Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. Universidad de Barcelona [ISSN 1138-9788] Nº 94 (11), 1 de agosto de 2001 |
MIGRACIÓN Y CAMBIO SOCIAL
Número extraordinario dedicado al III Coloquio Internacional de Geocrítica (Actas del Coloquio)
EL PAPEL DE LAS REDES MIGRATORIAS EN LAS MIGRACIONES A CORTA Y MEDIA DISTANCIA
Rocío García Abad (*)
Dpto. Historia Contemporánea
Universidad del País Vasco- Euskal Herriko Unibertsitatea
El papel de las Redes Migratorias en las migraciones a corta y media distancia (Resumen)
En esta comunicación pretendemos reflexionar sobre la presencia e importancia que juegan las redes migratorias en los procesos de emigración interna, y contribuir al análisis metodológico que nos permita medir y cuantificar de alguna forma su papel y su peso en el establecimiento de las corrientes migratorias.
Las redes migratorias son un factor clave en la selección y decisión de emigrar e influyen en los flujos migratorios y en la orientación y direccionabilidad de las corrientes, fijando los orígenes y destino de los emigrantes. Es por eso, que con su estudio, perseguimos el objetivo último de contribuir al marco teórico y metodológico globalizador que nos permita entender el funcionamiento interno de los fenómenos migratorios. Para dicho estudio, hemos seleccionado las importantes corrientes migratorias que se establecieron a finales del siglo XIX con destino a la Ría de Bilbao.
Esta comunicación pretende ser una propuesta metodológica para el estudio y cuantificación de las cadenas migratorias, al menos las establecidas por familiares, utilizando para ello los seguimientos nominativos.
Palabras clave: redes migratorias / metodología
/ seguimientos nominativos / estrategias familiares
The paper of the Migrant Nets in the migrations to short and mean distance (Abstract)
In this communication we intend to reflect on the presence and importance that play the migrant nets in the internal emigration processes, and to contribute to the methodological analysis that permits us to measure some form their paper and their weigh in the establishment of the migrant currents.
The migrant nets are a key factor in the selection and decision of migrating and influencing in the migrant flows and in the direction of the currents, fixing the origins and fate of the migratorys. It is therefore, that with their study, we pursue the objective last of contributing to the methodological and theoretical framework that permits us to understand the internal operation of the migrant phenomena. For said study, we have selected the important migrant currents that were established around the end of century XIX with fate to the Ría de Bilbao.
This communication intends be a methodological proposal for the study and quantification of the migrant chains, at least established them by familiar, using for this the nominative follow-ups.
Key-words: migrant nets / methodology / nominal
record linkage / familiar strategies
Las migraciones son un tema de plena actualidad y los debates sobre "el problema de la inmigración" se suceden en los medios de comunicación. No faltan las posturas recelosas a la llegada de extranjeros e incluso cierto "miedo" provocado en gran parte por un desconocimiento de la problemática. De igual forma oímos hablar del "efecto llamada" y con ello nos estamos refiriendo a la llamada que los inmigrantes que ya están en nuestro país, en el tan deseado destino, hacen a sus familiares y paisanos para que vengan, buscando siempre un objetivo final "mejorar sus condiciones de vida".
Blanca Sánchez Alonso (1), en un artículo reciente, señalaba cómo "la mayoría de los inmigrantes actuales, incluso los detenidos en el Estrecho, declaran conocer a alguien en España y tienen números de teléfono de parientes y amigos viviendo aquí". Es el fenómeno de las "cadenas migratoria" o el efecto familia-amigos" que desde el destino informan a los que se quedaron en el origen, les animan a emigrar y les acogen y ayudan en el asentamiento.
En esta comunicación pretendemos reflexionar sobre la presencia e importancia que juegan las redes migratorias en los procesos de emigración interna, y contribuir al análisis metodológico que nos permita medir y cuantificar de alguna forma su papel y su peso en el establecimiento de las corrientes migratorias.
Las cadenas migratorias son un factor clave en la selección y decisión de emigrar e influyen en los flujos migratorios y en la orientación y direccionabilidad de las corrientes, fijando los orígenes y destino de los emigrantes. Es por eso, que con su estudio, perseguimos el objetivo último de contribuir al marco teórico y metodológico globalizador que nos permita entender el funcionamiento interno de los fenómenos migratorios. Son varias las cuestiones que intentaremos abordar:
-el papel de las redes migratorias en el desarrollo de los procesos migratorios internos
-los mecanismos por los que se constituyen
-la cronología de constitución de las redes y los miembros que las inician
-las características sociodemográficas de los individuos que las integran
-la estructura de las redes de parentesco de los migrantes en los lugares de origen y destino antes y después de la migración y las implicaciones sociales y culturales
-cómo medir y cuantificar todos estos procesos
Para acercarnos al funcionamiento interno de dichas redes,
hemos seleccionado como objeto de estudio la fuerte corriente emigratoria
que se estableció a finales del siglo XIX con destino a la Ría
de Bilbao o al Gran Bilbao, en pleno auge industrializador. En unos pocos
años, en el marco de la transición del sistema preindustrial
al fabril, la margen izquierda de la Ría de Nervión, donde
se instala la moderna siderometalurgia, va a convertirse en un potente
foco de atracción de población a la luz de una gran oferta
de mano de obra. Al plantearnos como objeto de estudio el fenómeno
de la emigración seleccionamos este ejemplo por varios motivos.
Primero por ser un claro ejemplo de fuerte flujo emigratorio que se concentra
en un pequeño espacio geográfico y en un corto período
de tiempo; segundo porque nos sirve para analizar el papel de las migraciones
en la consolidación de las sociedades industriales de finales del
siglo XIX y avanzar en el estudio de la formación del proletariado
industrial y de la sociedad industrial, ya que más de la mitad de
la población fabril fue inmigrante (2), y por último,
por mi cercanía al tema, como hija de inmigrantes burgaleses asentados
en un pueblo industrial del Gran Bilbao.
La teoría de las redes migratorias
En la década de los 80 (3) del siglo XX, en el marco de la corriente revisionista de las teorías clásicas y ante la incapacidad de éstas de dar respuesta a las nuevas preguntas, surgieron nuevos enfoques teóricos y metodológicos, como los enfoques microanalíticos, los enfoques de la historia de la familia y los estudios de ciclo vital y las teorías de las redes.
Desde estos nuevos enfoques, se van a descubrir la existencia de flujos o redes migratorias marcando la direccionalidad y periodización de las migraciones. Estas teorías surgen para intentar explicar la existencia de ciertas continuidades en los flujos migratorios, que parecen a veces tener vida propia, y que parecen continuar aún cuando las causas que iniciaron dicha emigración hayan desaparecido. Según R. Silvestre (2000: 179) estas teorías son un encuentro entre los análisis macro y micro y suponen una concepción evolutiva o dinámica de las migraciones, y una apertura hacia puntos de vista sociológicos o antropológicos.
"La cadena migratoria parece prestarse admirablemente bien para una reflexión que considere a los migrantes no como masas inertes arrastradas por las fluctuaciones del capitalismo -como al menos parcialmente sucedía en los modelos pull/push- sino como sujetos activos capaces de formular estrategias de supervivencia y readaptación en contextos de cambios macroestructurales" (Devoto 1992: 96).
Podemos entender por redes o cadenas migratorias (4) los "conjuntos de vínculos interpersonales que conectan a migrantes, antiguos migrantes y no migrantes en su área de origen y de destino a través de los lazos de parentesco, amistad y comunidad de origen compartida. Se sostiene como hipótesis que la existencia de estos lazos aumentan la verosimilitud de la emigración al bajar los costes, elevar los beneficios y mitigar los riesgos del movimiento internacional. Las conexiones de la red constituyen una forma útil de capital social que la gente utiliza para acceder al empleo de extranjeros y a salarios altos"(Massey y otros, 1998: 229). Son varios los aspectos que analiza la teoría de las redes y que podríamos resumir en los siguientes
-El papel de dichas redes en la estructuración de las decisiones individuales y familiares de migrar y en la promoción y dirección de los flujos totales de inmigrantes
-El importante papel de la familia en el asentamiento y en la integración en el lugar de destino, con la consiguiente reducción de costes y riesgos. La familia juega un papel fundamental en la integración social y laboral (5), actuando como un colchón de amortiguación y ejerciendo una "función de auspicio" (Root y De Jong, 1991: 222); como resume T. Hareven (1982: 101-119), "las redes de larga distancia proporcionaban cuidados a los miembros de la familia que quedaban atrás, por un lado, y ayuda proveniente de la comunidad de destino en caso de alguna eventualidad, por otro. Así, las redes de parentesco de las comunidades industriales mantenían la función mediadora entre los miembros de la familia nuclear y las instituciones públicas, del mismo modo, adquirían otras funciones en respuesta a las necesidades del sistema industrial."
-La transmisión de la información, la gran mayoría de los que emigraban sabían a donde lo hacían y más o menos qué se iban a encontrar, y así lo recoge Sánchez Alonso (1995: 228): "en el proceso emigratorio, la información se transmite básicamente a través de tres mecanismos: las "cadenas migratorias", o en un concepto más amplio, los familiares y amigos, la emigración de retorno y las cartas de los emigrantes."
-El "efecto llamada", el reclamo de familiares y paisanos, por los primeros emigrantes; cada nuevo inmigrante origina una gran reserva de inmigrantes potenciales (6),
-La tradición migratoria previa de un lugar. Las migraciones se caracterizan por la continuidad y la difusión. Continuidad en los lugares de origen, y difusión, porque ese carácter emigratorio se va difundiendo desde esas regiones a otras normalmente más próximas (7). Además, la experiencia personal de la emigración también favorece futuros movimientos (hay mayor probabilidad de emigrar entre aquellos que ya han experimentado un primer movimiento),
-Las relaciones origen-destino antes y después de la emigración; los vínculos con los familiares que se quedan en los municipios de origen, el envío de dinero, los lazos de solidaridad, las migraciones de retorno,
-La transformación del padrón migratorio y la capacidad de la red para perpetuarse a lo largo del tiempo, a veces independizándose de los motivos que las provocaron. Se sigue emigrando pero por otros motivos, como el reagrupamiento familiar, la costumbre, la cultura migratoria.
Son muchos los trabajos que han resaltado la existencia de redes migratorias o el llamado "efecto de la familia y los amigos" en las migraciones. Los primeros los encontramos en los años 70, como recoge T. Hareven en el siguiente párrafo:
"Para las poblaciones urbanas de los siglos XIX y XX, Anderson y yo respectivamente, documentamos el papel preponderante que los miembros de las familias y sus parientes desempeñaron en la organización de la migración de zonas rurales a ciudades industriales, en el asentamiento en comunidades urbanas y en la ayuda a inmigrantes para que éstos se adaptasen a sus nuevos trabajos y condiciones de vida. La inmigración a los centros urbanos se llevaba a cabo, en su mayor parte, bajo el auspicio del parentesco. Las redes de parentesco en las comunidades de origen se reforzaban gracias a la emigración e inmigración de sus miembros y el consiguiente trasiego de recursos. Siguiendo las rutas de "migración encadenada", los habitantes de un pueblo que trabajaban en las factorías urbanas facilitaban la migración de sus parientes, encontrándoles alojamiento y trabajo. Aquellos que permanecían en las comunidades de origen a menudo cuidaban a las personas mayores y otros parientes que se quedaran."(Hareven, 1995: 117-118) (8)
En los trabajos sobre la emigración a América
aparecen muchas referencias a la importancia de las redes migratorias (9).
Especial interés han puesto estos trabajos en el estudio de los
agentes "reclutadores", "enganchadores", gatekeepers, "mediadores",
"fiadores", encargados de reclutar a nuevos emigrantes y de ayudarles incluso
económicamente en los gastos que un viaje a América suponía,
y todos los trabajos insisten en la importancia de los lazos familiares,
y como fueron utilizados para hacer estos reclutamientos. Además
incluyen otros aspectos como el envío de remesas a los que se quedaban
en España, lo que era una señal más del mantenimiento
de los vínculos familiares, y las migraciones con el objetivo del
reagrupamiento familiar (llamada a la mujeres y los hijos).
Una propuesta metodológica para el estudio de las cadenas migratorias
Como se señala en el estado de la cuestión sobre las teorías de las migraciones que hacen Massey y otros (1998: 231), son muchos los trabajos que recogen la importancia de las redes, pero son muy pocos los trabajos empíricos. Muchos autores intuyen la existencia de dichas redes, pero no llegan a demostrar empírica y cuantitativamente su existencia. Sin duda hay una dificultad metodológica para analizar y medir las cadenas migratorias y más aún para poder calcular su grado de responsabilidad en el establecimiento de un flujo migratorio.
Una vez más la metodología es una de los grandes dificultades en el estudio de las migraciones. Para resolver estos problemas, los investigadores han tenido que hacer verdaderos esfuerzos de imaginación para extraer a las fuentes disponibles, y ya explotadas, las respuestas a las nuevas preguntas.
Para poder descubrir el establecimiento y funcionamiento de estas redes, es necesario descender a análisis microanalíticos y locales, donde la metodología propia de este tipo de estudios nos va a permitir descender al detalle. Posteriormente, desde la suma de estudios locales y regionales, es de donde sacaremos las conclusiones. No podemos intentan descubrir redes (sí intuirlas, pero nada más) en análisis macro, con gran cantidad de población donde sería imposible desenvolverse.
Sólo en algunos casos, excepcionales, encontramos fuentes donde se hacen referencia directa a las cadenas familiares. Por ejemplo, en la obra de Santiso González (1993: 97) sobre la emigración vasca a América, ha encontrado en las fuentes generadas que los emigrantes expresaban la causa por la que emigraban, y entre esas causas sí se recoge el "efecto llamada" de familiares y paisanos (10).
Existen varias formas indirectas de acercarnos a medir las redes migratorias:
-a través del análisis del origen de los inmigrantes; la presencia de un grupo numeroso de paisanos así nos lo indica
-a través del estudio del asentamiento de los inmigrantes (11); los emigrantes de un mismo origen tienden a instalarse juntos para mantener sus lazos de unión,
-analizando el origen de los que viven en una misma casa, por ejemplo, parientes corresidentes, sirvientes, huéspedes (12),
-gracias a las fuentes generadas, como el giro postal y la correspondencia,
-a través de los seguimientos nominativos
Una propuesta metodológica: los seguimientos nominativos
El objetivo último de nuestra investigación es avanzar en el conocimiento del funcionamiento interno del proceso de la toma de decisión de emigrar, e intentar completar el marco teórico del estudio de las migraciones, con las nuevas líneas teóricas, y por eso hemos optado por el microanálisis, las estrategias familiares y el estudio de los factores de expulsión.
En ese intento de avanzar en resolver preguntas, hemos hecho un esfuerzo metodológico y hemos utilizado los "seguimientos nominativos" para el análisis de las migraciones. Lo fundamental en esta metodología es la utilización de nombres y apellidos de los emigrantes y sus familias.
Con esta metodología de rastrear a los individuos emigrantes, con nombre y apellido desde el origen hasta el destino, podemos alcanzar cierto dinamismo en el estudio de los fenómenos migratorios y acercarnos casi a la realidad de cómo se produjo. Los emigrantes dejan de ser anónimos, y cada uno de ellos se vuelve protagonista. En numerosos casos (más de 500) hemos localizado al individuo y la familia antes de emigrar y una vez ha llegado a la Ría de Bilbao, e incluso hemos trazado su recorrido por varios destinos, a través por ejemplo de los diferentes lugares de nacimiento de sus hijos.
El estudio nominativo nos ha permitido descubrir la presencia de parientes que han emigrado a los mismos destinos, y con la variable de años de residencia en el municipio de destino, hemos podido reconstruir las redes y establecer su cronología, indicando quiénes son los miembros de las familias que inician dichos flujos.
Esta metodología tiene algunas objeciones. La primera de todas la laboriosidad que supone localizar a individuos concretos a lo largo de decenas de padrones de habitantes.
Otra viene impuesta por la fuente, los padrones de habitantes (13), que no dejan de ser fotos fijas de población asentada en un determinado momento y aunque nosotros hayamos conseguido cierto dinamismo gracias a los seguimientos, no cabe duda de que perdemos muchos datos y casi toda la información producida entre foto y foto.
En nuestra investigación (14) contamos con una muestra de 1.800 inmigrantes (que pertenecen a 1.215 familias) asentados en la Ría de Bilbao (procedentes de 16 orígenes seleccionados). Nuestro trabajo primero consistió en informatizar sus nombres y apellidos, de ellos y de sus familias, lo que nos ha permitido descubrir la presencia de parientes. Nos hemos atrevido a asegurar la existencia de una relación de parentesco cuando se cumplían los tres siguientes criterios:
-mismos apellidos (15) ,
-mismo municipio de origen,
-diferentes años de llegada (este dato nos va a dar el orden de llegada de cada uno de los familiares).
Esto no lo podemos hacer con los que no son parientes, aunque el hecho de que entre familiares se den estas cadenas migratorias, significa que también se pudieron dar, y con toda seguridad se dieron entre paisanos y conocidos.
Como se recoge en el Cuadro 1 entre todos los emigrantes de nuestra muestra hemos descubierto la existencia de cadenas migratorias en el 21 por ciento de los movimientos o migraciones (entendiendo cada uno de los fenómenos migratorios que se producen, independientemente del número de individuos que se trasladen, bien sea una migración individual o familiar).
Fuente: Elaboración propia a partir de los padrones municipales (16)
Además de cuantificarlas, hemos podido averiguar quiénes son los miembros de las familias que establecen estas cadenas, quienes son los responsables del "efecto llamada". En su gran mayoría, el 56,3 por ciento de los casos, son hermanos los que inician dicha cadena. Es decir, primero emigra un individuo, bien sea sólo o con su familia y posteriormente va llamando a hermanos. Le sigue en importancia, las cadenas establecidas por paisanos (13,3%). Ya hemos comentado anteriormente cómo no podíamos detectar más que cadenas establecidas por miembros familiares, pero hay casos en los que podemos intuirlas, cuando encontramos sirvientes, huéspedes u otros individuos sin relación de parentesco, que están presentes en la misma familia.
Otro 11,5 por ciento de las cadenas son establecidas por parientes corresidentes, bien sean cuñados, cónyuges, abuelos, tíos, sobrinos o primos y un 10,14 por ciento por hijos, que llaman a sus padres a la ciudad (tal vez para atenderlos porque ya sean mayores o hayan quedado viudos,...). Por último, el 8,74 por ciento de las cadenas son establecidas por padres o madres (también hay algún caso de familias de padres con hijos).
Dependiendo del tipo de emigración, hemos detectado un mayor porcentaje de redes entre la población que emigra de forma individual, donde hemos descubierto dichas cadenas en un 24,7 por ciento, frente al 16 por ciento descubiertas entre los casos de emigración familiar. En ambos casos el porcentaje de redes establecidas por hermanos son el porcentaje más numeroso, y asciende al 56,6 por ciento. Entre la migración de carácter familiar, hay un 11,3 por ciento de casos en los que son los padres los que atraen a sus hijos, seguidos del mismo porcentaje para los casos de otros parientes corresidentes, y un 10,4 por ciento de hijos que atraen a padres, y el mismo porcentaje de personas que no guardan parentesco (huéspedes, paisanos, sirvientes,...) Entre los emigrantes individuales, después de los hermanos(56,6%) son los paisanos y otros sin relación de parentesco los que mayor atracción realizan (16,7%), seguidos de otros parientes corresidentes (11%) e hijos (9,8%) y ya menos importancia tienen los padres que atraen a hijos (5,78%).
En un segundo momento hemos reducido la muestra a la población emigrante recién llegada a la Ría (que llevan menos de 1 año de residencia). Hemos tomado este grupo de emigrantes, porque son los que mejor nos permiten acercarnos a la realidad de la llegada. De hecho, como se recoge en la Cuadro 2 podemos observar algunos cambios. Entre los recién llegados, hemos detectado la presencia de cadenas migratorias en un 28 por ciento, porcentaje superior al descubierto para el total de la población. Es verdad que según van pasando los años, es más difícil descubrir las cadenas (pueden haberse producido movimientos posteriores de familiares, ...). En este caso, la mayoría de las cadenas, el 51,15 por ciento son establecidas por hermanos, seguidos de un 21,4 por ciento establecidas por personas sin parentesco, paisanos, sirvientes, huéspedes. El resto de las redes son establecidas de forma bastante paritarias por parientes corresidentes (10%), hijos (9,16%) o padres (8,4%).
Es más habitual también encontrar entre los recién llegados una mayor presencia de redes, ya que era habitual al emigrar, en muchos casos trasladarse incluso al mismo hogar del conocido o familiar, aunque fuera de forma temporal. Probablemente iban llegando, bien llamados o atraídos por las buenas noticias de los que ya estaban en la Ría, y de forma temporal, podían incluso alojarse en la misma casa. Posteriormente probablemente buscarían otra residencia, o se casarían y formarían su propia familia, etc. Por eso es más difícil detectar estas cadenas con grupos de emigrantes que lleven más años residiendo en el destino.
En el Anexo 1 hemos recogido un ejemplo de seguimiento nominativo de emigrantes desde sus municipios de origen hasta la Ría de Bilbao, en el que detectamos claramente la presencia de redes migratorias, que añadimos para ilustrar con ejemplo práctico los resultados de nuestra investigación. Nos encontramos a la familia Villa Rebollar, procedentes de Balmaseda, donde podemos encontrar en 1860 al matrimonio Villa Rebollar con 5 hijos. Poco después, en 1876 vemos como tras morir el padre, madre e hijo viven en casa de la hija Tomasa, a su vez casada y con hijos.
Cecilia Villa Rebollar fue la primera en emigrar y en 1872 se instala en Portugalete, donde se casa y tiene hijos. 8 años más tarde, en 1880 llegan su hermana Tomasa, viuda y con dos hijos, y su madre Micaela al mismo municipio, Portugalete. En 1884 llega a casa de Cecilia Basilisa Unamuno, como sirvienta y también es originaria de Balmaseda. Por lo tanto podemos observar el efecto llamada de familiares: Cecilia que atrae a su hermana y a su madre; y de paisanos: la sirvienta.
Con este estudio cuantitativo podemos concluir la existencia de cadenas migratorias, y su importancia numérica. Nosotros hemos encontrado que se establecen estas cadenas hasta en un 28 por ciento de los casos (si tomados a la población emigrante que lleva residiendo en la Ría menos de 1 año; 21 por ciento entre todos los emigrantes de nuestra muestra). El porcentaje real de cadenas tuvo que ser mucho mayor, porque nosotros sólo hemos podido detectar las establecidas entre familiares y entre paisanos y otros sin parentesco pero que vivan en el mismo hogar. Hay que tener en cuenta que nuestra fuente, los padrones de habitantes, tampoco es la ideal, pues son fotos fijas en determinados momentos que pueden estar ocultándonos circunstancias, y sin duda se nos han escapado muchas.
Casi la mitad de las cadenas migratorias son establecidas por hermanos. Si analizáramos el perfil de los emigrantes, la mayoría son jóvenes, en edad de trabajar, muchos de ellos con su familia recién creada y con niños, que emigran a la ciudad en busca de mejores oportunidades que no van a alcanzar en el campo (en todos los sentidos, laborales, condiciones de vida, calidad de vida,...). Son estos los que van a ir atrayendo a otros hermanos, que vista la buena experiencia de su pariente, viene a probar suerte.
Por supuesto, también hay otros parientes que establecen
o inician las cadenas, como los parientes corresidentes (cónyuges,
cuñados, primos, tíos, etc.) e hijos que llaman a sus padres.
La familia también mantenía relaciones muy importantes con
individuos no emparentados, sirvientes, aprendices, huéspedes,...
Conclusiones
Son múltiples y complejos los factores y circunstancias que actúan detrás de cada caso de emigración, casi tantos como casos de emigrantes analicemos. Pero partiendo de este punto, sí podemos intentar buscar las claves que ponen en marcha dicho fenómeno, y en nuestros estudios hemos visto que son tres:
- los factores económicos ("la situación de crisis finisecular de la agricultura de la meseta, y el surgimiento de un gran foco de atracción industrial con una importante oferta de trabajo fueron las claves del fenómeno migratorio hacia la Ría de Bilbao"(García Abad, 1999a: 202),
- las estrategias familiares: las migraciones son unas de las estrategias de adaptación o de maximización que se adoptan en el seno de la familia para adecuar sus recursos humanos a realidades económicas y sociales cambiantes (Camps, 1993: 36),
- las redes migratorias que estructuran la selección de emigrantes y la direccionabilidad de los flujos migratorios,
Con este breve trabajo hemos querido hacer una pequeña
contribución cuantitativa y empírica a la teoría de
las redes migratorias, aportando un método para descubrirlas y cuantificarlas.
Hemos podido cuantificar el peso de las redes migratorias en el peso de
los flujos migratorios (al menos en un 28 por ciento de los casos) y establecer
su cronología y quiénes son los miembros de la familia que
las establecen.
Notas
Rocío García Abad
e-mail: hcbgaabr@lg.ehu.es
(1) "Los emigrantes de ayer", El País, 26 de enero de 2001, artículo en el que intenta arrojar luz e información sobre "el problema de la inmigración" haciendo referencia al comportamiento emigrante de la población española a finales del s. XIX y principios del s. XX.
(2) En los años 1880-90 en la Ría nos encontramos con un 55,43 por ciento de inmigrantes: 39,9 por ciento procedentes de Vizcaya; 13 por ciento de Burgos, 7,8 por ciento de Santander, 7,7 por ciento de Álava y 5 por ciento de Guipúzcoa. (García Abad, 1999a: 184).
(3) T. Hareven (1995: 129-130) señala como a raíz de una conferencia de 1986 entre historiadores de la familia surgieron dos líneas de investigación, y una de ellas tenían por objetivo estudiar los vínculos entre hogar y parentesco, con procesos tales como la migración y el trabajo.
(4) Referencias a la importancia de las redes en las migraciones las encontramos en numerosos autores, entre otros: Root y De Jong (1991), Baud (1994: 98), Sánchez Alonso (1995, cap.6), Devoto (1992: 97-98), Harney (1984:77-91), Singer (1975: 64), Tilly (1990:92-94), Sarasúa (1994:48-61), Arbaiza Vilallonga (1994: 95-124), Hareven (1982), Massey (1990), Gurak y Fe Caces (1992), Baines (1994), Morgan (1985), Boyer y Hatton (1997), Hatton y Williamson (1998), Reher (1995), Wegge (1998), etc.
(5) Arbaiza Vilallonga (1994: 415-416) señala la importancia de dichas redes en la inserción laboral, señalando cómo a veces los nuevos emigrantes venían ya con el trabajo apalabrado por algún familiar suyo. Hareven (1995: 118) señala también la importancia de la familia en la adaptación a las nuevas condiciones de trabajo a las que estaban sometidos los trabajadores inmigrantes, jugando un papel de intermediario entre los inmigrantes y la patronal, en la concienciación de la clase obrera,... Pérez Pérez (2000: 58) en su tesis doctoral sobre el mundo laboral del Gran Bilbao, y aunque referido a las segundas oleadas de emigrantes producidas en la segunda mitad del siglo XX, también ha descubierto la existencia de estas redes y su importancia en la inserción en el mercado laboral. "La introducción en el mercado laboral de la provincia se produjo a través de empleos previamente apalabrados. La existencia de un nexo de unión entre la comunidad de origen y la provincia facilitó la primera fase de la integración de los trabajadores y la de sus familias.(...) Según los propios protagonista, fue este factor el que indujo a la mayor parte de los trabajadores a decantarse finalmente por Vizcaya, y más en concreto por el área del Gran Bilbao.(...) Estos mediadores facilitaron la inserción social de los recién llegados".
(6) En Massey y otros (1998: 234) se hace referencia a este efecto multiplicador, y señala que autores como Jasso y Rosenxweig (1986: 234) estiman el efecto multiplicador del inmigrante en torno al 1,2 por cada trabajador, es decir, que por cada nuevo inmigrante admitido como trabajador puede esperarse que en el término de 10 años lleguen 1,2 inmigrantes más.
(7) Blanca Sánchez Alonso (1995: 205-206) recoge estas dos características, la continuidad, "una vez que una región se convierte en "emigratoria", por decirlo de alguna manera, mantiene altos niveles de emigración a lo largo del tiempo. Esta característica de continuidad está frecuentemente ligada al fenómeno de las cadenas migratorias que "alimenta" la corriente emigratoria de un área determinada", y la difusión que "está normalmente asociado a la extensión y acceso a la información sobre las posibilidades de emigrar por parte de grupos de población cada vez más amplios. Igualmente, la difusión de la información está íntimamente ligada a las cadenas migratorias, al llamado "efecto amigos y parientes" y a la "emigración retorno".
(8) Y en nota a pie de página cita los siguientes trabajos como pioneros: Anderson, M., 1971, Family Structure in Nineteenth-Century Lancashire, Cambridge; Hareven, T., 1978, "The Dynamics of Kin in an Industrial Community", en Demos, J. y Boocock, S.S. (ed.), Turning Points: Historical and Sociological Essays on the Family, Chicago; Tilly, C. y Harold Brown, C., 1974, "On Uprooting, Kinship and the Auspices of Migration", en Tilly, C. (ed.), An Urban World, Boston, 108-133; Schwarzweller, H.K., Brown, J y Mangalam, J.J. 1971, Mountain Families in Transition: A Case Study of Appalachian Migration, University Park, PA.
(9) Entre otros citaremos a Marquiegui (1989), Cubano (1993), Sánchez-Albornoz (1988), Martínez Shaw (1994), Anes Alvarez (1993), Escobedo Mansilla, Zaballa Beascoechea y Alvarez Gila (1996), Santiso González (1998), Siegrist de Gentile y Alvarez Gila (1998), Santiso González (1993), Massey y otros (1998), Sánchez Alonso (1995), Aierdi (1993), Moya (1998), etc.
(10) Podemos citar como ejemplo las causas manifestadas por los hombre guipuzcoanos que emigran en 1840: 23,8 por ciento por llamada familiar; 12,2 por ciento por llamada de paisanos; 63,3 por ciento para mejorar fortuna; y 0,5 por ciento sin respuestas. La emigración en cadena para los hombres de Guipúzcoa en 1840 supuso el 36,03 por ciento.
(11) Esto es lo que hemos hecho en García Abad (1999a: 200), analizar el asentamiento de los emigrantes en los diferentes barrios del municipio de Baracaldo en 1890, y efectivamente observábamos cómo el origen predominante de los emigrantes variaba en cada barrio. Un caso claro de red migratoria fue el descubrir la presencia de 20 emigrantes de Buvia, un pequeño municipio de León, todos ellos asentados en un mismo barrio.
(12) En nuestro trabajo sobre el hospedaje (García Abad, 1999b) pudimos ver cómo un porcentaje de huéspedes compartían procedencia con los dueños de la casa donde residía. Doherty (1985) en su tesis realiza seguimientos desde origen al destino de los emigrantes, descubriendo la tendencia entre los emigrantes a instalarse juntos, y también descubre entre los huéspedes -que era una forma muy habitual de desplazamiento- que muchos se instalaban en familias de la misma procedencia.
(13) Las migraciones son un fenómeno demográfico que no genera fuentes propias, excepto las altas y bajas, una fuente muy escasa y que normalmente no encontramos hasta principios del siglo XX. Para las migraciones exteriores contamos con las "Estadísticas de la Emigración e Inmigración de España" que elabora la Dirección General del Instituto Geográfico y Estadística, a partir de finales del s. XIX.
(14) Aprovecho para agradecer al Archivo y Laboratorio de Demografía del Dpto. de Historia Contemporánea de la UPV, dirigida por Manuel González Portilla, su ayuda inestimable y el haberme permitido utilizar su amplia base de datos que ha hecho posible esta investigación.
(15) Trabajar con los nombres y apellidos no es sencillo y hemos tenido que descartar muchos casos donde sólo nos aparecía un apellido, o donde los apellidos eran sumamente abundantes, como García, o Fernández, y por lo tanto nos permitía asegurar relaciones de parentesco.
(16) Padrones municipales utilizados:
para la Ría de Bilbao -Abanto y Ciervana, Baracaldo, Basauri, Galdames,
Getxo, Ortuella, Portugalete y San Salvador del Valle; para los municipios
de origen de los emigrantes -Balmaseda, Durango, Gordejuela, Güeñes,
Munguía y Zalla en Vizcaya; Bergara, Eibar y Elgueta en Guipúzcoa;
Amurrio, Llodio y Villarreal en Álava; y Frías, Briviesca,
Poza de la Sal y Valle de Mena en Burgos. En cada uno de los casos hemos
utilizado varios padrones de diferentes años.
Bibliografía
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Esta comunicación se enmarca dentro del proyecto de investigación de tesis doctoral titulado "Emigrar a la Bizkaia industrial: los factores de expulsión y estrategias familiares (1877-1936)" que se desarrolla en el Departamento de Historia Contemporánea de la Universidad del País Vasco, y que ha contado con la financiación del Gobierno Vasco a través de una beca del Programa de Formación de Investigadores para los años 1997-2000, y actualmente con una Beca Doctoral de la Fundación Caja Madrid para el año 2001.
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