Resulta cuando menos significativo que la comprensión más profunda del contenido y sentido del cristianismo haya sido elaborada y diseñada como estrategia ecuménica por las ideas de un judío genial –Pablo de Tarso–; pero más curioso aún es que la interpretación musical de esa contribución sobresaliente a la cultura de todos los tiempos haya sido obra de otro judío: Félix Mendelsohn-Bartholdy cuyo Paulus: Oratorium nach Worten der Heiligen Schrift, op. 36 es una de las piezas más espirituales que han escuchado mis maltratados oídos.