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Universidad de Barcelona
El VII coloquio Internacional de Geocrítica aborda cuestiones esenciales referentes a la construcción de la ciudad y las posibles intervenciones en ella. La ciudad se construye por la actuación de agentes que despliegan estrategias variadas en el espacio urbano, en relación con sus propios intereses; y que pueden estar en conflicto entre si, y con los que, de manera general, podemos denominar actores urbanos, es decir, todos los ciudadanos que nos movemos en el teatro de la ciudad.
Tal como se decía en la convocatoria de este encuentro, el coloquio trata de poner énfasis en el estudio de las estrategias de los propietarios del suelo, de los propietarios de los medios de producción, de los constructores, promotores y grupos financieros. También de prestar atención a todos los agentes vinculados a la promoción y distribución de las viviendas y edificios, desde los técnicos (arquitectos e ingenieros) a los publicistas y vendedores.
Todos ellos actúan en un marco legal que ha cambiado con el tiempo. El Estado es, al mismo tiempo, un agente urbano que actúa en la producción de la ciudad y una instancia para la regulación de los conflictos y la gestión de las contradicciones. En ese sentido, la evolución de las políticas urbanas y las funciones de las mismas merecen una especial atención.
El estudio de los agentes urbanos y de su actuación en el marco de un ordenamiento legal es un tema de capital importancia hoy. Diversas disciplinas científicas han ido incorporando el estudio de este problema en las últimas tres décadas, desde la geografía y la economía a la historia y la historia del arte.
La creciente atención a esta cuestión estuvo unida desde los años 1970 al cuestionamiento de los planteamientos abstractos del neopositivismo en las ciencias sociales. Frente a ellos, se dirigió la atención a temas sociales significativos, y al análisis de los comportamientos y las intenciones de los individuos y grupos sociales que actúan en el espacio, y especialmente de aquellos que tienen una incidencia mayor en su modelado. En lo que se refiere a la ciudad, eso significó prestar atención a los agentes activos de la construcción y el cambio en la ciudad, a los que son responsables de la organización general de los usos del suelo y de la morfología, al estudio de sus estrategias, que son resultado de sus intereses y de sus percepciones, así como al papel de las instituciones y del marco legal en todo ello.
La atención a los agentes urbanos permite,
efectivamente, entender la forma como la ciudad se construye, cuáles son los
factores esenciales de la organización del espacio, de la creación del paisaje
urbano, y avanzar hacia la comprensión y explicación de los mecanismos y las
lógicas de
La pregunta pertinente es: ¿qué políticas y sobre qué ciudad?
Para contestar a ella es importante conocer la
larga historia de la ciudad, íntimamente unida a la historia de
Es sobre la ciudad actual y sobre esa ciudad futura sobre la que debemos actuar. Hace falta una política mínima sobre una ciudad que deberá conservar la memoria histórica respetando el patrimonio del pasado. Que tal vez deberá ser compacta, si se quiere evitar la destrucción de todos los espacios periurbanos. Que habrá de poseer los equipamientos y servicios públicos necesarios para la población, bien situados y accesibles. Que ha de optar necesariamente por el transporte público, y preparar con sentido común las correspondientes infraestructuras. Seguramente es fácil ponerse de acuerdo sobre todo ello, al menos al nivel de las declaraciones generales, retóricas.
Pero se ha de ir más allá. Construir la ciudad implica también opciones sociales y políticas. Son ellas las que nos puede permitir diseñar una ciudad en la que los ciudadanos tengan mecanismos de participación habitual en la elaboración y en la gestión del urbanismo.
También una ciudad en la que que se evite la desigualdad y la segregación, y en la que esté garantizado el acceso a la vivienda y la estabilidad de uso de la misma, es decir, sin amenazas de expulsión al cabo de algunos años (como sucede hoy en España con la actual ley de arrendamientos urbanos).
El problema de la vivienda es verdaderamente esencial, ya que es a través de ella que se construye el espacio social de la ciudad, se localizan los hombres en el espacio, y se establece la segregación que está presente desde el comienzo de la historia urbana. La falta de vivienda o la inestabilidad en el uso de la misma son atentados básicos a los hombres, ya que la vivienda es una dimensión esencial de la vida humana, del mismo ser del hombre. Como han dicho algunos filósofos, el hombre solo es en la medida en que habita, en la medida en que dispone de un lugar para el reposo y para enfrentarse al mundo.
El problema de la vivienda es así una cuestión
esencial, que fue aumentando con el crecimiento de las ciudades durante el
siglo XIX. Aparece, por ejemplo, claramente formulado en los famosos artículos
que publicó Friedrich Engels
en 1872 y que se reunieron en un libro titulado El problema de
La cuestión de la vivienda se había convertido ya
en el último tercio del XIX en un aspecto básico de la llamada "cuestión
social", por la falta de alojamientos decentes para los grupos populares y
por los precios de los alquileres. Los estallidos revolucionarios de los años
70 (el Sexenio Revolucionario en España,
Los debates sobre la vivienda popular tienen una
cronología muy similar a un lado y otro del Atlántico. Hoy tenemos ya estudios
que lo muestra de forma convincente (entre los cuales
La intervención del Estado respecto a la vivienda
para el sector popular tuvo varias modalidades, tales como estímulos impositivos
a la acción privada, préstamos destinados a la construcción de
Desde los primeros debates sobre la vivienda han
pasado ya más de siglo y medio. Pero el problema sigue estando planteado.
Gracias a los avances de la arquitectura del Movimiento Moderno se puede hoy
construir vivienda digna y de calidad para los grupos populares a precios
razonables. Durante el siglo XX ha habido que construirlas para más de 4.000
millones de personas, más que en toda la historia anterior de
El acceso a la propiedad se ha hecho amplio en muchos países. La propiedad de la vivienda contribuye sin duda a la paz social, y por eso los gobiernos la han apoyado. El lema de "Todos propietarios" que acuñaron los revolucionarios del XIX fue cálidamente acogido por los gobiernos y por el capital cuando fueron conscientes de las ventajas que podían obtener de ello. Sus consecuencias han sido verdaderamente grandes, ya que la complicidad con el sistema social se ha extendido a amplias capas de la población.
Pero la inversión en vivienda se ha convertido en una verdadera obsesión para amplios grupos sociales, como forma de ahorro de mantenimiento o revalorización de los ahorros. Lo cual puede tener consecuencias negativas y, en todo caso, es una demostración evidente del fracaso del sistema capitalista en lo que se refiere a la organización de un sistema de ahorro eficaz, que no esté afectado por la inflación, ni por las quiebras o la rapiña de los bancos.
Se necesita una política de viviendas que acabe
con la pobreza y
Han pasado muchos años, y en medio hay que contar
el fracaso de la experiencia revolucionaria de
Parece evidente que se necesitan otras formas de
organización de la economía y de
Necesitamos otro planeamiento y otra forma de
construir
Son muchos los temas a los que debemos prestar atención, en una perspectiva interdisciplinaria, que no esté afectada por las anteojeras y los deseos de autoprestigio de cada disciplina, algo que a veces impide un diálogo fructífero. En la convocatoria del Coloquio hacíamos referencia a muchas cuestiones que creemos imprortante destacar, no solo para debatir en el marco de este Coloquio, sino también para impulsar en nuestros centros la realización de estudios y diseñar programas de investigación.
Algunos de los temas que nos interesan hacen referencia al marco jurídico en el que se realiza la producción de la ciudad y a la evolución de las políticas sobre ésta, así como al papel de las instituciones públicas. Un cierto número de comunicaciones tratan efectivamente del papel del Estado en la producción del espacio urbano como regulador y planificador y, más tarde, interviniendo directamente en la producción de vivienda.
En cuanto a los agentes y actores urbanos, debemos detectar los intereses y las estrategias que despliegan los propietarios del suelo; los propietarios de los medios de producción; los comerciantes; los constructores. También analizar el papel creciente del sistema financiero. Y la relación entre los intereses de los agentes urbanos y la organización de los servicios públicos.
Es preciso prestar atención especial a la dinámica de la construcción: la preocupación por la maximización de los beneficios empresariales en la producción de la vivienda; la industria de la promoción urbana; los ciclos en la industria de la construcción; las estrategias de los constructores para el abaratamiento de la vivienda y maximización de las ganancias; o las que existen para la retención de suelo urbano y apropiación futura de las plusvalías; el papel de los impuestos sobre el valor del suelo urbano; la presión de propietarios y constructores sobre los ayuntamientos.
Se ha de penetrar en la lógica del crecimiento urbano, los factores del crecimiento; los "costes sociales" de éste; los mecanismos de la producción de la morfología; los niveles estatal, regional y municipal de la regulación.
El mercado de la vivienda y su evolución merece asimismo una gran atención: las formas de acceso a la vivienda; la posición de los partidos políticos y de las asociaciones obreras ante ese problema, la vivienda y politización de la clase obrera, la vivienda y movimiento feminista, los conflictos entre constructores y usuarios, caseros e inquilinos, la vivienda y cuestión social, las leyes de inquilinato, la legislación sobre la vivienda popular, los deshaucios, las asociaciones de inquilinos, las huelgas de alquileres. Pero también se ha de analizar las causas del vandalismo en las viviendas, los delitos sobre la propiedad, el origen y el éxito del lema "Todos propietarios", la filantropía y vivienda, las viviendas municipales, el higienismo y calidad de la vivienda, el papel de las ordenanzas municipales, y en especial las de construcción.
Hemos de diseñar asimismo programas de investigación sobre la función de los técnicos, la administración pública como agente urbano, la actuación de los agentes urbanos en la construcción de la ciudad capitalista y de la ciudad socialista, la gestión de la morfología y del patrimonio histórico. Y de forma imaginativa abrir otros temas de trabajo, tales el planeamiento urbano como retórica, las utopías y distopías urbanas, los agentes urbanos y políticas urbanas en la pintura, el dibujo y el cine.
Es mucha la responsabilidad que tenemos los científicos sociales, los investigadores, los profesores universitarios. Necesitamos debatir todos estos temas de forma amplia, y sin miedo a las implicaciones. Y para ello se ha organizado este Coloquio Internacional de Geocrítica, el séptimo de los que realizamos y el primero que se celebra fuera de Barcelona.
Los Coloquios de Geocrítica se conciben desde el comienzo como un foro de encuentro internacional e interdisciplinario, y trata de estimular la realización de estudios comparativos internacionales, y especialmente del mundo iberoamericano. El primero de estos Coloquios se celebró en 1999 y se dedicó a "Iberoamérica ante los retos del siglo XXI". Los siguientes se han dedicado a "Innovación, desarrollo económico y medio local" (2000), "Migración y cambio social" (2001), "El trabajo y el mercado de trabajo" (2002), "La vivienda y la construcción del espacio social de la ciudad" (2003), "El impacto social y espacial de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación" (2004).
Este es el primero que se celebra fuera de Barcelona. Y es justo que sea en Santiago de Chile y que en él actúe el Dr. Rodrigo Hidalgo como codirector, ya que él ha estado asociado a ellos desde su origen. No solo fue coordinador del primer coloquio, sino que también colaboró luego en dos de los que le continuaron. Pero más aún, quiero señalar que fue asimismo un protagonista esencial en su fundación. Recuerdo bien que fue en una conversación con él que surgió la idea de organizar el primero, cuando se encontraba en Barcelona realizando su Tesis doctoral, una investigación espléndida que ha sido publicada recientemente, como dije.
Chile es, además, un país con una larga tradición
científica, y especialmente en los estudios urbanos. La geografía tiene en este
país una larga historia, que contó ya con logros apreciables en el Reino de
Chile. No hay más que recordar las numerosas descripciones territoriales que se
hicieron entre los siglos XVI y XVIII, y obras de síntesis con alto contenido
geográfico como
Todo ello quedó cortado con el golpe de Estado de
Pinochet del 11 de septiembre de 1973, que acabó con
el sistema democrático chileno, y con la vida de intelectuales de primera
magnitud y mandó al exilio a otros muchos. Las consecuencias que esa dictadura
y de otras que por aquellos años se produjeron en diversos países
iberoamericanos, en el contexto de la guerra fría y con el apoyo del gobierno
de Estados Unidos, fueron terribles para todos ellos. Pero, al igual que pasó
en España durante la época franquista, es imposible detener el pensamiento, y a
pesar de la dictadura pudo seguir la vida intelectual, lo que explica el rápido
desarrollo tras la restauración de
La celebración de este Coloquio en Santiago es también un reconocimeinto de ello, y un homenaje a este gran país, que tan generoso fue con el exilio español después de la guerra civil.
Quiero agradecer a
Y agradecer muy especialmente su trabajo al
equipo chileno que ha hecho posible este encuentro, con un denodado, generoso y
altruista trabajo de organización. Los nombres de Rodrigo Hidalgo, y los de
Rafael Sánchez, Gastón Aliaga y
Este Coloquio Internacional se realiza también dentro
del plan de actividades científicas del proyecto SEC2001-3424, "Geocrítica. Sistema de evaluación de la innovación y la
difusión de las tecnologías de la información y el conocimiento en el ámbito
socioeconómico", de
Detrás de estos coloquios hay también una ilusión política e intelectual. La de reforzar los lazos entre los investigadores de un lado y otro del Atlántico, y especialmente de todos los países iberoamericanos. Tenemos mucho en común y mucho que aprender juntos. La lengua es una vínculo muy importante. Podemos entendernos hablando nuestra lengua con veinte países hispanoamericanos, y podemos dialogar fácilmente con brasileños y portugueses que hablan en otra lengua hermana. Espero que este Coloquio sirva para intensificar los lazos entre unos y otros y para anudar otros nuevos.
© Copyright Horacio Capel, 2005
© Copyright Scripta Nova, 2005
Ficha bibliográfica:
CAPEL, H. Discurso de inauguración del VII
Coloquio Internacional de Geocrítica. Scripta Nova. Revista electrónica de geografía y
ciencias sociales. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1 de agosto de
2005, vol. IX, núm. 194 (001).
<http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-194-001.htm> [ISSN: 1138-9788]
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