Sam trabaja elaborando informes comerciales en un reputado despacho de Tarragona. Cuando recibe el encargo de investigar a la Comercial Alimentaria S. A., enseguida detecta que hay algo, en el historial de la empresa, que no cuadra: es aparentemente solvente pero paga siempre las facturas con retraso, sin preocuparse por la consecuente pérdida de clientes y proveedores. Mientras sigue empeñado, por orgullo profesional, en aclarar el asunto, Sam se cruza con diversos personajes que complican cada vez más su investigación, y que alejan el caso de lo estrictamente comercial y financiero: la joven y misteriosa Irma, cuyo padre ha desaparecido; el representante de la Comercial, Carles Bernal, que intenta sobornarle para que escriba un informe satisfactorio; y un desconocido que, al salir del ascensor de la oficina, le propina un puñetazo en el estómago a modo de “aviso amistoso” para que deje de meterse donde no debe.
Aritzeta, Margarida (1990). El correu de Trípoli. Barcelona: La Magrana. ISBN: 84-7410-499-8
A Clara la degüellan y le rasgan la ropa. Le separan las piernas y le clavan, en la entrepierna, una gran bombilla eléctrica, que se rompe y cuyos trozos de cristal se clavan en la carne. Además, revientan la caja de bombillas que Clara había salido a comprar.
Carles Bernal es asesinado por la misma gente que acaba con la vida de Clara, aunque oficialmente muere en una carrera ilegal de motos en la autovía de Salou. Se desconoce la forma exacta de muerte.
El asesinato de Clara incluye una acción denigrante relacionada con su condición de mujer: la violación con una bombilla.
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Carles Bernal, el árabe y un grupo de hombres a sus órdenes extorsionaban a la Naviliera del Sol S. A. para, con una de sus lanchas, traficar con todo tipo de armamento y municiones, que escondían entre las cajas con provisiones compradas al supermercado Bon Preu. Utilizaban, pues, la empresa naviera como tapadera para sus negocios. El árabe y sus subordinados matan a Carles Bernal cuando éste se niega a aceptar ciertas condiciones. Cuando Sam descubre una lancha llena de armas en el puerto de Alicante, llama a sus socios Ricard y Carme para que den aviso a la policía. La lancha es interceptada poco más al norte de la ciudad. Los traficantes se resisten al arresto, y son ametrallados. Esta banda criminal es la misma que busca el paquete desaparecido y que tiene a Irma bajo amenaza de muerte si no se lo encuentra, de ahí que la chica busque la ayuda de Sam sin contarle toda la verdad. Clara es asesinada por miembros de este grupo. Al verla salir de la casa de Irma con una caja –que en realidad contiene bombillas de yodo–, los criminales se confunden: piensan que es Irma con el paquete que buscan. Eusebi Forest se suicida al verse acorralado por Irma y algunos miembros de la banda. Los lleva hasta la catedral de Tarragona haciéndoles creer que allí está escondida la caja, y que necesita una cuerda y una escalera, y se cuelga del gancho de una lámpara. En realidad, en ningún momento ha tenido en sus manos el misterioso paquete; éste estaba escondido en la chimenea del edificio donde vive la familia de Irma. Su hermano es quien lo había ocultado ahí. Cuando Irma lo descubre, corre hacia su casa para intentar recuperar la caja. Inicia una persecución con su hermano hasta el tejado del edificio, desde el que cae y muere. También mueren, en un forcejeo, la madre y uno de los hombres que acompañan a Irma. El hermano es detenido por la policía. Antes de ser detenido ha abierto y vertido el contenido del paquete: bolsas con un polvo blanco que no se especifica claramente qué es, aunque se da a entender que se trata de heroína.