El proceso de investigación se entrelaza con la historia personal de las investigadoras. Ambas tendrán que acostumbrarse a trabajar juntas a pesar de sus diferencias de carácter (Miriam es fría y dura, Rebeca empática), de origen social e incluso de gustos de vestuario. Se tratan siempre por el apellido, el linaje del padre. Miriam tiene que asumir un divorcio que ella no habría querido y el embarazo y aborto de su hija adolescente. Rebeca tiene que hacer frente a su crisis de pareja, que se resuelve con el inicio de una nueva relación con la abogada Malena, y, sobre todo, reelaborar su relación con su madre, presa por haber matado con una escopeta de caza a la amante de su marido y al hijo de ésta en la fiesta de cumpleaños del niño (por eso la prensa sensacionalista la llama la asesina del cumpleaños). La trama del asesinato central es muy simple y lineal, de corte clásico en el género negro. No hay elementos lingüísticos o literarios destacables. Los diálogos y descripciones necesitan un mayor trabajo.
HERNÁNDEZ, Susana (2010). Curvas peligrosas. Madrid: Odisea Editorial, 2011, ISBN: 978-84-15294-30-6.
Novela. Narración en tercera persona.
Golpe en la cabeza con una piedra. Violencia post mortem. No agresión sexual.
Las relaciones madre-hija, marcadas por el constante “no quiero ser como ella” de Rebeca. La hija de una asesina se convierte en policía. La violenta reacción de Miriam contra Ricardo el indeseable novio de su hija. La pistola contra los genitales. Interesante la discusión entre Rebeca y su amiga Vicky sobre la policía como representación del orden patriarcal y el papel de una lesbiana en ese cuerpo (p. 48). Al final de la novela Rebeca resulta herida de un disparo por el asesino, que a su vez muere en el tiroteo.
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