Los terremotos se encuentran entre los eventos geodinámicos más destructivos. Es posible prevenir enormes pérdidas personales y económicas si se aplican políticas adecuadas para la prevención del riesgo sísmico. Pero para hacerlo efectivo, es necesario un buen conocimiento sobre terremotos del pasado (paleoterremotos) y sobre la sismicidad actual en una región determinada.
Centramos nuestra investigación en:
- detectar y caracterizar fallas activas productoras de terremotos en el pasado (paleosismología), que son las fuentes potenciales de terremotos futuros;
- explorar el impacto de tener en cuenta las características de las fallas activas (resultantes de los estudios paleosísmicos) en los análisis de peligrosidad (SHA).
La Cordillera Bética Oriental (EBSZ) ha constituido nuestra principal área de estudio durante las dos últimas décadas.
Desde 2017, junto con los Apeninos centrales, esta zona se considera un laboratorio europeo de estudios de geología de los terremotos dentro del consorcio Fault2SHA. También trabajamos en regiones con velocidades de deformación aún más lentas, tales como la Cordillera Costera Catalana, y también estamos iniciando una etapa de búsqueda de fuentes sísmicas en los Pirineos. A pesar de que estas áreas son altamente vulnerables y han experimentado terremotos históricos destructivos (algunos de ellos llegaron a MSK Int=IX), su peligrosidad sísmica está todavía pobremente acotada.