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UNIVERSIDAD DE BARCELONA
ISSN:  0210-0754 
Depósito Legal: B. 9.348-1976
Año I.   Número: 4
Julio de 1976

TEORÍA REVOLUCIONARIA Y CONTRARREVOLUCIONARIA EN GEOGRAFÍA
Y EL PROBLEMA DE LA FORMACIÓN DEL GHETTO.

David Harvey



Nota introductoria

Con la publicación de este artículo y (en el próximo número) de algunos de los comentarios por él suscitados, Geo-Critica pretende contribuir a la difusión de los puntos de vista de los geógrafos radicales, tal como son expresados por la revista "Antipode A radical Journal of Geography".

La publicación de "Antipode" en 1969 significó la presencia en la geografia norteamericana de una revista radical, de izquierdas, que se unía al amplio movimiento radical que se producía en otras ciencias sociales desde unos años antes. Los objetivos de ía revista fueron cíaramente expuestos por David Stea desde el primer número:

"Nuestro objetivo es un cambio radical la sustitución de las instituciones y el ajuste institucional de nuestra sociedad, instituciones que no pueden ya responder a las cambiantes necesidades societales, que ahogan los intentos para darnos unos patrones de vida más viables, que frecuentemente no sirven más que para el propósito de perpetuarse a sí mismos, No tratamos de sustituir las instituciones existentes por otras que adoptarán inevitablemente la misma forma; mas bien tratamos de encontrar una nueva ordenación de medios de acuerdo con un nuevo conjunto de objetivos".

Unos años más tarde, y precisamente en la introducción al número del que procede el artículo que aqui se publica, estos mismos propósitos volvian a ser reafirmados por el director de la revista, Richard Peet:

"A través de "Antipode" deseábamos desarrollar paradigmas alternativos para estudiar el presente, investigar formas de cambio radical de las sociedades existentes y desarrollar modelos de sociedades futuras más justas. La segunda frustración que generó Antipode radica en la aparente falta de preocupación de nuestra disciplina por las cuestiones sociales. una década de cambio en ios métodos de la investigación geográfica no había sido seguida paralelamente, según parecia, de un cambio fundamental en la dirección de las preocuraciones qeoqráficas".

Desde su aparición "Antipode" ha publicado números dedicados a la metodologia radical (vol. 2, n. 1, 1970), la pobreza (vol 2, n 2, 1970) el acceso a los servicios sociales (vol. 3, n. 1, 1971), la ingeniería social (vol. 4, n. 1,1972), la Geografia social y las perspectivas geográficas sobre la pobreza en Norteamérica (número monográfico especial), la teoría revolucionaria, la ayuda a los grupos afectados por los proyectos de planificación, y los indios norteamericanos (temas tratados en el vol.4, n. 2, 1972), Appalachia (vol. 5, n. 1, 1973) explotación y destrucción en el Tercer Mundo y la Geografía del "establishment" (vol. 5, n. 2, 1973), Ideología y medio ambiente (vol. 5, n. 3, 1973) tendencias en Geografia urbana (vol. 6, n 1,1974),Geografia de las mujeres, justicia social, (vol. 6, n. 2, 1973), imperialismo, Cuba, Geografia del desarrollo (vol. 6, n. 3, 1973), geografía marxista (vol. 7, n o 1, 1974). Los números anunciados incluyen, por su parte, temas como los siguientes: guia de Marx para geógrafos; geografia de la vejez; enfoques alternativos de la geografía del comportamiento; Norteamerica rural; alternativas en Biogoegrafia; economía política urbana; subdesarrollo en el Tercer Mundo, etc.

El artículo de David Harvey que hemos traducido fue publicado en el volumen 4, n.o 2 (1972), dedicado parcialmente a la discusión de puntos de vista sobre la Geografia y la teoria revolucionaria, y fue seguido de varios comentarios que publicaremos en el número siguiente de Geo-Critica. Deseamos agradecer a Richard Peet el permiso que nos ha concedido para traducir y publicar estos textos de "Antipode".

El autor del artículo, David Harvey, es uno de los más prestigiosos y renovadores geógrafos británicos, actualmente de la John Hopkins University en Estados Unidos. Entre sus publicaciones destacan las siguientes: Explanation in Geography (Londres, E. Arnold, 1969); Social Justice and the city (Londres, E. Arnold, 1973); y A question of method for a matter of survival ("Geographical Papers'', Department of Geography, Universitv of Readina, diciembre 1973).

La dirección de la revista es la siguiente. Antipode. P o. Box 225; West Side Station, Worcester, Mass. U.S.A. 01602 Precio de la suscripción anual,10$.


TEORIA REVOLUCIONARIA Y CONTRAREVOLUCIONARIA EN GEOGRAFIA Y EL PROBLEMA DE LA FORMACION DEL GHETTO

¿Cómo y por qué razón habríamos de llevar a cabo una revolución en el pensamiento geográfico? Para ahondar un poco en esta cuestión vale la pena examinar cómo se producen las revoluciones y contrarrevoluciones en todas las ramas del pensamiento científico. Thomas Kuhn nos ofrece un interesante análisis de este fenómeno tal como se da en las ciencias naturales. Sugiere que la mayor parte de la actividad cientifica es lo que él llama ciencia normal, que equivale a la investigación de todas las facetas de un paradigma particular (considerando un paradigma como una serie de conceptos, categorías, relaciones, y métodos, generalmente aceptados por toda la comunidad científica en un momento dado). A lo largo del proceso de la ciencia normal surgen ciertas anomalías, observaciones o paradojas que no pueden ser resueltas dentro del paradigma existente. Al incrementarse, estas anomalías pasan a convertirse en el foco de atención hasta que la ciencia queda sumida en un período de crisis en el que los intentos especulativos se encaminan a solucionar los problemas planteados por las anomalías. Finalmente surgen de estos intentos una nueva serie de conceptos, categorías, relaciones, y métodos, que resuelven con éxito los dilemas existentes a la vez que incorporan con éxito los aspectos válidos del antiguo paradigma. De este modo ha nacido un nuevo paradigma que va a ser seguido una vez más por la actividad cientifica normal(1)

. El esquema de Kuhn está abierto a la crítica en ciertos terrenos. Trataré brevemente dos problemas. En primer lugar, no existe una explicación de cómo surgen las anomalías y cómo, una vez han surgido, generan crisis. Esta crítica puede combatirse distinguiendo entre anomalías significantes y anomalías insignificantes. Asi, de este modo durante muchos años se supo que la órbita de Mercurio no coincidía con los cálculos newtonianos; no obstante, esta anomalía era insignificante puesto que no era relevante en la utilización ordinaria del sistema newtoniano. Si, por otra parte, hubiesen surgido ciertas anomalías en, por ejemplo, la construcción de puen tes, entonces, éstas hubiesen tenido obviamente una gran importancia. Así, el paradigma newtoniano siguió siendo satisfactorio y no fue puesto en tela de juicio hasta que algo de importancia práctica y relevante no pudo realizarse utilizando el sistema newtoniano. En segundo lugar, existe la cuestión, nunca planteada satisfactoriamente por Kuhn, concerniente al modo cómo un nuevo paradigma llega a ser aceptado. Kuhn admite que esta aceptación no es cuestión de lógica y sugiere que supone un acto de fe. ¿Un acto de fe basado en qué? Subyacente al análisis de Kuhn se halla una fuerza directriz que nunca es examinada explicitamente. Esta fuerza directriz equivale a una creencia fundarnental en los aspectos positivos del control y manipulación del medio ambiente natural, y el acto de fe, por lo tanto, está basado en la creencia de que el nuevo sistema permitiría una extensión de la posibilidad de manipulación y de control sobre cualquier aspecto de la naturaleza. ¿Qué aspecto de la naturaleza? Presumiblemente, será una vez más un aspecto de la naturaleza importante en términos de una actividad cotidiana y de una vida cotidiana tal como se da en un momento concreto de la historia.

La critica central a Kuhn a la que estos dos ejemplos apuntan, es su abstracción del cónocimiento científico de su base materialista. Kuhn ofrece una interpretación idealista del avance científico cuando está claro que el pensamiento científico está fundamentalmente engranado a actividades materiales. Esta base materialista para el avance del conocimiento científico ha sido explorada por J. D. Bernal(2).

La actividad material incluye la manipulación de la naturaleza por los intereses del hombre y un conocimiento científico no puede ser inter pretado independientemente de esta presión general. Pero al llegar a este punto estamos obligados a añadir una perspectiva posterior, porque "el interés del hombre'' está sujeto a una varie dad de interpretaciones según el grupo de hombres en el que pensemos. Asi, Bernal señala que las ciencias en Occidente han sido, hasta muy recientemente, un terreno acotado por un grupo de la clase media, e, incluso recientemente, con el auge de lo que se llama a menudo la"meritocracia", el científico se ve impulsado invariablemente a unos modos de vida y de pensar propios de la clase media a lo largo de su carrera. De este modo, es de esperar que las ciencias naturales reflejen tácitamente una tendencia a la manipulación y al control en aquellos aspectos de la naturaleza pertinentes a los empresarios capitalistas. Sin embargo, mucho más importante es el enjaezamiento de la actividad cientifica por un proceso de protección y de investigación financiada con vistas a los intereses especiales de aquellos que detentan el control de los medios de producción. La coalición de la industria y del gobiemo encauzan fuertemente la actividad cientifica. De este modo, manipulación y control significan manipulación y control según los intereses de un grupo particular dentro de la sociedad más que según los intereses de la sociedad tomada en su conjunto(3). Con estas perspectivas podemos entender ahora mucho mejor el impulso general del avance científico camuflado bajo las periódicas revoluciones cientificas que Kuhn tan claramente describió.

Se ha discutido frecuentemente sobre si se debia o no extender el análisis de Kuhn a las ciencias sociales. Kuhn adopta el punto de vista de que las ciencias sociales son "pre-científicas", en el sentido de que ninguna ciencia social ha establecido realmente el cuerpo de conceptos, categorías, relaciones y métodos generalmente aceptados que forman un paradigma. Este punto de vista que considera a las ciencias sociales como precientificas es de hecho bastante corriente entre los filósofos de la ciencia(4). Sin embargo, una rápida ojeada a la historia del pensamiento en las ciencias sociales muestra que las revoluciones ocurren realmente y que tales sucesos están marcados por muchas de las mismas características que Kuhn identificó en las ciencias naturales. No hay duda de que Adam Smith proporcionó una formulación paradigmática para el pensamiento económico, de la cual ulteriormente partió Ricardo. En tiempos modemos Keynes logró hacer algo esencialmente similar. Johnson, en un artículo reciente, explora este tipo de revoluciones en el pensamiento económico y su análisis es en muchos aspectos paralelo al de Kuhn, dándole, sin embargo, un par más de giros. En el fondo de la revolución de Keynes, afirma Johnson, se halla una crisis generada por el fracaso de los economistas pre-keynesianos en solventar el más urgente y significativo problema de la década de 1930 -a saber, el desempleo-. El desempleo produjo una anomalía significativa. Johnson indica que:

Con mucho, la circunstancia más útil para la rápida propagación de una nueva y revolucionaria teoría es la existencia de una ortodoxia establecida claramente incompatible con los hechos más destacados de la realidad, y que sin embargo está lo suficientemente convencida de su poder intelectual como para intentar explicar estos hechos, Y que en sus esfuerzos para hacerlo pone al descubierto su incompetencia de un modo ridiculo''(5) .

De este modo, las realidades sociales objetivas del momento dejaron atrás a la sapiencia convencional y sirvieron para poner sus fallos al descubierto:

"En esta situación de confusión general y de obvia falta de eficacia de la economia ortodoxa frente a los problemas reales, el camino estaba abierto para una nueva teoria que of reciese una explicación convincente de la naturaleza del problema y una serie de prescripciones políticas basadas en esta explicación"

Hasta aquí la similaridad con Kuhn es notable. Pero Johnson añade entonces ciertas consideraciones nuevas, algunas de las cuales proceden realmente de la propia sociología de la ciencia. Indica así que para ser aceptada, una teoría precisa de cinco características principales:

''En primer lugar, debe atacar la proposición central de la ortodoxia conservadora... con un nuevo aunque académicamente aceptable análisis que invierta la proposición... En segundo lugar, la teoria debe aparecer como nueva, aunque incluyendo el mayor número posible de los componentes válidos, o por lo menos no discutibles fácilmente, de la teoria ortodoxa existente. En este proceso, ayuda mucho el dar a los antiguos conceptos nombres nuevos y que confundan, y enfatizar como pasos analíticos cruciales los que han sido tomados anteriormente como triviales... En tercer lugar, la nueva teoría debe poseer el apropiado grado de dificultad para ser entendida... de modo que los colegas académicos más viejos no la encuentren ni fácil ni interesante de estudiar, para que así empleen sus esfuerzos en puntos teóricos periféricos, ofreciéndose a sí mismos como fáciles blancos a la crítica y refutación de sus más jóvenes y sedientos colegas. Al mismo tiempo, la nueva teoría tiene que parecer por un lado lo suficientemente difícil para poner a prueba el interés intelectual de los colegas más jóvenes y de los estudiantes, pero, de hecho, lo suficientemente fácil como para que puedan llegar a conocerla a fondo con la adecuada inversión de esfuerzo intelectual... En cuarto lugar, la nueva teoría debe ofrecer a los estudiantes más dotados y menos oportunistas una nueva metodología más atrayente que las disponibles corrientemente... Finalmente, (debe ofrecer) una importante relación empírica... que medir"(6).

La historia del pensamiento geográfico de los últimos diez años está reflejada exactamente en este análisis La proposición central de la vieja geografía consistía en lo cualitativo y en lo singular, y estaba claro que no podría resistir la evolución del conjunto de las ciencias sociales en lo que se refería los instrumentos de manipulación y control social que requerían una comprensión de lo cuantitativo y lo general. No puede caber duda tampoco sobre el hecho de que durante el proceso de transición se les dieron nuevos y desorientadores nombres a los antiguos conceptos y que supuestos totalmente triviales fueron sometidos a una rigurosa investigación analítica. Tampoco puede negarse que la llamada revolución cuantitativa brindó la oportunidad de exponer al ridículo a los más viejos jerarcas de la disciplina, especialmente cuando se aventuraron en puntos relacionados con la recién creada ortodoxia.Ciertamente, el movimiento cuantitativo propor cionó un desalío de apropiada dificultad y oireció una perspectiva para nuevas metodolologías, muchas de las cuales resultaron ser bastante provechosas en lo que respecta a los enfoques analíticos que generaron. Por último, abundaron nuevas cosas que medir y en la función de la distancia, el umbral y el alcance de un bien, y la medición de una pauta espacial, encontramos tres nuevos tópicos empíricos aparentemente decisivos con los que podíamos gastar un considerable tiempo extra en su investigación. El movimiento cuantitativo, por lo tanto, puede interpretarse, en parte, en términos de una desafiante nueva serie de ideas cuya respuesta debe ser hallada, en parte como una lucha bastante mezquina por el poder y la jerarquía dentro de una marco académico, y en parte también como una repuesta a presiones exteriores que pugnan por poner a punto sistemas de manipulación y control en lo que puede definirse a grandes rasgos como "el campo del planeamiento". En el caso de que alguien interprete mal mis observaciones, como si señalasen a un grupo en particular, me permito decir que todos nosotros quedamos involucrados en este proceso y que no existió ni existe modo alguno de poder escapar a tal situación.

Johnson introduce asimismo el término de "contra-revolución" en su análisis. En este sentido sus ideas no aclaran gran cosa ya que dirigía sus ataques contra los monetaristas, a los que designa como contra-revolucionarios incluso a pesar de que existe una anomalía significativa (la combinación de la inflación y el desempleo) como apremiante reto a la ortodoxia de Keynes. Pero hay algo muy importante en esta noción, que requiere un análisis, ya que intuitivamente parece válido pensar en el movimiento de ideas en las ciencias sociales como un movimiento basado en revoluciones y contra revoluciones, contrastando con las ciencias naturales a las que una noción de este tipo no parece ser aplicable tan de inmediato. Podemos analizar el fenómeno de la contra-revolución utilizando nuestra comprensión de la formación del paradigma en las ciencias naturales. Esta formación del paradigma está basada en la extensión de la habilidad para manipular y controlar fenómenos que ocurren naturalmente. De un modo similar, podemos anticipar que la fuerza motriz que se halla detrás de la formación del paradigma en las ciencias sociales es la manipulación y control de la actividad humana y de los fenómenos sociales en interés del hombre. Inmediatamente surge la cuestión de quién va a controlar a quién, en interés de quién va a ser el control. y, si el control es ejercido en interés de todos, quién va a encargarse de definir este interés público. Nos vemos obligados asi a confrontar directamente en las ciencias sociales lo que en las ciencias naturales sólo surge indirectamente, a saber: las bases sociales y las implicaciones del control y la manipulación. Seríamos sumamente necios si presupusiéramos que estas bases se hallan distribuídas equitativamente por toda la sociedad. Nuestra historia, hasta el momento actual, muestra que normalmente han estado muy concentradas en unos pocos grupos clave dentro de la sociedad. Estos grupos pueden ser benevolentes o explotadores respecto a los demás grupos. Sin embargo, la cuestión no está ahí. La cuestión es que la ciencia social formula conceptos, categorias, relaciones y métodos, que no son independientes de las relaciones sociales que existen en la sociedad. Así, los conceptos utilizados son ellos mismos producto de los mismos fenómenos que deberian describir. Una teoría revolucionaria sobre la que se basa un nuevo paradigma sólo logrará la aceptación general si la naturaleza de las relaciones sociales comprendidas en la teoria están realizadas en el mundo real.Una teoría contra-revolucionaria es una teoría propuesta deliberadamente para habérselas con una teoria revolucionaria con el fin de evitar los cambios sociales con que amenaza la aceptación general de la teoría revolucionaria, sea por adaptación o subversión.

Este proceso de revolución y contra-revolución en las ciencias sociales puede ser examinado más explícitamente estudiando la relación entre la economía política de Adam Smith y Ricardo por un lado y de Karl Marx por otro. A este respecto, Engels, en el Prólogo al volumen l del Capital, realiza algunas observaciones muy interesantes. Estaba en disputa la cuestión de si Marx había plagiado la teoría de la plusvalía. Marx, sin embargo, había reconocido claramente que tanto Adam Smith como Ricardo habían tratado y comprendido la naturaleza de la plusvalía. Engels empieza a expl icar lo que era nuevo en las expresiones de Marx sobre la plusvalía y cómo ocurrió el que la teoria de Marx sobre la plusvalía "dió en lo vivo como un rayo procedente de un cielo sereno"(7). Para explicar ésto, Engels recurrió a una analogía con un incidente en la historia de la química que, curiosamente, resulta ser una de las inspiraciones para la tesis de Kuhn sobre la estructura de las revoluciones en las ciencias naturales(8). El incidente se refiere a la relación entre Lavoisier y Priestley en el descubrimiento del oxigeno. Ambos efectuaron experimentos similares y llegaron a resultados similares. La diferencia esencial entre ellos fue, sin embargo, que Priestley insistió durante el resto de su vida en intentar interpretar sus resultados en términos de la vieja teoria del flogisto, y, por lo tanto, llamó a su descubrimiento "aire desflogistizado". En cambio, Lavoisier, se dió cuenta de que su descubrimiento no podía conciliarse con la vieja teoria del flogisto, y, en consecuencia, fue capaz de reconstruir la estructura teórica de la química sobre una base totalmente nueva. Asi, tanto Engels como Kuhn sugieren que Lavoisier fue el "verdadero descubridor del oxígeno frente a los otros que sólo habian llegado a producirlo sin saber lo que habian producido".

Engels continua diciendo:

Marx se halla en la misma relación con sus predecesores en la teoría de la plusvalía que en la que se halló Lavoisier respecto a Priestley... La existencia de esta parte del valor del producto al que hoy llamamos plusvalía había sido descubierta mucho antes que Marx Tamb¡én se habia expuesto, con mayor o menor claridad, en qué consistia... Pero no mucho más que ésto... (todos los economistas) permanecieron prisioneros de las categorias económicas tal y cómo habian llegado a ellos. Al entrar Marx en escena toma un punto de vista directamente opuesto al de todos sus predecesores. Lo que habian considerado una solución, él lo toma como un problema. Vió que no se enfrentaba ni a aire desflogistizado ni a aire igneo, sino al oxígeno -que no era simplemente cuestión de definir un hecho económico o de señalar un conilicto entre este hecho y la justicia y la moralidad eternas, sino de explicar un hecho destinado a revolucionar toda la economía, y que le ofreció a él que sabia cómo usarla la clave para Ina comprensión de toda la producción capitalista. con este hecho como punto de partida, examinó todas las categorias económicas que encontró a mano, tal como Lavoisier habian examinado a partir del Oxígeno las categorías de la química flogística(9)

La teoría marxista era claramente peligrosa ya que parecía proporcionar la clave para la comprensión de la producción capitalista desde el punto de vista de aquellos que no se hallaban en el control de los medios de producción y en consecuencia las categorías, conceptos, relaciones y métodos que tenian el potencial de formar un paradigma constituían una enorme amenaza para la estructura de poder del mundo capitalista. La subsecuente aparición de la teoría marginal del valor dió al traste con gran parte de los elementos básicos de los análisis de Smith y Ricardo (en particular la teoría del valor del trabajo) y también sirvió incidentalmente para dar la espalda al desafio marxista en ecomonia. La adaptación contra-revolucionaria de la teoría marxista en Rusia después de la muerte de Lenin, y la adaptación contra-revolucionaria similar de la mayor parte del lenguaje marxista en la sociologia occidental (hasta tal punto que algunos sociólogos sugieren que "ahora todos somos marxistas"), sin que ésto implique expresión de la esencia del pensamiento marxista, ha impedido eficazmente el verdadero florecimiento del pensamiento marxista y al mismo tiempo la aparición de la sociedad humanistica que Marx imaginaba. Tanto los conceptos como las proyectadas relaciones sociales inherentes a los conceptos quedaron frustrados.

Revolución y contra revolución en el pensamiento son, por consiguiente, características de las ciencias sociales de un modo no característico, aparentemente, de las ciencias naturales. Las revoluciones en el pensamiento no pueden, a la larga, divorciarse de las revoluciones en la práctica. Esto parece indicar la conclusión de que las ciencias sociales se hallan, efectivamente, en un estado pre-científico. Esta conclusión es, sin embargo, infundada, en la medida en que las ciencias naturales nunca han dejado de estar durante un largo espacio de tiempo bajo el control de un grupo restringido de intereses, y es este hecho, más que algo inherente a la naturaleza propia del conocimiento de las ciencias naturales, lo que ha producido la falta de contra-revoluciones en las ciencias naturales. En otras palabras, las revoluciones del pensamiento que se han realizado no plantean una amenaza al orden existente si parten de los requerimientos de este orden existente. Con ésto no quiero decir que no existan algunos incómodos problemas sociales que solucionar al paso, ya que un descubrimiento científico no es predecible y puede, por lo tanto, convertirse en fuente de tensión social. Lo que, sin embargo, si indica es que las ciencias naturales se hallan en un estado pre-social. Asi, cuestiones de acción social y de control social que las técnicas de la ciencia natural ayudan frecuentemente a resolver no están incorporadas a la ciencia natural propiamente dicha. De hecho, existe un cierto fetichismo en el interés por mantenerlas alejadas, ya que incorporarlas "influirá" supuestamente en una investigación dirigida por el mandato del orden social existente. Los consiguientes dilemas morales para aquellos científicos que se toman en serio sus responsabilidades sociales son realmente grandes. Contrariamente a la opinión popular, parece apropiado, sin embargo, llegar a la conclusión de que la filosofía de la ciencia social es muy superior, en general, a la de la ciencia natural y que la consiguiente fusión de ambos campos de estudio no se producirá a través de "hacer más científica" la ciencia social, sino que, por el contrario, requiere la socialización de la ciencia natural(10). Esto puede significar el reemplazar la manipulación y el control por la realización del potencial humano como criterio básico para la aceptación del paradigma. Dado este caso, todos los aspectos de la ciencia experimentarán fases de pensamiento tanto revolucionarias como contra-revolucionarias, que sin duda alguna irán asociadas a revoluciones y contra-revoluciones en la práctica social.

Volvamos ahora a la cuestión inicial. ~Cómo y porqué llevariamos a cabo una revolución en el pensamiento geográfico? La revolución cuantitativa ha seguido su curso y aparentemente los resultados son cada vez menos interesantes mientras que los repetidos trabajos de ecologia factorial, los intentos de medir el efecto de la distancia, o los que tratan de indentificar el alcance de un bien, sirven para decirnos cada vez menos sobre cuestiones de escasa importancia. Además, existe gente más joven ahora, ambiciosos como lo fueron los "cuantitativos" a principios de los años sesenta, un poco sedientos,y en cierto modo hambrientos de cosas interesantes que hacer. Así, se oyen murmullos de descontento dentro de la estructura social de la disciplina, ya que los "cuantitativos" se han apoderado de la "producción" de estudiantes graduados y de los planes de estudio de varios departamentos. Esta condición sociológica dentro de la disciplina no es suficiente para justificar una revolución en el pensamiento (ni deberia serlo), pero la condición está ahí. Más importante todavía es la existencia de una clara disparidad entre la sofisticada estructura teórica y metodológica que estamos utilizando y nuestra capacidad de decir algo realmente significativo sobre los acontecimientos tal como se desarrollan a nuestro alrededor. Hay demasiadas anomalías entre lo que queremos explicar y manipular y lo que realmente ocurre. Existe un problema ecológico, un problema urbano, un problema de comercio internacional, y sin embargo somos incapaces de decir algo de cierta profundidad acerca de cualquiera de ellos. Cuando decimos algo resulta bastante trillado y absurdo. Resumiendo, nuestro paradigma no está a la altura. Está maduro para un derrocamiento. Las condiciones sociales objetivas requieren que digamos algo sensible y coherente o que (a causa de la falta de credibilidad o, lo que es peor incluso, a causa de la posterior deteriorización de las condiciones sociales objetivas) que permanezcamos callados para siempre. Son las condiciones sociales objetivas que están surgiendo y nuestra patente incapacidad para hacerles frente lo que explica en esencia la necesidad de una revolución en el pensamiento geográfico.

¿Cómo podriamos llevar a cabo una revolución de este tipo? Hay cierto número de caminos a seguir. Podriamos, como algunos parecen sugerir, abandonar la base positivista del movimiento cuantitativo por un idealismo abstracto y esperar que las condiciones sociales objetivas mejorarán espontáneamente o que los conceptos forjados mediante formas idealistas del pensamiento alcanzarán finalmente un contenido capaz de facilitar el cambio creativo de las condiciones sociales objetivas. Sin embargo, constituye una caracteristica del idealismo el estar condenado eternamente a buscar sin éxito un contenido real. Podemos asimismo desechar la base positivista de la década de 1960 por una base fenomenológica Esto parece más atractivo en la medida en que, por lo menos, nos mantiene en contacto con el concepto del hombre como un ser en constante interacción sensitiva con las realidades sociales y naturales que le rodean. No obstante, los enfoques fenomenológicos pueden conducimos a un idealismo o, de nuevo, a un ingenuo empirismo positivista con la misma facilidad que a una forma socialmente consciente de materia lismo. La llamada revolución del comportamiento en Geografia apunta precisamente en todas esas direcciones. La estrategia más provechosa en esta coyuntura consiste, por lo tanto, en explorar esta zona de conocimiento en la que ciertos aspectos del positivismo, del materialismo y de la fenomenologia coinciden en parte, para proporcionar adecuadas interpretaciones de la realidad social en la que nosotros mismos nos encontramos Este punto de confluencia está estudiado con mayor claridad por el pensamiento marxista. Marx, en los Manuscritos económicos y filosóficos de 1844 y en La Ideología a/emana(11),da a su sistema una poderosa y atrayente base fenomenológica. Asimismo, existen ciertos puntos comunes entre el marxismo y el positivismo. Ambos poseen una base materialista y ambos recurren a un método analítico. Como está claro, la diferencia esencial es que el positivismo sólo intenta comprender el mundo, mientras el marxismo intenta cambiarlo. Dicho de otro modo, el positivismo traza sus categorías y conceptos a partir de una realidad existente, con todos sus defectos, mientras que los conceptos y las categorías marxistas están formulados a través de la aplicación del método dialéctico a la historia, tal como está escrita aquí y ahora a través de acontecimientos y acciones. El método positivista incluye, por ejemplo, la aplicación de la lógica aristotélica bivalente, tradicional, para comprobar las hipótesis (la hipótesis nula de la inferencia estadística es propiamente un recurso aristotélico). Según ésto las hipótesis son verdaderas o falsas y una vez clasificadas lo son ya para siempre. La dialéctica propone en cambio un proceso de comprensión que permite la interpretación de contrarios, incorpora contradicciones y paradojas y apunta a los procesos de resolución. En ello es del todo improcedente hablar de verdad y falsedad, ya que la verdad está ligada al proceso dialéctico más que a los juicios derivados del proceso, que pueden ser considerados como "verdaderos" sólo en un punto dado en el tiempo y que, en cualquier caso, son contradichos por otros juicios "verdaderos". Este método nos permite si es necesario invertir los análisis, considerar las soluciones como problemas y las cuestiones como soluciones(12)

Resumiré brevemente un conocido razonamiento sobre la teoria de la utilización del suelo urbano para of recer un ejemplo de cómo funciona la estrategia descrita anteriormente. Los geógrafos sacan gran parte de su inspiración inicial de la escuela de sociólogos de Chicago (especialmente Park y Burgess), los cuales observaron que las ciudades presentaban ciertas regularidades en la estructura espacial. Esta estructura espacial era mantenida por alguna forma culturalmente derivada de la solidaridad social que Park denominaba "el orden moral"(13). Engels, que escribió unos 80 años antes que Park y Burgess, señaló el fenómeno de las zonas concéntricas, interpretándolo en términos de clases económicas, e identificó el mecanismo de mercado que opera bajo las instituciones capitalistas como la fuerza generadora de la estructura urbana. Su descripción de Manchester es clarividente y vale la pena citarla:

"Manchester alberga en su corazón un distrito comercial bastante extendido, quizás de una media milla de largo y de una anchura similar, y que consiste en su casi totalidad en oficinas y almacenes. Casi todo el distrito carece de moradores, y de noche es solitario y desierto... El distrito está dividido por ciertas vias públicas principales sobre las que se concentra el tráfico, y cuyas aceras están llenas de luminosas tiendas. En estas calles, los pisos superiores están ocupados, aquí y allá, y existe gran movimiento en ellos hasta altas horas de la noche. Con la excepción de este distrito comercial, todo Manchester propiamente dicho, Salford y Hulme... se componen de barrios de gente trabajadora exclusivamente, que se extienden formando un cinturón de una anchura de milla y media, alrededor del distrito comercial, Más allá de este cinturón, vive la alta y mediana burguesía; la mediana burguesía en calles dispuestas regularmente en la vecindad de los barrios de trabajadores... Ia alta burguesía, en casas más alejadas con jardines... en medio del aire libre y saludable del campo, en elegantes y confortables hogares, enlazadas con el centro de la ciudad por omnibuses que pasan cada cuarto o cada media hora. Y lo más curioso de esta disposición de cosas es que los miembros de la aristocracia del dinero pueden tomar la carretera más corta que atraviesa todos los barrios de trabajadores sin ni siquiera ver que se hallan en medio de la mugrienta miseria que se oculta a derecha e izquierda, ya que las vías principales que conducen desde el Exchange hacia todas las direcciones fuera del centro de la ciudad tienen, a ambos lados, una serie initerrumpida de tiendas, que se hallan en manos de la mediana y pequeña burguesia... ocultando a los ojos de los hombres y mujeres adinerados de fuertes estómagos y nervios débiles la miseria y la porquería que forman el complemento de su riqueza... Sé muy bien que este plan hipócrita es más o menos común a todas las grandes ciudades; también sé que los comerciantes considerados uno a uno se ven obligados por la naturaleza de su trabajo a tomar posesión de las grandes vías; sé que en todos lados existen en las calles de este tipo más edificios buenos que malos, y que el valor del suelo es mayor en su proximidad que en los distritos alejados; pero al mismo tiempo, nunca como en Manchester he visto un alejamiento tan sistemático de las clases trabajadoras de las vías principales, un camuflamiento tan meticuloso de todo aquello que puede molestar a la vista y a los nervios de la burguesía. Y sin embargo, en otros aspectos, Manchester no está edificada conforme a un plan que siga unas regulaciones oficiales, sino que se trata más bien de un crecimiento accidental, como en cualquier otra ciudad; y cuando considero en relación con ésto las afirmaciones de la clase media en el sentido de que todo va bien para los obreros, no puedo evitar pensar que los industriales liberales, los Big Wigs de Manchester, no son tan inocentes después de todo en la cuestión de este delicado método de construcción"(14).

La descripción ofrecida por Engels puede aplicarse sin casi necesidad de cambio, a la ciudad norteamericana contemporánea, lo que indica que las ciudades capitalistas tienden a una similaridad estructural debido a que las fuerzas básicas que las modifican son las mismas. Ciertos pasajes escritos por Engels, por ejemplo, son comparables a los que se encuentran normalmente en los informes gubefnamentales contemporáneos sobre problemas urbanos (tales como el Informe de la Comisión Kemer(15)). Al parecer es, pues, una pena que sigamos mirando a Park y Burgess como inspiradores (tal como lo hacen los geógrafos de Chicago) en lugar de seguir el planteamiento adoptado por Engels. De hecho, la tradición que más estrechamente entronca con la de Engels procede del análisis de von Thunen que ha sido aplicado por Alonso y Muth(16) al mercado del suelo urbano. En estos modelos el uso del suelo urbano está determinado por un proceso de competencia por el suelo. Diferentes grupos de la población poseen diferentes recursos que ofrecer y puede surgir toda una variedad de estructuras de la ciudad según las preferencias de los grupos adinerados que pueden utilizar siempre sus recursos para dominar las preferencias de los grupos pobres. Este es el resultado natural de los modelos construídos según los principios marginalísticos neoclásicos -modelos considerados generalmente como el óptimo de Pareto-.

Las desviaciones a partir del modelo normativo pueden considerarse como una indicación de desequilibrio Se admite generalmente que existe un considerable desequilibrio en la ciudad norteamericana en la actualidad, al haberse suburbanizado el empleo pero haber sido excluidas de las ubicaciones suburbanas las poblaciones pobres por una variedad de acciones (tales como el zoníng). Es interesante anotar que gran parte de las políticas propuestas por grupos liberales (planificadores, grupos pro derechos civiles, etc.) equivalen a abogar por un retorno al equilibrio del tipo identificado en la formulación Alonso-Muth. Ello es favorecido por importantes corporaciones que en algunos casos están sufriendo por la escasez de mano de obra en las áreas suburbanas.Todas estas propuestas indican una vuelta a un equilibrio en el que los pobres todavia viven alli donde pueden "necesitar menos para vivir" - en otras palabras, se aboga por una vuelta al status quo del tipo descrito por Engels. ¿Cómo poder identificar soluciones más revolucionarias?

Muth intentaba demostrar que el modelo normativo que proponia tenia una pertinencia empirica. Hizo la prueba y encontró que era muy correcto como modelo del uso residencia del suelo en Chicago. Aceptemos que la teoria es cierta, en el sentido empleado por los positivistas lógicos. Esta verdad puede ser utilizada para ayudamos a identificar cuál es el problema. Lo que Muth consideraba como una prueba con éxito de una teoria vamos a considerarlo nosotros como un indicador de cuál es el problema. La teoria predice que los grupos pobres vivirán allí donde pueden necesitar menos para vivir. Por lo tanto, la única política válida es eliminar las condiciones que dan pie a la verdad de la teoría. En otras palabras, queremos que el modelo del mercado del suelo de von Thunen no sea verdad. El modo más sencillo de llegar a ello es eliminando el mecanismo que da pie a la verdad de la teoria. El mecanismo en este caso es la competencia para la utilización del suelo. Si eliminamos este mecanismo eliminaremos probablemente el resultado. La competencia deberá ser reemplazada, por lo tanto, por un mercado del suelo urbano socialmente controlado y por un control socializado del sector de la vivienda. Convertiremos asi la teoria de von Thunen en no pertinente para nuestra comprensión de la estructura espacial de las ciudades. Este proceso se ha iniciado en Cuba y en La Habana, donde la competencia ha sido completamente eliminada así como los pagos de alquiler de numerosas viviendas.(17)

No deberiamos aceptar este razonamiento con excesiva rapidez, pues ocurre a menudo que el mecanismo que se adopta para el propósito de la teoria no es necesariamente el mismo que el mecanismo real que produce resultados de acuerdo con la teoria. Deberiamos estar simplemente alertados sobre la posibilidad de que el mecanismo de mercado tenga un fallo en su misma base y esté buscando mayores pruebas de afirmación. Estas pruebas pueden obtenerse a partir de un razonamiento procedente de las caracteristicas generales del capitalismo y del comportamiento del mercado. Un sistema de mercado se hace posible bajo condiciones de escasez de recursos, ya que sólo bajo estas condiciones puedell aparecer mercados que determinen los precios. La extensión del intercambio mercantil ha permitido un inmenso incremento en la producción de riqueza. Nos encontramos, por lo tanto, con la paradoja de que la riqueza es producida bajo un sistema que se basa en la escasez para su funcionamiento. De lo que se deduce que si la escasez es eliminada, entonces la economia de mercado, que es la fuente de la riqueza productiva bajo el capitalismo, está expuesta al colapso. No obstante, el capitalismo sigue aumentando su capacidad productora. Para resolver este dilema se han constituído muchas instituciones y mecanismos para asegurarse de que la escasez no desaparezca. De hecho, muchas instituciones están montadas con vistas al mantenimiento de la escasez (siendo las universidades un excelente ejemplo de ello, aunque se haga en nombre de la"calidad") Un análisis general del capitalismo y de las economías de mercado indicaría que una barrera esencial para la eliminación de la escasez en las sociedades productoras avanzadas como USA radica en el complicado juego de instituciones entrelazadas (financieras, judiciales, políticas, educacionales, etc.) que sostienen el proceso mercantil.

Si nos fijamos con mucha atención podemos identificar manifestaciones de esta condición general en el mercado urbano de viviendas. Los especuladores del mercado de viviendas (propietarios, bancos y otras instituciones, promotores, etc.) no están interesados en albergar per se, sino que su interés estriba en maximizar sus ganancias (rentas, intereses, benelicios,... o, tal como lo llama Marx, la plusvalía). Incluso si cada uno de ellos se comporta éticamente de acuerdo con las normas usuales del comportamiento empresarial capitalista, el resulado neto de las interacciones de todos ellos es trasladar valores de uso de la vivienda en una parte de la ciudad con vistas a obtener valores de cambio en otra parte de la ciudad En otras palabras, se está creando la escasez en una parte de la ciudad, de modo que el mercado pueda funcionar (a un cierto nivel de beneficio) en el otro extremo Este proceso puede ser pormenorizado Si este proceso es general, y la evidencia indica que lo es, entonces podemos anticipar que el sistema de mercado tratará de eliminar naturalmente cualquier política que se proponga evitar la escasez en el mercado de la vivienda. De nuevo, existen algunas asombrosas semejanzas entre los informes of recidos por Engels y los problemas de la política urbana contemporánea. A continuación citamos cómo Engels describió los intentos de renovación urbana en el siglo diecinueve:

''En realidad la burguesia no conoce más que un método para resolver a su manera la cuestión de la vivienda, es decir, para resolverla de tal suerte que la solución cree siempre de nuevo el problema. Este método se llama "Haussmann"... Por "Haussmann" me refiero a la práctica generalizada de abrir brechas en barrios obreros, particularmente los situados en el centro de nuestras grandes ciudades, va responda esto a una atención de salud pública o de embellecimiento, ya a una demanda de grandes locales comerciales en el centro, o bien a unas necesidades de comun¡caciones, como ferrocarriles, calles, etc. (que algunas veces llevan el estratégico propósito de hacer más difícil la lucha de barri cadas)... El resultado es en todas partes el mismo, cualquiera que sea el motivo invocado: las callejuelas y los callejones sin salida más escandalosos desaparecen y la burguesía se glorifica con un resultado tan grandioso, pero,.. callejuelas y callejones reaparecen prontamente en otra parte, y muy a menudo en lugares muy próximos! .., Todos los focos de epidemia, esos agujeros y sótanos inmundos, en los cuales el modo de producción capitalista encierra a nuestros obreros noche tras noche, no son liquidados, sino solamente... trasladados a otro lugar La misma necesidad económica que los había hecho nacer en un lugar los reproduce más allá; y mientras exista el modo de producción capitalista, será absurdo querer resolver aisladamente la cuestión de la vivienda o cualquier otra cuestión social que afecte la suerte del obrero. La solución reside únicamente en la abolición del modo de producción capitalista, en la apropiación por la clase obrera misma de todos los medios de subsistencia y de trabajo"(18).

Resulta dificil dejar de concluir a partir de las pruebas evidentes acumuladas por Engels que éste se hallaba probablemente en lo cierto. Existen buenas razones para creer que el mecanismo del mercado es el culpable de un sórdido drama. Y, sin embargo, es curioso que aunque todos los analistas honestos manifiestan la importancia de algunos de nuestros problemas urbanos contemporáneos, pocos ponen en tela de juicio las fuerzas que gobieman en el mismo fondo de nuestro sistema económico. Asi nosotros discutimos de todo excepto de las caracteristicas básicas de la economia capitalista. Inventamos todo tipo de soluciones excepto aquellas que pueden desafiar la continuación de esta economía. Esas discusiones y soluciones que evitan la solución central sólo sirven para hacemos parecer locos, porque nos llevan finalmente a descubrir, bastante tardiamente, lo que Engels sabía perfectamente -en 1872- que las soluciones capitalistas no proporcionan una base para luchar contra las deterioradas condiciones sociales, estructuralmente necesarias para la perpetuación del capitalismo. Tales soluciones no son más que "aire desflogistizado". Podemos, si queremos, descubrir oxígeno y todo lo que le acompaña sometiendo a la propia base de nuestra sociedad capitalista (con todas sus escaseces institucionalizadas) a un riguroso examen crítico. Es a esta labor a la que debe dedicarse una teoria revolucionaria. ¿Qué supone esta labor?

Primero, permítaseme decir lo que no supone. No supone otra investigación empírica de las condiciones en los ghettos. Ya poseemos suficiente información y es un desperdicio de energía y de recursos emplear nuestro tiempo en un trabajo de este tipo. De hecho, seguir recogiendo más pruebas de la patente inhumanidad del hombre resulta incluso contra-revolucionario en la medida en que permite al liberal de buen corazón pretender que está contribuyendo a una solución cuando de hecho no lo está. Este tipo de empirismo está fuera de lugar. Ya existe suficiente información en comunicados de congresos, periódicos, libros, artículos, etc. que nos proporcionan todas las pruebas que necesitamos. Nuestra labor no reside en ésto. Tampoco reside en lo que podriamos llamar masturbación moral del tipo que acompaña la recolección masoquista de enormes expedientes sobre las injusticias que sufre la población del ghetto, con las cuales nos golpeamos el pecho, compadeciéndonos, antes de retirarnos a nuestro confort hogareno. Esto también resulta contra-revolucionario ya que sirve simplemente para que expiemos nuestra culpa sin vernos nunca obligados a afrontar las soluciones fundamentales, y no digamos a hacer algo respecto a ellas. Tampoco es solución abandonamos a este turismo emocional que nos lleva a vivir y trabajar con los pobres "durante un tiempo" con la esperanza de que podamos ayudarlos realmente a mejorar su suerte. Esto resulta asimismo contra-revolucionario, puesto que de este modo ¿qué ocurre si ayudamos a una comunidad a ganar un patio de recreo en un verano de trabajo para que encuentren que la escuela se echa a perder durante el otoño? Estos son los caminos que no debemos tomar. Sirven simplemente para desviamos de la labor esencial que tenemos a mano.

Esta labor inmediata no es más que la autoconcienciación y una informada construcción de un nuevo paradigma para un pensamiento geográfico social a través de una honda y profunda crítica de nuestras construcciones analiticas existentes. Esto es, aquello para lo que estamos mejor preparados. Después de todo somos universitarios, trabajando con los instrumentos del comercio académico. Nuestra labor consiste, por lo tanto, en movilizar nuestra capacidad de pensar para formular conceptos y categorías, teorías y argumentos, que podamos aplicar en el proceso de realizar un cambio social humanizador. Estos conceptos y categorías no pueden ser formulados en abstracto. Deben ser forjados de un modo realista con respecto a los acontecimientos y acciones tal como se desarrollan a nuestro alrededor. Ciertamente, la evidencia empírica, los expedientes ya recopilados, y las experiencias tenidas por la comunidad, pueden utilizarse aqui. Pero todas estas experiencias y toda esta información no significan nada si no las sintetizamos en poderosos modelos de pensamiento. Pero nuestro pensamiento no puede quedarse simplemente en la realidad existente. Debe abarcar alternativas de un modo creativo. No podemos permitirnos planear para el futuro sobre la base de la teoría positivista ya que hacerlo asi significaría reforzar el status quo, Sin embargo, como en la formación de cualquier nuevo paradigma, debemos estar preparados para incorporar y reunir todo aquello que resulte útil y valioso dentro de este cuerpo teórico. Podemos reestructurar la formulación de la teoría existente desde el punto de vista de las posibles líneas de acción futuras. Podemos criticar las teorias existentes como "simple apologética para la fuerza dominante de nuestra sociedad, el sistema capitalista y todas sus instituciones concomitantes. De este modo seremos capaces de establecer las circunstancias bajo las cuales la teoria de la localización puede ser utilizada para crear un futuro mejor, y las circunstancias en las que refuerza modos de pensamiento que llevan al mantenimiento del status quo. El problema en muchos casos no es el método marginalista per se o las técnicas optimizadoras per se sino el que estos métodos estén siendo aplicados en un contexto equivocado. El óptimo de Pareto, tal como introduce la teoria de la localización es un concepto contra-revolucionario y lo es igualmente cualquier formulación que requiera la maximización de alguna de las manifestaciones parciales de la plusvalía (tales como las rentas o los beneficios de la inversión de capital). Todavía más, las soluciones programadoras son expedientes extremadamente pertinentes para comprender cómo los recursos pueden movilizarse mejor para la producción de la plusvalía(19) Por su parte, las formulaciones basadas en la consecución de la igualdad en la distribución son también contra-revolucionarias a menos que deriven de la comprensión de cómo la producción está organizada para crear plusvalía(20). Examinando cuestiones como éstas podemos empezar, por lo menos, a evaluar la teoria existente y en el proceso (¿quién sabe? ) quizá empiecen a surgir las líneas básicas de una nueva teoría.

Una revolución en el pensamiento científico se lleva a cabo poniendo en orden conceptos e ideas, categorías y relaciones, en un sistema superior de pensamiento, de modo que cuando se le juzga respecto a las realidades que requieren explicación, se consigue que toda oposición a este sistema parezca absurdo. Puesto que somos, en la mayor parte, nuestros propios oponentes en este asunto, muchos de nosotros encontraremos que un primer paso inicial en este camino consistiría en incomodarnos, en hacernos parecer absurdos a nosotros mismos. Esto no es fácil, especialmente si nos hallamos poseidos del orgullo intelectual. Además, el surgimiento de una verdadera revolución en el pensamiento geográfico está destinado a ser ajustado por un compromiso en la práctica revolucionaria. Ciertamente, la aceptación general de la teoría revolucionaria dependerá de la energía puesta en la práctica revolucionaria. Aqui habrán muchas y dificiles decisiones personales que tomar. Decisiones que requieren un compromiso "real" oponiéndose al "simplemente liberal", ya que realmente resulta muy cómodo ser simplemente liberal. Pero si las condiciones son tan serias como muchos de nosotros creemos, entonces llegaremos cada vez más a la conclusión de que no se puede perder gran cosa en este tipo de compromiso y que lo ganaremos casi todo si lo hacemos y triunfamos.
 

NOTAS

1. KUHN, T. S.: The structure of Scientific Revolutions, Chicago,1962 (trad. cast., La estructura de los revoluciones científicas, México y Madrid, Fondo de Cultura Económica, 1974).

2. BERNAL, J. D.: Science in History, M.l.T. Press, Cambridge, Massachusetts, ed. de 1971.

3. BERNAL, J. D.: Op. cit., ROSE, H. y ROSE, S.: Science and Society, Harmondsworth, Middx., Penguin Books, 1969.

4. KUHN, T. s. Op. cit., pág. 37; NAGEL, E.: The Structure of Science, Nueva vork, The Eree Press, 1961.

5. JOHNSON, H. G.: The Keynesian Revolution and the Monetarist Counter-revolution, "American Economic Review", vol. 61, n. 2, págs.1 14. Deseo dar las gracias a Gene Mumy por haberme llamado ia atención hacia esta referencia.

6. JOHNSON, H. G.: Op. cit.

7. MARX, Karl El Capltal (Se ha utilizado la edición de Intemational Publishers, Nueva Vork, 1967), vol. 2, Prefacio, por F. Engels. Esta cuestión es discutida en profundidad por ALTHUSSER, L y sALlsAR, E.: L;re le Capital, Paris, Maspero,1967 (Trad. cast., Para leer el Capltal, Mexico, Siglo xx1~ 1969).

8. KUHN, T. s.: Op. cit. págs. 52-56.

9. MARx, Karl: Op cit., págs.11-18.

10. Marx consideró claramente esta forma de resolución del conflicto entre las ciencias naturales y sociales. véase MARX, Karl The Economic and Philosophic Manuscripts of 1844, Nueva Vork, Intemational Publishers, ed, de 1964 (trad. cast. Manuscritos: Economía y Filosofía, Madrid, Aiianza Editoriai, I ibro de Bolsillo n. 119,1968).

11. MARX Karl The Germon Ideology, Nueva York, Intemational Publishers, ed. de 1971.MARX Karl: The Economic and Philosophic Manuscripts of 1844, op. cit. Marx demó su posición fenomenológica de la obra de HEGEL Phänomenologie des Geistes, Jena,1807 ~trad. cast.: La Fenomenología del Espíritu, Madrid,1935).

12. Marx derivó también este método dialéctico de Hegel. véanse The Economic c7nd Phi/osophic Manuscripts, op. cit., pág 170-193.

13. PARK, R. E.: The Urban Community as a Spatial Pattern and c Moral Order, incluido en BURGESS, F. W.: The Urban Community, Chicago University Press. 1926.

14. ENGELS, F.: The Condítion of the Working Class in England in 7844, Londres, Allen and Unwin, ed. de 1962, págs. 46-47 (trad. cast. La situación de la clase obrera en Inglaterra, Buenos Aires, Editorial Futuro, 1965, págs. 64-65).

15. KEMER COMMISSION: Repport of the National Advisory Commission on Civil Disorders, Nueva York, Bantam Books, 1968.

16. ALONSO W.: Location and Land Use, Harvard University Press, Cambridge, Mass., 1964.MUTH, R: Cities and Housing, Chicago University Press 1964

17. VALDES, N. P. Heolth ond Revolution in Cuba, "Science and Society", 35, 1971, págs. 311-335.

18. ENGELS, F.: The Housing Question, Nueva York, Intemational Publishers, ed. de 1935 (trad. cast.: La cuestión de la vivienda, Barcelona, Gustavo Gili, 1975).

19. La experiencia de la planificación central en la Unión Soviética a este respecto facilita algunas interesantes lecciones, ya que Kantarovitch desarrolló soluciones programadoras a muchos de los problemas de asignación de recursos que surgieron en la economía. Véase ELLMAN, M.: Soviet Planning Today, Cambridge University Press, 1971. Ello sugiere que alguna de las soluciones programadoras pueden ser más útiles para los problemas de localización urbana que como bases para una teoría revolucionaria de la utilización del suelo,

20. MARX, Karl El Capital, vol. 3 (op cit., págs. 876-886). Es por ello que yo rechazo ahora el intento que realicé en un anterior trabajo de examinar las cuestiones de distribución de manera distinta a los problemas de producción. Véase HARVEY, D.: Social Justice and Spatial Systems, incluido en PEET, R. (Ed.): Geographical Perspectives on American Poverty, Antipode Monographs in Social Geography, n. 1, 1972, págs. 87-106.



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