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Geografia d'Europa: Polònia

INTRODUCCIÓ



Polonia. Estado de Europa central; 312.683 km2, 38.418.000 hab. Cap.  Varsovia. Bañado al N por el mar Báltico, limita al O con Alemania,  al S con la República Checa y Eslovaquia, al E con Ucrania y  Bielorrusia y al NE con Lituania.

Geografía física.
La parte septentrional del país  corresponde a la sección intermedia de la gran llanura europea que  sin solución de continuidad se extiende desde el mar del Norte hasta  los Urales. Al S del litoral del Báltico, bajo y arenoso, se abre una  amplia extensión, en la que todavía son visibles las huellas de la  época cuaternaria en forma de numerosas colinas morrénicas, lagos y  canales fluvioglaciales. En el centro del país existe un conjunto de  grandes llanuras cuyas alturas varían entre los 200 y los 40-80 m de  alt.: llanura de la Baja Silesia, avenada por el Odra; llanura de la  Gran Polonia, avenada por el Warta; llanura de Mazovia, avenada por  el Vístula medio; y al E las llanuras pantanosas de Podlaquia y  Polesia. Al S de esta llanura se encuentra un ancho pie de monte de  formas suaves, que precede a la región de las mesetas (Pequeña  Polonia, Lublin y los altos del Roztocze). El borde meridional del  país es ya montañoso y muy boscoso. Esta parte corresponde, de O a E,  a los montes Sudetes, los Beskides (orientales y occidentales) y los  Tatras, que pertenecen al sistema de los Cárpatos, de tipo alpino.  Las amplias aperturas del territorio polaco hacia el E y el O y la  presencia del mar Báltico, proporcionan al país un clima de  transición entre el oceánico y el continental. Se caracteriza por  unos inviernos rigurosos (-4 oC en Varsovia en el mes de enero), con  precipitaciones de nieve, largos períodos de hielo y frecuentes  nieblas, y por veranos calurosos (20 oC en Varsovia durante el mes de  julio). El invierno es más largo a medida que se avanza hacia el E, y  el verano amplía su duración hacia el centro del país. Las  precipitaciones, bastante variables, no son muy abundantes, ya que  las masas de aire atlántico llegan al país más bien empobrecidas.  Oscilan entre los valores máximos de los Tatras (1.200 mm) y los  mínimos de la región central (Varsovia, 430 mm). La posición de  transición del país, entre el clima oceánico y el continental,  propicia una vegetación con especies propias de Europa central, como  el haya, aunque al E del Vístula, a causa del clima riguroso y de los  suelos helados, desaparecen las latifolias, predominando los pinos y  las extensiones esteparias. Los Tatras y los Sudetes cuentan con  espesos bosques de hayas hasta los 1.250 m de alt., a los cuales  siguen los bosques de coníferas hasta casi los 2.000 m de alt.

Geografía humana.
La configuración demográfica de Polonia se ha visto  afectada por la II Guerra Mundial, en la que el país perdió casi 9  millones de hab. El cambio de fronteras de 1945 trajo consigo la  evacuación de algunas minorías, como los alemanes de las zonas O y N,  compensadas en parte con la llegada de polacos de Bielorrusia y  Ucrania. Mientras que en 1938 las minorías étnicas representaban un  30 % de la población, actualmente casi han desaparecido (1,3 %). Tras  el espectacular aumento de las tasas de natalidad registrado al final  de la guerra, el país se ha ido incorporando progresivamente a la  tónica europea de crecimiento moderado (0,4 % anual). La densidad de  población (123 hab./km2) resulta elevada en el contexto de Europa y  es globalmente decreciente de S a N. Las cifras más altas se  localizan en la región industrial de la Alta Silesia, mientras que  las densidades mínimas se registran en los territorios del O y del N.  La población urbana, que antes de la guerra representaba sólo un 30  %, ha pasado a superar el 60 %. Polonia cuenta con 20 ciudades que  albergan entre 100.000 y 200.000 hab., y 17 de más de 200.000 hab.  Entre estas zonas urbanas destacan sobre todo la aglomeración de  Varsovia y la región urbana de la Alta Silesia, centrada en Katowice  y Cracovia. Otras ciudades importantes son Lodz, Wroclaw, Poznan,  Gdansk y Szczecin.

Geografía económica.
Algo menos del 20 % de la  población activa trabaja en la agricultura, un sector caracterizado  por el predominio de las pequeñas explotaciones y su limitada  mecanización. Los cultivos principales son los cereales (centeno,  trigo, cebada y avena), aunque Polonia no es autosuficiente en este  apartado, viéndose obligada a importar sobre todo trigo. La patata  ocupa también un lugar importante en la agricultura del país, siendo  el segundo productor europeo después de Rusia. Se cultivan también  plantas industriales como la remolacha azucarera, la colza, el lino y  el cáñamo. En la ganadería ocupa un lugar importante la cabaña  porcina, que proporciona más de la mitad de la producción de carne  del país, en parte dedicada a la exportación. La ganadería ovina ha  sufrido un retroceso en favor de la bovina, dedicada sobre todo a la  producción de leche. También las aves de corral ocupan un lugar  importante en la alimentación. Igualmente, el sector pesquero  desempeña un papel cada vez más notable (merluzas y arenques). Los  más destacados puertos pesqueros son Gdynia y Swiniouscie, que  cuentan con industrias conserveras.

La industria de Polonia se apoya  en un gran número de recursos energéticos y de materias primas. Su  principal riqueza minera es el carbón, del que el país es uno de los  principales productores del mundo. La mayor parte de la producción  procede de la Alta Silesia. Se extrae también lignito (cerca de Lodz,  en Konin y en Turoszów), utilizado en parte para alimentar centrales  térmicas. En cambio, la producción de gas natural y petróleo es  limitada, lo que obliga a realizar grandes importaciones. Otros  recursos del subsuelo son el cobre (Baja Silesia), plomo y cinc (Alta  Silesia), sal gema (Gran Polonia y cerca de Cracovia), plata y, sobre  todo, azufre natural (Sandomierz), del que Polonia es uno de los  principales productores mundiales. La industria tiende a concentrarse  en tres grandes regiones: Alta Silesia (rica en productos básicos),  Varsovia (industria ligera, mecánica y de vanguardia) y Lodz (sector  textil y ramas anexas). El esfuerzo industrial del país se ha centrado  principalmente en la siderurgia. Los principales complejos  siderúrgicos se encuentran en Katowice, Czestochowa, Cracovia y  Varsovia. El país cuenta también con metalurgia de metales no  ferrosos, que ha progresado gracias al cobre. Estas industrias  alimentan variadas construcciones mecánicas (máquinas-herramienta,  tractores y mecánica de precisión), localizadas en grandes ciudades,  especialmente en torno a Varsovia, así como la producción de medios  de transporte (automóviles, en Varsovia; camiones, en Lublin;  vagones, en Poznan y Wroclaw). La industria química (abonos, sosa,  ácido sulfúrico, caucho sintético y materias plásticas) utiliza el  carbón y el petróleo importado (Plock, y los Tatras). La industria  textil (algodón) sigue siendo importante, aunque está en declive  (Lodz, Baja Silesia, Beskides silesianos). Otros sectores que merecen  mencionarse son las industrias alimentarias y de la madera, que han  permitido la explotación de recursos locales. Finalmente, es notable  la construcción naval, que tradicionalmente ha exportado parte de su  producción a Rusia. Los principales astilleros están instalados en  Gdansk y Szczecin. Tras la caída del régimen comunista, el país se  vio afectado por una grave recesión industrial. Se han aplicado  políticas económicas liberales para permitir al país pasar de una  economía planificada a otra de mercado. En esta época de transición,  junto con la antigua estructura, poco reformada y funcionando con  pérdidas, convive una economía emergente, dedicada a la especulación  comercial y a la financiación de pequeñas y dinámicas industrias,  capaces de competir en los mercados exteriores. Todo este proceso no  está exento de graves costes sociales, destacando la elevada tasa de paro (más de dos millones de parados en 1992).



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Última actualització: 8 de juny de 2000