La historia tiene dos hilos conductores. Por un lado están las violaciones ocurridas en la costa labortana a manos de un serial killer y por otro lado, ETA, ya que Jana era parte de la organización.
En las fiestas de Baiona de 1985 Jana Elgebeltz desaparece. Veinticinco años después, su hermano, Daniel Elgebeltz, decide buscarla. Amaia Ezpeldoi tratará de averiguar qué ocurrió ese fatídico día. Una vez descartada la hipótesis de que Jana hubiera muerto a manos de un asesino en serie, Amaia empieza a destapar la estructuración de ETA: su jerarquía, su frialdad hacia los compañeros, el todo vale por la causa… es entonces cuando descubre que Jana fue condenada a muerte por sus propios compañeros. Unos camaradas, Kixu y Murdutegi, la acusaron de traidora, alegaban que trabajaba para la policía francesa. Entonces Txatxo, su compañero sentimental, da la orden de ejecutarla. Finalmente, gracias a la bondad de Santxo, Jana consigue huir, aunque jamás volverá a ser la misma.
BORDA, Itxaro (2012). Boga Boga. Zarautz: Susa, ISBN: 978-84-92468-39-3.
Novela
Violación y asesinato de cuatro jóvenes.
Cuatro encapuchados con una máscara de Darth Vader propinan una brutal paliza a Amaia Ezpeldoi dejándola inconsciente.
Portada diseñada por Unai Iturriaga. Parece el negativo de una foto, ya que las imágenes están en negro. Se asemeja a una procesión, los hombres llevan en sus hombros un ataúd y encima de él se encuentra Jana, con aire de diva Hollywoodiense (en la novela se menciona que a Jana le gustaría dedicarse al cine, de hecho cuando huye del País Vasco se refugia en California) de esa manera se muestra la ambigüedad entre la vida y la muerte ya que el lector no sabe hasta el último momento si Jana está viva o muerta. Los colores predominantes son, el magenta (un color primario y cálido) que se encuentra en la mitad inferior de la portada, y el azul (un color primario y frio) que podemos ver en la mitad superior. Es interesante el contraste que crea el color negro con el azul, le da un toque hostil a la imagen, es el preámbulo de una historia triste. Pero la calidez del amarillo que emanan las farolas y la luna la suavizan. Además, las ikurriñas que están atadas en las farolas nos indican un ambiente “festivo” y sitúan geograficamente la novela. Fijándonos en la composición, las líneas son detalladas, en la mitad inferior son horizontales y en la mitad superior verticales.
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Adam VanVries, Txatxo, Kixu, Etxepare y Frantxis Murdutegi.