L’engranatge es un ateneo popular autogestionado que nace de la voluntad de vecinos participantes en el 15M de crear un punto de encuentro entre organizaciones, entidades e individuos con inquietud social, en los barrios de La Marina del Port y Zona Franca-La Marina del Prat Vermell. Estos dos barrios son colindantes con la ciudad de L’Hospitalet y están geográficamente aislados del resto de Barcelona por la montaña de Montjuic y el Puerto. Son barrios de clase trabajadora, cuyo desarrollo reciente se ha visto en parte truncado por los procesos de desindutrialización y la urbanización de la denominada Zona Franca. Es una de las zonas de la ciudad más afectadas por la crisis de 2008, que ha contribuido a la profundización de las dinámicas de segregación urbana. La ciudadanía local ha tejido ciertos vínculos politicos y sociales, sobre todo durante las movilizaciones vecinales de los años 70 y otras ocasionales durante las décadas siguientes. Sin embargo, el movimiento vicinal y el tejido asociativo local estaba acusando la falta de relevo generacional durante los años previos a la crisis. En este sentido, la creación de este ateneo y su forma de funcionar significan una innovación en unos barrios donde la participación ciudadana había estado fuertemente institucionalizada a través de los mecanismos de colaboración tradicionales entre asociaciones de vecinos y ayuntamiento.
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El Ateneu l’Engranatge surge de un grupo de vecinos que deciden articular sus propuestas de transformación social a escala de barrio a través de la asamblea del 15M local. Estos vecinos, la mayoría de una generación más joven que los miembros de las asociaciones vecinales tradicionales, han recogido demandas vecinales históricas, como la necesidad de llegada del metro al barrio, y las han dinamizado, sumándose al tejido asociativo existente y llegando a ser reconocidos como interlocutores por parte de la administración. También se han movilizado en contra del cierre de centros de atención primaria y de urgencias locales, y contra el Centro de Internamiento de Extranjeros situado en el barrio. Esta movilización ha permitido una socialización entre militantes locales que estaban actuando a escala del conjunto de la ciudad, dinamizando el movimiento vecinal del barrio.
El impulso del Ateneo nace de la voluntad de mantenerse autónomos del sistema institucionalizado de participación y recepción de subvenciones y como respuesta ante la falta de un lugar de encuentro que permita este objetivo. A diferencia del resto de centros sociales de estos barrios, el Ateneo se financia a través de las cuotas de sus socios y se gestiona a través de una asamblea, con una junta directiva que se renueva periódicamente. Su proyecto politico tiene como objetivo principal fortalecer la red asociativa del barrio y consolidar un espacio para los movimientos sociales locales. Como muestra de ello, en sus dos años de existencia, el Ateneu ha cobijado desde asambleas locales de jóvenes, feministas o madres y padres de alumnos a partidos institucionales como la CUP o Barcelona en Comú. Por otro lado, el Ateneu ha querido responder a algunas de las necesidades sociales del vecindario, realizando actividades culturales y de ocio (cine-fórums, comidas populares, senderismo, etc.), clases de refuerzo escolar (Coopeduca) o coordinándose con la PAH Barcelona, por ejemplo, para attender a las familias en riesgo de exclusión residencial.