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Índice de Scripta Nova

Scripta Nova
REVISTA ELECTRÓNICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona. ISSN: 1138-9788. Depósito Legal: B. 21.741-98
Vol. XI, núm. 251, 1 de noviembre de 2007
[Nueva serie de Geo Crítica. Cuadernos Críticos de Geografía Humana]


CRECIMIENTO URBANO Y GLOBALIZACIÓN: TRANSFORMACIONES DEL ÁREA METROPOLITANA DE CONCEPCIÓN, CHILE, 1992-2002

Leonel Pérez Bustamante
Profesor de urbanismo Universidad del Bío Bío y Universidad de Concepción, Chile
leperez@ubiobio.cl

Edison Salinas Varela
Arquitecto, U. de Concepción, Chile. Fundador de red arquitectos (www.redarquitectos.cl).
edsalinas@udec.cl

Recibido: 20 de julio de 2006. Aceptado: 5 de marzo de 2007.

Crecimiento urbano y globalización: transformaciones del Área Metropolitana de Concepción, Chile, 1992-2002 (Resumen)

Se estudia las “nuevas” formas de crecimiento del Área Metropolitana de Concepción (AMC), desde un doble punto de vista: los tipos (formas físicas resultantes) y los procesos (su desarrollo en tiempo y localización territorial), durante el período 1992-2002, surgidas como manifestaciones de reestructuración y cambio en las lógicas de crecimiento urbano que afectan a esta ciudad de escala y tamaño intermedio, así como a muchas otras, producto de la globalización.

El AMC se localiza entre los 36º35’ latitud sur y 72º45’ longitud oeste y 37º00’ latitud sur y 73º15’ longitud oeste. Posee una población de 1.010.950 hab., con una superficie de 2.831,3 Km2 y densidad de 357,0 Hab/Km2. El AMC es la 2ª concentración urbana de Chile después de Santiago (AMS). Tiene una variada actividad económica basada en la industria (forestal, minera, pesquera y manufacturera, entre otros) y es un importante centro de servicios.

Se pretende aportar como un estudio exploratorio y prospectivo, en donde muchas de sus herramientas y conclusiones son de carácter experimental y provisorio, como una aproximación a fenómenos complejos y recientes.

Palabras clave: globalización, formas de crecimiento urbano, metropolización, Concepción Metropolitano.

Globalization and urban growth: metamorphosis of the Metropolitan Area of Concepción, Chile, 1992-2002 (Abstract)

The new forms of growth are studied in the Metropolitan Area in Concepción (AMC, for its abbreviation in Spanish of Area Metropolitana de Concepción), during 1992-2002, arisen as manifestations of restructuring and change in the logic of urban growth that affect to this scale and intermediate size city, as well as many others, due to globalization.  The AMC is located among the 36º35' south latitude, and the 72º45' west length; and 37º00' south latitude, and 73º15' west length. It has a population of 1.010.950 inhabitants, and an area of 2.831,3 Km2, and a density of 357 Inhab./Km2.  The AMC is the 2nd urban concentration of Chile after Santiago (AMS). It has an assorted economic activities based on the industry (forestry, mining, fishing ground and manufacturing, among others) and also it is an important center of services.

This work intends to contribute with a prospective and exploratory approach, where many of its analysis and conclusions have an experimental and preliminary character, as an approximation to recent and complex phenomena.

Keywords: globalization, forms of urban growth, metropolización, Metropolitan Area of Concepción.

Introducción

Transformación de la ciudad en la era de la globalización

Existe un consenso cada vez más extendido que afirma que las ciudades están experimentando cambios profundos por transformaciones derivadas de los procesos de globalización económica y cultural.

Como afirma Font (1997) los cambios ocurridos con la mundialización de la economía y la transformación de los sistemas productivos, los avances tecnológicos en las telecomunicaciones y en la generalización de la movilidad privada, entre otros factores, han alterado la utilización del territorio por distintos grupos sociales, hasta el punto de que actualmente se habla de una nueva relación sociedad- territorio.

Importante es señalar que, cuando se estudian estos procesos de transformación de las ciudades respecto a la globalización, “[…] todas las ciudades son tocadas por el proceso de globalización, y […] su involucramiento en este proceso no es cuestión de estar en lo mas alto o en lo mas bajo del mismo, sino mas bien en la influencia y alcances de este proceso” (De Mattos, 2002 b).

Gran parte de los estudios urbanos y territoriales acerca de estas transformaciones coinciden en que uno de los cambios más significativos es la recuperación de la importancia de las ciudades y su crecimiento, desencadenándose nuevas formas de expansión metropolitana, distintas a las observadas en la época industrial-desarrollista (en el caso de ciudades latinoamericanas), donde “la suburbanización, la poli centralización, la polarización social, la segregación residencial, la fragmentación de la estructura urbana, aparecen como los rasgos destacados de una nueva geografía urbana” (De Mattos, 2002 b).

A continuación analizaremos algunos de estos conceptos poniendo énfasis en las distintas implicancias que estas transformaciones tienen, y veremos como inciden en las formas de crecimiento de las ciudades contemporáneas.

Del aglomerado a la red[1].

"La ciudad metropolitana […] se ha tornado en el lugar en el que las redes tendencialmente planetarias […] de variada naturaleza concentran sus 'nodos' para realizar conexiones y sinergias recíprocas” (Dematteis, 1995).

Dentro de los cambios ocurridos en los últimos años en cuanto a la arquitectura productiva, se destacan un número creciente de empresas de cobertura multinacional, organizadas en red, principales actores de la globalización económica. Estas han tenido a las ciudades como lugares preferidos paral la localización de los nodos principales de dichas redes. Con ello, “estas ciudades comienzan a experimentar una transformación marcada por la transición desde una estructura compacta autocentrada, de claro gradiente densimetrito centro periferia, hacia una ciudad difusa, definida por el entrecruzamiento de redes múltiples” (De Mattos, 2002 b).

Desde esta perspectiva, existen en las ciudades contemporáneas importantes crecimientos ya no tanto formales, sino contenedores de flujos de distinta naturaleza (flujos de información, de capitales, de materias primas, etc.) que hacen difícil determinar los límites de estas.

La ciudad dual[2]o fractal[3].

"la dualización social urbana caracteriza también las ciudades de los países pobres y tiene igualmente su origen en la segmentación del mercado del trabajo, especificado por edad, sexo y educación" (Castells, 1995).

Estos conceptos apuntan a las transformaciones producidas en los mercados metropolitanos de trabajo, con una tendencia hacia la especialización y dualización de actividades y recursos., en que se agrandan las diferencias entre personas altamente capacitadas y muy bien remuneradas y personas que ejecutan trabajos degradados con un salario insignificante. Lo que en un principio se definió como una bipolaridad o dualidad social en la ciudad, y luego con términos como la ciudad fractal, ha puesto en evidencia un generalizado aumento de las desigualdades, de la exclusión social, de la segregación residencial, etc. O en las palabras de Soja (1991): “nuevas formas de metropolaridad, desigualdad y marginalización en medio de una extraordinaria riqueza”.

En su dimensión física, este cambio se manifiesta en un crecimiento de las zonas de pobreza y marginalidad, y la aparición de barrios “higienistas” cerrados o aislados.

La ciudad fragmentada[4].

"La manifestación espacial postmoderna es la fragmentación del espacio urbano en áreas parciales independientes" (Janoschka, 2002)

Las inversiones inmobiliarias han cobrado un valor cada vez mayor como configuradores de la imagen y estructura urbana, y como motor de sus crecimientos, fundamentalmente a través de la proliferación de megaproyectos. Como consecuencia de esto, la plusvalía urbana se ha tomado como criterio urbanístico, desbordando las regulaciones y afirmando una dinámica de producción de ciudad cada vez mas fragmentada, en busca de terrenos periféricos, con modelos de barrios cerrados he incomunicado con el resto de la ciudad.

La ciudad difusa[5].

“Faltos de este diseño colectivo […] nuestros espacios urbanos no serán ciudades. Serán más bien espacios que se convertirán progresivamente en un mosaico de parcelas especializadas social y funcionalmente, yuxtapuesta sin otro principio ordenador que el de la renta urbana y el privilegio social” (Nel·lo, 1998).

Dos de los elementos que más han caracterizado la transformación socio-cultural de los últimos tiempos, las nuevas tecnologías de la información y comunicación (NTIC) y el uso del automóvil y el transporte automotor, están transformando sustancialmente la morfología urbana. Estos elementos han favorecido la colocación de empresas y familias en partes progresivamente más alejadas de las áreas consolidadas tradicionalmente de cada ciudad.

Con esto se favorece el crecimiento difuso de la ciudad y la formación de amplios espacios reticulares y multicentrados, mono-funcionales y desafectados de cualquier jerarquía.

Nuevas formas de crecimiento urbano

Junto con la aceleración de la metropolización y la reestructuración urbana, un tercer fenómeno destacable dentro de la transformación actual de la ciudad es el surgimiento de nuevas formas o tipos de crecimiento.

En recientes estudios, y desde las más diversas perspectivas, se ha venido analizando  específicamente el problema de re-caracterizar las partes de la ciudad, luego de su transformación producto de los cambios mencionados.

El conocer algunos de estos estudios nos permitirá contrastar conceptos y definiciones con los observados en el AMC, abriendo posibilidades de traslado de información entre nuestra área de estudio y otras ciudades o casos estudiados.

Font (1997), al analizar el caso específico del Área Metropolitana de Barcelona, describe la necesidad de estudiar estos procesos luego de la reestructuración observada y comienza por agruparlos en macro-tipos: “...Este espacio conoce hoy tendencias de difusión y descentralización muy fuertes que dan lugar a crecimientos de cuatro grandes tipos: expansión del núcleo central, transformación por sustitución, emplazamientos sobre ejes viarios y crecimientos dispersos...”.

Luego, en un análisis mas detallado del área en cuestión, se profundiza en el estudio de los tipos morfológicos resultantes del trabajo de Llop (1995) acerca del área central de la Barcelona Metropolitana, ampliados por Font, Llop y Vilanova (1999) a toda la región metropolitana. En resumen estos se agrupan en tres tipos generales:

a) Ambientes urbanos: los aglomerados, las extensiones, y los hilos o filamentos.

b) Paisajes de la baja densidad y de los límites: los desagregados, los asentamientos dispersos.

c) Escenarios en red: los elementos arteriales, los enclaves o nodos.

Al comparar estas tipologías con los procesos de crecimiento y desarrollo del Área Metropolitana, Font describe los procesos morfotipológicos a través de los cuales se puede sintetizar el desarrollo actual de Barcelona:

“a) Extensión urbana por prolongación de las redes de infraestructura (viaria, de los servicios urbanos) existente, como estrategia de contigüidad y aprovechamiento del capital social fijo”…

“b) Sustitución concreta de una pieza cualquiera dentro del «mosaico» urbano, como respuesta a las necesidades de transformación urbana desde la óptica individual o corporativa”…

“c) Metamorfosis, como resultado de un conjunto de procesos de transformación interna difusos e imperceptibles, generalmente no planificados”…

“d) Ocupación o colmatación progresiva de vacíos intermunicipales para usos de carácter público o privado”...

“e) Crecimiento disperso de la residencia aislada o del taller industrial, rellenando las urbanizaciones metropolitanas. «Áreas de la repetición», de la reiteración casi sin límite de una misma tipología”…

“f) Ocupación concreta del territorio rústico o no urbanizable, incluso los destinados a usos colectivos (parques y reservas metropolitanas, etc.)”…

“g) Implantación de edificios aislados o en conjuntos sobre las infraestructuras lineales: modificación del territorio en relación con un trazado. Los «atractores lineales», o la «distribución lineal», en los estudios italianos señalados”…

“h) Conjuntos de grandes contenedores, de uso y configuración compleja. Son las «máquinas híbridas » o lugares de la «concentración»”…

“i) Operaciones unitarias, en forma de grandes actuaciones, como proceso de adición de partes (paquetes) cerradas y previamente planificadas”…(Font, 1997).

En contraste con los trabajos de Font (1997) y Font, Llop y Vilanova (1999), que corresponden al estudio de una metrópoli europea, con características ciertamente distintas al AM de Concepción, podemos citar el trabajo de De Mattos (2002 b) sobre las ciudades latinoamericanas y más precisamente el área metropolitana de Santiago (Chile).

En diversos artículos De Mattos analiza los principales cambios que han sufrido las ciudades latinoamericanas y que pueden atribuirse a la globalización.

Si bien estos estudios se enfocan más específicamente a los cambios de la morfología general de la ciudad, podemos encontrar nuevas formas de crecimiento asociadas a los “artefactos de la globalización”; estos son elementos urbanos “que en la mayor parte responden a modelos, prototipos y comportamientos que ya no responden a ninguna especificad geográfica particular” (De Mattos, 2004).

Gran parte de las veces estos proyectos son realizados por arquitectos globales (codiciados por las ciudades globales) y se gestionan a través de empresas y asociaciones globales. Algunos de estos artefactos son: “...shoppings centers, barrios cerrados, edificios inteligentes, centros empresariales, complejos para el esparcimiento, […] hoteles cinco estrellas, nuevos aeropuertos internacionales, conjuntos empresariales, megaproyectos inmobiliarios, equipamientos de consumo…” (De Mattos, 2004).

Mucho más acotado y especifico es el trabajo de Hidalgo (2004), quien analiza la evolución de los condominios como una tipología de crecimiento urbano característica de nuestra época, que en su evolución y expansión ilimitada está generando “ciudades valladas” como componente importante de nuestras ciudades.

Así también, el trabajo de Azócar, Sanhueza y Henríquez (2003) para el caso de una ciudad intermedia como lo es Chillan en Chile, puede ayudar a identificar las actuales lógicas de crecimiento para el AMC. En este trabajo, además de cuantificar el cambio urbano en 57 años, a través de fotografías aéreas y SIG, logran cualificarlo, detectando formas de crecimiento urbanas asociadas a “procesos económicos, sociales y políticos mas globales”.

Metodología

 Criterios de delimitación del área de estudio

Si bien es cierto que el Área Metropolitana de Concepción AMC- corresponde a su área como provincia, es decir alrededor de 2.800 Km2 y con trece centros urbanos (MINVU, 2000), el alcance del presente estudio hace necesario acotar esta extensa área para concentrarse en aquellos crecimientos más significativos, agrupados alrededor del centro del AMC.

El sector de estudio queda definido por las siguientes características: a) Estar en el núcleo del AMC, b) Poseer una condición periférica[6] con respecto a sus principales centros urbanos, c) Contener los crecimientos más significativos en cuanto a superficie y características de estos nuevos elementos urbanos, y, d) Presentar una relativa continuidad de la trama urbana.

Podríamos sintetizar, entonces, que el área de estudio será el centro del AMC, en sus principales crecimientos en cuanto a superficie y forma de crecimiento, desde el año 1992 hasta 2002, y que poseen una condición periférica con respecto a las ciudades componentes del núcleo del AMC.

 Caracterización del área metropolitana y su desarrollo

Se utilizó información de diversas fuentes, apoyadas en dos documentos claves: la “Memoria Explicativa del Plan Regulador Metropolitano de Concepción” (MINVU, 2000) y el “Análisis de la Red Vial Básica para el gran Concepción” (SECTRA, 1999). Además, entrevistas realizadas a dos importantes arquitectos involucrados en la generación de los primeros Planes Intercomunales o Metropolitanos, Cesar Burotto[7] y Roberto Goycoolea[8], y datos e información del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

 Crecimientos urbanos y tipologías del AMC

A partir principalmente de fotografías aéreas, planimetría y visitas a terreno, se detectan y caracterizan las principales áreas y sectores de crecimiento urbano del AMC. Esto se apoya además en diversos documentos, fotografías y publicaciones de cada sector.

La caracterización de estos tiene como base el método desarrollado hace ya algunos años por Solá-Morales (1997) para el estudio de los procesos de crecimiento urbano a partir de tres elementos básicos: “...Parcelación (P), entendida como transformación de suelo rustico en urbano, como atribución de uso urbano al suelo. Urbanización (U), operación de construcción de elementos físicos colectivos de la ciudad. Edificación (E), construcción de la edificación...”.

A través de estos elementos esenciales se pueden caracterizar los procesos estructurales del crecimiento urbano e intentar tipificarlos.

Resultados. Formas y tipos de crecimiento urbano del AMC

El AMC posee una población total de 1.010.950 hab., con una superficie total de 2.831,3 Km2 y densidad de 357,0 Hab/Km2[9]. Abarca las áreas urbanas de las comunas de Concepción, Talcahuano, San Pedro de la Paz, Chiguayante, Tome, Penco, Lota, Coronel, Hualpén y Hualqui.

El AMC tiene una variada e importante actividad económica basada en la industria (forestal, minera, pesquera y manufacturera, entre otros) y es también un importante centro de servicios. Una de sus características más relevante es ser el único lugar del país donde confluyen cuatro modos de transporte: aeroportuario, portuario marítimo, ferroviario y vial.

 

Tabla 1. Población del Gran Concepción (1952-2002)

 

El desarrollo metropolitano del AMC[10]

Como afirman las investigaciones actuales, si bien los procesos de metropolización son un fenómeno que está caracterizando a las ciudades contemporáneas, muchos de estos procesos comenzaron en pleno período industrial.

En Concepción, tal como lo señala Goycoolea[11] (2005), la dimensión metropolitana comienza claramente con la instalación de la Compañía de Aceros del Pacifico (CAP) en Huachipato, alrededor del año 1950.

En ese periodo el sector entre Concepción y Talcahuano comienza un rápido poblamiento (tabla 1 y fig. 1) debido principalmente a la migración de sectores rurales en busca de empleo, como también a la instalación de poblaciones para distintos sectores de trabajadores y directivos de la empresa.

También en esos años se apreciaba un crecimiento hacia el sector sur, que más tarde daría lugar a la comuna de Chiguayante.

 

Tabla 2 y Gráfico 1: Se observa claramente el aumento de población en las comunas periféricas al núcleo metropolitano.
Fuente: elaboración propia en base a datos del INE (Julio de 2005).

 

Figura 1. Crecimiento y formación del AMC.
Fuente: elaboración propia a partir de información del MINVU (Junio 2005).

 

Figura 2: Los sucesivos planes metropolitanos de Concepción.
Fuente: Archivos MINVU. La expansión metropolitana queda reflejada en las propuestas que agrupan sucesivamente un mayor número de comunas y superficie.

 

A modo de síntesis, el desarrollo del AMC ha estado condicionado principalmente por los siguientes factores:

a. El desarrollo de la industria. Como ya se comentó, sobre todo con “la industrialización de la compañía del acero en una primera etapa, posteriormente con la industria petroquímica, lo fuertemente forestal y pesquero, y todas las subsidiarias de la Compañía de Acero del Pacífico” (Goycoolea, 2005). Esto hizo que, en una primera etapa metropolización, se trasladará gran parte de la población a los centros urbanos, en procesos migratorios sucesivos, que transformaron sustancialmente la morfología urbana, pasando de núcleos dispersos y auto-centrados a una gran Área Metropolitana con un núcleo conurbado (Concepción-Talcahuano) y anillos concéntricos de ciudades satélites.

b. Los elementos geográficos. El borde costero, que ha permitido la creación de puertos, fomentando la industrialización de todo tipo. El relieve, principalmente la presencia de la Cordillera de la Costa, que ha condicionado los asentamientos y privilegiado en este periodo la ocupación en los valles y sectores bajos, produciendo un crecimiento de tipo “tentacular” o de “estrella”. Y la fuerte presencia del río Bío-Bío que divide esta área metropolitana.

c. La estructura vial. Que fue desde un inicio la trama sobre la cual se fue extendiendo la ciudad, con sus líneas ferroviarias y de tranvías y posteriormente todas las importantes autopistas y carreteras o “rutas”, generadoras de crecimiento urbano y actualmente de conurbación en todos los sentidos; los puentes que han permitido conectar y trasladar crecimientos poblacionales e industriales  del centro metropolitano hacia la zona sur y finalmente el plan de transporte Biovías y la ruta inter portuaria.

Todas estas condiciones decantan en un complejo crecimiento espacial, funcional y social del AMC.

Funcionalmente, sus centros urbanos están cada vez más especializados “Talcahuano, Penco y Lirquén son las actividades industriales-portuarias, las de servicio para el caso de Concepción y residencial y recreativas para el caso de Chiguayante y San Pedro de la Paz” (Pérez y Riffo, 2003). Al mismo tiempo se han creado “una fuerte dependencia funcional de los diferentes centros urbanos entre sí, lo cual se manifiesta en una gran dinámica de intercambio con el fin de satisfacer necesidades individuales de cada centro urbano que emanan de su propia especialización” (Pérez y Riffo, 2003).

Principales áreas y sectores de crecimiento urbano del AMC

A partir de la comparación de fotografías aéreas correspondiente a los años 1992[12], 2000 y 2002[13], del estudio de planimetría del AMC[14] en las fechas indicadas y la revisión de estos datos con observaciones en terreno e información de distintas fuentes (para población ver Tabla 2 y Gráfico 1), se identifican los principales sectores de crecimiento urbano del centro del AMC.

Las descripciones de cada uno de estos sectores tienden a caracterizar las áreas en su situación actual atendiendo principalmente a cuatro elementos: su ubicación, respecto a los principales elementos de la estructura urbana; procesos de urbanización (PUE) entendido como conjunto de operaciones materiales de construcción de la ciudad; forma de gestión, en los casos que resulte relevante para el proceso y, finalmente, uso social de las áreas.

 

Figura 3. Principales sectores o áreas de crecimiento urbano en el AMC 1992-2002.
Fuente: Elaboración propia.

 

 

a. Sector trébol (fig. 4).

El crecimiento en este sector está fuertemente potenciado por ser un punto equidistante de los grandes centros urbanos, ser un nodo de importantes vías que unen a la intercomuna (Concepción _Talcahuano _ Hualpén _San Pedro _Penco) y estar en el límite de tres de estas comunas (Concepción - Talcahuano - Hualpén).

Su proximidad a los humedales del norte (la antigua desembocadura del río Bío-Bío) y el alto coste de construcción, producto de la calidad de los suelos, hizo que estos terrenos tuvieran en un inicio bajo valor de compra. Esto, sumado a su situación estratégica dentro del territorio (cercanía a los centros urbanos, infraestructura vial intercomunal, el aeropuerto, etc.) transformaron a este sector en un sitio favorable para la instalación de grandes equipamientos de comercio y de ocio.

Debido a las distancias y tiempos asociados a su escala intercomunal, se privilegia el uso del automóvil y los espacios de flujos como articuladores espaciales.

Este sector ha logrado trasladar múltiples funciones y servicios que hasta entonces eran exclusivos de los centros urbanos, logrando en los últimos años consolidar un carácter de “nuevo lugar central” (Font, 1997).

 

Figura 4. Sector Trébol. Instalación de grandes contenedores y creación del nuevo centro. Años 1992 (izq.) y 2002 (der.).
Fuente MINVU.

 

b. Ribera Norte (fig. 5).

Ubicado en el sector de contacto entre la ciudad y el gran río Bío_Bío, este crecimiento es parte de un macro plan de renovación del centro de la ciudad, a través de la extensión de su centro hacia el borde río, espacio degradado por años de crecimiento marginal e informal.

Su objetivo central es desarrollar 140 hectáreas de suelo urbano ofreciendo soluciones definitivas a familias en ocupación ilegal, y al mismo tiempo abrir oportunidades de inversión, con excelentes niveles de conectividad con la intercomuna.

Su crecimiento esta planificado en distintas etapas y aproximaciones.

La primera etapa (a partir de 1990) fue crear distintas organizaciones que coordinaran el total del proyecto. Junto con esto se comenzó la realización de un plan seccional donde se establecen los usos de suelos y líneas generales de intervención.

La primera materialización del plan consistió en la realización de la avenida Costanera y el Puente Llacolén, de más de 2 km. de longitud, (como continuación de la avenida Carrera). Esto significó importantes transformaciones en la infraestructura y movilidad metropolitana.

Posteriormente se comenzaron a ejecutar distintos trozos del plan: los conjuntos de viviendas de erradicación, el Parque Costanera en el borde río, con equipamientos para la recreación y el deporte.

Paralelamente comienza la construcción del Barrio Cívico y la remodelación de la antigua estación de Ferrocarriles.

Actualmente continúan ejecutándose otras etapas de erradicación, junto con la puesta en marcha de los primeros lotes para la inversión privada.

Todo este conjunto de intervenciones ha transformado el sector; a través de trozos proyectados y materializados por medio de licitaciones públicas se va “formalizando” la ciudad, “higienizando” los espacios poblados en forma clandestina, integrando a la silueta urbana.

Así se logra el segundo objetivo: lograr la plusvalía necesaria en el resto de los terrenos para que aparezcan inversiones privadas que puedan costear el total del proyecto.

 

Figura 5. La transformación por sectores hacia el borde río. Años 1992 (izq.) y 2002 (der.).
Fuente MINVU.

 

En síntesis, a través de una intervención basada en modelos globales[15], la gestión estatal logra un equilibrio entre los intereses de inversionistas privados y las numerosas familias en condiciones de marginalidad y pobreza existentes en el sector[16].

Pese a esto el sector mantiene la condición de segregado, debido a lo infranqueable de las vías vehiculares que lo limitan, el paisaje generado por estas macro estructuras, el espacio público de baja calidad y la ausencia de equipamiento y heterogeneidad de funciones que caracterizan a los tejidos centrales.

c. Idahue (fig. 6).

Sector residencial ubicado a un costado de la Laguna Chica, en la expansión sur de San Pedro (camino a Santa Juana).

Aislado en lo alto de la meseta, posee amplio dominio visual de las Lagunas (Grande y Chica), San Pedro, Concepción y la desembocadura.

Su trazado está definido por la topografía y las vistas, ocupándose la parte más alta de forma extensiva, con baja densidad de edificación.

Su extensión orgánica por el cerro, que permite de este modo el acceso vehicular, mantiene sólo un punto de contacto  con la vía San Pedro - Santa Juana, permitiendo tener un máximo control de accesibilidad al barrio.

Su desarrollo comenzó a través de una cuidadosa urbanización y parcelación, de acceso controlado, tendidos subterráneos y parcelas con amplias vistas, lo que determina un barrio con edificaciones aisladas y tipologías diversas, que van apareciendo de forma gradual en el tiempo.

 

Figura 6. Idahue. Su crecimiento se adapta a la topografía y las vistas que le otorga su emplazamiento. Años 1992 (izq.) y 2002 (der.).
Fuente MINVU.

 

d. Lonco Parque (fig. 7).

Sector residencial ubicado en la conurbación Concepción_Chiguayante, caracterizado por aislarse en un paisaje de vegetación y naturaleza, rodeado de bosques nativos y con vista al río Bío-Bío, fuertemente condicionado por la geografía y topografía

Posee además rápido acceso a los centros urbanos cercanos a través de la ruta Chiguayante -Concepción -Talcahuano.

En su condición geográfica se presenta como una puerta a un futuro desarrollo de la ciudad hacia el Cerro Caracol, siendo hasta el momento el único acceso urbanizado para dicho sector. Esto explica el hecho de que cuente con una gran vía vehicular para su acceso.

En cuanto a la topografía, el tipo de suelo y las fuertes pendientes determinan la forma de crecimiento: la organicidad de su trazado en busca de la adaptación pendiente para dar acceso vehicular al nuevo barrio y a un futuro crecimiento de la ciudad.

Su ocupación en forma dispersa, con grandes lotes y baja densidad de edificación.

El resultado de ambas variables son grandes lotes (sobre los 500 m2) de formas irregulares, con edificación aislada y de heterogeneidad de tipologías.

Este sector está proyectado contando desde ya con una buena infraestructura vial, con un futuro enlace a la Costanera a través de una vía elevada, lo que significará un crecimiento importante de la ciudad en las mismas condiciones de “aislamiento” en el territorio natural.

 

Figura 7. Crecimiento orgánico de Lonco Parque. Años 1992 (izq.) y 2002 (der.).
Fuente MINVU.

 

e. Andalué (fig. 8).

Ubicado en el espacio “interlagunar”, es uno de los grandes crecimientos experimentados por el AMC. Además, define un nuevo modelo de hábitat adaptado al entorno natural.

También en este lugar las pendientes definen un trazado sinuoso, y condicionan el uso extensivo y de baja densidad.

Sin embargo, en este sector existen distintos tipos edificatorios: viviendas aisladas, edificios de departamentos, condominios o conjuntos habitacionales en baja altura, etc. También posee algunos equipamientos (colegio, supermercado, asilo de ancianos), por tanto tiende a reproducir el modelo urbano de mixtura de tipos y funciones.

A pesar de esta mezcla de funciones, su carácter es marcadamente residencial. Así también, pese a tener flujo vehicular y peatonal, su ubicación y distancias se transforman en elementos segregadores, potenciando la idea de “barrio exclusivo” para familias de altos ingresos.

 

Figura 8. Andalué, extenso crecimiento en la meseta interlagunar. Años 1992 (izq.) y 2002 (der.).
Fuente MINVU.

 

f. Vilumanque (fig. 9).

Emplazado a un costado del camino Concepción-Penco, este crecimiento se caracteriza por ser un barrio residencial “cercado” por la geografía, de trazado irregular que privilegia la edificación aislada.

Su cercanía a Concepción (aprox. 4 km.) sumado a su entorno natural, generan un sector “isla” propicio para la residencia de familias de altos ingresos.

Su trazado, orgánico y atípico, es el resultado de principalmente la topografía del sector, en que privilegia la ocupación de la parte baja y plana, fácil de urbanizar y edificar, mientras que la parte alta, los cerros, se mantiene con vegetación, permitiendo tener un entorno natural y “cerco” de protección y aislamiento para el barrio.

Dentro del llano se genera una rotonda o circuito vehicular, que permite el desarrollo en el sector de lotes amplios (desde 400 m2), de uso casi exclusivo para viviendas aisladas, a excepción de un condominio (Parque Inglés) y un colegio (Wessex School).

Los residentes, principalmente familias de altos ingresos, privilegian el uso del automovil sobre cualquier otro medio de traslado, lo que se traduce en una ausencia de espacios públicos y elementos peatonales, sustituida por la presencia de los bosques que le rodean y grandes extensiones de prado.

 

Figura 9. Vilumanque. Crecimiento en el sector bajo y su “cerco” de cerros y vegetación. Años 1992 (izq.) y 2002 (der.).
Fuente MINVU.

 

g. Lomas de San Sebastián / Lomas Bellavista (fig. 10).

Sector caracterizado por la masiva construcción de espacios residenciales cerrados, tipo condominios.

Su localización está definida por el aprovechamiento de un amplio sector vacío, de bajo valor por el alto coste de edificación debido a su proximidad a los humedales, pero con la ventaja de su ubicación con respecto a las vías principales de comunicación de la intercomuna y su proximidad con el emergente centro  de comercio, servicios y recreación, el sector Trébol.

Estos factores atrajeron a agentes inmobiliarios locales, que en asociación con empresas transnacionales, compraron, urbanizaron, parcelaron y edificaron por etapas grandes áreas de terreno, con un modelo de conjunto habitacional cerrado, dentro del cual se desarrolla una o dos topologías de vivienda y un controlado espacio de recreación (no siempre presente).

Los conjuntos se agrupan en racimos, cada uno a modo de cul de sac, con sólo un acceso hacia una vía secundaria de comunicación, de nulo valor como espacio público.

Los ocupantes son familias de altos ingresos económicos, cada familia con al menos un vehiculo. Posiblemente sea la posibilidad de transporte de cada una de estas familias lo que haga innecesaria la existencia de equipamiento o comercio en este sector, transformándose en un lugar de exclusivo uso residencial.

 

Figura 10. Crecimiento por “paquetes cerrados” en el antiguo lecho del río Bío Bío. Años 1992 (izq.) y 2002 (der.).
Fuente MINVU.

 

h. Paicaví (fig. 11).

Este sector se ha desarrollado a partir del corredor Concepción _Talcahuano, aprovechando la gran exposición visual que genera esta autopista.

A esto se suma la creciente importancia del nuevo centro aledaño: el sector el Trébol.

Este sector se forma a partir de la organización de parcelas individuales que, a través de la gestión inmobiliaria, se agrupan y urbanizan el área, ofreciendo grandes lotes y aumentando su plusvalía.

Tomando el sector en su totalidad, el factor “exposición” ha favorecido una edificación con diversidad de usos; desde industria “blanda” o de representación corporativa, complejos educacionales (U. Católica de la Santísima Concepción, DUOC). Todo esto genera un borde edificatorio, dejando un “detrás” aun sin desarrollo, a excepción de un conjunto habitacional de tipo condominio y una plazoleta construidos antes de la aparición de los numerosos galpones.

Los recientes crecimientos desde el Trébol hacia Talcahuano y Hualpén parecen seguir la misma lógica de crecimiento de este sector, con usos similares a los aquí observados.

 

Figura 11. Contenedores dispersos en el borde de la autopista Concepción-Talcahuano. Años 1992 (izq.) y 2002 (der.).
Fuente MINVU.

 

i. El Manzano (fig. 12).

Sector ubicado entre el río Andalién y la carretera Concepción-Penco, en un terreno inundable por las crecidas del río.

Agrupa tres unidades residenciales independientes entre sí, amuralladas o cercadas, que fueron desarrollándose paulatinamente en el tiempo, sin continuidad entre sus tejidos y sin espacios comunes salvo la calle que los une.

Constituido por Viviendas y edificios tipo SERVIU, de bajo estándar para familias de bajos recursos.

Su conexión peatonal hacia el centro no existe salvo como pequeños senderos de borde de carretera, interrumpido por flujos vehiculares y la rotonda de la Avenida Gral. Bonilla.

A su precaria situación debe agregarse además la presencia de un canal poco salubre y de una línea de alto voltaje.

 

Figura 12. Ocupación intersticial entre la autopista y río Andalién. Años 1992 (izq.) y 2002 (der.).
Fuente MINVU.

 

j. Hualpén Sur (fig. 13).

Ubicado entre la avenida Colón y el río Bío-Bío, este crecimiento se caracteriza por agregación  de distintos conjuntos que en su totalidad generan una forma laberíntica. Determinante es aquí la forma en que se ha gestionado el terreno[17], dando como resultado la venta de pequeños “paños“ de terreno a distintas inmobiliarias.

Esto, sumado a ciertas restricciones en cuanto a densidad y superficie de la edificación, condicionaron la aparición de barrios tipo “ciudad jardín”, los que van agregándose sucesivamente sin un plan general establecido.

De carácter predominantemente residencial, este sector posee ofertas inmobiliarias para un amplio rango de estratos sociales.

 

Figura 13. Hualpén Sur. Crecimiento laberíntico por agregación de barrios-jardín. Años 1992 (izq.) y 2002 (der.).
Fuente MINVU.

 

k. Otros sectores.

Al final de esta descripción se ha querido incluir un grupo de sectores que, si bien no concuerdan con los limites que se auto impuso este análisis en cuanto fechas y formas de localización, no se han querido excluir, pues muestran procesos y tipos distintos a los estudiados anteriormente.

Estos sectores se han diferenciado del resto de los estudiados en tener tiempos o etapas de crecimiento que no concuerdan con el periodo estudiado, y no aparecen (o no muestran cambios evidentes) dentro de la comparación aerofotogramétrica que referencia este análisis.

Pese a esto, a continuación se hará un resumen descriptivo de cada uno de estos sectores.

- Cosmito (fig. 14).

Este sector, ubicado en el borde de la autopista Penco-Concepción, posee un desarrollo disperso y diversidad de funciones y tipologías. Pese a presentar un crecimiento típico (a modo de caseríos), es importante destacar la transformación gradual de los últimos años, en que ha ido consolidando su borde, ubicándose preferentemente edificaciones de representación corporativa, industrial, semi-industrial, residencial y comercial.

 

 
Figura 14. Sector Cosmito, múltiples edificaciones, usos y agrupaciones en el borde de la vía. Años 1992 (arriba) y 2002 (abajo).
Fuente MINVU.
 
Figura 15: Sector Seccional San Pedro, con sectores residenciales (gris) e industriales (achurado).
Fuente: Oficina de arquitectura M. Durán.

 

- Seccional San Pedro de la Costa (fig. 15).

Ubicado entre San Pedro Y Coronel, este sector está experimentando importantes crecimientos en forma de “paquetes”, producto de la gestión a modo de “banco de terreno”.

Luego de un Plan Seccional que incorporó este sector al área urbana, los propietarios del terreno han ido vendiendo partes de éste a las inmobiliarias, apareciendo conjuntos residenciales de distintas características que colonizan el sector.

Se observa también una incipiente zona industrial apoyada en la ruta 160.

- El Venado (fig. 16).

Entre los más recientes crecimientos cabe destacar el Fundo el Venado, ubicado en la comuna de San Pedro, que cuenta con una superficie de más del 60% del área total de San Pedro Viejo (Pérez y Riffo, 2003).

Su ubicación en la meseta de la Cordillera de Nahuelbuta y como parte del área interlagunar le otorga un entorno de naturaleza y paisaje que estructuran la forma de crecimiento que tendrá el sector.

A través de un plan seccional se espera crear un nuevo barrio como continuación natural de Andalué, con usos de suelo residencial, comercio y equipamiento, protección ecológica y deportes.

Un caso aparte es el sector Lomas de San Andrés, que por su desarrollo en el tiempo (iniciado a partir de los años ’80), por la complejidad y extensión de su crecimiento, escapa por completo a los propósitos de este estudio y ameritaría un tratamiento en profundidad en trabajos posteriores.

 

Figura 16. A la izquierda, Laguna Grande de San Pedro y fundo El Venado. A la derecha, el complejo desarrollo del sector Lomas de San Andrés.
Fuente: Pérez y Riffo (2003) y Archivos FAUG, respectivamente.

 

Formas y tipos de crecimiento urbano del AMC.

A partir del estudio de cada sector de crecimiento urbano del AMC se realiza la tipificación de los mismos, como una necesidad de aproximación renovada al fenómeno urbano, que conceptualice y ordene las descripciones anteriores de manera que sean útiles con miras a la intervención.

Es necesario advertir que el conceptualizar y nominar elementos y procesos novedosos tiene un fin instrumental -no son un fin en sí mismos- a través del cual se busca sintetizar sus características, posibilitando relaciones y comparaciones.

Esta parte del trabajo pretenden ser abierta y experimental, consecuentes con la dinámica de los fenómenos estudiados, como un primer paso dentro del estudio de la transformación actual del AMC.

 

Figura 17. Nuevas formas de crecimiento del AMC.
Fuente: Elaboración propia.

 

a. Nueva centralidad dispersa a partir de grandes contenedores aislados (Fig. 18).

Su desarrollo se ha caracterizado por la edificación de grandes contenedores para el comercio y el ocio, los artefactos de la globalización representativos de un sistema de economía global, que en la mayor parte responde a “modelos, prototipos y comportamientos que ya no responden a ninguna especificidad geográfica particular” (De Mattos, 2002 b).

Instalados en espacios-nodos en la red de transporte, asociados a una escala metropolitana, privilegian el uso del automóvil, y a los espacios de flujos como articuladores espaciales.

Estos grandes contenedores se muestran "modernos, seguros, limpios, lindos, asépticos y tranquilos" –en contraste con el espacio público "viejo, sucio, feo, contaminado y peligroso"–. Sin embargo en este tipo de lugares el carácter público es sólo una simulación, ya que se trata de espacios privados donde lo democrático cede su lugar a intereses económicos y a la rentabilidad, por sobre toda consideración estética, ética o de otra índole (Remedi, 2000).

 

 
Figura 18. Nueva centralidad dispersa a partir de grandes contenedores aislados.
Fuente: Elab. propia.
 
Figura 19. Sustitución o renovación gradual de una pieza urbana dentro del “mosaico” urbano central.
Fuente: Elaboración propia.

 

b. Sustitución o renovación gradual de una pieza urbana dentro del “mosaico” urbano central, como crecimiento del centro formal sobre la periferia informal (fig. 19).

A través de actuaciones sectorizadas y concatenadas, como un proceso paulatino de crecimiento, con diversidad de usos, funciones y tipos edificatorios.

Este tipo de intervenciones tiene su origen en la transformación en el enfoque de la gestión urbana: el estado pasa a ser un mediador entre distintos actores involucrado en el desarrollo de un proyecto de ciudad, siendo el proyecto en sí una compleja resultante de intereses económicos, políticos, sociales y urbanos, intereses globales y locales.

Generalmente estas intervenciones buscan formalizar una “fachada urbana” dentro de las acciones de “cosmética urbana” (De Mattos, 2004) para así atraer inversiones y estimular el crecimiento de la ciudad, la generación de empleos, y el posicionamiento de la ciudad a distintas escalas.

c. La ciudad vallada[18] a partir de paquetes de barrios medianeros de implantación o colonización (figs. 20 y 21).

Estas formas de crecimiento están caracterizadas por ser operaciones unitarias, grandes actuaciones, en un proceso de adición de partes (paquetes) cerradas.

Estos paquetes tienen dos tipos de origen:

- Barrios medianeros de implantación. Corresponden al “implante” o inserción de un grupo social (generalmente de estrato económico alto o medio-alto) dentro de una población de bajos ingresos, cuyos barrios están conformados por el tipo vivienda social o la autoconstrucción.

- Barrios medianeros de colonización. Ubicados en la periferia o fuera de las concentraciones urbanas, en cuyo caso el cercar o amurallar el perímetro del barrio toma también el carácter de límite frente a una extensión vacía.

En ambos casos se produce la atomización del espacio público en sectores cerrados, intramuros, con una única válvula conectado a vías secundarias, pero de rápida conexión a los servicios.

La unión de estos paquetes, a modo de “barrios medianeros” (adosados unos a otros) no genera espacio público ni continuidad en la trama, ni llega a constituir un tejido urbano. Son sectores  cuyo modelo de conjunto y tipología de las viviendas (generalmente de un solo tipo por conjunto) corresponden a modelos asimilados de catálogos extranjeros.

Son los escenarios de la reiteración sin límite de una misma tipología que pasan del barrio vallado o condominio, a un conjunto de mayor escala: la ciudad vallada.

Una variante de este tipo es el “barrio ghetto”, viviendas de bajo estándar amuralladas o cercadas, aumentando la condición de segregación y abandono originada por su ubicación y entorno.

En distintos sectores del AMC se encuentran estos tres tipos de residencia cerrada, siendo actualmente el modelo de barrio de mayor popularidad.

Este tipo de crecimientos se explica principalmente por las ganancias que provoca en los promotores el acceso a suelo de menor valor en las periferias, situación que sustenta el éxito del negocio inmobiliario asociado a esta tipología de barrio (Hidalgo, 2004).

 

 
Figura 20. Ciudad vallada a partir de paquetes de barrios medianeros de implantación o colonización.
Fuente: Elaboración propia.
  Figura 21. Barrios vallados: 01Lomas de San Sebastián. 02 Lomas de bellavista. 03 El Manzano. 04 Portal de San Pedro (Secc. San Pedro). 05 Villa Conavicoop San Pedro (Secc. San Pedro). 06 Conjunto Cardenal Raúl Silva H. (Secc. San Pedro).
.Fuente: Elaboración propia.

 

d. Barrios suburbanos de interfase urbano-rural (fig. 22 y 23).

Se caracterizan por la fuerte condicionante geográfica, que determina trazados orgánicos y loteos irregulares y amplios, con densificación baja y ocupación gradual de edificación aislada.

La geografía también condiciona su carácter de barrio “isla” en puntos de contemplación del paisaje natural, inserto en él y rodeada por vegetación.

Son barrios exclusivamente residenciales, para familias de altos ingresos.

En el caso del AMC estos tipos de crecimiento toman el carácter de “puertas” o “interfaces” hacia el terreno rústico de las mesetas de la Cordillera de Nahuelbuta, facilitando el acceso y posterior desarrollo urbano hacia el interior de estos terrenos.

El caso de Vilumanque presenta una variación de esta tipología respecto a su ubicación en un sector bajo del relieve; sin embargo posee varias de las características descritas en cuanto a organicidad de la trama, aislamiento y carácter de interfase del territorio rústico.

 

 
Figura 22. Barrios suburbanos de interfase urbano-rural.
Fuente: Elaboración propia.
  Figura 23. Los diversos barrios suburbanos.
Fuente: Elaboración propia.

 

e. Implantación de edificación aislada sobre las infraestructuras lineales (fig. 24 y 25).

Como conjuntos de tipologías y usos diversos, principalmente de industria de servicios, terciarias o logísticas, comercio, educación o vivienda en conjuntos (cerrados o no). Generan formaciones lineales a lo largo de infraestructuras viales de importancia (autopistas y carreteras).

En su evolución producen la soldadura entre asentamientos próximos y dan lugar a sistemas conurbados.

Entre los factores que inciden en la reubicación de estas funciones podemos mencionar el carácter de “vitrina urbana” de estos corredores, su optima conectividad (en red, con respecto a la intercomuna) y el bajo valor de los suelos.

 

 
Figura 24. Implantación de edificación aislada sobre las infraestructuras lineales.
Fuente: Elaboración propia.
 
Figura 25. Edificaciones (Cosmito) y tejidos aislados (San Pedro) sobre las infraestructuras.
Fuente: Elaboración propia.

 

f. Ciudad _laberinto a partir de “bancos de terreno” (fig. 26).

Como resultado de la forma especulativa de su gestión sobre el territorio, donde un gran paño de terreno a modo de “banco de terreno” es dividido en paños menores que se edifican gradualmente en el tiempo por distintas empresas y en distintas condiciones, lo que finalmente genera trozos de micro-tejidos inconexos y ajerárquicos.

La ausencia de un plan general o seccional queda en evidencia ante lo laberintico de su trama.

Este crecimiento es similar al de la “ciudad vallada”, teniendo ambos origen en los “bancos de terrenos”, pero el efecto laberíntico se ve minimizado en el primero debido a su mayor planificación, a su ordenación a modo de cul de sac, y la privatización de cada una de las partes componentes del terreno total.

 

Figura 26. Ciudad -laberinto a partir de “bancos de terreno”.
Fuente: Elaboración propia.

 

Procesos y áreas de crecimiento urbano del AMC (fig. 27 y fig. 28)

Luego de haber reconocido los nuevos sectores del AMC y haber analizado su tipo de crecimiento, revisaremos ahora el área en su conjunto.

Tal como en los apartados precedentes, el presente es de carácter experimental y provisorio y su interés es poder caracterizar el desarrollo actual del AMC.

Podemos agrupar los sectores y tipos anteriormente estudiado en cuatro grandes procesos:

1. Crecimiento y colmatación progresiva de los humedales del antiguo lecho del río Bío-Bío. A partir del desarrollo de un nuevo lugar de centralidad dispersa y de la expansión de la ciudad vallada. Este proceso se verá probablemente acelerado y completado por la Ruta Interportuaria, saturando la conurbación Talcahuano-Concepción a modo de “ciudad difusa”.

2. Ocupación concreta de terreno rústico en las mesetas de la Cordillera Nahuelbuta. A través de suburbanizaciones  de interfase rural-urbano, potenciando el crecimiento hacia el interior del territorio, creando extensas zonas de residencia aislada. El AMC se verá fragmentado y fractalizado por este tipo de ocupación, siendo potencial la transformación del patrimonio del paisaje de manera irreversible.

3. Intensificación de las conurbaciones lineales Noreste-Suroeste. A partir de edificación aislada sobre los ejes viales, con aparición de barrios medianeros en sus distintos tipos, aumentando la condición tentacular y dispersa del AMC.

4. Reciclaje gradual del borde-río. Consolidando la expansión del centro metropolitano y su prolongación hacia la zona interior de la región. También se observa la continuación del crecimiento laberíntico hacia la desembocadura del río.

 

Figura 27. Fotografías de las diversas tipologías.
Fuente: los autores.

 

Conclusiones: nuevas formas de crecimiento urbano del AMC.

Metropolización y crecimiento del AMC.

Observando en su conjunto las transformaciones del AMC, y la ubicación de los últimos crecimientos, se puede concluir que efectivamente el proceso de metropolización, comenzado a partir de la implantación de industrias importantes en la década del 50’, está hoy en día modificando su estructura para consolidar un territorio policéntrico.

Si obviamos la presencia del río Bío-Bío podemos observar que la conurbación se extiende desde el centro del área metropolitana, en la inevitable fusión de los dos centros urbanos más importantes (Concepción_Talcahuano), hacia todos los sentidos, en forma tentacular. Esta expansión urbana no es a modo de mancha de aceite, como en l periodo anterior, sino de gran heterogeneidad dentro de sus áreas, en un proceso de dispersión-concentración; es decir, mientras su crecimiento se extiende a través de la infraestructura, van apareciendo dentro de ésta nuevos centros o concentraciones (de residencia, de industria, de comercio, etc.).

Este proceso de dispersión-concentración muestra claros paralelismos con ciudades como Santiago o Barcelona, aunque de otra dimensión y escala.

 

Figura 28. Procesos y áreas de crecimiento reciente del AMC.
Fuente: Elaboración propia.

 

Estas transformaciones del AMC, a diferencia de ciudades más desarrolladas como las mencionadas, no podemos asociarlas directamente a una terciarización de la economía local, como tampoco a una conectividad global[19]; sin embargo los últimos cambios observados muestran un sin número de elementos globales involucrados en cada uno de los procesos de crecimiento, así como la supremacía de la red (principalmente de autopistas y vías) como estructurante del área metropolitana.

Las nuevas formas de crecimiento estudiadas en el AMC –que muestran similitudes formales respecto de otras ciudades y gran autonomía respecto de los planes de ordenación urbana- dan cuenta principalmente de los siguientes elementos asociados a la globalización:

- La utilización de redes de desplazamiento, o espacios de flujo; la infraestructura vial como estructurante del desarrollo urbano.

- La utilización del automóvil como medio urbano por excelencia y la creciente devaluación del espacio público y peatonal por éste.

- El desarrollo de nuevos centros de la dispersión a partir de espacios privados y el consiguiente deterioro o desuso del centro tradicional y del espacio público como espacios relacionadores y de encuentro.

- La aparición de “bancos de terrenos” como elementos determinantes del crecimiento de la ciudad, que incluyen mayor o menor grado de planificación, y que otorgan a la plusvalía el valor de criterio urbano.

- La suburbanización como estilo de vida de las clases sociales altas (elites), con las evidentes consecuencias de segregación espacial.

- El desarrollo de barrios amurallados o vallados en el caso de no poder escapar a los suburbios. El muro medianero como imagen urbana.

- La clonación sin límites de barrios y viviendas, la homogenización.

- La adopción de la forma vallada como criterio para las poblaciones de menor capacidad económica, como imitación del modelo de clases altas.

- La creciente y acelerada “privatización” del espacio público.

- El intento de recuperación y extensión del centro tradicional, a modo de grandes transformaciones propiciadas por el estado, como forma de revertir los procesos de fragmentación, dispersión y privatización de los espacios del AMC[20].

¿Es ésta la ciudad que queremos?.

“...A menos que políticas alternativas y realistas fomentadas por nuevos movimientos sociales puedan ser encontradas para reconstruir la significación social de las localidades dentro del espacio de los flujos, nuestras sociedades se fraccionarán en segmentos no comunicativos cuya alienación recíproca conllevará a la violencia destructiva y a un proceso de declive histórico.

Por el contrario, si proyectos sociales innovadores, representados e implementados por gobiernos locales renovados, son capaces de manejar las poderosas fuerzas desatadas por la revolución de las tecnologías de la información, una nueva estructura socio-espacial podría surgir, compuesta por una red de comunas locales controlando y dando forma a una red de flujos productivos...” (Castells, 1995).

Evidentemente el escenario descrito parece ser poco alentador; todo indica que la ciudad intermedia de Concepción es una más de las ciudades afectadas por algunos rasgos negativos del capitalismo avanzado que subyace tras la globalización.

Las implicancias sociales que acarrean la adopción de los modelos impuestos por la globalización, la privatización del espacio en que nos relacionamos; la marginación y segregación espacial, la suburbanización y aislamiento de los estratos altos, deben ser atendidas y tener respuesta por parte de quienes planifican y construyen nuestra ciudad.

Para esto debemos llegar a entender cuales son los factores que guían estos procesos de re-localización de actividades y grupos humanos, cuya influencia es crucial en la modalidad e intensidad del crecimiento y expansión metropolitano. Este estudio ha posibilitado conocerlos reconociendo tipos y procesos de crecimiento del AMC que se constituyen en elementos de anticipación que habría de recoger la planificación.

Pero, como afirma De Mattos (2002 a) debemos aceptar que, en una sociedad capitalista “...liberalizada y desregulada, estas decisiones difícilmente pueden ser controladas o modificadas por los gobernantes...”. Entonces, es necesario reconocer que la esperanza de retornar a la ciudad del pasado, idealizada y añorada y recuperar las dinámicas y formas de esta ciudad, es una ilusión nostálgica sin destino. “Como ha ocurrido siempre, será sobre el resultado específico emergente de las condiciones propias de este nuevo tiempo, que será posible definir alternativas para una gestión para perfeccionar el escenario urbano y su vida cotidiana en la ciudad de los albores del tercer milenio...” (De Mattos (2002 a).

Finalmente, es importante señalar que todas estas transformaciones se encuentran en pleno proceso, conviviendo aún la ciudad tradicional -o compacta- con el nuevo modelo de dispersión metropolitana. Esto significa que muchos de estos procesos son aun modificables, pudiendo planificarse y tener a futuro una ciudad más cohesionada y sostenible.

 

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Notas

[1] Término acuñado por G. Dematteis, “Progetto implicito…” (1995).

[2] Término utilizado por M. Castells, ”La ciudad informacional” (1995).

[3] Término utilizado por E. Soja en "Poles apart: Urban restructuring in New York and Los Angeles" (1991).

[4] Término utilizado por M. Janoschka, "El nuevo modelo…” (2002).

[5] Término acuñado por O. Nel·lo en su articulo "Los confines de la ciudad sin confines. Estructura..." (1998).

[6] (Del lat. peripherĭa, y este del gr. περιφέρεια). Espacio que rodea un núcleo cualquiera (RAE).

[7] Entrevista a Arq. Cesar Burotto. Julio de 2005.

[8] Entrevista a Arq. Roberto Goycoolea. Julio de 2005.

[9] Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Consulta Junio de 2005.

[10] El siguiente apartado se basa principalmente en entrevistas al Arq. Burotto (2005) y al Arq. Goycoolea (2005).

[11] El Arquitecto Roberto Goycoolea es Premio Nacional de Arquitectura de Chile, 1995.

[12] Planchetas fotográficas año 1992, digitalizadas y compuestas por los autores a partir de originales en blanco y negro, facilitadas por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU).

[13] Planchetas fotográficas año 2000 y 2002. Diversas fuentes.

[14] Principalmente Planos Intercomunales de Concepción, años 1992-95, 2000, 2002. Diversas fuentes.

[15] Las referencias son, entre otras, el plan de reurbanización de Bilbao, España; y Puerto Madero en Argentina.

[16] Para una profundización en este tema ver el artículo de H. Zunino “Construyendo ciudad desde lo local en lo global: el caso del proyecto Ribera Norte, Concepción, Chile” (2005).

[17] Las familias propietarias de los terrenos en su totalidad van vendiendo cada cierto tiempo una porción del terreno a las inmobiliarias, manteniendo así su plusvalía; esto se conoce como “banco de terreno”.

[18] Término acuñado por R. Hidalgo en “De los pequeños condominios a la ciudad vallada: las...” (2004).

[19] Este punto puede ser objeto de discusión, ya que tanto las principales empresas de la zona en el ámbito productivo, así  como la mayor parte de las inmobiliarias responsables de los últimos grandes crecimientos del AMC, tienen inversionistas y asociados extranjeros. Por tanto la globalización económica estaría más directamente relacionada con el desarrollo actual del AMC, que muchos otros factores, como lo comprueba el hecho de tener una dinámica propia de crecimiento distinta a la estipulada por los planes reguladores (como se denomina en Chile a los Planes Generales de Ordenación Urbana).

[20] El municipio actualmente tiene en desarrollo varias propuestas y proyectos para la revitalización del centro de Concepción. Véase “Nuevos barrios comienzan a nacer en Concepción”, artículo aparecido en EMOL, Ediciones especiales (24 de Julio de 2005).

 

© Copyright Leonel Pérez Bustamante y Edison Salinas Varela, 2007.
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Ficha bibliográfica:
PÉREZ, L.; SALINAS, E. Crecimiento urbano y globalización: transformaciones del Área Metropolitana de Concepción, Chile, 1992-2002. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias sociales. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1 de noviembre de 2007, vol. XI, núm. 251 <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-251.htm>. [ISSN: 1138-9788].

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