A lo largo de los últimos treinta años, la costa del Caribe se ha convertido en una de las regiones turísticas más importantes de México. Entre los efectos sociales y económicos derivados de esta actividad destaca la formación de nuevos centros de población. Es el caso de Cancún y Playa del Carmen; ciudades, cuya traza e imagen urbana son el resultado de procesos de urbanización reciente.
Son ciudades de corta memoria histórica, en las cuales predomina la arquitectura moderna internacional, calificada generalmente como carente de identidad. Sin embargo, independientemente de la calidad histórica o estética de la arquitectura, se puede constatar en cada una de estas poblaciones acciones de apropiación de ciertos edificios o espacios públicos convertidos en símbolos de la identidad local. Dentro de este proceso se reconocen tres expresiones de la arquitectura: la institucional, la popular y la turística. Entre estas tres prácticas existe una retroalimentación permanente, en donde se confunden la cultura identitaria nacional o regional con las tendencias de la arquitectura académica internacional, las exigencias del turismo de masas y las necesidades particulares de la población en el ámbito doméstico. Las características del espacio construido que resulta de este intercambio, constituyen la expresión tangible de una identidad urbana contemporánea, situada entre lo global y lo local. En el artículo propuesto se realizará una descripción detallada de este proceso con base en información recabada en campo a partir de levantamientos, encuestas y entrevistas.