGUILA PERDICERA

Con la llegada del mes de octubre se abre la veda, un periodo de actividad cinegética que se prolonga hasta finales del mes de febrero. Un estudio realizado por el Equip d'Estudi de l'Àliga Perdiguera a partir de datos obtenidos de diferentes centros de recuperación españoles indica que durante los 6 meses de actividad cinegética, incluyendo también la media veda del mes de agosto, el número de ejemplares de águila-azor perdicera muertos por persecución es casi el triple que durante los 6 meses restantes. Éste es un hecho preocupante que afecta también a otras muchas especies protegidas de aves.

A pesar de que en los últimos años se ha podido constatar en general una mayor sensibilidad del colectivo cazador a la hora de respetar la normativa sobre especies protegidas, el problema de la persecución directa por disparos o envenenamiento sigue existiendo. Es por tanto necesario seguir trabajando para resolver este grave problema, preferiblemente y, siempre que sea posible, con la colaboración de los propios cazadores. Muchas muertes de águilas que se producen fortuitamente, por ejemplo durante las batidas de jabalí, se podrían evitar únicamente planificando mejor los días y lugares donde se llevan a cabo, especialmente si se realizan cerca de las áreas de cría. También es necesario seguir las tareas de sensibilización para conseguir inculcar la idea de una actividad cinegética sostenible y pedir a la administración que sea inflexible en aquellos casos en los que se incumple de forma premeditada las leyes de protección de especies amenazadas.

El gráfico muestra el porcentaje de águilas perdiceras muertas en España durante la década de los 90 por persecución directa, durante los 6 meses del año con actividad cinegética (azul) y los 6 sin esta actividad (verde).