En uno de sus cuentos de terror Edgar Allan Poe describe un torbellino situado entre las islas Sorland y Vaeroy que arrastra a los barcos hacia una especie de abismo formado por las aguas embravecidas. Poe usa el nombre «Maelstrom», pues así lo llaman los marineros nórdicos. Entre los románticos y los romanticistas, el Maelstrom, que alude a un abismo sin fondo, ha acabado por convertirse en una metáfora gastada, epítome del horror y de lo insondable.
(Vamos ya, ve al grano.)
Del abismo lo que infunde terror es caer en él, la sola posibilidad de la caída en sus profundidades, que contradice el estado natural (aunque, en rigor, el estado natural es el de la naturaleza caída). El mismo terror infunde el vacío pensado como lo que queda cuando algo (o alguien) ya no está.
(Ahora bien, el vacío también es un cacho de carne… Pero no hagas asociaciones vulgares y, por favor, trata de no parecer tan prosaico.)
Sin embargo, el vacío que deja lo que ya no está, lo que está ausente, no tiene por qué ser aterrador. ¿Qué es lo que falta o ya no está en el Maelstrom?¿Qué es lo que resulta tan horrible en esa representación? Probablemente el vacío primordial, la conciencia de que hay un vacío que siempre estaba allí pero que no habías visto y que de pronto las aguas agitadas te revelan. Asimismo, detrás del vacío que produce una ausencia, asoma una falta que ni siquiera eso, que ya no está, hubiera podido colmar.
El vacío dentro del vacío, ¡qué descubrimiento! Está allí, pero muy en lo hondo, mucho más. Y no hay nada romántico en esa experiencia, nada que sea sublime. Ahora que lo miras te das cuenta que miras al abismo y no sientes miedo. Ese vacío que habita dentro del vacío te enseña que la vida era posible sin eso que ahora te falta. ¿Por qué dices entonces que algo te falta?
Si no recuerdo mal, en el cuento de Poe hay dos barcos que son atrapados por el Maelstrom. Uno de ellos lucha por escapar y su esfuerzo lo lleva a hundirse sin remedio en el abismo. El otro, en cambio, se abandona a su suerte, y se salva.
(Si pudieras saber en qué barco estás navegando…)