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Nova REVISTA ELECTRÓNICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES Universidad de Barcelona. ISSN: 1138-9788. Depósito Legal: B. 21.741-98 Vol. VII, núm. 146(140), 1 de agosto de 2003 |
Jordi Tormo Santonja
Departamento de Geografía Humana de la Universidad de Alicante (España)
La importancia de la vivienda y la construcción social de la ciudad en el proceso de desarrollo del pueblo gitano en Alicante (España)
La vivienda es hoy en día uno de los problemas que más afecta a la sociedad actual. Buena muestra de ello son las encuestas que se realizan a la población, en las cuales, el encarecimiento de la misma, aparece como una de las principales preocupaciones.
Durante el siglo XX se ha intentado subsanar el problema de las bolsas de pobreza en las ciudades españolas, las cuales afectan directamente a la calidad de la vivienda (chabolismo, barrios degradados, etc.), teniendo sus principales consecuencias sobre el grupo injustamente más desfavorecido en la sociedad española: la comunidad gitana.
En concreto, el problema de la vivienda en Alicante (España) no es el único escollo que frena el proceso de inserción del pueblo gitano, pero si es uno de los principales ejes en los cuales se debe trabajar, incluyendo el mismo dentro de planes integrales para el desarrollo de la población romaní.
The importance of the housing and the social construction of the city in the process of development of the gipsy community in Alicante (Spain)
The housing is today one of the problems that more affects to the current society. In the searchs, this appears like one of their principal worries.
It the XX century have been tried to overcome the problem of the bags of poor in the Spanish cities, which affect to the warm of the housing (southsides, degraded districts, etc.), and it affects in a special form to the group more segreted in Spanish society: the gipsy community.
The housing is not the only problem that brakes the process of insert of the gipsy people Alicante (Spain), but it’s one of the main axes in which it should act, including this inside integral plans for the development of the gipsy population.
Key words: Gipsy community, speculation, segregation, guetos.
La influencia del capitalismo y del mercado del suelo en el proceso
de desarrollo y crecimiento urbano
Por lo que se refiere al sistema económico capitalista, modelo basado en la maximización de los beneficios a través de la iniciativa privada y la acumulación de capital (dinero, medios de producción o información), deberíamos indicar que ejerce una influencia decisiva en el mercado del suelo. Por consiguiente, el suelo se ha convertido en un bien de cambio y en uno de los negocios más rentables, a través de la especulación inmobiliaria, sobretodo a partir de los años ochenta con la entrada en vigor de la Ley del Suelo de 1975, por la cual se pasó de catalogar el “suelo de reserva urbana” a “suelo urbanizable”, liberalizándose su control tras esta modificación. Asimismo, durante los últimos años se han aprobado toda una serie de normativas tendentes a la liberalización del suelo, las cuales han afectado de manera clara al derecho de propiedad, las figuras de planeamiento, la catalogación de tipos de suelo, o los trámites y documentación a cursar en el proceso de compra y edificación de solares [1].
En consecuencia, el territorio, y en especial la ciudad, no pertenece ni se ordena atendiendo a las necesidades de sus habitantes, sino a merced del negocio inmobiliario, el cual, falto de una finalidad participativa y democrática, llega a expulsar a los habitantes tradicionales del mismo (tómese como ejemplo las actuaciones entorno a la Villa Olímpica de Barcelona o la actual polémica en el Barrio del Cabanyal en València). De este modo, se crean impactos territoriales (sociales y ambientales) a partir de planes de remodelación y crecimiento con un trasfondo económico.
Con relación a estas ideas, J. M. Casas Torres (1958) indica que la población que habita en las ciudades no se distribuye de una forma homogénea sobre el territorio, sino que a causa de los factores que motivan la segregación social del espacio, la población se distribuye entre a) Áreas favorecidas; b) Zonas urbanísticamente congestionadas; c) Gigantescos conglomerados de edificios y d) Áreas vacías donde las ciudades son escasas y pequeñas. Por este motivo, se estructuran zonas reservadas para la clase dominante y otras para el resto de los ciudadanos
Además, deberíamos tener en cuenta que actualmente la ciudad se configura como un espacio saturado y sobre valorado, en el cual la especulación del suelo, aunque sea desastrosa para la planificación y ordenación del territorio por parte de la administración pública, es permitida ya que supone ingresos (inversiones y tributos) a las arcas de la administración local. Lamentablemente, este fenómeno especulativo está a la orden del día. Los terrenos son recalificados dudosamente, obteniéndose amplios beneficios económicos en el proceso de venta y edificación, en el cual los promotores inmobiliarios, las constructoras, la banca y el poder económico actúan a partir de una información privilegiada a espaldas de los intereses de los ciudadanos (asociaciones de vecinos, ONG’s y otros colectivos).
La ciudad: un espacio proclive a la segregación social
La ciudad, espacio para la acumulación de capital, compite en la actualidad con otras urbes en materia de atracción de inversiones, ayudas económicas o medios de producción, siendo la oferta de equipamientos e infraestructuras urbanas elementos clave para la articulación del espacio urbano. No obstante, no ha habido una equidad en el proceso de dotación de recursos en los diferentes distritos que forman las áreas urbanas. De ahí que, se deba diferenciar distintas zonas urbanas (sobredotadas e infradotadas de los medios que condicionan la calidad de vida), las cuales proyectan sobre si una sociedad heterogénea en cultura, ética y valores, que constituye la base económica y social del territorio (Lefebvre, 1978).
Asimismo, esta sociedad se distribuye en el plano horizontal atendiendo a sus posibilidades económicas, hecho que ha tenido importantes consecuencias en la evolución urbana de las ciudades, siendo algunos ejemplos a tener en cuenta: a) La ciudad preindustrial; b) La ciudad surgida de la revolución industrial; c) Los ensanches; d) El crecimiento y la anexión del extrarradio; e) Los barrios ciudad-jardín; f) El barraquismo y la autoconstrucción y g) Los polígonos de viviendas (véase Capel, 1975).
Así, deberíamos indicar que a partir de los años cincuenta y bajo la gestión del Instituto Nacional de la Vivienda, se empiezan a edificar los primeros barrios de bloques en “oppen planning”, iniciativas seguidas durante los años setenta a partir de las Actuaciones Urbanísticas Urgentes (ACTUR), que realizaron viviendas sociales de precio bajo en la periferia de la ciudad. A este respecto, hemos de destacar que los planes ejecutados durante los años ochenta para la “erradicación del chabolismo y la infravivienda” en algunas ciudades españolas (tómese como ejemplo el Barrio de La Coma de Paterna en el Área Metropolitana de València) tuvieron como consecuencia la desaparición de enclaves de marginación. Sin embargo, al tratarse de actuaciones puntuales que no incluían medidas para la inserción sociolaboral de la población, supusieron que posteriormente estas actuaciones (en su mayoría polígonos de viviendas ubicados en la periferia de las ciudades) se convirtieran en guetos sobre los que nuevamente había que actuar [2]. Por esta razón, a partir de los planes para barrios denominados “de acción preferente” se empezaron a contemplar, además de la vivienda, otras cuestiones como la educación, la formación laboral y la inserción social de las comunidades afectadas, evitando aumentar su grado de marginación.
El proceso de segregación social ha tenido los efectos más contundentes sobre diversos grupos de ciudadanos, destacando los problemas de acceso a la vivienda para la población inmigrante y la población mayor, siendo además la comunidad gitana, por causas económicas y racistas, la más desfavorecida. Aún así, el propósito de la comunidad por mejorar su situación e insertarse en la sociedad sin perder sus valores de pueblo es evidente, siendo el acceso a la vivienda uno de los principales problemas a resolver hoy en día. Ahora bien, desgraciadamente, y aunque hay sobrados ejemplos que demuestran lo contrario, se sigue asociando el pueblo gitano con el chabolismo y la automarginación (cuando realmente se trata de un grupo marginado por el resto de la sociedad).
Como hemos indicado con anterioridad, esta exclusión social se debe principalmente a factores económicos y étnicos, siendo las zonas marginadas de la ciudad reflejo del paro, la pobreza y la condición étnico-social, diferenciándose así, las zonas residenciales para burguesía dominante, las viviendas de clase media, los polígonos de viviendas de la clase obrera y los guetos chabolistas de las familias con menos recursos. En este sentido, los medios de comunicación masivos (tómese como ejemplo la televisión y la prensa) han jugado un papel destacado a la hora de sumar efectos negativos para la marginación de ciertos barrios, elevando la mala imagen que sobre éstos, y sobre la comunidad gitana, tiene la sociedad (véanse los informes publicados por la Unión Romaní ¿Periodistas contra el racismo?: La prensa española ante el pueblo gitano 1995-96; 1997; 1998-99 y 2000-01).
Ante tal situación, las asociaciones gitanas se han movilizado con el objetivo de eliminar esta mala imagen, debiéndose destacar el caso del barrio sevillano de Murillo (Polígono Sur) popularmente conocido como “Las Tres Mil Viviendas”. En éste, la edición del disco Las Tres Mil Viviendas: Viejo Patio permitió que “al menos los bomberos acudan cuando se les llama” (Unión Romaní, 2001), y hoy bajo el lema “Déjate de paranoias y vente a Las Tres Mil” se presenta el largometraje documental Polígono Sur: El arte en Las Tres Mil (Abel, 2003), el cual nos muestra el día a día en este distrito sevillano.
En cuanto a este ejemplo, permítanme incluir algunas líneas redactadas por José Luis Ortiz Nuevo para la presentación de dicho disco que son de perfecta aplicación al caso que nos ocupa:
[...] Las tres mil viviendas, que no son sino 624 pisos de humilde condición, se hicieron por los años setenta y tienen por vecindad currantes gitanos y gachós mayormente en paro. Sitios peligrosos, dicen. Sitios periféricos, alejados del centro. Arrabal donde viven criaturas marginales, por el Sur de la urbe, camino a Cádiz, a la vera del campo y en medio de una ancha carretera y los raíles del tren.
Así, aplicando al caso de nuestras ciudades todo lo expuesto con anterioridad, podríamos considerar segregados y marginados tanto aquellos enclaves excluidos donde habita la población con menos recursos como las zonas residenciales privilegiadas. Ahora bien, aquí se ejemplificaría claramente el condicionamiento económico, entre una zona marginada que es vigilada atentamente y una zona destinada a la clase alta con vigilancia privada. A este respecto, deberíamos señalar que “las clases sociales más elevadas han ido siempre en busca de los emplazamientos más reservados y exclusivos, donde estuvieran menos sujetas a las incomodidades de una urbe agitada y socialmente mezclada. Por eso han solido buscar los emplazamientos marginales con un entorno natural aceptable” (Chueca, 1968).
Además, la pertenencia a un grupo étnico concreto puede suponer por cuestiones racistas, la dificultad de acceso a una vivienda (ya sea en alquiler o en venta) por parte de los dueños [3] y del resto del vecindario, aumentando de esta forma las trabas que frenan la inserción social de las comunidades étnicas, aún cuando los mismos marginadores aparentan querer para la población con menores recursos y oportunidades un proceso que les permita desarrollarse como grupo e integrarse en la sociedad.
La importancia de la vivienda en la labor diaria de una asociación gitana: el caso de la A.P.G. Arakerando de Alicante (España)
Arakerando [4] lleva trabajando más de 20 años en cuestiones sociales y una parte importante de ese trabajo ha ido enfocado en el área de vivienda. En la actualidad se trabaja esta área en dos barrios concretos como son el Barrio del Cementerio en Alicante y el Barrio de Parque Ansaldo en San Juan de Alicante, los cuales tienen unas características diferentes, como a continuación detallaremos. No obstante, se caracterizan por cuestiones comunes como la infravivienda y la pobreza.
En este sentido, el derecho a la vivienda es algo reconocido por todos/as. El Artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos dice: “toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios.”
Por su parte el Artículo 47 de la Constitución Española dice: “todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promocionarán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general.”
De este modo, analizando sin mucha profundidad el entorno en el cual desarrollamos nuestro trabajo nos damos cuenta que hay un abismo entre aquello que los ciudadanos tienen derecho y la realidad en la que viven. Por ello podemos afirmar que en la ciudad de Alicante existe un gran desnivel entre los que viven cómodamente con las condiciones normales, y los que viven en las zonas periféricas donde se da una exclusión social a todos los niveles, y también en el de vivienda.
Así pues, según manifiesta J. M. Tortosa (1993) la "desigualdad se refiere a la distribución de ciertos bienes, sobre todo del dinero: unos tienen más y otros menos, y la ‘distancia’ entre unos y otros es la desigualdad. Ser pobre significa que las propias necesidades básicas quedan insatisfechas de forma permanente e involuntaria, constituyendo así un resultado de la violencia estructural de la iniquidad en el reparto de los bienes."
Barrio del Cementerio en Alicante
Arakerando realizó en el 2001, a través de entrevistas y cuestionarios, un estudio mediante el cual se logró dialogar con el 97% de la población que habita en el barrio. Ésta se distribuye en dos barriadas diferenciadas situadas al sur-este de la ciudad: "Barrio del Cura" y el "Vial de los Cipreses".
Esta población podríamos agruparla según sea castellana (59 %), población gitana (31 %) y población árabe (10%), observándose en el barrio un constante dinamismo que tiende a disminuir la población castellana, aumentando de esta forma la población gitana y árabe.
Respecto a la estructura y construcción del barrio deberíamos indicar que ésta no fue diseñada. Se fue formando al extenderse la ciudad y crearse nuevos barrios en las afueras, poblándose en los años cincuenta con vecinos que provenían del éxodo rural, sobre todo de la zona de Andalucía y Extremadura, y hoy en día la infraestructura del barrio es casi nula. Cuenta con calles sin asfaltar, falta de alumbrado en muchas de ellas y ausencia de servicios en general.
Este espacio se compone de viviendas unifamiliares de una o dos plantas, las cuales, en su gran mayoría, son de titularidad propia, sobre todo las de la población castellana y gitana; sin embargo otras son alquiladas y ocupadas.
Estas viviendas presentan un aspecto de antigüedad en el exterior y en su interior no cumplen las normas mínimas de habitabilidad. Mucha humedad, tejados medio caídos, ausencia de baños, casas sin terminar de construir por dentro, dimensiones reducidas para el número de personas que habita en ella; incluso algunas de las viviendas no poseen ni agua, ni luz.
En estos momentos en el barrio no se está llevando por la administración, ningún plan específico integral donde se trabajen todas las áreas, especialmente en materia de vivienda, donde las personas puedan tener acceso a una residencia en condiciones, sin verse obligada a ocupar viviendas o vivir en chabolas.
Como decíamos, si en el corto plazo no se lleva a cabo una intervención seria, tanto a nivel social como urbanística, haremos que las personas cada día se vean abocadas a una exclusión social, siendo más vulnerables en todos los aspectos.
Barrio Parque Ansaldo en San Juan de Alicante
Situado en la periferia del pueblo de San Juan de Alicante, está compuesto por estructuras verticales, en las cuales cada vivienda cuenta con una superficie útil de 78.6 m2, dividida en un salón comedor, tres habitaciones, cocina, galería y aseo.
Hace 20 años, la urbanización Parque Ansaldo contaba con 51 bloques de 12 viviendas cada uno, locales comerciales y de ocio, un colegio y zonas ajardinadas. Ahora bien, año tras año, los propietarios fueron abandonando sus pisos por la situación que se fue creando en el barrio, por el realojo de algunas familias gitanas que se vieron afectadas por la riada en la ciudad de Alicante en el año 1982 y por la posterior ocupación de forma ilegal de cientos de familias gitanas y árabes que han ido haciendo de esta zona residencial un gueto, con un alto índice de delincuencia.
A fecha marzo de 2003, la situación del barrio es la siguiente: En la actualidad el barrio se encuentra en fase de derribos, desalojos y adjudicación de viviendas. En estos momentos las viviendas están ocupadas por familias con derechos legales y un grupo mayoritario sin derecho legal sobre la propiedad de las mismas, siendo la estructura del barrio en estos momentos la siguiente: Resisten en pie 14 bloques, en los cuales conviven diariamente 75 familias gitanas, 49 familias árabes y 25 familias castellanas, y cuanto a los recursos y equipamientos urbanos deberíamos indicar que no existe ningún local comercial, ningún lugar de ocio y ninguna zona verde.
La situación de las familias y la tipología de las mismas, es muy diversa y variada. Entre ellas podríamos destacar las siguientes: a) Familias “normalizadas" que constituyen unidades familiares nucleares y extensas; b) Familias anónicas en diferentes grados (con patologías asociadas o sin ellas); c) Familias crónicas que requieren intervención permanente; y d) Grupos parafamiliares de hombres y mujeres, siendo variadas sus características básicas:
· Escasos recursos económicos · Nula cualificación profesional · Desarraigo sociocultural · Precarias condiciones higiénico-sanitarias · Desestructuración familiar · Inadecuada administración de los recursos · Carencia de planificación familiar · Ausencia de estímulos positivos · Escasa motivación educativa en sus hijos |
Fuente: Arakerando (2003). |
En Mayo de 2000 se conforma el GIP (Grupo de Intervención Primaria), compuesto por distintas entidades: a) Ayuntamiento de San Juan; b) Asociación Arakerando; c) Alicante Acoge; y d) Instituto Valenciano de la Vivienda, que se incorpora en Febrero del 2003.
El trabajo que se desarrolla en la actualidad tiene como objetivo principal, potenciar la salida del barrio a vivienda normalizada, como factor imprescindible para una posterior equiparación social, y como meta final, la plena equiparación a todos los niveles.
Por todo lo mencionado anteriormente, lo que fue creado como zona residencial y modélica, con el paso de los años y la degradación progresiva, acentuada por el tráfico de drogas y acciones delictivas, se convierte en un barrio marginal donde prima además de la exclusión social y laboral, la basura extendida por todas partes, chatarra, ratas, aguas fecales, por lo que confirmamos que se puede vivir en un piso que reúne las condiciones mínimas de habitabilidad y sin embargo ser considerado infravivienda por el entorno en el que están ubicados.
Si tenemos en cuenta el concepto de infravivienda “hábitat que carece de las condiciones mínimas para ser habitada”, deberíamos preguntarnos: ¿Es posible unir esta descripción con el concepto de infravivienda? Hoy esto es posible.
Conclusiones
En Alicante se conformaron a lo largo del Siglo XX varios guetos, en los cuales la falta de una política integral que solucionase los problemas urbanísticos y sociales de los mismos, tuvo como consecuencia que estos barrios degradados y repudiados por la sociedad fuesen derribados.
Desaparecieron Casalarga, Mil Viviendas (actual Barrio del Carmen) y diversos enclaves chabolistas. No obstante, hoy en día sigue existiendo en la ciudad muchas localizaciones en las cuales miles de vecinos alicantinos, que deberían tener los mismos derechos y deberes que el resto de la ciudadanía, viven en condiciones inadecuadas.
En este punto es importante destacar que junto a la Gran Vía (una de las principales arterias urbanas, que en la actualidad se encuentra sumida en un fuerte proceso de edificación y crecimiento, donde el precio de los pisos alcanza cifras astronómicas en el mercado) se ubica uno de los puntos más degradados de la ciudad. Se trata del enclave de Montoto, gueto formado por barracones que pretendían ser el paso a una vivienda normalizada, y que por fin parece vaya a desaparecer con las obras de urbanización del “Plan Parcial Garbinet”, realojando a su población en viviendas que reúnan las condiciones con las que ahora no cuentan.
Desde mediados del siglo pasado se planeaba una gran propuesta de edificación de viviendas unifamiliares y pisos de calidad en esta zona. Por este motivo, cabe preguntarse si este barrio de barracones desaparece por motivos sociales, es decir se tiene una conciencia clara de que todos/as debamos tener una vivienda digna donde desarrollarnos como personas, o por el contrario desaparece porque queda mal visualmente junto a las nuevas casas que se proyectan construir (lo cual podría suponer un freno a la venta de los pisos).
Por otro lado, a lo largo de estas líneas hemos intentado reflejar diversos aspectos que creemos necesario retomar con el objetivo de concluir esta comunicación:
· La constante formación de guetos en nuestras ciudades.
· La marginación que sufre el pueblo gitano por causas raciales y económicas.
· La importancia y el derecho legal de tener una vivienda digna.
· La intensa lucha de la comunidad gitana a través de asociaciones, y de su propia iniciativa, para mejorar su situación y desarrollarse como personas y pueblo.
Aún así, seguimos encontrando familias que viven en furgonetas aparcadas, en chabolas que se las lleva el viento o la lluvia, pisos en los que ni siquiera es posible asearse, etc. Ante lo cual nos preguntamos ¿Cuándo acabará esta desagradable situación?
Notas
1. Tómese como ejemplo la “Ley Reguladora de Actividades urbanísticas” (LRAU), ley 4/1992 de 4 de julio; el Real Decreto Ley sobre “Medidas Liberalizadoras en Materia de Suelo” del 7 de junio (adopción en la Comunidad Valenciana); o la Ley de “Régimen de Suelo y Valoraciones”, ley 6/1998 de 14 de abril.
2. “La realidad, con sus crudos imperativos, rompe por los lugares más imprevistos e incongruentes; y cuando las autoridades quieren darse cuenta se encuentran ante sí con una ingrata y voluminosa realidad que modifica los datos de un problema que se pensaba abordar serenamente en los tableros de dibujo. Entonces hay que acudir, como quien va a sofocar un incendio, a absorber en barrios experimentales y semiprovisionales lo que las poblaciones desheredadas han improvisado ante la urgencia de su situación. Entonces se añade a una improvisación otra, que suma al caos la incongruencia” (Chueca, 1968).
3. “Mi casera no tiene pelos en la lengua y hubiese sido capaz de decirme ‘lo siento pero no alquilo a gitanos’ ” (Fundación Secretariado General Gitano, 2002).
4. Arakerando significa en romanó (la lengua del pueblo gitano) hablar claro, fuerte y con énfasis. En definitiva, se trata de un grito que reivindica los derechos de los ciudadanos de etnia gitana.
La asociación nació en Alicante en 1967, en un lugar pequeño y alegre: El Bloque de Cáritas. La idea surgió como solución al conflicto surgido en una zona alejada, donde destruyeron las humildes casitas y chabolas de un numeroso grupo de gitanos. Entre sus principales líneas de trabajo se debe destacar la cooperación, la educación, la vivienda, la formación de mujeres, la promoción de la cultura gitana, etc. Para más información visita la página web de la asociación www.arakerando.org
ARAKERANDO (2002): “... y de los barrios, ¿Qué?”, en Nuestra Revista. Alicante, APG Arakerando, pp. 31.
CAPEL, H. (1975): Capitalismo y morfología urbana en España. Barcelona, Los libros de la frontera. 142 pp.
CASAS TORRES, J. M. (1958): La ciudad como problema. Zaragoza, Universidad de Zaragoza, 48 pp.
CHUECA, F. (1968): Breve historia del urbanismo. Madrid, Alianza, 243 pp.
DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS.
FUNDACIÓN SECRETARIADO GENERAL GITANO (2002): “Gitanos: Pensamiento y cultura”. Madrid, Fundación Secretariado General Gitano, 58 pp.
GARCÍA LORCA, F. (1972): Romancero gitano. Madrid, Espasa Calpe, 262 pp.
LEFEBVRE, H. (1987): De lo rural a lo urbano. Barcelona, Península, 268 pp.
TORTOSA, J. M. (1993): La pobreza capitalista. Madrid, Tecnos, 210 pp.
TRES MIL VIVIENDAS (1999): Viejo Patio. Madrid, EMI-Asociación Gitana “Villela Or Gao Caló”, formato CD.
UNIÓN ROMANÍ (2001): ¿Periodistas contra el racismo?: La prensa española ante el pueblo gitano (1998-1999). Barcelona, Instituto Romanò de Servicios Sociales y Culturales, 375 pp.
UNIÓN ROMANI (2001): El poble gitano: Manual per a periodístes. Barcelona, Institut Romanò de Serveis Socials i Culturals, 47 pp.
VV.AA. (1978): La Constitución española. Valencia, Publicaciones de la Generalitat Valenciana, 96 pp.
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Alexandrina Da Fonseca Maia, Josefa
Santiago Oliva, Elena Losada Amiana, Asunción Miralles Sánchez, 2003
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