U n i v e r s i d a d d e B a r c e l o n a

Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos

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Biofeedback como Alterantiva Terapéutica para la Migraña y el Estrés
Fuente: RedPsicología (
http://galeon.hispavista.com/pcazau/mo_psi022.htm)


1.- INTRODUCCIÓN

El término Biofeedback (BFB) nace a finales de 1969, para describir a un conjunto de procedimientos experimentales, cuyo estudio se inició en la década de los 40 en Estados Unidos, en los cuales se utiliza un instrumento externo para proveer al organismo de una información inmediata del estado de sus condiciones fisiológicas, tales como la tensión muscular, la temperatura de la piel, sus ondas cerebrales, la presión sanguínea, el ritmo cardíaco, etc. con el propósito de hacer aprovechable esta información, que normalmente no está al alcance del individuo.

La palabra inglesa biofeedback podría traducirse por "bio-retroinformación", puesto que sus componentes son la palabra griega "bio" (vida), y la palabra inglesa "feedback" que las ciencias electrónicas han traducido como "retroinformación". Norbert Wiener, padre fundador de la investigación sobre retroinformación, la definió como "un método para controlar el sistema, incorporando a él los resultados de su actuación pasada".

Podríamos definir la bio-retroinformación como una técnica que incrementa la capacidad de la persona para controlar -hasta cierto punto- voluntariamente las actividades fisiológicas por el hecho de proveerle información acerca de las mismas. Más concretamente y por ejemplo, si una persona puede recibir información acerca de que está tensionada, estarán dadas las condiciones necesarias para que pueda relajarse. En cuanto comienza a relajarse, esta información es recibida por el instrumento externo, quien a su vez informa nuevamente a la persona acerca de su progreso, y así sucesivamente. De esta manera, la persona puede ir verificando su relajación progresiva gracias a la información que el instrumento externo le suministra. Es importante destacar que este instrumento no la relaja, sino que le provee información para que la persona pueda lograr cambios en este parámetro muscular.

El Biofeedback se presentaría como una alternativa más moderna para el tratamiento de muchas enfermedades que tienen en común la dificultad de curación por métodos tradicionales.

Como técnica se aplica en áreas muy diversas dentro del campo de la medicina, como por ejemplo para tratar las migrañas, cefalea tensional, hipertensión, arritmias cardíacas, enfermedad de Raynaud (desorden circulatorio que produce manos extremadamente frías), parálisis, daños en la columna vertebral y otras afecciones motrices, para remediar las consecuencias de derrames, aneurismas, daño traumático del cerebro, esclerosis múltiple, epilepsia, hipoglucemia y diabetes, epilepsia, síndrome premestrual, dolores crónicos, incontinencia urinaria, etc. Asimismo, en el campo de la Psicología se empleó para el tratamiento de fobias, depresión, ansiedad, insomnio, estrés, etc. Son algunos de los problemas factibles de tratarse mediante el entrenamiento de biofeedback.

La bio-retroinformación es una herramienta para el aprendizaje de la autorregulación fisiológica. La meta es hacer voluntario lo involuntario, y lograr que los pacientes entren en contacto con sus propios procesos fisiológicos. La idea es que, con la práctica la persona aprende a modificar sus reacciones frente al estrés o la tensión hasta que los instrumentos de bio-retroinformación dejan de ser necesarios.

Entendemos en este contexto por aprendizaje todo proceso en el cual una persona modifica sus conductas o incorpora nuevas de una manera más o menos permanente. En el caso de la bio-retroinformación, el paciente aprende a controlar -hasta cierto punto- voluntariamente sus parámetros de respuesta fisiológica de una manera cada vez más eficaz.

La mecánica de la terapia es simple: se utilizan los aparatos electrónicos para monitorear los cambios en los procesos corporales que se aprende a regular. Se le conectan al paciente una serie de electrodos que van a un amplificador conectado a una computadora con un software que traduce sus estados fisiológicos en distintos tipos de registros. Estos estados fisiológicos son observados por el paciente en la pantalla de la computadora, y es así que puede informarse acerca del nivel de reacción galvánica de la piel, de la variación de la temperatura corporal, del ritmo cardíaco, de su actividad muscular, del flujo sanguíneo, del ritmo cardíaco, de la actividad de las ondas cerebrales y de la respiración.

Los instrumentos utilizados son el electromiógrafo, el electroencefalógrafo, el electrodermógrafo y el termógrafo, que amplifican la variable fisiológica que se esté midiendo. La utilización de los mismos depende del paciente y del problema específico.

2.- ORIGEN HISTÓRICO Y FUNDAMENTOS

Los estudios sobre Biofeedback tienen su origen en distintos campos de investigación. Por una parte, los estudios sobre condicionamiento instrumental u operante de respuestas autonómicas, es decir, aquellos que se basan en el paradigma operante, que sostiene que una persona modificará su conducta sobre la base de recompensas y castigos (así, un cambio favorable en un estado fisiológico podrá ser considerado como un refuerzo positivo que llevará a la persona a consolidar su conducta de alcanzar y mantener este estado). Por otra, los estudios sobre control de ritmos corticales y aprendizaje de habilidades motoras aplicando el paradigma cibernético, es decir, el principio de la bio-retroinformación ya explicado.

Los primeros estudios sistemáticos sobre aprendizaje instrumental u operante de respuestas autonómicas con sujetos humanos aparecieron en los primeros años de la década del 60. Las principales respuestas estudiadas incluían fluctuaciones electrodermales, incrementos y disminuciones en la tasa cardiaca y respuestas vasculares. Los procedimientos de condicionamiento más utilizados eran el aprendizaje de evitación por reforzamiento negativo y el aprendizaje discriminativo por reforzamiento positivo. En ambos casos era frecuente la utilización, de forma complementaria, de un feedback auditivo o visual de las respuestas autonómicas.

Pero la investigación que marcó el origen de la utilización de los procedimientos de BFB la constituyen los estudios sobre control de habilidades motoras y de ritmos electroencefalográficos en los que se aplicaban principios cibernéticos de la teoría de control de sistemas (Basmajian, 1963; Smith, 1967, Mulholland, 1977). Los trabajos de Basmajian a principios de los años 60 sobre aprendizaje de unidades motoras individuales, a través de registros electromiográficos, y los trabajos de Mulholland que utilizó el electroencefalograma para estudiar problemas de visión, constituyen intentos de estudiar los efectos de la retroalimentación sensorial al propio sistema, siguiendo el esquema típicamente cibernético fundado, como quedó dicho, en el principio de bio-retroinformación (Basmajian 1977, Mulholland, 1977).

El empleo de la técnica de Biofeedback presupone la existencia de ciertas relaciones entre los estados fisiológicos y el bienestar psicológico, es decir, entre parámetros corporales y psíquicos. En este sentido, podemos mencionar a la medicina psicosomática, que resalta la unidad de mente y cuerpo y la interacción entre ambos elementos. En general existe la convicción de que los factores psicológicos son importantes en el desarrollo de todas las enfermedades. El término "psicosomático" se ha convertido en parte del concepto de medicina conductual, que fue definida en 1978 por la National Academy of Science como " el campo interdisciplinario que se interesa por el desarrollo y la integración del conocimiento biomédico y las técnicas para la prevención, diagnóstico y rehabilitación" de la patología del paciente.

La relación entre mente y cuerpo puede advertirse más claramente a partir de las afirmaciones de Dunbar (1954), quien sostuvo que ciertos tipos de personalidad eran más vulnerables a determinadas enfermedades y sugirió que factores emocionales o características específicas de la personalidad podrían asociarse a ciertas enfermedades.

Alexander (1959) intentó relacionar conflictos inconscientes no resueltos con ciertas enfermedades y postuló la vulnerabilidad constitucional de los tejidos, órganos o de todo un sistema, que se ponían en acción bajo la activación patológica generada por conflictos infantiles, capaces de producir alteraciones funcionales.

La teoría psicosomática examinó las formas simbólicas de comunicación, conflictos infantiles, organización de la personalidad y defensas yoicas para explicar porqué el organismo se encuentra bajo determinadas circunstancias en situaciones de estrés. Reiser (1975) enfatizó la necesidad de incorporar a esta teoría factores interpersonales así como el papel del sistema nervioso central, los mecanismos cognitivos, afectivos y perceptivos que pueden cambiar las respuestas neurovegetativas e inmunológicas.

Birk (1975) propuso llamar a esta nueva área de investigación "medicina comportamentalista". La medicina comportamentalista ha enfatizando la importancia de la participación activa del paciente en la solución de problemas que pertenecen al terreno de la medicina. Destaca asimismo que el  comportamiento del enfermo es esencial tanto para el desarrollo de la enfermedad como para su curación (Shapiro y Switt, 1976). El tratamiento de problemas médicos con la participación activa del paciente es una de las características del BFB que llevan a encuadrar esta técnica dentro del campo de la medicina comportamentalista.

En este proceso terapéutico la intervención del psicólogo es fundamental, en la medida que dicho proceso es esencialmente un aprendizaje de conductas. En este proceso pueden surgir inconvenientes tales como problemas de aprendizaje (dificultades para aprender conductas) y problemas de contención emocional (el psicólogo está especialmente preparado para escuchar al paciente y acompañarlo en su proceso terapéutico).

A fines de la década de los 60, gracias en parte a los avances tecnológicos que permitieron la fabricación de mejores equipos para la medición de procesos fisiológicos y a la publicación de diversos trabajos en que se reportaba cómo individuos corrientes aprendían entre otras cosas, a disminuir la presión arterial y a controlar sus trazados electroencefalográficos.

Alrededor de los años 50 se llevó a cabo un estudio sobre yoguis en la Fundación Menninger y en la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard y se estableció que efectivamente los yoguis podían controlar el funcionamiento de órganos inervados por el sistema simpático), se comenzó a popularizar la bioretroalimentación como otra técnica útil.

Uno de los primeros antecedentes de biofeedback fue desarrollado por Schultz (1969) en Alemania y luego Luthe (1969) en Estados Unidos enseñaban a pacientes a utilizar feedback de la frecuencia cardiaca a través de una técnica de relajación denominada "de entrenamiento autógeno"( el Entrenamiento Autógeno es una técnica de relajación que se basa en la repetición de ciertas expresiones cortas por un breve periodo -30 seg.- estimulando la imaginación de aquello que se repite). Esto se lograba colocando las manos sobre el pecho hasta detectar los latidos cardíacos y luego, utilizando el entrenamiento autógeno se trataba de disminuir la frecuencia cardiaca. Este feedback se denominó "feedback vibratorio" y se lo consideró como una de las experiencias más tempranas en este campo.

Entre los avances registrados en este campo, podemos mencionar:

  1. Jacobson entre 1920 y 1930 desarrolló una técnica de relajación progresiva a la que incorporó un electromiógrafo primitivo para controlar el nivel de tensión muscular. La Relajación Progresiva es una técnica orientada a tensionar y relajar varios grupos de músculos tratando de asociar simultáneamente ambas sensaciones al mismo tiempo.  

  2. En 1962, Joe Kamija instruyó a estudiantes universitarios para producir voluntariamente ondas alfa.

  3. Budzynski (1970) desarrolló una técnica para inducir relajación corporal generalizada a fin de aliviar a los pacientes con cefaleas funcionales.

  4. Green, Green y Walters (1971) utilizaron el control de la temperatura de las extremidades por medio del entrenamiento autógeno y visualización para tratar pacientes con migrañas o con hipertensión arterial esencial.


Paralelamente a estas investigaciones hechas con seres humanos, surgió otro tipo de trabajo experimental con animales, utilizando el condicionamiento operante, que puede considerarse como una forma de feedback por cuanto si la respuesta es recompensada, este refuerzo positivo realimenta a su vez nuevas respuestas, y así sucesivamente.

El trabajo más importante en este terreno fue el de Neal Miller, de la Universidad Rockefeller de New Yorck (1969), quien inicia una labor revolucionaria, cuando, generalmente se suponía que el hombre estaba regulado por dos sistemas nerviosos diferentes: el voluntario y el involuntario. El sistema nervioso voluntario o somático comprende las células y fibras nerviosas que sirven a los músculos del esqueleto. Es responsable de todos los movimientos de los brazos, piernas y mandíbulas, de los cambios de posturas (de cuantos movimientos considerados normalmente deliberados o "controlados por la conciencia"). El sistema nervioso involuntario o autónomo comprende los movimientos de las pupilas, corazón, vasos sanguíneos, estómago, glándulas endocrinas y todas las funciones consideradas tradicionalmente como automáticas o "más allá de nuestro control". Realiza la experiencia con ratas paralizadas con curare (para eliminar las reacciones del sistema nervioso "voluntario"). Miller (1974) con estos trabajos experimentales con ratas, en los que a través del condicionamiento operante se consigue producir respuestas viscerales, demostró que ciertos animales podían controlar variables psicofisiológicas y con esto logra demostrar que el llamado sistema involuntario puede en realidad ser sometido al control de la voluntad.

De esta manera poco a poco pudo concebirse la posibilidad de que el paciente, al recibir información sobre el estado de ciertas funciones biológicas involuntarias tales como la temperatura de la piel, la conductancia eléctrica, la tensión muscular, la presión arterial, el ritmo cardíaco y la actividad de las ondas cerebrales, y enseñándole a regular uno o más estados biológicos, por ejemplo, la capacidad de aumentar la temperatura de una de las manos, podía utilizarse para reducir la frecuencia de migrañas, palpitaciones, etc.

En 1969 se fundó la Sociedad de Biofeedback en Santa Mónica, California, Estados Unidos, a la que se incorporaron médicos y psicólogos interesados en aspectos de investigación básica y aplicación clínica.

3.- INSTRUMENTOS UTILIZADOS

Los aparatos más utilizados son el electromiógrafo (EMG) que mide los potenciales eléctricos de las fibras musculares y la actividad muscular, el electroencefalógrafo (EEG), que registra las ondas cerebrales, el electrodermógrafo que mide la capacidad de reacción galvánica de la piel, y muestra la modificación de su conductancia, y el termógrafo, que mide la temperatura de la piel que baja durante la tensión debido a la vasoconstricción periférica.

  • Electromiógrafo: El electromiograma (EMG) mide la contracción y relajación muscular. Amplifica la actividad eléctrica originada en el músculo y la traduce a señales auditivas y visuales.  

  • Electroencefalógrafo (EEG): El electroencefalógrafo mide las ondas cerebrales e informa sobre cambios en la actividad eléctrica del cerebro. Uno o más sensores se colocan en el cuero cabelludo, y otros dos al lado de cada oreja.

  • Electrodermógrafo: Este instrumento mide los cambios en la actividad eléctrica de la piel. Electrodos superficiales colocados sobre la palma de la mano recogen estas señales e informan a la persona su nivel de reactividad.  

  • Termógrafo: El termógrafo mide la temperatura de la piel, que varía de acuerdo a la vasoconstricción o vasodilatación periférica. La información se recoge con electrodos superficiales que se colocan sobre los dedos de manos o pies. 


En la interpretación de los resultados debe tenerse en cuenta que los mecanismos que controlan la temperatura interna del organismo no están necesariamente relacionados con la actividad del sistema nervioso autónomo que controla la temperatura de la piel y que también existen otros factores que influyen en la temperatura de la piel, como viscosidad de la sangre, la temperatura del medio ambiente, factores bioquímicos como la presencia de ácido láctico, epinefrina, dióxido de carbono, nicotina, o alcohol en la sangre. Los factores psicológicos que influencian incluyen tensión emocional, ansiedad y estímulos ambientales. Una respuesta del sistema autónomo simpático a tales estímulos da lugar a cambios en el volumen cardíaco, la presión arterial y la actividad vasomotora periférica.

Los aparatos descriptos posibilitarían que los pacientes tengan percepción de determinadas funciones biológicas. Esta información permitiría -como ya quedó explicado- que dicha función sea controlada voluntariamente. Uno de los objetivos sería lograr que el paciente pueda controlar esas funciones sin la ayuda instrumental y la función del terapeuta sería ayudar al paciente a integrar lo aprendido a su vida diaria.

Las percepciones sobre sensaciones internas irían aumentando a medida que se avance con el tratamiento, facilitando el reconocimiento de distintos estados fisiológicos sin la necesidad de ayuda externa, de ésta manera las percepciones directas de eventos internos generarían un nuevo circuito interno.

4.- CONSIDERACIONES METODOLÓGICAS

La aplicación correcta de los procedimientos de BFB depende de múltiples factores, unos de carácter general, propios de toda investigación psicofisiológica, y otros de carácter más específico, típicos de las investigaciones de BFB. En cuanto a los primeros debe tenerse en cuenta que el desarrollo de las técnicas de BFB fue posible gracias a los importantes desarrollos que se estaban produciendo alrededor de los años 60 en el área de la psicofisiología, que a su vez, fueron posibles gracias a los avances que se habían producido durante la mitad de siglo en el campo de la tecnología electrofisiológica, en particular con los instrumentos poligráficos.

Revisando la metodología utilizada en la técnica de BFB y siguiendo los cuatro aspectos fundamentales en toda investigación psicológica (variable dependiente, variable independiente, variables extrañas y procedimientos), encontramos que tanto para la investigación como en el tratamiento clínico la variable dependiente puede se cualquier respuesta fisiológica del sujeto o paciente. La variable independiente más importante en BFB es la forma de presentación de la señal al sujeto, dentro de las variables extrañas, están las relaciones de los sujetos participantes en el estudio y las condiciones ambientales y estimulares.

Desde el punto de vista metodológico las técnicas del BFB, como toda técnica psicofisiológica, dependen directamente de la captación, amplificación y registro fiables de las variables fisiológicas que se desean modificar. Consideraciones sobre el tipo de señal biológica de que se trate, características que deben tener los electrodos o transductores, lugar de colocación sobre la piel, tipo de electrolito, tipo de amplificador y nivel de amplificación, control de ruido, calibración, posible transformación de la señal, selección de parámetros apropiados, registro gráfico o magnético, tipo de feedback y modalidad sensorial, todo ello son aspectos que en absoluto son arbitrarios, de los que depende la distorsión, o no de la señal original y que condicionan la validez de los métodos. Del mismo es importante tener en cuenta otra serie de factores de tipo ambiental y organísmico que pueden influir en las funciones biológicas y que de no controlarse podrían afectar seriamente la validez interna del estudio. Tales factores incluyen , la temperatura y la humedad ambiental, el nivel de ruidos, la duración del registro, la hora del día, la edad y el sexo de los sujetos, etc.

Yates (1980) señala tres factores muy importantes en toda investigación con BFB: la ley de los valores iniciales y el efecto de tendencia, el feedback verdadero y el efecto de las instrucciones.

La ley de los valores iniciales y el efecto de tendencia hacen referencia a la fiabilidad y estabilidad de la línea de base. Estos factores son de una gran importancia para la investigación y tratamiento con biofeedback. El efecto de tendencia parece ser universal cuando se trata de grandes cambios en las funciones autónomas. Así por ejemplo, se ha encontrado en: la respuesta electrodérmica, en la presión sanguínea, la tasa cardíaca, la actividad eléctrica del cerebro, etc. En estas respuestas la presencia de este efecto puede confundir los verdaderos resultados experimentales.

Un segundo factor importante en la investigación es la presencia de feedback verdadero, se han comparado grupos que recibían feedback de sus respuestas con grupos que solo recibían una señal continúa o grupos que recibían un feedback falso (se les informaba erróneamente del significado de la señal).

El tercer factor se refiere a si el feedback es absolutamente necesario para aumentar el control voluntario. Esta cuestión se reduce esencialmente a si se puede lograr el control mediante instrucciones, es decir, a los sujetos simplemente se le da instrucciones verbales y se compara el grado de control obtenido con el de grupos que reciben feedback. También se han estudiado, aunque en menor grado, el efecto de las instrucciones solas frente a instrucciones, más feedback.

Con respecto a los aspectos de metodología de investigación y diseño experimental, bien se utilicen diseños de grupos independientes, diseños intrasujetos o diseño de sujeto único, es imprescindible el seguir los requisitos experimentales y estadísticos que exige cada uno de los diseños. El diseño experimental debe garantizar, por otra parte, el control de aquellos factores inherentes al procedimiento y diferencias de feedback, que puedan afectar a la modificación de las funciones biológicas que se estén estudiando, tales como posibles efectos de sensibilización, condicionamiento clásico, mediación cognitiva, efecto placebo, etc.

En estudios sobre BFB es frecuente la utilización de diseños mixtos y diseños de sujeto único y, sin embargo, pocos estudios ofrecen garantías de haber seguido los requisitos básicos de estos diseños: medidas repetidas, línea de base estable, introducción de variables por separado y en fases sucesivas, duración uniforme de las fases, etc.

Si bien muchos de los estudios realizados fueron metodológicamente débiles, lo cual ciertamente no implica que los resultados sean falsos, pero sí que sus conclusiones deban ser tomadas con suma precaución, en la actualidad como veremos se realizan estudios con gran rigurosidad.

5.- INVESTIGACIÓN APLICADA

En cuanto a la aplicabilidad terapéutica de los procedimientos de BFB, las áreas de investigación son muy amplias y diversas, pero para este trabajo se tomaron solo unos pocos por haberlos considerado relevantes para nuestro tema.

El Dr. Paul Grim (1971) estudió el impacto o influencia de la bioinformación respiratoria sobre la ansiedad en noventa y cinco estudiantes para enfermeras. Se invitó primero a cada una de ellas a someterse a una prueba psicológica para medir su nivel general de ansiedad. Después se le introdujo en una pequeña habitación en que se desarrollaba la verdadera sesión de bioinformación, se la hacía tender tranquilamente en una cama conectada con el equipo que ampliaba su respiración, procuraba relajar, o sea aflojar todo su cuerpo, reduciendo o eliminando toda tensión muscular, y se limitaba simplemente a escuchar ampliados los ruidos que producía respiración. Al terminar la sesión se invitaba a cada una a someterse a una segunda prueba psicológica. Una pregunta era: ¿Qué efecto producía la bioinformación respiratoria en la conducta de las enfermeras?

En primer lugar, su respiración parecía hacerse más igual y regular. Comprobó que la ansiedad de cada una de las estudiantes se había reducido considerablemente.

Se comparó con un grupo de control, al que se indicó también que se relajase, pero a base de amplificación sonora, no de respiración, no logró una relación análoga de ansiedad.

Reconociendo el Dr. Grim la importancia de la relajación para aliviar la ansiedad, recomienda el uso de la bioinformación respiratoria en la terapéutica. El Dr. Thomas Budzynski y su colega Johann Stoyva (1971) de la Universidad de Colorado, han aceptado en parte su sugerencia, solo que emplean la bioinformación muscular en lugar de la bioinformación respiratoria, para esto se fijan electrodos en la frente del paciente para que cualquier movimiento muscular frontal pueda ser detectado, aplicado y trasmitido al paciente por medio del EMG. Lo único que tiene que hacer el paciente es conservar relajado el músculo frontal, para eso, controla un tono que sube cuando contrae el músculo y baja cuando se afloja.

El procedimiento adiestrador de bioinformación adoptado por Budzynski vale para el tratamiento de la ansiedad generalizada, porque ayuda a aprender a relajarse. Puede también utilizarse para superar las formas específicas de la ansiedad.

Budzynski y Stoyva citan dos casos estudiados donde utilizaron con éxito la bioinformación del EMG, para ayudar a un asesor ejecutivo de 42 años a superar su ansiedad de hablar en público y para lograr que una mujer de 45 años dominase su ansiedad extrema en las reuniones sociales.

El Dr. Elmer Green (1971) en la Fundación Menninger de Topeka, Kansas, incorpora a su programa de bioinformación para tratar hemicraneanas por medio del control de temperatura a Lilliam Petroni (Declaración personal 1971) que padecía de fuertes dolores de cabeza, la cual había luchado por 5 años con distintas medicaciones, esta paciente en dos semanas aprendió el procedimiento de bioinformación que la ayudó a dominar sus dolores.

El programa estaba organizado con 20 pacientes que sufrían dolores de cabeza, donde a cada uno de los participantes se le hacía primero un reconocimiento físico completo, luego comenzaba el entrenamiento bioinformativo. Se le colocaban a los pacientes electrodos sensitivos a la temperatura en medio de la frente y en el dedo índice de la mano derecha y se le conectaba con un medidor de "adiestramiento de temperatura", que registraba las diferencias de la misma en la frente y en la mano del paciente. Lo que éste tenía que hacer es mover el indicador del medidor hacia la derecha con su "poder mental", lo cual significaba que había aumentado el calor de su mano en relación con el de la frente. Se proporcionaba al paciente una lista de frases que lo ayudaran a relajarse y a realizar su tarea: "...me siento completamente tranquilo" "...mis pies están pesados y relajados" etc.

La hipótesis de trabajo era que las jaquecas de hemicraneana podían aliviarse regulando la circulación de la sangre (poder conservar la mano caliente y la cabeza fría).

No todos los pacientes obtuvieron el éxito espectacular de L. Petroni, pero el 80% de los pacientes con jaqueca tensional, mejoraron, sin embargo el Dr. Green y sus colegas luego de someter a estos pacientes a su procedimiento de bioinformación de temperatura consideraron y recomendaron como más práctico el procedimiento de relajación muscular del Dr. Budzynski. Se utiliza el mismo método que se utilizaba para la ansiedad, la razón es que, a la relajación del frontal acompaña generalmente la de los músculos del cuello y del cuero cabelludo, los cuales siempre producen dolores de cabeza cuando están tensos.

Para la misma época el Dr. Sargent y el Dr. Green, dentro de la Fundación Menninger, comienzan a tratar individualmente a una paciente mujer (Señora X) por medio del control de temperatura, luego de cierto tiempo empezaron a sospechar que algo no andaba bien, cada vez que la paciente comenzaba a tener algún éxito en controlar sus jaquecas, se producía un retroceso misterioso. "Es que inconscientemente caía en la cuenta de que estaba poniendo en peligro su modo de ser" observa el Dr. Green, era aquel un círculo vicioso, el dolor la impulsaba a controlar eficientemente sus jaquecas, pero el miedo a perder su pretexto la hacía fracasar.

Finalmente, estos doctores opinan que la fuerza del adiestramiento en bioinformación derribó sus defensas y logró que el miedo se impusiese a su conciencia. La paciente le dijo al Dr. Sargent "Ya sé en que consiste mi problema" "Detesto la compañía". Lo que les permitió este caso fue observar la necesidad del acompañamiento del BFB con una psicoterapia.

El panorama de las investigaciones actuales sobre BFB es enormemente amplio y en absoluto limitado a un solo modelo teórico. En cuanto a las áreas más estudiadas, la investigación básica se extiende tanto al campo del sistema nervioso autónomo, como al del sistema nervioso central y somático.

En la actualidad, el interés es estudiar simultáneamente múltiples medidas psicofisiológicas. La ventaja de estos estudios es que permiten explorar las relaciones entre los diferentes sistemas psicofisiológicos, así como entre las diferentes funciones dentro de un mismo sistema.

5.1.- ESTRÉS

La palabra estrés deriva del griego STRINGERE, que significa "provocar tensión". Claude Bernard en 1867, sugirió que los cambios externos en el ambiente pueden perturbar al organismo y que una de las principales características de los seres vivos reside en su poder de mantener la estabilidad de su medio ambiente interno aunque se modifiquen las condiciones del medio externo.

El fenómeno del estrés viene siendo estudiado por diferentes disciplinas, desde hace varias décadas y ha generado muchas controversias sobre la manera de definirlo, de medirlo, de prevenirlo o de abordarlo, pero a pesar de las diferencias que pudieran haber, todos los autores coinciden en afirmar que el estrés no es ni una situación particular (no todas las situaciones son percibidas por todas las personas ni como amenazantes, ni peligrosas o exigentes) ni un tipo de reacción específica (no todos los organismos reaccionan igual en situaciones que perciban como amenazantes, peligrosas o exigentes y una misma reacción puede ser evidencia de estrés o de otros fenómenos distintos).

En general se acepta la definición donde se considera que el estrés es un proceso de interacción específica entre un organismo y una situación. Esta situación, siendo relevante para el organismo se percibe como amenazante, peligrosa y exigente. Si en el intercambio con la situación se presenta un desbalance entre los recursos y estrategias de que dispone el organismo para manejarla, afrontarla y aquellas necesarias para lograr sus metas, será en esas condiciones en las que los distintos tipos de reacciones (emocionales, cognitivas, fisiológicas y conductuales) se podrán llamar reacciones de estrés. Cabe destacar también que existen una serie de variables, además del afrontamiento, que pueden moderar el efecto psicológico o fisiológico de la experiencia de estrés, como ciertos estilos de personalidad, la autoestima, el apoyo social, percibir o no control sobre la situación, la experiencia previa con la situación concreta o con otras similares, los eventos críticos previos o actuales y el momento de la vida que está atravesando la persona.

Según Valdés y De Flórez (1985) las reacciones fisiológicas de activación y de estrés son idénticas. Son reacciones no específicas, indicadoras fundamentalmente de esfuerzo adaptativo del organismo.

En condición óptima, si el organismo posee las herramientas para afrontar efectivamente la situación de demanda y desarrolla una expectativa positiva acerca de los resultados del afrontamiento, la activación disminuye rápidamente (a esta activación, sensible al efecto de afrontamiento, la llaman activación tónica y se refiere a los niveles plasmáticos de cortisol, testosterona, hormona del crecimiento, ácidos grasos libres y glucosa sanguínea, además de los niveles urinarios de las catecolaminas). Si el organismo no logra afrontar las demandas de la situación o no cambia sus expectativas seguirá activando mientras persista la situación estresante. Hay otro tipo de respuestas fisiológicas que se presentan siempre independientemente de que el organismo tenga éxito o no en el afrontamiento: a este tipo de actividad se la interpreta como necesidad para preparar al organismo para la acción.

La activación inicial de cualquier organismo ante una situación potencialmente estresante es bastante generalizada (sistema nervioso central y autónomo, sistema endocrino, sistema inmunológico y sistema conductual).

La principal respuesta psicológica asociada al estrés es de tipo emocional.

El tipo de emociones que suelen acompañar a la experiencia de estrés suelen ser tipo negativo, como una sensación subjetiva de malestar emocional (ansiedad, miedo, ira, depresión, etc.).

Cuando las personas atraviesan por un periodo de estrés, entre otras señales baja su temperatura corporal porque los vasos sanguíneos periféricos se contraen y circula menos sangre. La sudoración es otro indicador de niveles altos de tensión, o bien una manifestación de la situación estresante a la que está sometida la persona. El ritmo cardíaco y la tensión muscular están directamente ligados a la emotividad que sufre la persona.

  • Estrés y tratamiento con biofeedback :

Los equipos de BFB conectados a una computadora, permiten ver en gráficas sencillas cuál es la respuesta al estrés. Se verán en la pantalla de la computadora por ejemplo las modificaciones de la tensión muscular, la reacción galvánica de la piel, la temperatura, etc.

El biofeedback tiene diferentes aplicaciones con respecto a los tipos de trastornos relacionados con el estrés, dependiendo también el momento de desarrollo de los mismos.

Una forma de utilizar las técnicas de biofeedback en el ámbito del estrés es como prevención, o como entrenamiento general, en aquellos casos en los que el estrés no se manifiesta a través de la alteración de ninguna respuesta fisiológica específica sino por la activación de todo el sistema, se utiliza un tipo de entrenamiento más general. No se pretende en estos casos modificar el patrón específico de respuesta del sujeto, sino entrenarlo para que sea capaz de controlar la responsividad de su sistema de activación. Este tipo de sujetos no tienen ningún trastorno físico como consecuencia del estrés aunque sí una experiencia subjetiva de estrés.

Un uso muy extendido del Biofeedback es en trastornos psicosomáticos. En estos casos se emplea para modificar el patrón de respuesta del sujeto cuando a aparecido algún trastorno fisiológico asociado a ese patrón de activación. Los usos son muy variados, según la respuesta fisiológica que esté alterada.

Aunque no se han reportado efectos nocivos secundarios al uso de estos aparatos, algunas precauciones serían aconsejable en pacientes con problemas asociados con estrés, un ejemplo serían las personas diabéticas que al reducir su nivel de estrés disminuyen su necesidad de insulina, si esto no se controla durante el periodo de entrenamiento pueden presentarse episodios de hipoglucemia y en algunos casos coma insulínico.

5.2.- MIGRAÑA

La cefalea es uno de los motivos de consulta más frecuente en atención primaria e incluso en el área de urgencias, tanto a petición propia como derivado por los médicos, y es la patología más frecuente en la primera visita a la consulta ambulatoria de neurología (22-33 %). Está caracterizada por dolores de intensidad leve a moderada, de distribución bilateral, cualidad opresiva que no aumenta con el esfuerzo físico. La frecuencia oscila entre 15 días por mes o 180 días al año.

La migraña es una dolencia que se caracteriza por la presentación recurrente de crisis de cefalea, cuya duración es entre 2 y 72 horas. Se caracterizan por la concurrencia sintomática de dolor de cabeza junto con manifestaciones de disfunción vegetativa, como hipersensibilidad en la percepción de estímulos sensoriales (foto/sono/osmofobia), trastornos digestivos (náuseas y vómitos) y también por manifestaciones de carácter afectivo, como la ansiedad o distimia.

Los factores precipitantes de la migraña son múltiples y no necesariamente compartidos por todos los pacientes. Incluyen situaciones tanto de tipo físico como biológico o psicológico

Resulta difícil establecer un factor común de acción. Existirían diferentes desencadenantes de las crisis de cefalea, como el consumo de ciertos alimentos como el queso (rico en tiramina), chocolate (rico en feniletilamina), tomates, cebollas, naranjas y alcohol; otros desencadenantes serían los cambios de presión atmosférica, exposición a luces intensas, etc.

El estrés resulta ser el elemento provocador de crisis reconocido por mayor número de pacientes. No se trata de que el migrañoso esté sometido a una situación vital distinta a los demás, sino que lo que ocurre es que muestra una peor tolerancia a las situaciones reconocidas como estresantes.

El estrés incrementa la presencia de crisis, no tan solo en el momento que se produce, sino que manifiesta también su acción como fenómeno anticipado, fruto de la propia ansiedad, del temor a presentar cefalea. Ocurre al programar ciertas actividades, o bien a la espera de determinados eventos, sean de aspecto positivo o negativo para él.

Hay dos formas en que el exceso de estrés puede llegar a ocasionar cefaleas, la primera es por un problema de tensión muscular mantenida durante tiempo continuado. Esta tensión afecta a los músculos del cuello y de la cara, y acaba produciendo los dolores y el otro tipo se producen por cambios bruscos en la presión sanguínea que afectan a los vasos que riegan el cerebro.

Para el abordaje terapéutico (pensado siempre desde la interdisciplina), deben contemplarse en primer lugar, todas las medidas de régimen de vida que puedan incidir en la presentación de las crisis. Para ello es necesario introducir cambios en la dieta, en el ritmo del sueño, en determinados hábitos de consumo, como el alcohol, la posibilidad de supresión o no de determinadas medicaciones, modificar condiciones físicas ambientales, como estímulos sensitivos intensos, etc.

Dentro del tratamiento farmacológico los fármacos disponibles en el mercado son muchos (analgésicos como aspirina, paracetamol, metamizol magnésico, codeína, y meperidina son los más usados). Dentro del tratamiento no farmacológico se encuentran la acupuntura, hipnosis, terapias cognitivas, la administración de vitamina B12, del magnesio y el biofeedback.

  • Migraña y tratamiento con biofeedback :

El entrenamiento de BFB, enseñaría a determinar la actividad muscular existente en el músculo frontal y luego a reducirlo a los niveles más bajo posibles. También enseñaría a prevenir.

Se cree que este método tendría resultado porque la relajación del SNS producida se expandiría a otras áreas del cuerpo, incluido las arterias superficiales de la cabeza.

Uno de los objetivos del Biofeedback es entrenar a que el paciente reduzca la actividad eléctrica en los músculos de la cabeza también se intenta lograr que el paciente aprenda a controlar el flujo sanguíneo a través de variaciones en la temperatura corporal, por ejemplo se les enseña a los pacientes a aumentar la temperatura de las manos, dilatando los vasos de las extremidades, con lo que se consigue disminuir el tono simpático y atenuar la cefalea.

El hecho de aprender a vasodilatar la superficie cutánea es usado para abortar la migraña cuando aparecen los síntomas prodrómicos en el tratamiento de migrañas neurológicas o clásicas. El paciente aprende a mantener un estado permanente de dilatación con una probable correlación a nivel de los vasos intracraneales.

El paciente deberá tomar conciencia de las situaciones que lo tensionan y tratar de modificar sus reacciones, tanto fisiológicas como psicológicas. Los pacientes experimentan una disminución substancial en un período relativamente breve, en la frecuencia e intensidad, así como también una reducción en la medicación (por lo general las personas suelen tomar analgésicos o sedantes).

La cuantificación de la actividad motora se realiza con el electromiograma. Se utilizan electrodos superficiales colocados en el músculo frontal.

Depende las causas que originen la migraña, no siempre es factible la aplicación de esta terapia, y un ejemplo sería el ocasionado por una sinusitis.

Durante el proceso de rehabilitación es importante el acompañamiento de un tratamiento psicoterapéutico, ya que muchas veces los pacientes presentan comorbilidad con otros trastornos como depresión, estados de ansiedad, etc. Otras veces no solo se apunta a eliminar el dolor sino reducir su severidad.

6.- CONCLUSIONES

Es posible sustentar que en casos de migraña (cuando no existe patología orgánica), donde muchos tratamientos médicos convencionales no consiguen los resultados obtenidos, la aplicación de biofeedback puede conseguir resultados terapéuticos. Diversos trabajos informan sobre la aplicación de estas técnicas, los pioneros en ensayar los procedimientos de biorealimentación como ya vimos, cuentan con un indudable valor clínico, a pesar de que puedan presentar algunos problemas metodológicos, posteriormente los trabajos han corregido estos defectos y presentan rigurosidad científica.

En lo que concierne al estrés podemos decir que el esquema de organización de nuestra sociedad está dotado de situaciones, responsabilidades, exigencias, desde los factores físicos como el ruido, la contaminación del aire en las grandes ciudades donde no todos los individuos pueden adaptarse a estas exigencias de la misma manera.

Un examen, un informe laboral, una cita, un éxito inesperado o una frustración real o aparente por expectativas exageradas, puedan provocar cambios cardiovasculares, musculares energéticos, plaquetarios, preparando al organismo para la lucha, la que no siempre se produce, generando permanentes cambios funcionales en nuestros organismos, que irá provocando, si el estrés es prolongado, las enfermedades de adaptación o si el mismo es intenso y agudo, claudicación de los órganos, de acuerdo a la labilidad particular del individuo o tipo de personalidad.

El BFB debe considerarse como una parte de un programa global de estos trastornos, donde se hace necesario el trabajo interdisciplinario, que las máquinas de bioinformación son simplemente monitores electrónicos del estrés, la retroalimentación es la información devuelta por los equipos sobre niveles del estrés en su cuerpo y que la Bioinformación mejora el manejo del estrés y sus técnicas de relajación le permite obtener un mayor dominio sobre su vida y potenciar su salud física y mental, y que es importante formar equipos interdisciplinarios en los que participen de acuerdo a las necesidades de los pacientes.

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