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02-06-2017

Un estudio analiza las barreras al flujo de genes entre especies marinas en el Mediterráneo

 

Los frentes —discontinuidades oceanográficas delimitadas por las corrientes marinas— afectan a la separación genética de organismos entre las diferentes zonas del Mediterráneo, aunque no de  forma homogénea. Desde el punto de vista de la conservación, los frentes deberían considerarse como fronteras que establecen unidades de gestión independientes, como si fueran provincias.

 

Para proteger el Mediterráneo deberían establecerse áreas protegidas dentro de todas esas unidades de gestión formando una red de zonas conectadas. De esta forma, todas las poblaciones tendrían asegurada la conectividad para garantizar su supervivencia. De lo contrario, el destino de las poblaciones aisladas es la desaparición a medio plazo por aumento de la consanguinidad.

Estas son algunas de las conclusiones de un trabajo publicado en la revista PLOS ONE y realizado por Dra. MArta Pascual i otros científicos del Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la Universidad de Barcelona (IRBio) y Enrique Macpherson del Centro de Estudios Avanzados de Blanes del CSIC (CEAB-CSIC). Los expertos han analizado la diferenciación genética entre las poblaciones de peces, crustáceos y moluscos de todo el Mediterráneo.
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