El novelista Marià Frena, junto a un grupo de amigos, celebra una reunión en su chalé en una noche de tormenta. Durante la velada, de repente, un grito interrumpe la conversación al tiempo que se apagan todas las luces. Al encenderse de nuevo, los asistentes descubren al lado de la mesa el “crimen” que tratarán de descifrar el resto de la noche: un bello zapato de mujer ha sido “asesinado”, atravesado por un puñal senegalés. Impactados por la imagen, no se dan cuenta hasta más tarde de que una de las invitadas, Rut, ha desaparecido.
RODOREDA, Mercè (1936). Crim. Barcelona: Edicions de la Rosa dels Vents.
Mercè Rodoreda rechazó más tarde cuatro de sus cinco novelas publicadas en los años 30, incluyendo Crim.
En Crim, algunos personajes son deformaciones humorísticas de reconocidas figuras de la época. Camp Gimpoma, por ejemplo, alude al intelectual y académico Pere Bosch i Gimpera (1891-1974). Serra i Martell corresponde a Jaume Serra i Húnter (1878-1943), filósofo, político y diputado en el Parlament de Catalunya en 1932. Asimismo, ciertos personajes pueden identificarse con corrientes literarias o artísticas, como el bailarín Vessex Boy, que se asocia a la modernidad y el cosmopolitismo. Para una exhaustiva relación de todas las referencias y relaciones, vid. la edición de Roser Porta: Rodoreda, Mercè. Primeres novel·les. Volum II. Ed. Roser Porta. Barcelona: Institut d’Estudis Catalans, 2002.
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El novelista Marià Frena y Rut, la compañera del banquero Joan Encunya, son amantes, y han tramado un plan con la complicidad de Xun-Li para poder verse a escondidas. En un momento de la noche, a un señal de Marià Frena, el sirviente ha apagado todas las luces y Rut se ha escondido detrás del cortinaje del salón. Entonces Marià Frena le ha dado la llave del pavellón, donde se tenían que reunir más tarde. Rut ha huido, pero en su huida ha perdido la llave. El zapato atravesado por el puñal es de ella, y Marià Frena ha sido quien lo ha “asesinado”, por diversión y para desconcertar a sus invitados.