2020-2021 Proyecto Intramural CIBERESP

Estudi EMBA

Evaluación de la efectividad de las recomendaciones dietéticas y de estilo de vida para reducir la exposición a productos químicos ambientales en mujeres embarazadas: un estudio piloto pre-post. 

Los productos químicos ambientales representan un grupo muy heterogéneo de agentes omnipresentes utilizados en pesticidas, plásticos y productos químicos industriales, entre otros. Los datos de los programas de biomonitorización han encontrado que prácticamente todas las mujeres embarazadas europeas están expuestas diariamente a través de muchos productos químicos diferentes (Di Renzo et al., 2015). Una evidencia científica fundamentada ha demostrado que la preconcepción y la exposición prenatal a productos químicos ambientales tóxicos pueden tener un efecto profundo y duradero en la salud a lo largo de la vida (Morrissette et al., 2004; Curl et al., 2019). Por otro lado, algunos de estos productos químicos, los llamados disruptores endocrinos (EDCs), también pueden interferir en el papel de ciertas hormonas, la homeostasis y los procesos de desarrollo (Fernandez y Olea, 2014). Varias revisiones sistemáticas han evaluado críticamente el corpus de evidencias disponibles sobre los impactos adversos sobre la salud de la exposición prenatal a productos químicos ambientales, apoyando a esta hipótesis (Muñoz-Quezada et al., 2013; González-Alzaga et al., 2014; Hernández et al., 2016).

A pesar de las amplias acciones de las políticas de la UE, los europeos continúan expuestos a niveles “heredados” de productos químicos ambientales, aunque normalmente a concentraciones decrecientes (Puerta et al., 2008). Por ejemplo, el uso generalizado de pesticidas organofosforados (OP) en la agricultura y en los espacios públicos ha comportado una exposición y contaminación omnipresentes del ser humano. Es de destacar que se ha encontrado que las mujeres de Portugal y España muestran concentraciones de Hg  de cinco a siete veces más altas que la concentración media de la UE (EEE, 2018). Un tercio de todos los bebés nacidos en la UE tienen niveles de Hg por encima del “límite seguro recomendado” (Bellanger et al., 2013), y la contaminación es peor en los países con un consumo más elevado de pescado. El impacto potencial de Hg en el desarrollo cerebral infantil se observa toda la vida y puede afectar significativamente el desarrollo y el cociente de inteligencia (IQ) (Freire et al., 2018).

Durante el embarazo, los productos químicos pueden atravesar la placenta y, en algunos casos, como por ejemplo los compuestos halogenados y el metilmercurio (Hg), se pueden acumular en el feto, produciendo una exposición fetal más elevada que la exposición materna. Reducir la exposición a productos químicos ambientales tóxicos es un ámbito de intervención crucial.

Esta evidencia ha motivado el llamamiento para reducir la exposición a productos químicos tóxicos en poblaciones vulnerables (Bennett et al., 2016; Hercio-Picciotto et al., 2018) y, por lo tanto, las mujeres embarazadas son una población clave a considerar para reducir la exposición durante esta brecha crítica del desarrollo humano. La principal fuente de exposición de la población europea a productos químicos ambientales, es, en general, a través de las opciones de dieta y estilo de vida (Gasull et al., 2011; Melnyk et al., 2014; Nougadѐre et al., 2012; Oates y Cohen, 2011). La distribución de productos químicos ambientales también varía según las características sociodemográficas (Lewin et al., 2017). Los obstetras, ginecólogos y otros profesionales de la salud están dispuestos exclusivamente a intervenir antes y durante el embarazo. Un resultado importante del embarazo ya no es solo un neonato sano, sino un humano predispuesto biológicamente a ser saludable desde el nacimiento hasta la vejez (Coussons, 2013). Las acciones centradas en el paciente pueden reducir las cargas corporales de productos químicos tóxicos (es decir, la cantidad total de productos químicos presentes en el cuerpo humano a la vez) (ACOG, 2013; Kirk et al. 2017). Por ejemplo, investigaciones anteriores han documentado disminuciones relevantes de los niveles internos de pesticidas en mujeres después de cambiar de dieta convencional a orgánica (Oatesa et al., 2014). Así mismo, evitar alimentos enlatados y otras fuentes dietéticas de bisfenol A (BPA) y equivalentes ha demostrado ser una práctica adecuada para reducir niveles internos de esta sustancia (ACOG, 2013).

Esta propuesta se enmarca dentro de acciones anteriores de un grupo de investigación multidisciplinario que abordó la caracterización de la exposición mediante numerosos estudios de biomonitorización, los cuales han desembocado en el liderazgo del European Joint Programme HBM4EU (Human Biomonitoring for Europe), entre otros proyectos. Además, nuestro grupo está comprometido con la diseminación pública de la ciencia, y ha sido implicado en acciones de investigación social (CSO2014-58144-P, PI: Cristina Larrea) así como en estudios de intervención durante brechas críticas de desarrollo (Olmedo-Requena et al., 2020), los cuales recientemente han resultado en la publicación de directrices para evitar la exposición química durante el embarazo y la lactancia.

Miembros del equipo:

• Juan Pedro Arrebola (U. de Granada)
• Miguel Company (U. de Almería)
• Ruth Echeverría (U. de Granada)
• Andrés Fontalba (U. de Almería)
• Cristina Larrea Killinger (U. de Barcelona)