El fiscal del Tribunal de lo Criminal de París Jean-François Ricard comparó este lunes el funcionamiento del departamento de militantes de ETA con organizaciones sectarias, en particular por el procedimiento de aislar y encerrar a los activistas durante el proceso de reclutamiento.
Ricard señaló que los etarras Ainhoa Ozaeta e Igor Suberviola, que están siendo juzgados junto a Jon Salaberría, llevaban las riendas de ese departamento de militantes de la organización terrorista, como lo muestran diferentes documentos de finales de 2007 encontrados en el piso de Burdeos en los que los tres fueron detenidos en mayo del año siguiente.
En una línea similar, la presidenta del tribunal, Jacqueline Audax, tras haber presentado varios de los archivos hallados en ese refugio clandestino, consideró que los acusados «tenían un papel muy activo en el reclutamiento de militantes».