S. Bitar (Preal, Nº 57, Septiembre 2011) | 2011
Chile tiene una larga tradición de formación inicial institucionalizada de docentes, que se remonta a los años cuarenta del siglo XIX. Esta tradición ha conocido alto y bajos tanto en términos de relevancia y calidad como de quienes se han interesado por los estudios pedagógicos. Hoy día, existe un creciente número de candidatos a la docencia que se preparan en una variedad de instituciones universitarias y no universitarias, públicas y privadas, en horarios regulares y en horarios vespertinos, con modalidades presenciales y semi-presenciales, aunque en su mayoría se expresan en programas similares en cuanto a duración y contenidos. La intervención más importante que ha afectado la cantidad de postulantes a la docencia y a la calidad de los programas formativos a mediados de los 90 fue financiada con recursos especiales públicos y es conocida como el Programa de Fortalecimiento de la Formación Inicial Docente (FFID). Sobre estas instituciones, su desarrollo histórico, sus avances y sus dificultades se habla en este estudio de caso.
Descargar PDFDocumentos Relacionados
« La remuneración de los maestros en América Latina: ¿Es baja? ¿Afecta la calidad de la enseñanza? Nueva Agenda de Políticas Docentes en América Latina y el Caribe: Nidos críticos y criterios de acción »