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F.
NAVARRO, «La correspondencia de Paulino de Nola con
África durante los años 394 y 395. Una reconstrucción», Vichiana
1/1 (1999), pp. 62-81. |
LA CORRESPONDENCIA DE
PAULINO DE NOLA
CON AFRICA DURANTE LOS AÑOS 394
Y 395.
UNA RECONSTRUCCION*
La correspondencia de Paulino de Nola
y Terasia con Alipio de
Tagaste, Agustín de Hipona y Aurelio de Cartago, las
llamadas "cartas
africanas", refleja por un lado la difundida tradición aristocrática de
correspondencia epistolar y por otro la también muy difundida
costumbre de correspondencia epistolar entre obispos, que si bien no
era del todo diferente a la primera, presentaba novedades de cariz
temático, léxico y de citaciones de pasajes de las Escrituras1. Así nos
encontramos con unas cartas llenas de manifestaciones de humildad
e impregnadas de una gran religiosidad cristiana que presentan un
estilo muy cuidado y un tono poético lleno de citas y reminiscencias
bíblicas. Los elogios mutuos se suceden y el contenido en sí de las
misivas es pobre. Los corresponsales se limitan a hacerse loas e
intercambios y hay más cortesía y buenas formas que amistad real.
En efecto, en las cartas vemos que no hay confidencias íntimas y que
son básicamente producto de la necesidad de Paulino de ampliar su
círculo de amistades con gente afín2. Nos encontramos ante lo que
Marrou ha dado en llamar la lettre
d'art3.
Esto ha llevado a que el
*
Este estudio ha sido realizado gracias a la concesión de una Beca para la
Formación en
la Investigación y la Docencia de la Universidad de Barcelona y a los proyectos
de
investigación PS94-0242 y PB97-0891 del Ministerio de Educación y Cultura
dirigidos por
J. Vilella. Asimismo, se enmarca dentro del "Grup de Recerques en Antiguitat
Tardana,
Grup de Recerca de Qualitat
de la Generalitat de Catalunya (1997-00357)".
1. Cf. T.
Piscitelli Carpino, Paolino di Nola. Epistole ad Agostino,
Napoli-Roma 1989,
p. 25.
2 Cf. P. Fabre,
Saint Paulin de Nole et l'amitié chrétienne,
Paris 1949, pp. 178-179. Walsh
hace notar al respecto la diferente salutación que reciben los amigos íntimos
de Paulino con
respecto a los africanos. Efectivamente, en los encabezamientos de las cartas a
Severo y Amando
sólo sale el nombre de Paulino, en cambio en las cartas enviadas a Africa aparecen Paulino y su
esposa Terasia. P. G. Walsh, Letters of St. Paulinus
of Nola, I, London 1966, p. 217, n. 2.
3 Cartas de una gran atmósfera cristiana donde los
corresponsales encuentran el gusto
por la cortesía mutua. Hablan de cosas banales y es más importante la forma
-una prosa
muy elegante- que el contenido. En estas misivas eran obligados los elogios al
genio del
corresponsal, el entusiasmo por sus producciones
literarias, citaciones continuas, juegos de
palabras y manifestaciones de pobreza, modestia y humildad. Era una literatura
destinada a
ocupar el espíritu de una cultivada sociedad aristocrática, para la cual la
cultura no era más
que un refinamiento más de los que forman su vida social. Este era el tipo de
cartas que
presentaba una mayor continuidad con el anterior género epistolar pagano. H.-I. Marrou,
Saint Augustin et la fin de la culture antique, Paris 1958, pp. 94-104.
La
correspondencia de Paulino de Nola con Africa durante los años 394 y 395 63
epistolario de Paulino, muy admirado por sus
contemporáneos hasta
el punto de ser comparado por Jerónimo al de Cicerón4, despierte
hoy escaso interés, pues su autor sólo interviene marginalmente en
los debates culturales de su tiempo y no se muestra interesado por la
compleja época que le tocó vivir5. Con todo, como señala Frend, es
preciso entender la acción de Paulino como producto de su época: en
Hispania Prisciliano, un rico terrateniente, vende sus propiedades y se
hace asceta; en las Galias, Sulpicio Severo y su
suegra Básula llevan
una vida ascética en una especie de monasterio en Primuliacum;
en
Africa, Agustín y Alipio, primero en Casiciaco y después en su tierra
natal, renuncian al mundo y llevan una vida ascética dedicada a la
filosofía y al servicio del cristianismo; en oriente, Jerónimo se retira
al desierto en el norte de Siria y más tarde emigrará a Palestina donde
se instala y crea dos monasterios; Melania vende sus propiedades y
también la encontramos en Tierra Santa llevando una vida monacal6.
A pesar de todo, esto no quiere decir que detrás del
intercambio
epistolar no hubiera una intencionalidad y un interés particular. Así,
la iniciativa de Paulino de contactar con Alipio, Agustín y Aurelio
tiene una motivación monástica ya que el bordelés busca contactar
con las cabezas espirituales de los tres principales monasterios de
Africa en aquellos momentos: Aurelio en Cartago;
Agustín en Hipona
y Alipio en Tagaste7.
Paulino, un ilustre miembro de la aristocracia
latifundista senatorial, acaba de tomar la decisión de retirarse para
llevar una vida ascética en Nola8 y esto le ha supuesto
recibir un alud
de críticas y la ruptura definitiva con un gran número de amigos,
4
Hier., ep. 85,1, CSEL
55, p. 135, ll. 3-4.
5 Cf. A. Di Berardino, Patrología.
La edad de oro de la literatura patrística latina, III,
Madrid 1993, p. 355 (traducción -ampliada respecto al original- del original
italiano
Patrologia, Casale Monferrato 1978).
6 W. H. C. Frend, Paulinus of Nola
and the last century of the western Empire, "JRS",
59, 1969, pp. 1-11, en concreto
pp. 3-4.
7 Véase infra, n. 55. Para este periodo de la vida de
Agustín véase P. Brown, Biografía
de Agustín de Hipona, Madrid 1970, pp. 171-189 (traducción del original
inglés Augustine
of Hippo. A biography,
London 1967).
8 Paulino y Terasia, tras una
serie de duras experiencias personales vividas en Hispania
(violenta y extraña muerte del hermano del bordelés y fallecimiento de su hijo
a los ocho
días de nacer) decidieron retirarse a Nola al lado de
la tumba de Félix, mártir a quien
Paulino atribuía la salida airosa de los problemas que se derivaron de la
muerte de su
hermano. Cf. P. Fabre, Saint Paulin..., pp.
31-35. En Nola nos encontramos ante una forma
de "monaquismo" que suele llamarse prebenedictino.
Prete piensa que esta comunidad tenía
unas características peculiares que no permiten asimilarla a ningún monasterio
de aquellos
tiempos. Era una comunidad nacida de una experiencia religiosa de conversión
con una
acción y un ambiente particular que desembocará en una forma de vida ascética
en la que
Paulino y Terasia vivían en común sin romper su lazo
matrimonial. S. Prete, Paolino di
Nola e l'umanesimo cristiano, Bologna 1964, p. 78.
64 Francesc Navarro Coma
sobre todo en Roma, procedentes esencialmente de la
aristocracia
pagana9. En este contexto es normal
que el bordelés intentase contactar
con los principales cristianos del mundo romano que llevasen una
vida similar a la que él ha decidido llevar junto a su esposa Terasia.
Paulino intenta rehacer un nuevo círculo de amistades aristocráticas
notablemente mermado por la decisión que ha tomado y encaminar
su correspondencia al contacto con las principales figuras cristianas
latinas que llevan una vida ascética tales como Jerónimo10, Sulpicio
Severo11 y Alipio12. Así constatamos, como dice Lienhard, que la lista
de sus corresponsales es casi equivalente a la lista de cristianos latinos
que llevan una vida ascética13.
Para los africanos el contacto con Paulino también era
muy im-
portante ya que el bordelés pretendía llevar un tipo de vida relativa-
mente similar al que llevaban los nacientes monasterios africanos
abanderados por Agustín y rodeados de enemigos por todas partes
(donatismo, maniqueísmo y paganismo). Así, Paulino de Nola
era
muy útil para la propaganda interna del ideal monástico14 pues para
9
Para sus contemporáneos era especialmente grave que Paulino desertase de sus respon-
sabilidades como terrateniente ya que ello conllevaba
la desaparición de su casa y apellido.
Cf. W. H. C. Frend, Paulinus...,
cit. p. 6. Una muestra representativa de este rechazo la
encontramos en la correspondencia que mantiene con su antiguo maestro Ausonio,
poeta
pagano que no ve con buenos ojos la evolución de la vida de su discípulo. Cf. P. Fabre,
Saint Paulin..., pp. 156-170; S. Pricoco, Monaci, filosofi e
santi. Saggi di storia della
cultura
tardoantica, Soveria Mannelli 1992, pp. 39-55;
A. De Vogue, Histoire littéraire du mouvement
monastique dans l'antiquité, Paris 1993, pp. 245-249.
10 La correspondencia entre Paulino y Jerónimo en este
periodo se compone de cuatro
cartas: dos de Paulino (perdidas) y dos de Jerónimo (epp.
53 y 58). La iniciativa, como en
el caso de las "cartas africanas", la lleva el bordelés. Esta breve
correspondencia presenta
ciertas dificultades cronológicas y ha habido discusión entre los investigadores.
Cavallera,
Courcelle y Lienhard
proponen con diferentes argumentos que la ep.
58 es anterior a la ep.
53. F. Cavallera, Saint
Jérôme. Sa vie et son oeuvre, II,
Louvain-Paris 1922, pp. 89-91; P.
Courcelle, Paulin de Nole
et saint Jérôme, "REL", 25, 1947, pp. 250-280, en concreto pp.
260-264; P. Lienhard, Paulinus of Nola and early Western Monasticism,
Bonn 1977, pp. 98-
106. Nautin y Desmulliez,
en cambio, proponen en primer lugar la ep. 53
y después la ep.
58. P. Nautin, Études de
chronologie hiéronymienne (393-397),"REAug", 19, 1972, pp.
213-239, en concreto pp. 213-221; J. Desmulliez, Paulin de Nole. Études chronologiques
(393-397),
"RecAug", 20, 1985, pp. 35-64, en concreto
pp. 40-43. Sea como sea, lo que está
claro es que la iniciativa la tiene Paulino y el contacto con Jerónimo es
contemporáneo al
contacto con los africanos.
11 La ep. 5 de Paulino
enviada a Severo es de la misma época que las "cartas africanas"
y es la primera enviada por el bordelés desde Nola. Cf. P. Fabre, Essai sur la chronologia
de l'oeuvre de saint Paulin de Nole,
dentro Publications de la Faculté des Lettres de
l'université
de Strasbourg, fasc. 109, 1948, p. 19.
12 Véase infra.
13 J. T. Lienhard, Friendship in Paulinus
of Nola and Augustine, dentro Collectanea
augustiniana. Mélanges T. J. Van
Babel, Louvain 1990, pp. 279-296, en concreto p.
285.
14 Las cartas eran leídas a los monjes y Paulino siempre les
enviaba afectuosos saludos:
Aug., ep. 27,2, CSEL
34,1, p. 97, ll. 4-5.
La
correspondencia de Paulino de Nola con Africa durante los años 394 y 395 65
los monjes africanos era muy importante disfrutar del
apoyo y
aliento de las principales figuras fieles a la ortodoxia nicena que, con
su ejemplo, contribuían a reforzar la iglesia católica africana15. Esto
llevará a los africanos a insistir repetidamente a Paulino que vaya a
visitarlos16.
También es preciso tener en cuenta que a través de
Paulino el círculo de Agustín obtenía un útil puente de reco-
mendaciones en Italia para sus cartas y amigos17. Al mismo tiempo,
a través del esposo de Terasia, el tagastino podía obtener copias de
obras que le eran de sumo interés. Vemos así cómo le pide sus escritos
contra los paganos18,
la Historia eclesiástica de Eusebio de Cesarea19
y obras de Ambrosio de Milán20. Finalmente, la buena
relación con
las principales figuras de la religión oficial del Imperio, la católica,
repetidamente favorecida y apoyada por Teodosio I, facilitará la im-
portante y útil ayuda del poder civil en la lucha contra las herejías21,
sobre todo el donatismo, contra el cual la legislación imperial se irá
endureciendo progresivamente22. Es por todo esto que
Agustín
lamentará tanto la pérdida de contacto con Paulino a partir del otoño
del 39523.
15
Aug., ep. 31,6, CSEL
34,2, p. 6, ll. 16-19.
16 Id., ep. 27,6, CSEL
34,1, p. 102, ll. 17-18; Id., ep. 31,5, CSEL
34,2, p. 5, ll. 3-10.
17 Un ejemplo lo tenemos en Romaniano
y su hijo Licencio. Véase infra, ep.
27. Otro
en el portador de la ep. 45: Aug., ep. 45,2, CSEL
34,2, p. 122, ll. 22-27; p. 123, l. 5.
18 Aug., ep. 31,8, CSEL 34,2, p. 7, ll. 19-20. A menudo
se ha querido identificar el
Carmen XXXII o Carmen ultimum con este Aduersus paganos. Pero este poema, como ha
demostrado, Fabre no es de Paulino. P. Fabre, Essai...,
pp. 124-130. Sirna afirma que el
autor podría ser Jovio, un amigo de Paulino
destinatario de la ep. 16 y el carmen XXII. F.
G. Sirna, Sul cosiddetto "poema ultimum"
Ps.-Paoliniano, "Aevum", 35, 1961, pp. 87-107.
Tal
como están las cosas hoy en día no podemos afirmar con certeza si se escribió o
no
dicha obra. Cf. A. Di Berardino, Patrología...,
p. 354.
19 Véase infra, carta 24b.
20 Aug., ep.
31,8, CSEL 34,2, p. 7, l. 23; p. 8, ll. 1-2. Courcelle
piensa que la obra de
Ambrosio a que se refiere Agustín es el De philosophia,
hoy perdida. P. Courcelle,
Les
Confessions de saint Augustin dans la tradition littéraire, Paris 1963,
pp. 568-570 (esta obra
recoge el artículo publicado anteriormente por Courcelle: Les lacunes de
la correspondance
entre saint Augustin et Paulin de Nole,
"REA", 53, 1951, pp. 253-300).
21 Sobre la legislación filocatólica
de Teodosio I véase C. Buenacasa, La figura del
obispo y la formación del patrimonio de las comunidades cristianas según la
legislación imperial
del reinado de Teodosio I (379-395), dentro Vescovi
e pastori in epoca
teodosiana, Roma
1996, pp. 121-139.
22 Cf. J.-P.
Brisson, Autonomisme et christianisme dans l'Afrique romaine. De
Septime
Sévère à l'invasion vandale, Paris 1958, pp. 243-288.
23 Aug., ep.
42, CSEL 34,2, p. 84, l. 6-10. Esta actitud de Paulino no es normal
viendo
el tono de las anteriores cartas. Courcelle propone
como explicación que al bordelés le
llegaron noticias de los ataques donatistas contra Agustín acusándole de ser
aún, en secreto,
maniqueo. Paulino, consciente de la gravedad de las acusaciones, antes de
contestar a la ep.
31, decidió comprobar si eran ciertas o no. P. Courcelle,
Les Confessions..., pp. 565-568.
Véase infra, ep. 30.
66 Francesc Navarro Coma
Entramos ahora a estudiar la correspondencia
propiamente dicha. En
nuestro estudio investigaremos el intercambio epistolar entre Paulino de
Nola y Terasia con Aurelio
de Cartago, Alipio de Tagaste y Agustín de
Hipona, las llamadas "cartas africanas". Nos centraremos en el
estudio
de la cronología y haremos una reconstrucción de las cartas perdidas.
La reconstrucción del orden cronológico de las cartas
conservadas
está fuera de toda duda y hay unanimidad entre todos los
investigadores. Esta se basa en la información que nos dan las mismas
misivas y todos los autores parten en general de los mismos datos.
Así, el orden de estas cartas es el siguiente: primero la ep.
25; segundo
la ep. 24; tercero las epp.
27 y 30 que son escritas casi al mismo
tiempo; cuarto la ep. 31 y quinto la ep. 32. Las divergencias vienen
dadas a la hora de dar la cronología de las misivas y las variaciones
surgen a partir de dos coordenadas: primero, aceptar la consagración
episcopal de Agustín en el 395 o en el 396; segundo, el análisis del
tiempo transcurrido entre la redacción de cada misiva24.
Nosotros, a partir del excelente trabajo de Perler, abogamos por la
consagración episcopal de Agustín entre mediados de mayo y finales
de junio del 39525
y a partir de aquí hacemos nuestra reconstrucción:
Paulino es ordenado sacerdote en Barcelona el 25 de diciembre del
393 y poco después del 2 de abril del 394 se marcha a Nola26. Poco
antes de partir, aprovechando el final del mare clausum27, escribió
desde Barcelona dos cartas, una a Alipio (carta 24a) y otra a Aurelio
(carta 24c?), anunciando su inminente viaje a Nola
donde quería fundar
una comunidad ascética. Las misivas son por tanto escritas entre inicios
de marzo (final del mare clausum)28 y
mediados de abril del 394 y
fueron llevadas por un servidor de Paulino, un tal Juliano. Aurelio
recibe su carta en Cartago y Alipio en Tagaste, donde
era ya obispo29.
24 Véase infra,
"Cuadro 1".
25 O. Perler, Les voyages de saint Augustin,
Paris 1968, pp. 164-178.
26 Cf. J. Desmulliez, Paulin..., pp. 40-42.
27 Según De Saint-Denis el mare clausum
se sitúa entre las idus de noviembre (11 de
noviembre) y las idus de marzo (10 de marzo). Con todo, el mismo De
Saint-Denis demuestra
la existencia de viajes en invierno. E. De Saint-Denis, Mare Clausum, "REL", 25, 1947, pp.
196-214. Finalmente Rougé y Perler
concluyen que efectivamente hay documentados viajes
durante la estación fría, pero éstos eran excepcionales y poco usuales. J. Rougé, Recherches
sur l'organisation du commerce maritime en Méditerranée sous l'Empire Romain,
Paris 1966,
pp. 32-33; O. Perler, Les voyages..., pp. 57-81.
28 Con todo, las fechas del inicio de la navegación son
demasiado teóricas. Sólo son
orientativas y las tomamos como punto de referencia pues indican
aproximadamente la
época en que se reinicia la navegación. Evidentemente en un clima tan variable
e inestable
como el Mediterráneo algunos años se empezará a navegar antes del 10 de marzo y
otros
más tarde. Además, a la hora de decidir si lanzarse a la mar o no, juega
también un papel
importante la urgencia del viaje y el espíritu del navegante.
29 Véase infra, n. 51
La
correspondencia de Paulino de Nola con Africa durante los años 394 y 395 67
Los dos obispos tras recibir las cartas contactaron entre sí, seguramente
a raíz del concilio de Cartago del 26 de junio del 39430, y entonces
respondieron mediante las cartas 24b y 24d, quizás tras discutirlas
con Agustín, también presente en el concilio31. Estas cartas llegarían
a Nola a lo largo del verano del 39432. Cuando Paulino -en aquel
momento recién instalado- las recibe acompañadas de obras de
Agustín, rápidamente responde, pero esta vez decide contactar también
con el sacerdote de Hipona cuyas obras admira33. Envía entonces una
carta a Alipio (ep. 24), otra a Aurelio (carta
24e) y una tercera a
Agustín (ep. 25) antes de la llegada del mare
clausum, o sea, a finales
del verano del 394 o a inicios del otoño del 394. A estas cartas no
recibió respuesta el mismo año 394 porque el mensajero se retrasó34.
Este retraso preocupó enormemente a Paulino que, inquieto, envía
tres nuevas cartas: una a Alipio (carta 30a?), otra a Aurelio (carta
30b?) y una tercera a Agustín (ep. 30)
mostrando su preocupación -
al menos en la ep. 30 que es la única que se
nos ha conservado- por
la ausencia de respuesta a las cartas 25, 24 y 24e, dando a entender
con ello que no sabe si las han recibido o no35. Estas tres cartas
fueron enviadas cuando la navegación entre Africa y
Europa se "abrió"
de nuevo al año siguiente y serían, por tanto, mandadas -dadas las
prisas de Paulino- a inicios de la primavera del 395. Mientras tanto
Agustín, Alipio y Aurelio respondieron las cartas 25, 24 y 24e de
Paulino mediante las cartas 27, 27a? y 27b? también en cuanto el mar
se "abrió", o sea, a inicios de la primavera del 395. Pero tras
haberlas
enviado, los tres africanos reciben las cartas 30 y 30a? y 30b? de
Paulino llevadas hasta ellos por Romano y Agil36. Éstas son
30
De este concilio no se nos han conservado las actas pero sí sabemos su fecha
exacta
de celebración. Cf. O. Perler, Les voyages..., p. 162.
31 El contacto entre Alipio y Aurelio tras recibir las
cartas de Paulino queda confirmado
por el hecho que el obispo de Tagaste al escribir la
carta 24b implica al obispo de Cartago
en la respuesta, y esto no pudo haberlo hecho sin su consentimiento. Véase infra,
carta 24b.
Respecto a la presencia de Agustín en Cartago, sabemos que durante el
sacerdocio estuvo
almenos una vez en la capital del Africa
Proconsular: Aug., Retract.
1,23, CSEL 36, p. 104,
ll. 3-7. Perler cree que lo más probable es que este
viaje viniera dado por una invitación de
Aurelio al concilio. O. Perler, Les voyages..., p.
162.
32 Paul. Nol., ep. 5,14, CSEL 29, p. 34, l. 9. Hay que
tener en cuenta aquí que el viaje
era probablemente por Cerdeña, la ruta más corta y segura y que duraba en total
entre seis
y diez días. Cf. J. Rougé, La navigation
hivernale sous l'Empire romain, "REA", 54, 1952,
pp. 316-325, en concreto p. 325.
33 Véase infra, nn. 47, 57
y 68.
34 Véase infra, n. 97.
35 Parece ser que Paulino desconfiaba del portador de
las cartas 24, 25 y 24e puesto que
decide que las cartas 30, 30a? y 30b? sean llevadas por Romano y Agil, dos hombres de su
confianza. Véase infra, nn. 98-99.
36 Aug., ep. 31,1, CSEL 34,2, p. 1, ll. 9-10.
68 Francesc Navarro Coma
respondidas con las cartas 31 (de Agustín), 31a (de
Alipio) y 31b (de
Aurelio) a las cuales Romano y Agil añaden las cartas
31c de
Profuturo, obispo de Cirta,
y 31d de Severo, obispo de Milevi. En la
ep. 31 Agustín indica a Paulino que ya es
obispo de Hipona37.
Dado
que esto ocurre entre mediados de mayo y finales de junio del 395,
estas cartas han de ser enviadas a lo largo del verano del 395 o, más
probablemente, a inicios de otoño, puesto que Agustín insiste en que
Romano y Agil se queden el máximo de tiempo posible
con él38;
éstos han de recoger un total de cinco cartas y Paulino se preocupaba
por la tardanza de sus dos mensajeros39. La ep.
32 dirigida a
Romaniano y Licencio fue enviada el día después de la
llegada de la
ep. 31 a Nola40, o sea, ya en el otoño del
395.
La correspondencia la podemos sintetizar básicamente en
este
cuadro.
|
Agustín-Paulino |
Alipio-Paulino |
Aurelio-Paulino |
Invierno
393/394 |
|
mare
clausum |
|
Primavera
394 |
--- |
24a
P |
24c?
P |
Verano
394 |
--- |
24b
Al |
24d
Au |
Otoño
394 |
25
P |
24
P |
24e
P |
Invierno
394/395 |
|
mare
clausum |
|
Primavera
395 |
27
Ag = 30 P |
27a?
Al = 30a? P |
27b?
Au = 30b? P |
Verano
395 |
31
Ag |
31a
Al |
31b
Au |
Invierno
395/396 |
|
mare
clausum |
|
P = Paulino de Nola // Ag =
Agustín // Al = Alipio // Au = Aurelio
Procedemos ahora a estudiar una por una las cartas -perdidas o
no- intercambiadas entre Paulino y los africanos a lo largo del 394
y del 395.
* Carta 24a: carta de Paulino a Alipio. Paulino
recibe una carta de
Alipio (carta 24b) y otra de Aurelio (carta 24d)41 de manos de un
37
Id., ep. 31,4, ibid.,
p. 4, ll. 9, 11-12.
38 Id., ep. 31,3, ibid., p. 2, l. 23; p. 3, ll. 1, 5-7.
39 Véase infra,
n. 111.
40 Véase infra, n. 111.
41 Véase infra, carta 24d.
La
correspondencia de Paulino de Nola con Africa durante los años 394 y 395 69
servidor suyo llamado Juliano42. El venir un hombre de
Paulino desde
Africa con las dos cartas significa que quien ha
enviado a Juliano
hasta Africa es su amo, o sea, Paulino de Nola. Por tanto, queda
claro que la iniciativa a la hora de contactar es del bordelés y no del
africano. Como dice Courcelle no es comprensible que
Alipio use un
mensajero de Paulino para enviar una carta si antes dicho mensajero
no le ha llevado una misiva a él. Esta primera carta de Paulino es la
24a y sólo es identificada por Courcelle y por
Lienhard43. El resto de
autores inician la correspondencia entre Paulino y Alipio con la carta
24b44.
A favor de la existencia de esta carta está también el
hecho de que
encaja perfectamente con la evolución de la vida de Paulino en esos
momentos. Así, una vez tomada la decisión de llevar una vida ascética
en Nola y tras perder antiguos amigos, es normal que
intentara
contactar rápidamente con cristianos de ideales similares a los suyos45.
Además, hay que tener en cuenta que Paulino conocía46 y admiraba47
la obra de Agustín pero, dado el origen relativamente modesto de
este último48,
decidió contactar antes con hombres de más alta posición
42
accepimus enim
per hominem nostrum Iulianum
de Carthagine reuertentem litteras:
Aug., ep. 24,1, CSEL
34,1, p. 73, ll. 9-10. Fabre, Courcelle y Desmulliez creen que Juliano
es un servidor de Paulino de Nola. P. Fabre, Saint
Paulin..., p. 40, n. 1; P. Courcelle,
Les
Confessions..., p. 561; J. Desmulliez,
Paulin..., p. 43. Cilleruelo
piensa que se trata de un
familiar de Paulino. L. Cilleruelo, Los monjes de
Cartago y san Agustín, "La Ciudad de
Dios", 169, 1956, pp. 456-463, en concreto p. 458. Piscitelli piensa que se trata de un
mensajero. T. Piscitelli, Paolino..., p. 29, n. 4.
43 P. Courcelle, Les Confessions..., p. 561, n.
1. Lienhard sigue a Courcelle. J. T.
Lienhard, Paulinus...,
p. 175, n. 123. Piscitelli explica la
presencia de Juliano en Africa
diciendo que sólo había venido a anunciar a los africanos la fundación de la
comunidad
ascética de Nola. T. Piscitelli,
Paolino..., p. 29, n. 4.
44 Véase infra, "Cuadro 1".
45 Véase supra.
46 Así lo denotan ciertos paralelismos entre la ep. 25 y el prólogo del De beata uita. Véase
infra, "Cuadro 2". Paulino, recordando su reciente viaje por
mar procedente de Hispania,
probablemente se sentiría identificado con el preámbulo del diálogo de Casiciaco. Sobre este
prólogo véase J. Oroz, Del puerto de la filosofía al puerto de la muerte,
"Helmántica", 20,
1969, pp. 27-65; M. G. St. Jackson, Augustine all
at sea: an interpretation
of the opening
paragraphs of "De Beata Vita", "StudPatr", 18, 1990, pp. 71-77.
47 Aug., ep. 25,3, CSEL 34,1, p. 80, l. 22; p. 81, ll.
1-2.
48 A partir del testimonio de Posidio
y de las Confesiones (Pos., Vita Aug.
1, PL 32, cc.
34-35; Aug., Conf. 2,3,5,
CCL 27, pp. 19-20, ll. 1-6, 11-18) vemos que Agustín pertenecía
a la clase superior de los honestiores,
opuesta a la de los humiliores. Pero era de
una modesta
familia de curiales con escasos recursos económicos que para lograr que su hijo
estudiara
precisó la ayuda del patrono local, Romaniano. Con
todo, dicha familia podía vivir de las
rentas de sus tierras sin trabajar manualmente. Como señala Lepelley
el modo de vida era
modesto, pero se podía salvaguardar el otium
aristocrático. CL. Lepelley,
Les cités de l'Afrique
romaine au Bas-Empire, II, Paris 1981, pp. 175-178.
70 Francesc Navarro Coma
social como eran Alipio49 y Aurelio50. Una vez establecido el
contacto
y tras leer las obras antimaniqueas de Agustín que
Alipio le envía,
Paulino decide contactar con el sacerdote de Hipona mediante la ep.
25. Finalmente tampoco hay que dejar de tener en cuenta el hecho de
que Alipio y Aurelio eran ya obispos de Tagaste51 y Cartago
respectivamente, mientras que Agustín era aún sólo sacerdote52.
* Carta 24b: Alipio responde la carta 24a de
Paulino con la carta
24b53. Se trata de una carta con
un gran espíritu de fraternidad y
concordia54
en la cual el africano transmite a Paulino las bendiciones
de todos los monjes africanos55. También le habla de Agustín56 y
acompañan a la carta cinco libros antimaniqueos del
hijo de Mónica
que muy probablemente son comentados por Alipio en su carta57. A
cambio pide al bordelés que le envíe la Historia eclesiástica de
Eusebio58, copia por la cual velarán
en Cartago Evodio y Comes,
hombres elogiados por Alipio59. También le indica que para
conseguir
49
Aug., Conf. 6,7,11, CCL
27, p. 80, ll. 3-4. Paulino no quería dejar de relacionarse con
la alta aristocracia del Imperio Romano y por eso se preocupa tanto por conocer
la vida de
Alipio: Aug., ep.
24,4, CSEL 34,1, p. 76, ll. 8-11. Véase también infra, n. 80.
Esto explica
el hecho de que antes de contactar con Agustín el bordelés trabe
correspondencia con Alipio
y Aurelio, ambos de más alta posición social. A Agustín le pasa en cierto modo
lo mismo
que poco antes le pasara con Jerónimo (ep.
28), es decir, que para poder contactar con las
principales figuras cristianas, casi todas ellas miembros de la alta
aristocracia, necesita de un
intermediario de alta posición social como Alipio.
50 Sobre
Aurelio véase A. Mandouze, PCBE,
I, Paris 1982, pp. 105-127, Aurelius 1.
51 Véase infra, n. 61.
52 Véase supra, n. 25
53 Aug., ep. 25,5, CSEL 34,1, p. 82, ll.
17-19, 23; p. 83, l. 1.
54 Id., ep. 24,1, ibid.,
p. 73, ll. 11-12; p. 74, ll.
8-9.
55 Id.,
ep. 24,2, ibid., p. 74, ll. 19-23; p. 75,
l. 1; Id., ep. 24,6, ibid., p. 77, ll.
17-22.
56 Id., ep. 25,5, ibid., p. 83, ll. 2-6.
57 Id., ep. 24,2, ibid., p. 74, ll. 13-15; Id., ep. 25,2, ibid., p. 79, ll. 17-18; Id., ep. 25,5, ibid.,
p. 83, ll. 1-2. Tradicionalmente estas cinco obras, a partir de Buse, son
identificadas con el
De moribus ecclesiae catholicae et de moribus manichaeorum, el De Genesi
contra Manichaeos
y el De uera religione.
Cf. A. Buse, Paulin,
Bischof von Nola und seine Zeit,
I, Regensburg
1856, p. 272. El único libro que sabemos con certeza que formaba parte del
lote de libros
antimaniqueos es el De uera
religione: Aug., ep. 27,4, CSEL 34,1, p. 99, ll. 12-14. Lo más
probable es que los otros cuatro libros fueran los que afirma Buse. Pero no hay
que descartar
que pudieran ser otros como el De utilitate credendi, el De duabus animabus, el Acta contra
Fortunatum manichaeum o
el Contra Adimantum. Sobre estas obras véase F. Decret, Le
christianisme en Afrique du Nord, Paris 1996.
58 Aug., ep.
24,3, CSEL 34,1, p. 75, ll. 6-8. Aquí nos encontramos o ante un error de
transmisión o ante una confusión de Alipio y Paulino. La obra de Eusebio
mencionada por el
bordelés es la Historia eclesiástica de Eusebio de Cesarea
y la confusión es con Eusebio de
Nicomedia, obispo arriano de Constantinopla entre el 338 y el 341 o 342 que
bautizó a
Constantino I poco antes de su muerte. Con todo, es posible que en realidad no
se refiera a la
Historia eclesiástica sino al Chronicon,
como así cree Piscitelli. T. Piscitelli,
Paolino..., p. 29.
59 Aug., ep. 24,3, CSEL 34,1, p. 75, ll. 16-19. Mandouze identifica Evodio con el
agens
in rebus citado en las Confesiones; a Comes
cree probable identificarlo con el diácono católico
La
correspondencia de Paulino de Nola con Africa durante los años 394 y 395 71
que llegue la respuesta y la copia de la obra es
preciso que contacte
con Aurelio a fin de que él se encargue de todo60.
Alipio comunica a Paulino que es obispo61 y también le explica
que cuando estaba en Milán había oído hablar de él62, seguramente
entonces ensalza su estancia en Italia y habla de su contacto con
Ambrosio, si bien no especifica muy bien al bordelés si fue bautizado
u ordenado sacerdote por el obispo de Milán63. Alipio también pide
al sacerdote de Nola información sobre su vida y
persona64. Final-
mente el africano expone a Paulino que ha leído uno de sus himnos
pero no le dice cual65.
* Carta 24c?: carta de Paulino a Aurelio. El
portador es Juliano66.
* Carta 24d: carta de Aurelio a Paulino67. En la ep.
30 -escrita
cuando el bordelés aún no había recibido la respuesta a las cartas 24,
25 y 24e- vemos que a Paulino también le llegó información de
Agustín a través de Aurelio68, esta información nos
confirma que el
obispo de Cartago y Paulino ya habían contactado antes de que el
bordelés le escribiera pidiéndole la copia de unos manuscritos y el
envío de la ep. 24 a Hipona69. Se barajan entonces dos
hipótesis:
1/ Alipio recibe la carta 24a. Cuando poco después a
raíz del
concilio de Cartago se encuentra con Aurelio, éste lee la misiva, habla
con Juliano y decide también establecer contacto con el bordelés
entregándole al portador la carta 24d. De esta manera quien iniciaría
la correspondencia con Paulino sería Aurelio.
2/ Paulino, al escribir a Africa,
no sólo contacta con Alipio sino
que también escribe una misiva a Aurelio (carta 24c?). Entonces el
obispo de Cartago responde a la misiva con la carta 24d cuya respuesta
a
quien junto con Deogracias, Teodoro y Ticiano, Agustín escribe la ep. 173A. A. Mandouze,
PCBE, I, pp. 215-216, 367-373, Comes y Euodius
1.
60 Véase infra, n. 71.
61 Aug., ep. 24,1, CSEL 34,1, p. 74, ll.
4-6. Véase supra, n. 51.
62 Véase supra, n. 49.
63 Aug., ep. 24,4, CSEL 34,1, p. 76, ll.
11-13, 16-17.
64 Id., ep. 24,5, ibid.,
p. 76, l. 20.
65 Id., ep. 24,6, ibid., p. 77, ll. 23-24.
66 Véase infra, carta 24d y supra, n. 42.
67 Véase supra.
68 Aug., ep. 30,2, CSEL 34,1, p. 123, ll. 18-19; p. 124,
ll. 1-3.
69 A partir de las referencias que Paulino hace a
Aurelio en la ep. 24 Fabre deduce
relaciones de Paulino con Aurelio anteriores a la carta 24e. En concreto,
también piensa que
es muy probable que Juliano llevara una carta a Aurelio. Además, afirma que
incluso es
posible que el esposo de Terasia anteriormente ya
hubiera tenido contactos con el episcopado
africano. P. Fabre, Essai..., p. 20 y n. 5.
72 Francesc Navarro Coma
será la carta 24e de Paulino. Esta hipótesis se ve
reforzada por el
hecho de que Paulino, al decir a Alipio que ha escrito a Aurelio,
habla de él como si Paulino y Aurelio ya se conociesen70 y no hace
como con Agustín a quien el bordelés casi pide excusas por el
"atrevimiento" de escribirle71. Además, si Paulino escribe
al obispo de
Cartago para pedirle un servicio lo más lógico es que ambos ya
hubiesen contactado antes. En refuerzo de la existencia de la carta
24c? también está el hecho de que Aurelio, en su viaje a Italia,
estableció lazos con gente importante72 y era por tanto una persona
bien relacionada con la aristocracia italiana73. A tal efecto no hay que
olvidar tampoco que en aquellos momentos, como obispo de Cartago,
Aurelio era primado de Africa y por tanto ocupaba la
cúspide de la
jerarquía de la iglesia católica africana. A esto hay que añadir la misma
situación de Cartago, principal puerto de Africa y
etapa clave en la
mayoría de las cartas enviadas a Africa74. Finalmente hay que tener
presente el hecho de que Aurelio también estaba muy vinculado al
nacimiento y difusión del monaquismo agustiniano al favorecer el
establecimiento de un monasterio en la capital del Africa
Proconsular
hacia el 39275.
Esta segunda hipótesis es la que encontramos más lógica
y creíble
y es la que seguimos. Con todo no hay ninguna evidencia irrefutable
de la existencia de la carta 24c?, por eso la tratamos como carta dudosa.
* Ep. 25: la ep. 25, dirigida a Agustín, fue escrita poco antes
de la ep. 24, dirigida a Alipio76. Ambas misivas fueron
enviadas a
Cartago junto con la carta 24e que iba dirigida a Aurelio. Desde la
capital de la Africa Proconsular el obispo de Cartago
se encargó de
hacerlas llegar a sus destinatarios que en aquellos momentos se
encontraban en Hipona77.
70
Aug., ep. 24,3, CSEL
34,1, p. 75, ll. 13-17. Véase supra, n. 69.
71 Id., ep. 24,2, ibid., p. 74, ll. 17-19; Id., ep.
25,1, ibid., p. 78, ll. 7-9.
72 En la ep. 27*
Jerónimo explica que Aurelio, siendo archidiácono, fue como legado a
Roma junto con Ciro, obispo de Cartago: Aug., ep. 27,1*, CSEL 88, p. 130, ll. 2-9. Esta
presencia de Aurelio en la Ciudad Eterna vino a raíz de la celebración del
concilio de Roma
del 382. Cf. Ch. Pietri,
Les lettres nouvelles et leurs témoignages sur l'histoire de l'Église
romaine et de ses relations avec l'Afrique, dentro
Les lettres de saint Augustin découvertes
par Johannes Divjak, Paris 1983, pp. 343-354, en concreto p. 349.
73 Al respecto recordar que a finales de la década de los
setenta e inicios de la de los
ochenta encontramos a Paulino ejerciendo de gobernador de la provincia de
Campania con
el título de consularis sexfascalis
Campaniae. Cf. P.
Fabre, Saint Paulin..., pp. 24-25.
74 Cf. J. Rougé, Recherches..., pp. 123-124.
75 Aug., ep. 22,2,9, CSEL 34,1,
p. 62, l. 11.
76 Aug., ep. 24,2, CSEL 34,1, p. 74, ll.
17-19. Véase infra, ep.
24.
77 Véase infra, carta 24e.
La
correspondencia de Paulino de Nola con Africa durante los años 394 y 395 73
Paulino, animado por Alipio, decidirá contactar por
primera vez
con Agustín78.
Vemos así cómo el sacerdote de Hipona, para lograr
cartearse con el bordelés, precisa de dos mediadores: Aurelio y Alipio.
* Ep. 24:
cuando Paulino estaba recién instalado en Nola recibe
las
respuestas de Alipio y Aurelio (cartas 24b y 24d) a sus misivas (cartas
24a y 24c?)79.
Alipio recibe la respuesta a su carta cuando estaba en
Hipona mediante la ep. 24. En esta misiva el
bordelés pide al africano
una biografía de su vida80.
* Carta 24e: carta de Paulino a Aurelio. Cuando
Paulino recibe la
carta 24b de Alipio decide responderla rápidamente, antes de que llegue
el invierno y se "cierre" el mar. Pero Alipio partía para Hipona y le
pide
a Paulino que envíe la respuesta y el ejemplar de la Historia eclesiástica
al obispo de Cartago para que él se encargue de copiarla y hacerla llegar
a Hipona81. Aurelio ya estaría al corriente
de las peticiones de Alipio
puesto que había estado con él durante el concilio de Cartago del 394.
Finalmente no hay que olvidar que además de satisfacer las demandas de
Alipio, Paulino tenía que responder una carta de Aurelio, la carta 24d.
El portador de les cartas 24, 25 y 24e es un servidor anónimo82 de
78
Véase supra, n. 49.
79 Esto lo sabemos porque para pedir la copia de la
obra de Eusebio de Cesarea ha de
pedirlo a Domnión que se encuentra en Roma: Aug., ep. 24,3, CSEL
34,1, p. 75, ll. 8-12.
Véase además supra, n. 32.
80 Paulino pide a Alipio que le escriba una biografía
de su vida: Aug., ep.
24,4, CSEL
34,1, p. 76, ll. 1-4. Alipio expresó a Agustín el pudor que le suponía afrontar
tal empresa
y más adelante pedirá a su amigo por carta que escriba él su biografía: Aug., ep. 27,5, CSEL
34,1, p. 101, ll. 3-8. Agustín aceptará el encargo pero no podrá acabarlo a
tiempo por culpa
de la rápida partida de Romaniano para Italia
llevando la ep. 27 a Paulino: Aug., ep. 27,5,
CSEL 34,1, p. 101, ll. 16-17. La biografía de Alipio se ha perdido y no
sabemos ni siquiera
si fue acabada y enviada a Paulino. Courcelle cree
que la idea será retomada por Agustín al
escribir las Confesiones, el investigador francés piensa que al bordelés
debió gustarle mucho
la biografía de Alipio y entonces éste incitará a Agustín a escribir también la
historia de su
vida. P. Courcelle, Recherches...,
p. 31. Prete, en cambio, piensa que esta biografía
nunca
fue escrita. S. Prete, Paolino..., p. 166. Al
respecto es importante destacar que ni el Indiculum
de Posidio ni las Retractationes
mencionan la existencia de esta biografía. Por tanto, lo más
probable es que nunca fuese acabada y que la idea fuera retomada por Agustín
unos años
más tarde al escribir las Confesiones. A tal efecto señalar que Cilleruelo recalca el hecho de
que en el libro sexto de las Confesiones Agustín introdujo la semblanza
de Alipio. L.
Cilleruelo, Obras..., p. 145, n. 1.
81 Véase supra, n. 71.
82 Cuando Paulino tomó la decisión de retirarse a Nola se desprendió de sus esclavos. Cf.
Fabre, Saint Paulin..., p. 39. No obstante
gran parte de ellos continuaron vinculados a su
antiguo amo e irán a Nola donde se mantendrán las
diferencias sociales entre los diferentes
hermanos y sirvientes como vemos reflejado en el diferente trato dado a los
portadores de
cartas. Para los antiguos esclavos de Paulino, ahora convertidos en libertos,
la situación
prácticamente no cambió puesto que la diferencia entre humiliores
libres y humiliores no
libres era, en aquellos tiempos, meramente teórica y tenía muy poca importancia
en el marco
de les relaciones sociales. Así, la mayoría de los antiguos esclavos
continuaron sometidos a
74 Francesc Navarro Coma
Paulino83. Es preciso ver una carta en
la línea de las epp. 24 y 25, con un
cordial saludo y un elogio de la vida monástica. Asimismo en ella
encontramos una petición a Aurelio de que se encargue de hacer llegar
a Hipona las epp. 24 y 25 y la copia de la Historia
eclesiástica de Eusebio
de Cesarea que Comes y Evodio
deben copiar rápidamente en Cartago.
Es probable que en ella el bordelés saludara a estos dos últimos84.
* Ep. 27: Agustín
responde a la ep. 25 de Paulino con la ep. 2785 y
la envía a Nola la primavera del 395. La carta fue
llevada por
Romaniano86
junto con copias de algunos de los diálogos de Casiciaco87.
* Carta 27a?: carta de Alipio a Paulino. Alipio
recibe la ep. 24 y
lo más normal es esperar que responda. Y más teniendo en cuenta
que tenía todo el invierno de por medio para preparar una respuesta
que el bordelés le pedía encarecidamente88. La preocupación de Alipio
por la respuesta a Paulino la vemos reflejada en la carta que envía a
Agustín pidiéndole que escriba su biografía para enviarla a Paulino89.
la potestas de Paulino, su
patrón y protector. Cf. G. Alföldy, Historia
social de Roma,
Madrid 1992, pp. 269-270 (traducción del original alemán Römische
Sozialgeschichte,
Wiesbaden 1984).
83 Fabre piensa que el portador es un esclavo de
Paulino (esclave anonyme).
P. Fabre,
Essai..., p. 14. Courcelle afirma
que es uno de sus servidores
(un de ses serviteurs). P.
Courcelle, Les Confessions..., p. 563. Desmulliez cree que
nos encontramos ante un
mensajero de Nola (messager
de Nole): J. Desmulliez,
Paulin..., p. 44. Los Maurinos
también piensan que es un mensajero de Paulino (nuntium):
PL 33, c. 19. Paulino en la ep.
30 dice: sed morante adhuc
puero: Aug., ep. 30,1, CSEL 34,1, p. 123, ll. 8-9. En este
contexto
un puer era un joven esclavo, pero en la
Antigüedad Tardía podía referirse tanto a un esclavo
como a un sirviente. Véase supra, n. 82.
84 Véase supra, carta 24b
85 Aug., ep. 27,2, CSEL 34,1, p. 97, l. 1. Paulino con la
ep. 25 escribe por primera vez
a Agustín: Aug., ep.
25,5, CSEL 34,1, p. 82, ll. 16-17, 19-20. En la ep.
27 Agustín dice que
ha recibido por primera vez en su vida una carta de Paulino: Aug., ep. 27,1, CSEL
34,1, p.
95, l. 13; p. 96, ll. 18-20.
86 ecce carissimus meus est et ab ineunte adulescentia mihi familiariter amicissimus, qui
hanc eximietati tuae ac praestantissimae
caritati epistulam adportat. huius
nomen est in libro
`de religione', quem
tua sanctitas,
quantum litteris indicas, libentissime
legit: Aug., ep. 27,4,
CSEL 34,1, p. 99, ll. 10-14. La persona citada en el De uera religione es Romaniano:
quamobrem, cum ante paucos
annos promiserim tibi escribere, charissime mihi Romaniane,
quid de uera religione sentirem: Aug., uera relig. VII,12, CCL 32, p. 195, ll. 36-38. Por lo
tanto Romaniano es el portador de la ep. 27. Sobre Romaniano,
patrón y benefactor de
Agustín, véase F. Navarro Coma, Romaniano y
Agustín. Amistad e intereses entre un
curial rico y un curial pobre, "Polis", 11, 1999 (en prensa).
87 Romaniano lleva libros de
Agustín a Paulino: Aug., ep.
27,4, CSEL 34,1, p. 99, ll. 22-
23. Los libros eran diálogos de Casiciaco -el Contra
academicos, el De beata uita
y/o el
De ordine- pues Agustín dice que en ellos sale citado Licencio, el hijo
de Romaniano: Aug.,
ep. 27,6, CSEL 34,1, p. 101, ll. 23-24.
88 Aug., ep. 24,5, CSEL 34,1, p. 77, ll. 9-10.
89 Véase supra, n. 80.
La
correspondencia de Paulino de Nola con Africa durante los años 394 y 395 75
Pero la tradición manuscrita, siempre poco cuidadosa con las epístolas
africanas que no tengan a Agustín como uno de los dos corresponsales,
hace que sea imposible determinar con certeza la existencia de esta
carta. Ante tal situación surgen dos hipótesis:
1/ La carta 27a? se puede identificar con la carta de
Alipio que
llevan Romano y Agil a Paulino el otoño del 395
(carta 31a). Si es así
Romaniano no lleva ninguna carta de Alipio y el
obispo de Tagaste
responderá la ep. 24 con la carta 31a el otoño
del 39590.
2/ Alipio envía, junto con la ep.
27 de Agustín, una carta a Paulino
contestando la ep. 24. A favor de esta hipótesis
está el hecho de que
el portador de la ep. 27 es Romaniano, un tagastino pariente
de
Alipio91. Romaniano,
al partir desde Tagaste -donde Alipio era obispo
- hacia Italia, es probable que recogiera la respuesta a la ep.
24 con
el encargo de juntar a la carta la biografía de Alipio escrita por Agustín
en Hipona. Pero la biografía no pudo viajar a Nola
porque no estaba
acabada92, aún
así, es probable que la carta de Alipio, la carta 27a?, sí.
Nosotros seguimos la segunda hipótesis y pensamos que la
carta
27a? existió.
Respecto al contenido de la carta 27a?, en ella Alipio
daría a Paulino
el nombre de un poema suyo que conocía93 y también agradecería al
bordelés el envío a Cartago de la obra de Eusebio de Cesarea94.
* Carta 27b?: carta de Aurelio a Paulino
respondiendo a la carta
24e. No hay ningún dato que nos confirme la existencia de esta carta,
sólo el lógico funcionamiento de un intercambio epistolar en el que
prima la cortesía y las buenas formas. A su favor está el hecho de que
el servidor de Paulino, portador de las cartas 24, 25 y 24e, se ha tenido
que quedar en Africa a pasar el invierno, seguramente
en Cartago, y a
la vuelta, la primavera del 395, es de esperar que llevara una carta de
Aurelio respondiendo a la carta 24e95. No obstante, es
perfectamente
posible que el portador de la carta no fuera el servidor sino Romaniano.
En esta carta encontraríamos una confirmación de la
llegada de las
epp. 24 y 25 a sus destinatarios así como de
la copia de la Historia
eclesiástica de Eusebio de Cesarea. También se
darían las gracias a
Paulino por el favor prestado96.
90
Véase infra, carta 31a.
91 Aug., ep.
27,5, CSEL 34,1, p. 100, ll. 23-24.
92 Véase supra, n. 80.
93 Véase supra, n. 65.
94 Véase supra, carta 24b.
95 No sabemos quién llevó las epp.
24 y 25 a Hipona, quizá fue el esclavo de Paulino o quizá
fueron monjes del monasterio de Cartago. Nosotros vemos más probable la segunda
opción.
96 Véase supra, nn.
58-59, 71 y 79.
76 Francesc Navarro Coma
* Ep. 30: Paulino temía que las cartas 24, 25
y 24e no hubieran
llegado a destino97.
Como tenía impaciencia por contactar con los africanos
decide enviar una nueva carta, la ep. 30,
llevada ahora por dos hombres
de confianza: Romano y Agil98 que, sin duda, eran de más
alta posición
social que los anteriores portadores99. Paulino no acababa de
fiarse de su
anterior portador y decide enviar dos hombres de máxima confianza
para garantizar así que las misivas lleguen a destino y sean respondidas.
Además, el bordelés esperaba que Romano y Agil le contaran cómo eran
exactamente los monasterios africanos. Y visto el ulterior silencio de
Paulino, quizá no fue muy positivo lo que le contaron100.
* Carta 30a?: carta de Paulino a Alipio cuyo
contenido iría en la
línea del de la ep. 30. Como pasa con las
cartas 27a? y 27b? de nuevo
nos invade la incertidumbre y el desgraciado hecho de que la tradición
textual haya sido tan cruel con todo escrito en que no participara
Agustín. Ningún dato nos permite verificar la existencia de esta carta
con absoluto rigor. Sólo defiende su existencia el hecho de que si
Paulino ha escrito sin ningún tipo de duda las cartas 24, 25 y 24e y
temía que éstas no hubieran llegado, motivando esto que escribiera la
ep. 30 a Agustín; lo lógico es pensar que
también escribió a Alipio
(carta 30a?) y Aurelio (carta 30b?). En refuerzo de su existencia está
el hecho que Paulino tenía más amistad con Alipio y Aurelio que con
Agustín, hombre con quien aún no había entablado contacto epistolar.
Pero el indicio más fuerte a favor de estas cartas es el hecho que
Romano y Agil a su vuelta traen cartas de Alipio
(carta 31a?) y
Aurelio (carta 31b?). Unas cartas que, como ocurre con la ep.
31, son
la respuesta a las cartas llevadas por Romano y Agil.
Finalmente, hay
que tener presente que si Romano y Agil
no llevaran carta a Alipio
y Aurelio, éstos lo considerarían poco cortés por parte de Paulino.
En conclusión, a pesar de no tener ninguna evidencia escrita de la
existencia de las cartas 30a? y 30b?, todo apunta a que existieron.
97 Aug., ep. 30,1, CSEL 34,1, p.
123, ll. 7-14.
98 Id., ep. 30,3, ibid.,
p. 124, ll. 23-24; p. 125, ll. 1-4; Id., ep. 31,2,
CSEL 34,2, p. 2, ll. 6-7, 9.
99 Mandouze no descarta la
posibilidad de identificar a Romano con el hermano por
el cual
Aurelio se muestra preocupado en la ep. 41: Aug., ep. 41,2, CSEL
34,2, p. 83, l. 20; p. 84, l.
1. A. Mandouze, PCBE, I, pp. 997-998, Romanus 2. Esta identificación es improbable
ya que
Romano y Agil eran portadores de Paulino y tenían la
orden de volver a Nola lo más rápido
posible: Aug., ep.
31,3, CSEL 34,2, p. 3, ll. 2-3. Además, generalmente estaban con Paulino
en
Nola pues Agustín en una carta les envía saludos: Aug., ep. 42, CSEL
34,2, p. 84, l. 18. Fabre
justifica la diferencia de trato hacia los portadores por el hecho de que los
primeros son simples
mensajeros mientras Romano y Agil
son verdaderos discípulos de Paulino. P. Fabre, Saint
Paulin..., p. 40, nn.
1-2. Sin contradecir a Fabre, creemos que además la extracción social de
los primeros portadores y de Romano y Agil era
considerablemente diferente.
100 Véase supra, n. 23.
La
correspondencia de Paulino de Nola con Africa durante los años 394 y 395 77
Generalmente se tiende a ver en Alipio un intermediario
entre
Agustín y Paulino que, una vez logrado su propósito, se calla. En
efecto, sí que es verdad que Alipio actúa de intermediario, pero esto no
quiere decir que entre el obispo de Tagaste y el
sacerdote de Nola se
corte la correspondencia, por lo menos la carta 31a existió con toda
seguridad. Lo que pasa es que sus cartas -como las de Aurelio- se
han perdido. Paulino no podía cortar el correo con Alipio y Aurelio
pues sería considerado por ellos una descortesía que rompería el espíritu
de concordia que se respira en todas las "cartas africanas". Además
el
sacerdote de Nola, como hemos visto, tenía vivo
interés por mantener
el contacto con el obispo de Tagaste101. Finalmente hay que recordar
que, como señala Lietzmann, las cartas que se nos han
conservado son
las que salen del archivo de Hipona102, por eso sólo nos han
llegado las
misivas intercambiadas con Agustín. Y si nos ha llegado la ep.
24,
dirigida a Alipio, es porque éste la recibió en Hipona cuando estaba
con Agustín y entonces el hijo de Mónica mandó hacer una copia de
la misma. También hay que tener presente que Alipio y Aurelio tenían
una posición social más alta que Agustín y no en vano le servían de
intermediarios. A tal efecto recordar que Paulino pide la biografía a
Alipio y no a Agustín103,
del cual básicamente le interesa su producción
literaria. Aquí nos encontramos con un fenómeno frecuente en el estudio
del Agustín preepiscopal: la magnitud que
posteriormente adquirirá la
figura del obispo de Hipona104, llevará a una
supervaloración tal de su
figura que ensombrecerá a sus contemporáneos, contemporáneos que,
como Alipio y Aurelio, en aquellos momentos a los ojos del resto de
cristianos del Imperio Romano eran igual o más importantes aún que un
sacerdote de Hipona, autor ya de bastantes obras, pero hijo de un modesto
curial de Tagaste105
y con un más que sospechoso pasado maniqueo.
* Carta 30b?: carta de Paulino a Aurelio llevada
por Romano y
Agil y que va en la línea de las cartas 30 y 30a?106.
* Ep. 31: Agustín
recibe inesperadamente la ep. 30 de Paulino la
101
La petición de la biografía implica un gran deseo de mantener el contacto
epistolar.
Véase supra, nn. 80 y 88.
102 H. Lietzmann, Zur Entstehungsgeschichte
der Briefsammlung Augustins,
dentro
Sitzungsberichte der Preussischen
Akademie der Wissenschaften,
23, 1930, pp. 356-388, en
concreto p. 368.
103 Véase supra, n. 80.
104 Como señala Künz, entre
Pablo y Lutero, Agustín es la figura que ha ejercido una
mayor influencia en la teología cristiana. H. Künz,
El cristianismo. Esencia e historia, Madrid
1997, p. 300 (traducción del original alemán Das Christentum.
Wesen und Geschichte,
Tübingen 1994).
105 Véase supra, n. 48.
106 Véase supra, carta 30a?.
78 Francesc Navarro Coma
primavera del 395107 y entonces decide contestar
para comunicar a
Paulino que ya es obispo de Hipona108. La carta es llevada por
Roma-
no y Agil109
y va acompañada de una copia del De libero arbitrio110.
* Carta 31a: carta de Alipio a Paulino. Junto
con la ep. 31 de
Agustín, Romano y Agil llevaron cuatro cartas más:
una primera de
Alipio (carta 31a), una segunda de Aurelio (carta 31b), otra tercera de
Profuturo (carta 31c) y finalmente una cuarta de
Severo (carta 31d)111.
Todas ellas se han perdido y su contenido nos es desconocido.
* Carta 31b: carta de Aurelio a Paulino.
* Carta 31c: carta de Profuturo
a Paulino112.
* Carta 31d: carta de Severo a Paulino113.
* Ep. 32: carta
de Paulino que se compone de dos cartas: una primera
dirigida a Romaniano (ep.
32/1) y una segunda dirigida a su hijo Licencio
(ep. 32/2). En el epistolario de Paulino
aparecen separadas como las epp.
7 y 8 respectivamente. Ambos africanos se encuentran en Roma114.
- Ep.
32/1: carta de Paulino a Romaniano para
comunicarle que
Agustín ya es obispo de Hipona115.
- Ep.
32/2: carta de Paulino a Licencio aconsejándole que no se deje
seducir por una carrera militar116, que huya de la vida pública117 y que
camine hacia Dios118,
en concreto hacia Agustín119
y el sacerdocio120.
Esta carta presenta una primera parte escrita en prosa
y otra
segunda en verso y viene motivada por la gran preocupación por
Licencio que Agustín transmite a Paulino de Nola121.
107
Aug., ep. 31,1, CSEL
34,2, p. 1, ll. 6-10.
108 Véase supra, n. 37.
109 Véase supra, n. 77.
110 Aug., ep. 31,7, CSEL 34,2, p. 7, ll. 2-6.
111 Pridie, quam has daremus, reuersis ex Africa fratribus nostris, quorum expectatione nos
pendere uidisti, optatissime sanctorum et carissimorum
uirorum inde epistulas receperamus, id
est Aurelii, Alypii, Augustini, Profuturi, Seueri, iam omnium pariter episcoporum: Aug., ep.
32,1, CSEL 34,2, p. 8, ll. 18-21; p. 9, l. 1.
112 Sobre Profuturo, obispo
de Cirta, véase A. Mandouze,
PCBE, I, pp. 928-930,
Profuturus.
113 Sobre Severo, obispo de Milevi,
véase A. Mandouze, PCBE, I, pp. 1070-1075, Severus 1.
114 Aug., ep. 32,5, CSEL 34,2, p. 13, ll. 5-6.
115 Id., ep. 32,1, ibid., p. 9, ll. 13-14.
116 Id., ep. 32,5, ibid., p. 14, ll. 5-6. Licencio busca acceder a los
más altos cargos haciendo
carrera dentro del ordo senatorius. Cf. Cl. Lepelley, Les cités...,
p. 181.
117 Id., ep. 32,5, ibid.,
p. 15, ll. 13-16.
118 Id.,
ep. 32,5, ibid., p. 17, ll. 18-9; Id.,
ep. 32,5, ibid., p. 17, ll. 24-25.
119 Id., ep. 32,4, ibid., p. 11, ll. 14-20.
120 Id., ep. 32,4, ibid., p. 12, ll. 12-13. Véase
también supra, n. 118.
121 Id., ep. 27,6, CSEL
34,1, p. 102, ll. 5-7; Id., ep. 32,3, CSEL
34,2, p. 10, ll. 11-18.
La
correspondencia de Paulino de Nola con Africa durante los años 394 y 395 79
Cuadro 1
Síntesis de las diferentes cronologías propuestas para las "cartas
africanas"122:
122
Los autores citados en el "Cuadro 1" son los siguientes: Migne, PL 33, 18-19; A.
Goldbacher, CSEL 58, Index
III, pp. 13-14; H. Lietzmann, Zur
Entstehungsgeschichte...,
pp. 365-366; P. Fabre, Essai..., pp. 14-20; P.
Courcelle, Les Confessions...,
pp. 600-601; O.
Perler, Les voyages...,
pp. 169-171; J. T. Lienhard, Paulinus...,
p. 175; A. Mandouze,
PCBE, I, pp. 53-65, 105-127, 994-997, Alypius,
Aurelius 1, Romanianus;
J. Desmulliez, Paulin...,
pp. 43-49. Para ver más propuestas cronológicas véase P. Fabre, Essai..., pp 1-19.
80 Francesc Navarro Coma
Las cartas 24d, 27a?, 27b?, 30a? y 30b? no son mencionadas por
ningún investigador. Las cartas 31a, 31b, 31c y 31d son fechadas por
los diferentes autores igual que la ep. 31.
Cuadro 2
De beata uita |
ep. 25 |
si ad philosophiae portum, e quo
iam |
|
Resumen
La
correspondencia de Paulino de Nola y Terasia con Aurelio de Cartago,
Alipio de Tagaste y Agustín de Hipona, las llamadas
"cartas africanas", son un
típico exponente de correo epistolar entre una aristocracia ociosa que
encuentra en
el intercambio de cartas un grato y placentero entretenimiento. No obstante, de
fondo hay un interés mutuo: Paulino intenta rehacer un círculo de amigos
aristócratas
más afín al nuevo rumbo que ha tomado su vida; los africanos buscan la amistad
con un influyente aristócrata afincado en Italia que sirva de ejemplo y
refuerzo al
naciente monaquismo africano así como de puente entre los dos continentes. En
nuestro estudio reconstruimos exhaustivamente la correspondencia entre Paulino
y
Africa entre el 394 y el 395 -incluyendo cartas
conservadas y perdidas- y
constatamos que el contacto de los tres africanos con el bordelés fue constante
y
continuado manteniéndose una triple línea de intercambio epistolar.
La
correspondencia de Paulino de Nola con Africa durante los años 394 y 395 81
Abstract
The correspondence of Paulinus of Nola and Therasia
with Aurelius of Carthage,
Alypius of Thagaste and
Augustine of Hippo, also known as the "African letters",
is a typical example of epistolary correspondence between an idle aristocracy
who
take pleasure in exchanging letters. Nevertheless, behind this there is a
mutual
interest: Paulinus wants to rebuild an aristocratic
circle of friends more in keeping
with the new course his life has taken. The Africans seek the friendship of an
influential aristocrat who is settled in Italy who serves as a good example to,
and
a reinforcement of the rising African monasteries. As well as acting as a
bridge
between the two continents. In our research we reconstruct exhaustively the
correspondence between Paulinus and Africa in 394/395
-including surviving and
lost letters-. We verify that the contact of the three Africans with Paulinus was
constant and they maintained three lines of epistolary exchange.
Francesc Navarro Coma