Fuente: Vice News.
Las más extravagantes y peligrosas hablan de extraterrestres, predicen el fin del mundo, promueven el suicidio y hasta sacrifican a supuestos anticristos reencarnados en hombres, pero no todas las sectas son tan macabras y temibles como lo fueron, al menos en los 90, grupos como Aum Shinrikyo o Las puertas del cielo en EEUU.
En España, donde no existen casos probados de sectas que hayan cometido o inducido a cometer delitos de sangre, las denuncias contra estos grupos coercitivos suelen basarse en acusaciones por estafa, abuso psicológico y agresiones físicas y/o sexuales. De hecho, el abuso sexual es la piedra angular, junto con las acusaciones por blanqueo dinero, del juicio abierto este miércoles contra la secta de los miguelianos en Galicia.
Con todo, en el terreno de las sospechas hay casos que, de ser verdad, resultarían escalofriantes. Un buen ejemplo de ello es la presunta implicación del grupo de los gnósticos en el asesinato de un bebé en la gallega Santiago de Compostela el pasado mes de agosto.