La temática de la vivienda se despliega generalmente desde el punto de vista objetivo, desde la materialidad quantificable que permite una aproximación e interpretación de los complejos procesos de producción, sin embargo esta objetividad da lugar a menudo a discursos paradójicos y a prácticas con efectos perversos. Así, la valoración de las dinámicas del mercado no explican el aumento de precios, ni el incremento de los déficits o de la demanda insolvente. Las políticas de vivienda pública al tratar tan sólo alguna franjas de la demanda insolvente retroalimentan este tipo de demanda.