Ozanam es una organización que nace en el casco histórico de Zaragoza en 1990. En la actualidad ocupa más de 700 trabajadores y colaboran en sus actividades más de 900 voluntarios. Entre los proyectos de inclusión social que promueve la entidad destacan aquellos dedicados a personas ancianas, que residen en pisos en los que no pueden ser atendidos con regularidad. Algunos de estos pisos han sido sustituidos por residencias de ancianos como alternativa.
La empresa de inserción Inserta forma parte de la Fundación Ozanam, tiene 26 puestos de trabajo con contratos de inserción, si bien esta cifra va variando “en función del volumen de mercado que somos capaces de tener en cada momento”. Inserta es, por tanto, una empresa de inserción que tiene diferentes secciones de trabajo. Es decir, está diversificada y funciona de manera flexible para captar oportunidades de generar empleo con ayuda pública siempre con el objetivo de generar empleo, capacitar y facilitar la inclusión social.
El Proyecto de Rehabilitación de Fachadas y Viviendas cuenta con una dinámica propia consolidada, que le permite cumplir sus objetivos de: (a) atender a la mejora de la empleabilidad de la población vulnerable del distrito; (b) intervenir en la mejora de la habitabilidad de las viviendas de la zona, en coordinación con otros agentes públicos y, (c) contribuir a través de una integración social y cultural adecuada al desarrollo comunitario. Este proyecto está relacionado con en el “Proyecto Integral del Casco Histórico” en el que Inserta tiene un papel de activador y creador de empleo ofreciendo empleos de rehabilitación a personas en paro del barrio que han pasado por sus programas formativos de capacidades básicas para remodelar una vivienda. El programa supone un mes de contrato empleado en formación y los once meses restantes en seguimiento del trabajo que realiza la persona contratada.
Lo innovador de este proyecto de remodelación es, por un lado, haber coordinado las necesidades diversas de las personas en proceso de inclusión (empleo, calidad de la vivienda, higiene, aislamiento social) y haber desarrollado un programa que da respuesta a todas ellas dentro del barrio. Paralelamente al proceso de aprendizaje se incentiva el empleo. Así mismo se ha dado una innovación en la gobernanza al conseguir establecer un contrato de trabajo con personas que están realizando un programa de aprendizaje. La empresa crea el empleo, el Ayuntamiento de Zaragoza proporciona los recursos (de esta manera se crea empleo público gestionado por la empresa). Para la persona que establece el contrato es importante sentirse reconocido con un salario frente a depender de los servicios sociales.
Además, Inserta no busca captar un beneficio económico, proporciona sus servicios sin añadir costes financieros. Cuenta con un presupuesto de 1.2 millones de euros anuales con la aportación del Ayuntamiento de Zaragoza.
A lo largo de veinte años el impacto del proyecto ha sido de unas 1000 personas que han pasado por el programa. En términos de casas rehabilitadas el volumen de intervención ha sido de entre 200 y 300 obras anuales. En términos de impactos indirectos los s beneficios sobre las familias de los beneficiarios se relacionan con la mejora de la escolarización de los niños, en la mejora a nivel de salud, en la mejora de vivienda. Además, se ha dado una evolución de género, los primeros participantes en el proyecto eran hombres cabezas de familia, pero en los últimos quince años se ha llegado a la paridad de hombres y mujeres. Esto ha conllevado un proceso de socialización entre los hombres para que aceptaran a compañeras mujeres en un sector tan masculinizado como el de la construcción.