Salvados algunos matices, un individuo del sexo masculino es exactamente esto.
Tiene poco sentido pretender cambiarlo; es así nomás. Así lo produjo el amor de la madre. De ahí que para lograr la felicidad en compañía de un hombre haya que dejarlo proceder así; o sea, hacerle de madre; pero para ser madre hay que renunciar a la actual aspiración de las mujeres que consiste en comportarse y actuar como hombres.
Así pues, la emancipación de la mujer se consigue a costa de perder toda esperanza de lograr la felicidad en compañía de un hombre.
Es algo trágico ¿no?