REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES Universidad de Barcelona ISSN: 1138-9796. Depósito Legal: B. 21.742-98 Vol. XVII, nº 961, 5 de febrero de 2012 [Serie documental de Geo Crítica. Cuadernos Críticos de Geografía Humana] |
GLOBALIZACIÓN, EDUCACION Y ENSEÑANZA DE LA GEOGRAFIA EN EL GEOFORO
José Armando Santiago Rivera
Universidad
de Los Andes, Venezuela
jasantiar@yahoo.com
asantia@ula.ve
Recibido: 22 de enero de 2011. Devuelto para revisión: 10 de abril de 2011. Aceptado: 30 de junio de 2011.
Globalización, educacion y enseñanza de la geografia en el Geoforo (Resumen)
El presente artículo explica la temática del segundo debate auspiciado por el Geoforo Iberoamericano y donde participaron docentes investigadores que expusieron sus puntos de vista sobre la globalización, la educación y la enseñanza de la geografía. Metodológicamente, sus planteamientos fueron objeto del análisis hermenéutico-interpretativo de donde derivaron las siguientes categorías: La definición de la globalización, La homogeneidad cultural, Globalización y Educación y Globalización y Enseñanza de la geografía. Finalmente, se destaca la necesidad de renovar la enseñanza geográfica, en el marco de la modernización de la educación y los adelantos del mundo contemporáneo.
Palabras clave: globalización, educación, enseñanza de la Geografía.
Globalization, education and Geography teaching in Geoforo (Abstract)
The present paper explains the thematic of the debate supported by the Latin American Geoforo, where educational searchers participated for setting out their wiewpoints on the globalization, the education and the teaching of geography. Methodologically, their expositions were object of a hermeneutic-interpretative analysis from which the following categories were explained: The globalization, the cultural homogeneity, globalization and education and globalization and teaching of Geography. Finally, the need to renew geographic education was pointed out, within the framework of the modernization of the education and the advances of the contemporary world.
Key words: globalization, education, Geography teaching.
Después de la Segunda Guerra Mundial se inició un intenso debate ideológico, político y militar entre la Unión Soviética (URSS) y los Estados Unidos de Norteamérica. Esta conflagración derivó en un extraordinario impulso a los ámbitos científico-tecnológico, industrial y comunicacional, que dio origen a impresionantes adelantos, innovaciones y logros[1]. Entre los aspectos a resaltar, en el caso de la Unión Soviética se asignó importancia al desarrollo de la ciencia, la tecnología y al armamentismo; en cambio los Estados Unidos de Norteamérica, además de la promoción científico-técnica, dio especial énfasis a la economía, la administración y las finanzas, cuyo desenvolvimiento catapultó la expansión empresarial estadounidense hacia la internacionalización[2].
En especial, los acontecimientos que ocurren a fines del siglo XX, muestran circunstancias reveladoras de cambios históricos significativos, como son los casos de la caída del Muro de Berlín, la fragmentación de Yugoslavia y el estallido de la Unión Soviética. Estos cambios fueron esenciales para la presencia de una nueva realidad sociohistórica caracterizada por la rápida dispersión de las empresas hacia la captura del mercado mundial. Se trata de la existencia unidad planetaria, total y ecológica, bajo la égida del capitalismo donde se integran armónicamente culturas, civilizaciones y la complejidad del mercado[3].
De allí deriva una visión global generada por una intrincada red comunicacional que hace visible al mundo contemporáneo, con sus trascendentes cambios, sus dificultades y la diversidad social que habita el globo terráqueo. Este suceso es conocido como la globalización. Esta temática fue considerada como objeto del segundo debate promovido por el Geoforo Iberoamericano, con el título de la globalización geográfica educativa.
Animó analizar esta situación, la forma cómo se explica, el fuerte componente de ambigüedad del término, además de la diversidad de publicaciones que sobre este aspecto han formulado diversos expertos y desde heterogéneos puntos de vista. El punto de partida fue el día miércoles, 21 de enero de 2009, cuando Xosé M. Souto expuso en el Geoforo, la siguiente pregunta: ¿cómo se plantea el estudio de la globalización en los diferentes países iberoamericanos? ¿En qué cursos escolares y por qué? ¿Qué rutinas y cambios se registran en su planteamiento educativo? ¿Cómo aparece reflejado en los programas escolares y en los libros de texto?
Estas interrogantes encontraron eco en Xosé Manuel Souto González (España), Alexander Cely Rodríguez (Colombia), José Eustaquio de Sene (Portugal), Nubia Moreno (Colombia), Kleidys Alviarez Siavato, Andri Centeno Pérez y José Armando Santiago Rivera (Venezuela)[4]. La tarea asignada fue abordar las ideas emitidas, sin pretender realizar una reflexión ambiciosa sobre la temática. Por el contrario, el propósito ha sido desarrollar un discurso genérico que exponga sistemáticamente los puntos de vista de quienes han participado, hasta ahora, en Geoforo, para debatir sobre esta temática.
Tampoco hubo la pretensión de realizar la exposición de un planteamiento acabado, de asumir postulados críticos, ni menos, un autentico estado de la cuestión. Sencillamente, se ha concretado el esfuerzo en un resumen sobre las reflexiones aportadas al segundo debate del Geoforo, en la continuidad de lo expuesto por el Prof., Fabián Araya Palacios, de la Universidad de La Serena (Chile), en el primer debate sobre enseñanza, investigación y conocimiento geográfico en contextos escolares formales y no formales, publicada en el número 831 de la revista Biblio3W.
Metodológicamente, se destaca su condición descriptiva, pues se hace énfasis en resaltar detalles de las opiniones aportadas sobre el tema de la globalización, la educación y la enseñanza de la geografía, las cuales se explican por si mismas. Estas fueron sometidas al análisis hermenéutico-interpretativo que dio como resultado la estructuración de las categorías que se exponen a continuación.
La definición de globalización
El debate centró su discusión en el calificativo de globalización, como marco referencial que reconoce las trascendentes transformaciones que ocurren a escala planetaria. Precisamente, “La palabra globalización se utiliza con frecuencia en los medios de comunicación y en los ambientes académicos para describir las mutaciones que sufre el mundo contemporáneo”. El término comienza a ser utilizado con significativa frecuencia desde los años ochenta del siglo XX. Lo destacable es el sentido y significado polisémico que se le asigna en la economía, las finanzas y en los medios de comunicación. Eso da lugar a que el vocablo se utilice, con “…un fuerte componente de ambigüedad, de tal manera que sirve para explicar los procesos de innovación, las migraciones, el trabajo…”.
Hoy día el término se ha hecho común y habitual en los medios de comunicación y en la red electrónica, pues Xosé Manuel Souto González opina que: “En google aparecen casi seis millones de páginas con este vocablo que son buscados automáticamente en menos de medio segundo. Sin embargo su definición nos remite a un proceso, sobre todo económico y cultural, que consiste en la creciente integración de las distintas economías nacionales en un único sistema hegemónico, el capitalismo”.
La diversidad, multiplicidad y variedad del sentido y significado del término globalización, traduce la complejidad que él mismo representa. Un aspecto que si se pude considerar como sinónimo, es el efecto asignado de totalidad y amplitud planetaria. El mundo es percibido como conjunto, integridad y unidad mundial, cuya explicación tiene en el capitalismo a su sustento más significativo[5]. Eso se infiere en la explicación realizada por Liliana Guaca Guamanga, en entrevista realizada por Alexander Cely Rodríguez, cuando afirmó que globalización implica: “El debilitamiento del estado-nación, la imposición de la economía trasnacional en territorios estratégicos del globo y la consolidación de una ciudadanía `mundial´ que en definitiva es para aquellas personas que manejan los medios de producción o que poseen el capital suficiente para establecer redes tecnológicas de importancia, se convierten en las variables a través de las cuales se desarrolla el análisis”.
Entre los ámbitos específicos donde esta palabra alcanza una reveladora importancia es en el escenario político, económico-financiero y comunicacional. Eso tiene que ver con el panorama geopolítico construido bajo el dominio de los Estados Unidos de Norteamérica y sostenido por la expansión de las empresas multinacionales, cuya circunstancia, según José Armando Santiago Rivera, tiene: “Un punto de partida (en) la explicación que George Bush (padre) hiciera del nuevo orden económico mundial, bajo el signo del neoliberalismo, el alcance planetario del sistema capitalista y la unificación aldeana para calificar la unicidad civilizatoria y cultural del globo terráqueo”.
El nuevo orden económico mundial enunciado a fines de la década de los años ochenta del siglo XX, ya era revelador el alcance logrado por la dispersión empresarial en la pretensión de un mercado único bajo el signo del capital. Se trata de la consolidación de la unipolaridad gestada en el conflicto de la guerra fría, entre el capitalismo y el socialismo soviético. Por tanto, para José Armando Santiago Rivera, la fortaleza del capitalismo dio como resultado que la globalización se relacione con: “…el predominio del capital sobre el resto de posturas ideológicas y políticas. Eso derivó en el desvío del discurso tradicional de países del Primer Mundo (Industriales-Capitalistas), el mundo soviético (Comunista) y el Tercer Mundo (Países Subdesarrollados). La exclusividad neoliberal determinó la muerte de la historia, la escuela, la desaparición de las fronteras y la existencia del mercado único” .
Explicar este proceso hacia la unipolaridad, implica la necesidad de tener que revisar el proceso histórico desde el siglo XVI hasta el siglo XX. Es imprescindible hacer un recorrido histórico del encuentro de Europa con África, América, Asia y Oceanía; asimismo, la prosperidad y la acumulación de capital de la clase burguesa, el desarrollo científico-tecnológico y la revolución industrial y comunicacional, fundamentalmente. Eso es corroborado por Xosé M. Souto, cuando afirma: “A mi modo de ver sería importante periodizar la globalización con los hitos cronológicos de la apertura del comercio europeo hasta América (siglos XVI a XVIII) y luego las fases del imperialismo colonial del siglo XIX para concluir con la reestructuración del mundo financiero tras la Segunda Guerra Mundial y la creación del FMI y Organización Mundial del Comercio”.
En el debate sobre el término globalización, hay otro aspecto que resalta como es el caso de usar como sinónimo de globalización, las palabras internacionalización y mundialización. José Eustáquio De Sene expresa al respecto, que “Diga-se de passagem que o vocábulo globalização, para os lusófonos, e globalización, para os hispanohablantes, vem de globalization. O inglês é a língua da globalização, por mais que os franceses tenham resistido ao utilizar mondialisation”. El uso del vocablo globalización también es puesto de relieve en los aportes manifestados en el Geoforo, donde se resalta que la globalización también implica homogeneidad cultural.
Desde su punto de vista, Souto González afirma que “…es preciso disponer de un sustrato cultural común: una homogeneidad cultural que crea la apariencia de una igualdad de ciudadanía mundial” y José Eustáquio De Sene quien reconoce que “Ademais, a globalização além de ser um fenômeno multimensional – econômico, cultural, político, geográfico etc. – apresenta uma faceta real e outra ideológica, o que por muito tempo obnubilou sua melhor compreensão”.
La condición de complejidad que se asigna a la palabra globalización, trae consigo en la reflexión que realizó Xosé Manuel Souto González, asignar a esta circunstancia la manifestación de totalidad, homogeneidad, integración de la sociedad planetaria por la imposición hegemónica de la cultura norteamericana, el uso universal del idioma inglés y el efecto informativo manipulador y alienante de los medios de comunicación. De esta situación derivan las influencias que explican el sentido homogeneizador que revela la globalización, pero además, las repercusiones en la formación de concepciones del mundo, la realidad y la vida. Al respecto, este profesor afirmó: “Esta visión del mundo cultural como un todo homogéneo y con el predominio del inglés, con productos informáticos, fílmicos y televisivos, crean un espacio personal que afecta a tu razonamiento”[6].
En el afán por lograr la unificación planetaria, el capital ha impulsado un agresivo comportamiento hegemónico que Kleidys Alviarez Siavato y Andri Centeno Pérez, han destacado de la manera siguiente: “En los afanes de conseguir mayor capital económico, el capitalismo como forma de producción económica ha arropado a los diversos sectores de la sociedad planetaria, teniendo como interés principal, la producción de bienes y servicios y el aprovechamiento de los recursos naturales a bajos costos. El capitalismo ha invadido a los sectores productivos y por ende a las sociedades dependientes de ellas, resultando la educación uno de los instrumentos de las maquinarias capitalistas, para satisfacer las necesidades de la mano de obra”.
La globalización económico-financiera también se realiza con efectos en el desarrollo cultural. Su acento diverso, complicado y polisémico constituye una característica de lo complicado del término y del uso indistinto y ambiguo. Eso trae como consecuencia que en el ámbito pedagógico, tanto para la comunidad, el docente como en los estudiantes, el vocablo tenga dificultades para su uso. Según Xosé Manuel Souto González “Así la globalización es algo concreto, aunque muchas veces inconsciente, para el alumnado y los ciudadanos en general”.
Estos planteamientos formulados por los participantes del Geoforo constituyen evidencias reveladoras de un panorama epocal, cuya construcción histórica es la expresión de la gestión de occidente; específicamente, Europa y los Estados Unidos de Norteamérica, para ejercer el control político del planeta, sustentado en la ideología liberal y neoliberal, traducida en el logro de la prosperidad del capital. Con la globalización, el capital conforma la unidad del mercado mundial, la homogeneidad cultural y la formación de un pensamiento único. En efecto, una visión de totalidad que es fortalecida por el intercambio establecido por la red tecnológica, el uso informativo y recreativo de la televisión, con el manejo perverso de símbolos, iconos, códigos e imágenes y manipular la reflexión de la colectividad mundial.
La realidad que emerge de esta visión de totalidad, se puede comprender en el testimonio revelado por Armando Galindo Joya, a Alexander Cely Rodríguez: “…cuando se haya hecho conciencia que la globalización es como un barco que avanza sin rumbo y a una velocidad vertiginosa donde sólo unos pocos van en camarotes de lujo, algunos en cubierta, otros en las bodegas, algunos buscando desesperadamente como subir y otros tantos se ahogan en el oleaje que produce el barco; que aunque vivamos incluso en la misma calle estamos a siglos de distancia; que estamos perdiendo nuestra identidad y que estamos olvidando cada vez más la responsabilidad social…”.
La globalización es también, en consecuencia, una circunstancia de competencia, individualidad, consumo y exclusión social. De allí deriva una sociedad planetaria educada masificadamente para ser empresarios emprendedores; competir y aferrarse a lo personal, al consumo desaforado y desviar su atención sobre los conflictos generados por los centros del poder político, como el desequilibrio ambiental y las dificultades geográficas. La globalización está también relacionada con cambios y transformaciones en la definición de las fronteras que fueron temáticas tan significativas en la constitución de los Estados nación.
Esto lo destacan Kleidys Alviarez Siavato y Andri Centeno Pérez, cuando afirman: “Esta situación se encuentra revestida de argumentaciones como la eliminación de las fronteras, puesto que hoy es posible realizar comunicaciones en tiempo reala miles de kilómetros, producto de los avances tecnológicos. Sin embargo, estos postulados acerca de lo difuso de las fronteras, se alejan en los países del tercer mundo, donde las posibilidades de accesar a las tecnologías de la información y comunicación son limitadas”.
En el ámbito del mundo globalización, ante la posibilidad de la apertura hacia el contexto mundial, se ha comenzado a revisar la situación de la educación, en cuanto la formación del ciudadano del siglo XXI. En ese contexto, la educación es ya una temática de notable interés para la sociedad. Eso obedece en palabras de Kleidys Alviarez Siavato y Andri Centeno Pérez, a lo siguiente: “Los constantes y acelerados cambios en los espacios sociales producto del capitalismo se acentúan cada vez más. La globalización ha contribuido en la construcción de nuevos esquemas de pensamiento y por ende, de asumir la realidad contemporánea, a la que no puede escapar la Educación como una ciencia social. Son numerosos los estudios y trabajos desarrollados por autores en todo el planeta, quienes buscan una respuesta de aproximación entre la realidad de las escuelas y la enseñanza, aunada al procesos de mundialización”.
El propósito que anima al efecto globalizador es desequilibrar los países y controlar sus potencialidades ambientales, geográficas y sociales para sus fines perversos y nefastos. Globalización es, entonces, sinónimo de control, intervención, hegemonía y superioridad; aspectos que históricamente se han originado desde el siglo XVI y que hoy logran el alcance mundial con significativos lucros para el poder imperial.
La homogeneidad cultural
La tendencia globalizadora promovida por el desarrollo económico-financiero en la gestión por un mercado único, se desenvolvió simultáneamente con un comportamiento impositivo de la cultura norteamericana. En efecto, la aspiración de una homogeneidad planetaria fundada en la prosperidad de las empresas multinacionales estadounidenses, se emparentó con su ambición por el logro de la unidad cultural y civilizatoria del globo terráqueo. Con la conquista de mercados, las empresas capitalistas fundaron una acción publicitaria para impulsar el consumo de los productos norteamericanos, a la vez que crear el ambiente favorable para imponer la expansión y predominio de la cultura norteamericana.
Este hecho enraizó su cultura a escala planetaria y se mostró con las elecciones presidenciales donde resultó electo Obama; acontecimiento destacado por José Eustáquio De Sene, al afirmar: “Na virada do ano fiz uma viagem por diversas cidades das costas leste e oeste dos Estados Unidos. Uma inserção no coração econômico-cultural-político da maior potência mundial é sempre oportuna para refletir sobre o processo de globalização (vindo de Los Angeles a caminho de Nova York, passei por Washington DC poucos dias antes da posse e pude sentir a Obamania que se espalhou pelo mundo)”.
Las diversas manifestaciones culturales norteamericana ya están claramente arraigadas en la cultura mundial y un claro testimonio de eso, lo constituye la obamania desatada luego del triunfo electoral de Obama. En diversas comunidades del planeta se festejó como si hubiese sido un acontecimiento local o nacional. Eso demuestra que globalización, según afirma José Eustáquio de Sene “…parece-me, é mais complexo que isso porque se assim fosse seria algo exclusivamente unidireccional… mas que globalizo se dá sobre a hegemonía dos EE. UU., disto nao tenho a mentro dúvida”.
Otro ejemplo que coloca José Eustáquio de Sene es sobre la forma como se revela la homogeneización cultural. Se trata de una visita que realizara a Nueva York, donde observó una realidad cultural que, al comparar lo que allí ocurre con otras ciudades metrópolis en el planeta, pronto se pudo percibir el efecto del capital en organizar las modas, el consumo, el ocio, la diversión, la alimentación, la publicidad, el comportamiento ciudadano, entre otros rasgos de la homogeneidad cultural. Similar es la reflexión de Xosé Manuel Souto González, cuando afirma “Quien ha visitado N. York ya no tiene la imagen de algo desconocido, sino de algo semejante a su espacio personal pero a mayor tamaño y con mayores desigualdades en menor superficie”. Vale preguntarse ¿Qué hace de Nueva York el centro del planeta? La respuesta es que allí donde precisamente se coordina la acción exportadora del modelo cultural norteamericano hacia los confines del globo terráqueo.
El medio para realizar la culturización mundial es la televisión y la red electrónica con Internet. Gracias a los adelantos tecnológicos, como la satelitización, se divulgan en películas y en la televisión, el comportamiento cultural norteamericano. Lo destacable es el extraordinario efecto psicológico masificado, para educar comportamientos desde mensajes sublimes, alienadores y distorsionadores de la realidad, pues “La internacionalización de la cultura llega a todos los rincones del mundo desarrollando hábitos (el sentido del tiempo del zapeo, el consumo de bienes de usar y tirar, la privatización del espacio…), una música electrónica que se difunde por internet y por los medios de comunicación a través de poderosas empresas de distribución, unas películas que crean afectos y sentimientos…”.
Xosé Manuel Souto destaca la explicación de la profesora argentina Verónica Hollman, para quien la globalización debe comenzar por ser objeto de explicación “a partir de la homogeneización cultural, de las pautas de consumo. Porque entonces ahí se entra en el capitalismo, en sus fases, cómo el capitalismo fue incorporando cada vez más espacios y sociedades a la economía mundo a lo largo del tiempo´.”. Entonces se puede entender que ante la complejidad que deriva del acto homogeneizante, es imprescindible relacionar sus desenvolvimientos con la actividad económica, comercial y financiera; es decir, dominación cultural está asociada con la conformación del mercado único, desde una intensa y compleja labor de captura de consumidores, apoyada desde los medios de comunicación social.
Un grupo etario de significativa importancia para los propósitos del capital son los adolescentes y los jóvenes. Ellos han adquirido notoriedad en el ámbito comercial y reciben estímulos que han modificado su conducta hacia modelos elaborados, tales como peinados, uso de zarcillos, vestimenta y calzados signados por lo estrambótico, lo excéntrico y lo estrafalario. De esta forma muestran los efectos alienadores de los mass media; en especial, cuando se trata del dominio de la lengua inglesa y la adquisición de gustos y modas.
Souto opinó que: “Esta forma de pensar se ha trasmitido a las familias, que envían a sus hijos a estudiar inglés una vez acaba la jornada escolar y si pueden en verano a países de habla inglesa. Desde mi punto de vista deberíamos recabar más información sobre el pensamiento de los `teen´y ve como se condicionan sus imágenes espaciales desde su domicilio, desde facebook, desde el ciber, desde la tv. Algo que nos daría pistas sobre el mundo que se quiere construir desde la cultura hegemónica”.
Por ejemplo, dice José Eustáquio de Sene: “Estava com meu filho "teen" (é sintomática essa mania, muito forte aqui no Brasil, de usar vocábulos em inglês em substituição a palavras correntes da língua portuguesa) e quase tudo que ele via não era novidade”. Por tanto, ya es un hecho la exigencia del dominio de la lengua inglesa como medio de comunicación para la población globalizada. A través de esta lengua, es fácil establecer vínculos con personas en diversos lugares del planeta, además que ya es habitual superar las diferencias del lenguaje con el uso de traductores de viable acceso en el Internet. Es necesario destacar que por este medio también se ha hecho posible facilitar la homogeneización cultural norteamericana.
La sociedad planetaria es centro de atención de la labor mediática que ha dispersado la atención de los adolescentes y los jóvenes de la lectura de los textos literarios. El hecho del condicionamiento rutinario de los medios de comunicación, ha dado como resultado la predilección hacia los programas que oferta la televisión y la multiplicidad de datos que ofrece el Internet. Al respecto, Alexander Cely Rodríguez manifiesta: “…conocemos el mundo como nos lo quieren mostrar los medios de comunicación, todavía no se ha entrado a conocer el mundo y mucho reflexionarlo a través de la literatura, son muy pocos los que han sido educados en la lectura de los clásicos y mucho menos en los ensayistas contemporáneos, se quedan en los mediato y lo mediático les da muy poco…”.
Es importante reconocer la tarea educativa que cumplen los medios con el fin de ofrecer una visión de la realidad mundial que condicionada para promover una visión unilateral del mundo, la realidad y la vida. Para Carolina Moreno Cruz, al ser entrevistada por Alexander Cely Rodríguez, urge abordar analíticamente esta situación pues se pretende “…la eliminación de las raíces históricas que pueden verse vulnerados por las nuevas olas culturales”. Llama la atención que se trata de fijar una realidad en permanente presente; es decir, una circunstancia sin pasado y menos sin futuro. Por tanto, ante la inocultable existencia de la visión homogénea, Alexander Cely Rodríguez destaca que es necesario percibir la realidad como un escenario de nuevas posibilidades y expone que en el caso de los estudiantes, “…ellos están formándose en el marco de la globalización y como tal lo hacen, aprovechan todas las posibilidades que la nueva visión del mundo lo permite, observan, analizan y conciben un mundo abierto para su ideales negocios a los cuales pertenecen o pertenecerían”.
No obstante, es imperioso dar sentido y significado de actualidad a los temas que los estudiantes abordan en el escenario de la homogeneidad cultural norteamericana. En el escenario de la globalización, Alexander Cely Rodríguez coloca en el tapete otras dificultades que tienen los adolescentes y los jóvenes para entender la complejidad del momento histórico y sus repercusiones en el ámbito social. Es apremiante buscar explicación a los acontecimientos del mundo contemporáneo, porque, desde su punto de vista: “…no todos los estudiantes que se forman en el manejo de las finanzas, la economía y la administración conocen la diferencia que existe entre internacionalización, mundialización y globalización, la mayoría tiene dificultades en entender una segunda lengua, el uso de los sistemas de información y las telecomunicaciones no es el más óptimo entre otros motivos por la deficiencia en su manejo en otra lengua pues esta infocomunicación no se encuentra sólo en el español cuya riqueza y uso en el mundo actual ha crecido pero que al fin y al cabo sigue siendo más el inglés, el francés y el alemán, las lenguas que `mandan´ en el mundo, sin contar por supuesto con el chino mandarín como idioma dominador del futuro cercano o del poder del portugués sobre en América Latina debido al papel de Brasil en la economía regional y su ascendencia a nivel global”.
Precisamente, a pesar que es una realidad concreta la existencia de la globalización, los estudiantes, aunque viven ese acontecimientos y se impregnan -por ejemplo, de gustos, modas, música), la homogeneidad se revela con especial énfasis en la demanda formativa en administración, economía, ingenierías y, fundamentalmente, en la adquisición de un lengua extranjera; en especial, el inglés. La homogeneidad cultural trae consigo que los estudiantes consideren como prioridad que su formación educativa, tenga más relación con la preparación como mano de obra calificada, la búsqueda de trabajo en cualquier lugar del planeta, la posibilidad de acceder a diversa información, entre otros aspectos. En efecto, una calificación profesional para laborar en empresas ubicadas en la complejidad planetaria.
Para concretar, inquieta que en un escenario tan complejo, dinámico y cambiante, la visión que los estudiantes se forman del mundo, sea tan sesgada, desviada y falseada de las problemáticas que vive la humanidad, derivadas de las contradicciones entre el desarrollo alcanzado por el capital y las dificultades de la sociedad. La homogeneidad cultural es entonces una acción educativa que enfatiza la manipulación de la mente, desde una falsa neutralidad que promueve la descontextualización, la desideologización y el apoliticismo.
Significa el ejercicio cotidiano con efecto anestesiante conducente a fortalecer mecanismos para internalizar la indiferencia, la insensibilidad social y la inconsciencia, además adormecer el sentido analítico, critico, creativo, el compromiso y la responsabilidad social.
Globalización y educación
El acento económico-financiero que se ha logrado internalizar en la vida cotidiana del planeta, tiene sus razones en el impulso en la iencia y la tecnología y en la revolución comunicacional. Sin embargo, en las inquietudes formuladas por los participantes en el Geoforo, le adjudican a esta transformación histórica, efectos educativos notables; en especial, en la elaboración de puntos de vista personales que derivan en opiniones y argumentos para explicar los acontecimientos vividos en el mundo globalizado[7] . Al analizar la temática de la educación en el ámbito de la globalización, Kleidys Alviarez Siavato y Andri Centeno Pérez, resaltan lo siguiente: “El panorama de la educación y su objetivo se ha transformado con las nuevas condiciones epocales. Es necesario recordar que la educación está concebida como un proceso eminentemente social, cuyo objeto fundamental es la formación de individuos capaces de reflexionar acerca de la importancia del entorno, además de la construcción crítica de estructuras mentales. Esta concepción de educación se ha transformado tan rápidamente como las innovaciones tecnológicas. La vigencia de este concepto se encuentra distanciado de la escena contemporánea, donde la globalización ha determinado nuevas formas de concebir, explicar y enseñar la realidad”.
De esta forma, los fundamentos teóricos y metodológicos que han sostenido la renovación paradigmática y epistemológica de la educación, promovida desde la UNESCO, en los años setenta hasta la actualidad, con énfasis en el logro de objetivos y competencias, se pueden calificar como coherentes con los cambios históricos, dado su acento técnico y pragmático. En consecuencia, los promovidos cambios curriculares apuntan a calificar mano de obra, cuando se requiere la formación de ciudadanos para comprender el mundo vivido.
Es necesario destacar que la UNESCO cumple la tarea de dictar lineamientos, pautas y patrones educativos en el contexto de la Organización de Naciones y Unidas. Como institución que nació luego de la segunda guerra mundial, ha establecido los fundamentos teóricos y metodológicos que orientan el desarrollo educativo, cultural y curricular con fines homogeneizar los diseños curriculares, desde los intereses de los países triunfantes en el conflicto bélico. De allí que en el ámbito de la globalización, esta institución se erige como el supremo organismo que dicta el modelo educativo planetario, sin considerar las realidades, condiciones y necesidades de los Estados miembros.
En esa dirección, en la década de los años sesenta del siglo XX, obligó a los países iberoamericanos a la tecnocratización de la educación para generar mano de obra calificada y abrir el campo educativo a las empresas multinacionales. Un resultado a resaltar fue la exclusión de la población pobre. En la década de los años setenta impuso el modelo de la Educación Básica para los países latinoamericanos con la Declaración de México. En efecto, la obligatoriedad de ampliar la cobertura de la tradicional educación primaria de seis grados a nueve grados. Hoy día esta exigencia todavía no se cumple en la mayoría de los países de este sub-continente. Lo cierto es que un aspecto a destacar es impone normas que descartan las tradiciones educativas nacionales, las posibilidades los países de gestionar modelos de participación y protagonismo social, además de la generación de currículos que promuevan la cultura autóctona para consolidar la identidad y la transformación nacional.
Por cierto, esas decisiones para homogeneizar la educación con sentido universal, deriva en confusiones y desviaciones marcadas en los planes de estudio con pautas generalizadas que generan confusión en los docentes, pues están desentonadas de las realidades educativas nacionales, regionales y locales; en este caso de los países latinoamericanos. Así, se ve la propuesta de planes de estudio estructurados con disciplinas para desarrollar la enseñanza y el aprendizaje con actividades didácticas establecidas como recetas metodológicas muy distantes de la realidad escolar donde se aplican.
Este aspecto es cuestionado por Olga Lucía Romero, en diálogo con Alexander Cely Rodríguez, quien expuso lo siguiente: “El estudio de la Globalización o la incorporación de la temática en los planes de estudio es muy leve, de hecho haciendo una revisión de los estándares curriculares, este tema no se evidencia de forma clara. Estos estándares buscan que los niños, niñas y jóvenes deban saber y saber hacer en la escuela para comprender de manera interdisciplinaria a los seres humanos, las sociedades, el mundo y, sobre todo, su propio país y su entorno social, se plantean entonces desde un enfoque por competencia”.
Significa que cuando se demanda una formación de acento más crítico, en el ámbito escolar, los medios de comunicación social educan para el consumo desaforado y magnificar las oportunidades de la globalización económico-financiera. Eso se demuestra con citada obamania, la masificación del consumo de hamburguesas, los Hot Dog, la fiesta Halloween, Santa Claus, los Blue Jean, el Rock and Roll, entre otros aspectos y, por el otro, en el incentivo de modelos educativos de sustento tecnocrático, conducentes a desviar la atención hacia la explicación analítico-crítica de la realidad globalizada.
En el afán por homogeneizar, hay en la acción educativa una adecuación de sus propósitos de acuerdo a la edad y la condición social que cuenta con el apoyo de la psicología social como instrumento masificador, generador de comportamientos que promuevan el consumo. En efecto, ideología, consumo y conducta muestran los condicionantes fundados por el positivismo y el neoliberalismo, con nuevas formas de enseñar y aprender altamente atractivas, sofisticadas, tecnologizadas y alienantes.
Es el capitalismo que con el apoyo de la educación tecnocrática, la pedagogía experimental y la didáctica instruccional, elaboran modelos de enseñanza y aprendizaje de alcance masificado, para promover una forma de vida según las pautas del modelo cultural norteamericano. De allí el propósito de masificar la acción educativa con alcance planetario, gracias a la satelitización de los medios de comunicación social. Es educar a las colectividades de la totalidad mundial, sin la presencia de fronteras, a través de la televisión y el cine.
Se trata de una labor formativa donde se armonizan imagen, técnica, atracción, formato, situaciones, actos, simulación y artificialidad, para ofrecer una visión totalitaria, única e inobjetable. Si bien es cierto que la globalización ha facilitado otras formas de acceder a la explicación de la realidad, el mundo y la vida, no es menos cierto que, la educación debe revisar sus fundamentos y sus prácticas para evitar nefastas consecuencias en la formación de los estudiantes, en su condición de ciudadanos en formación.
En este sentido, Armando Galindo Joya, al ser entrevistado por Alexander Cely Rodríguez, expuso: “…el concepto de Globalización se ha manejado como una presión y desconociendo los retos sociales a los que este fenómeno nos obliga, dando prioridad al manejo desenfrenado del consumismo y dejando a los estudiantes solos ante ríos de información y el desenfreno de una publicidad que los está llevando a una servidumbre y a una deshumanización. Convirtiéndolos en vasos que hay que llenar y no en sujetos críticos y propositivos que permita cambiar la imagen que se tiene de la Globalización y por ende aprovechar sin duda las oportunidades que ésta trae consigo”.
Ante esta realidad, en el ámbito educativo de Iberoamérica, la explicación del mundo globalizado es muy restringida. El tratamiento pedagógico que amerita por su condición de sinónimo de una época en desenvolvimiento, plena de diversidad de hechos y sucesos, además de extremadamente vinculante con el desempeño personal de los ciudadanos sin distinción de lugares y etnias, no es el más coherente y pertinente. Evidentemente hay un profundo desfase entre la globalización como situación sociohistórica y los modelos educativos que promueven los Estados en el marco del mundo globalizado. La discrepancia obedece a que mientras la globalización es mercado, la educación es formación crítica del ciudadano.
Al respecto, opina Armando Galindo Joya, en entrevista realizada por Alexander Cely Rodríguez: “Sin embargo no se puede considerar la Globalización como algo mágico y extraordinario que nos conduce directamente a un desarrollo y bienestar, es por eso que no podemos ignorar en sus aspectos más saltantes los grandes riesgos y problemas a los que se enfrenta especialmente nuestro país (Colombia) ante el avance de este proceso entre muchos aspectos la desigualdad, esto me ha permitido formar una idea central de lo que significa la Globalización y tomar una decisión consiente sobre como orientar a mis estudiantes viendo en este proceso una oportunidad y una responsabilidad al servicio de la persona humana y su dignidad y no en función del mercado y sus intereses”.
La acción educativa no puede ser discrepante con la realidad globalizada y menos cuando cada vez más las contradicciones dejan entrever la magnitud de la diferencia entre la opulencia y la calidad de vida sobre la superficie terrestre. Al contrastar los niveles de ganancias del capital y la dimensión del deterioro social, la educación emerge como una opción para formar los ciudadanos del mundo global, con una calificación más centrada en el análisis, la explicación, la crítica y la creatividad. Nubia Moreno explica que en los países iberoamericanos el tratamiento pedagógico de la globalización tiene estrecha relación con las orientaciones establecidas por los Ministerios de Educación y señala: “Ahora bien, incorporar este tema en la educación demanda la reflexión sobre cómo se instaura, en qué cursos, con qué finalidades, cuál es el grado de profundización que se le determina, entre otras, y lastimosamente lo que se encuentra en la cotidianidad, es que estos temas son enseñados porque se implementan sin pasar por todo un filtro de análisis que decante su sentido, objeto y pretensión”.
Lo expuesto implica que la temática del mundo globalizado debe ser objeto de las reformas curriculares, pues es precisamente, en el currículo, donde se detallen las instrucciones para orientar los procesos de enseñanza y aprendizaje. Este aspecto es resaltado por el Profesor Armando Galindo Joya, entrevistado por Alexander Cely Rodríguez, quien opinó: “El estudio de la Globalización en la escuela no está enfocado como una situación problemática, se asume desde el currículo y su diseño como una temática más, dentro de otras. El hecho de concebirlo desde esta forma hace que se pierda el significado de los acontecimientos mundiales y se dedique la escuela en las Ciencias Sociales a un estudio de la sociedad en pretérito y desconectada del mundo actual y la realidad social”.
Esta circunstancia obedece a que los temas de la globalización, a pesar que son tópicos de actualidad, no reciben en la escuela el tratamiento que el caso amerita. Esta deficiencia pedagógica trae como consecuencia que la institución escolar se encuentre muy alejada y dispersa de los acontecimientos del mundo contemporáneo, a la vez que contribuir a distraer la explicación de esta realidad histórica a los ciudadanos de los inicios del siglo XXI. Al reflexionar sobre esta situación, Armando Galindo Joya, entrevistado por Alexander Cely Rodríguez, expuso: “Las temáticas sobre Globalización se ven reflejadas en los programas escolares y en los libros de texto principalmente en formas de cuestionarios y reflexiones analíticas sobre problemas concretos. En algunas actividades de los libros de texto se plantean preguntas para el debate y discusión en clase”.
Esto trae consigo que aunque en el programa escolar se establece el contenido de la globalización, el tratamiento pedagógico es superficial, somero y ligero. Generalmente, el hecho de estar incluido en los libros texto, no significa ni garantiza que el docente trate en forma explicativa el tema. En el caso colombiano, afirma Nubia Moreno: “En el contexto colombiano, por ejemplo, se hallan textos y programas escolares que contemplan la enseñanza de la globalización en los cursos de la secundaria, con mayor énfasis en los grados noveno, décimo y once”. Lo complicado es, en consecuencia, que cuando ocurre la explicación, está se realiza en forma muy somera y superficial, además que aborda desde el pasado al presente lo que desvía la comprensión de lo actual. Al respecto, Armando Galindo Joya le manifestó a Alexander Cely Rodríguez, que: “El enfoque del que se parte es por temáticas, se expresa de la manera siguiente: `Del pasado al presente´ esto no permite generar realidades educativas criticas de las situaciones contemporáneas muchas veces esto desliga el mundo del proceso histórico que se está viviendo”.
Armando Galindo Joya también destaca que las deficiencias pedagógicas originadas por el afecto a lo tradicional, impiden la inserción de los países pobres en el escenario de la globalización, eso requiere que “…particularmente (de) la escuela, un estudio detallado y minucioso que los ponga en condiciones óptimas para entrar al escenario mundial sin que existan abusos de los poderosos y sin que se torne una acción excluyente y desigual reto que definitivamente deberá ser manejado en las aulas siendo la escuela un escenario socializador por excelencia”.
Al abordar esta situación como tema escolar, implica el análisis de situaciones, conocimientos y prácticas que analicen el desarrollo económico y social que caracteriza a los países latinoamericano, con el objeto que se cuestione la situación que deriva de la condición de los países exportadores de materias primas y consumidores de productos industrializados; en especial, debatir sobre la situación consumista que afecta a la población. Desde su perspectiva, Armando Galindo Joya expuso: “La globalización se plantea como una temática por medio del conocimiento de conceptos y situaciones que han enmarcado el desarrollo económico de los diferentes países iberoamericanos; no obstante, no se hace visible en el currículo del área de Ciencias Sociales a la globalización como un proceso generalizador, que integra la economía de los países, convirtiéndolos netamente en productores de materias primas para naciones extranjeras, negando su particularidad cultural. Por medio del consumo la globalización que permean el accionar estudiantil, pues los jóvenes no están interesados en discutir y analizar dicha temática, ya que se han convertido en sujetos mediáticos del consumo”.
Es preocupante que las temáticas de la globalización no sean objeto de explicación analítica en las aulas escolares. Por tanto, implica que el acto educante, rescinde de la extraordinaria información cotidiana, que de una u otra forma, ayuda a establecer puntos de vista sobre los acontecimientos del mundo globalizado, dado el efecto mediático. Lo comprometido del caso es que se preserva en la escuela prácticas educativas de acento pretérito. En ese sentido, Liliana Guaca Guamanga, en dialogo con Alexander Cely Rodríguez, expuso que: “Esta situación encontró, en ese lapso socio-histórico, poco eco en los espacios académicos. Las rutinas todavía se aferraban a reflexionar sobre los acontecimientos inciertos y paradójicos, como si no ocurriesen cambios profundos y contundentes… Ahora bien, de igual forma, en tanto existe multiplicidad de posibilidades para su estudio, también es latente la fragilidad en unos conceptos mínimos comunes que permitan abordar de manera conjunta el tema de la globalización, independiente de la institución escolar”.
Otro aspecto que complica la explicación de la globalización desde la acción educativa, lo constituye el uso de los libros texto. En Iberoamérica el uso didáctico del libro ha representado una labor con el fin de facilitar sistemáticamente los contenidos programáticos, tanto al profesor como a los estudiantes. En el caso del docente, disponer de un conocimiento a ser enseñado y en los estudiantes, la posibilidad obtener el conocimiento que requiere para aprender. Ocurre que según Armando Galindo Joya, citado por Alexander Cely Rodríguez: Algunos libros de texto parte de premisas que sólo legitiman y legalizan la reproducción de pensamientos, acciones y decisiones que provienen de escenarios exteriores, y que son impuestas al colombiano, sin una previa reflexión y toma de decisiones sobre si son correctas o no, convirtiéndose la educación en el principal instrumento de dicha reproducción, donde el fin último es la alienación, que permite dar la cara a los conflictos que vive la sociedad”.
En diálogo con Carolina Moreno Cruz, ella le manifestó a Alexander Cely Rodríguez, que la elaboración de los libros texto, dependen de las exigencias del Ministerio de Educación y muchos de los casos de las empresas editoriales. Desde su punto de vista, cuando hay referencia a la globalización, la orientación pedagógica que se asigna apunta hacia la formación de competencias para fortalecer el concepto de ciudadanía. Además, la profesora Carolina Moreno Cruz destaca que “Sin embargo en otras editoriales la mirada euro centrista continua predominando y el tema de la globalización se aborda desde el estudio de las instituciones supranacionales, los tratados internaciones, las comunidades europeas y su impacto en los países tercermundistas y el nuevo orden mundial”.
La profesora Olga Lucia Moreno, entrevistada por Alexander Cely Rodríguez, consideró, que a pesar que existe libertad de cátedra, los lineamientos emanados del Ministerio de Educación en Colombia, se deben respetar tal y como están establecidos. Allí, el tema de la globalización se expone en los libros texto, con sencillas referencias del momento actual para destacar las innovaciones que ha desarrollado el capitalismo, pero se evade el análisis de la complejidad social. Eso se infiere por lo manifestado por Liliana Guaca Guamanga, en entrevista realizada por Alexander Cely Rodríguez: En grado decimo se abordan temáticas transversales como las guerras imperiales, invasiones y migraciones masivas producto de las tendencias políticas y económicas. Sin embargo, la comprensión de ciertos fenómenos sociales relacionados con la desigualdad social, la segregación espacial, la xenofobia y el exterminio cultural son temas que radican más en la intencionalidad del maestro que en la legalidad de los planes de estudio ya que no son requerimientos obligatorios. Contenidos tradicionales son exigidos junto como método de evaluación poco renovados (revisión de cuadernos, disciplina) son elementos recurrentes en la dinámica escolar”.
Se puede inferir que en el ámbito del mundo contemporáneo, la educación todavía recurre a fundamentos teóricos y metodológicos de sentido y efecto obsoletos; notablemente contradictorios con la renovación en conocimientos y prácticas que se formulan constantemente en los espacios académicos. En ese sentido, la enseñanza de contenidos que pudiesen servir para explicar la realidad con sustentos teóricos, no ocurre así. Al respecto, Liliana Guaca Guamanga, en dialogo con Alexander Cely Rodríguez, manifestó: “Se evidencia una perspectiva estática dentro del desarrollo de los contenidos, más aún cuando el libro de texto implementado en el aula pasa de ser una guía a un recetario. No sabemos si lo siguiente sea una aseveración pero se percibe que la reflexión que se debe hacer entorno a la pertinencia de los contenidos y la incorporación de los avances de la geografía como disciplina al ámbito escolar está ausente”.
En este mismo sentido el profesor Xosé M. Souto, al analizar cuatro manuales escolares de Educación Secundaria Obligatoria (para las edades de 14-16 años) indicaba que “los libros de texto insisten en una explicación económica y aluden muy poco o nada a las consecuencias culturales del proceso de globalización, utilizando una escala planetaria para explicar dichos procesos económicos, olvidándose de las desigualdades que se originan en las localidades donde viven los alumnos; se abusa de una explicación académica y conceptual, por lo que el lector debe consultar continuamente el vocabulario que aparece al margen de los textos (o bien un instrumento “ad hoc”)”.
En efecto, se impone el desafío de articular los acontecimientos diarios de la globalización con la actividad escolar. El propósito debe ser explicar los acontecimientos, a partir de los conocimientos y experiencias de los estudiantes en su condición de ciudadanos del mundo globalizado. Significa aperturar en la acción pedagógica el abordaje analítico del momento histórico, desde una perspectiva más allá del reduccionismo positivista; es decir, amplitud, totalidad, vivencia, autonomía y democracia participativa y protagónica. Al analizar la compleja situación que vive la educación en el escenario de la globalización, Kleidys Alviarez Siavato y Andri Centeno Pérez, se han formulado las siguientes interrogantes: ¿Cuál es el papel de la escuela? ¿Cómo afrontar las realidades contemporáneas desde la práctica escolar cotidiana? ¿Se encuentra la escuela preparada para tal escenario? ¿Conciben en la práctica pedagógica el uso de estrategias y recursos innovadores adaptados al contexto de globalidad?.
Al puntualizar se puede destacar que en la complejidad de la globalización es evidente una significativa contradicción. Por un lado, se viven circunstancias donde la innovación y los cambios afectan notablemente a los conocimientos y técnicas, pues ellos son rápidamente signados por la obsolescencia. En cambio, en la educación hay un apego a los fundamentos teóricos y metodológicos de acento pasado y se rechaza el cambio desde concepciones apegadas a las rutinas pedagógicas.
Lo complicado de esta circunstancia es que en la educación hay una fuerte resistencia al cambio, que hace difícil que cualquier iniciativa logre sus cometidos, pues su labor es esencialmente tradicional. Por tanto, como afirman Kleidys Alviarez Siavato y Andri Centeno Pérez: “Actualmente es imposible concebir la educación en globalización como un procesos aislado, debido a los diversos elementos intervinientes. La visión reduccionista revestida de obsolescencia, no puede ser desechada por completo, aunque fragmente el conocimiento. Es necesario tomar en cuenta los postulados de la sistemática o la ciencia sistemática, la que conecte a los fenómenos tanto sociales y naturales en un todo”.
El resultado, una vislumbrante globalización que impone el rumbo de los acontecimientos, distinguidos por una asombrosa inventiva científico-tecnológica, apoyada por una labor comunicacional que cumple una extraordinaria función pedagógica para educar masificadamente. Eso es significativamente discrepante de la acción formativa del aula de clase indiferente, rutinaria y descontextualizada de los cambios epocales. Por tanto, resulta más formativa la educación mediática que la educación escolarizada.
Globalización y enseñanza de la geografía
El conocimiento de la globalización como situación referente de las condiciones del mundo contemporáneo, constituye un tema de obligante tratamiento por la enseñanza de la geografía. El hecho de referirse a la situación vivida por la sociedad mundial, al apremio de educar al ciudadano del siglo XXI y los significativos avances de la disciplina geográfica, son obligaciones para exigir la renovación de la enseñanza geográfica en concordancia con los cambios de la época.
Los participantes del Geoforo han manifestado interés en que eso ocurra, pues desde sus puntos de vista, esta circunstancia tan compleja, en movimiento transformador y de notables repercusiones en la sociedad, debe ser considerada desde otras perspectivas, más coherentes y afines con lo que sucede a escala planetaria; en especial, la diversidad de criterios para analizar la época actual, como de la complicada realidad ambiental, geográfica y social del mundo contemporáneo.
Al tratar esta situación, José Eustáquio De Sene considera que “Essa experiencia suscita uma questao interssante: de fato há globalizao, como diversos autores propoem, sejam eles globalistas ou céticos[8], ou vivemos uma expanso da modernidade[9], ou ainda pura e simplesmente um proceso de americanizao do mundo[10].
La globalización es percibida desde diferentes puntos de vista: como globalidad, expansión de la modernidad, americanización del planeta y también como posmodernidad. Lo cierto es que es un tema analizado desde criterios diversos. Para Nubia Moreno es un acontecimiento que ocurre en el ámbito del actual momento histórico con acento variable y diverso, pues “…la globalización es amplio y contrastante de modo que también afecta en su variabilidad y diversidad sobre la forma como se concibe, acudiendo entonces a los contextos socio –culturales y a las dinámicas espaciales de cada escenario geográfico”.
El sentido diverso que implica la globalización amerita que en, primer lugar, el estudio de la globalización como temática de la enseñanza de la geografía, debe prestar atención al propio concepto. Eso lo recomienda José Eustáquio De Sene, cuando afirma que “ A pesar de tanto se falar sobre o assunto, o que gerou un certo desgaste, ante de comecarnos o discutir a globalizao enm sal de aula creio pertinente uma discussao inicial sobre o próprio conceito”. Al análisis del concepto, Olga Lucia Romero, entrevistada por Alexander Cely Rodríguez propone que la globalización debe ser analizada desde el conocimiento geográfico, con los fundamentos de la geografía radical. En ese sentido afirmó: “Para el tema de la globalización no sobra decir que es viable que se estructure desde la perspectiva de la geografía radical, se cuestionan sobre los valores y funciones de las instituciones existentes, se comprende el espacio desde las relaciones sociales, así mismo éste es considerado como un producto social e incluye temas de estudio como la pobreza, el hambre, la marginalidad, la contaminación, conflictos de clase, modos de producción, analiza el impacto del capitalismo y los medios de comunicación, reduciendo el concepto de distancia”.
En cuanto a los fundamentos pedagógicos, es imprescindible asumir los fundamentos teóricos y metodológicos de la pedagogía crítica; es decir, debe existir coherencia entre las concepciones de la disciplina y de la acción pedagógica. Eso lo corrobora la Profesora Olga Lucía Romero, en entrevista realizada por Alexander Cely Rodríguez, cuando expuso que: “La pedagogía crítica (debe ser) entendida desde Giroux como la reproducción de la escuela enfocada en la necesidad del sistema capitalista (relación estado – economía); en tanto que para Apple el mercado domina la escuela, especialmente el currículo y para McLaren, como el estudio de la cotidianidad y las prácticas políticas, desigualdad económica y ciencia al servicio del capitalismo”.
Los fundamentos teóricos y metodológicos de la geografía radical y de la pedagogía critica facilitan al docente de geografía entender que su objeto de estudio es el espacio geográfico, como constructo social e histórico, a la vez que considerar que la enseñanza debe explicar la realidad construida por el capital, la aplicación del currículo con efecto desalienante y la exigencia de una práctica liberadora que fortalezca la responsabilidad y el compromiso social. La Profesora Olga Lucía Romero, citada por Alexander Cely Rodríguez, destaca la necesidad que: “…el docente realice análisis o estrategias de aprendizaje de la Globalización, desde una mirada interdisciplinaria. Por otro lado revisando curso por curso no es evidente el análisis de la Globalización ni tampoco de su concepto. Existe el desafío de articular conceptos e ideas apropiadas para comprender la cotidianidad y más aun para enseñarle al estudiante una dinámica global, en la que no se puede desligar el conocimiento de lo local desde la geografía, historia, economía, política, entre otros”.
Otro aspecto que debe ser atendido cuando se trata de abordar la globalización en la enseñanza de la geografía, es tomar en cuenta otras condiciones de los estudiantes como protagonistas de los acontecimientos del mundo global. Los educandos se mueven cotidianamente: tiene otras expectativas, aspiraciones y pretensiones muy coherentes con el dinámico mundo vivido. En diálogo de Alexander Cely Rodríguez con la Profesora Carolina Moreno, afirmó: “…los estudiantes deben propender por una mente abierta y un manejo activo de las comunicaciones, como por ejemplo el interlocutor con colegios y universidades del exterior, realizar pasantías e intercambios en otras ciudades y países, por esto también el tema del bilingüismo es fundamental…pues se considera que viajando e interactuando con otras culturas se hace posible el desarrollo de un conocimiento mucho más completo de las dinámicas de la Globalización, entre otros temas que la complementan”.
Significa que el dominio tecnológico, el deseo de conocer, el reto de conseguir trabajo en otros países, el dominio de una lengua extranjera, entre otros, son incentivos para insertarse en la complejidad del mundo globalizado; es decir, son ciudadanos de la globalización. Por tanto, de un espíritu más emprendedor de iniciativas para movilizarse en el dinámico escenario epocal. Lo expresado por la Profesora Carolina Moreno adquiere significativa importancia en la opinión de Alexander Cely Rodríguez, cuando destaca lo siguiente: “Cuando acudimos a la didáctica como la reflexión sobre la práctica de la enseñanza y el aprendizaje. Es cuando nos permitimos re-pensar sobre las distintas situaciones de la vida de los estudiantes, desde su estrato socioeconómico, su situación cultural y emocional, sus deseos de vivir y de superarse, teniendo en cuenta sus espacios vividos, percibidos y concebidos y entendemos que mientras no tengan otra opción de vida, conozcan otros espacios, tengan acceso a otras lecturas, observen y analicen otros mundos, aprendan otros idiomas, se interrelacionen con otras culturas será muy difícil que comprendan el concepto de Globalización”.
Lo descrito trae como consecuencia para la enseñanza de la geografía reorientar su labor pedagógica hacia una alfabetización sustentada en el uso didáctico de las herramientas tecnológicas. Supone que asume enfrentar los retos al facilitar que los procesos de enseñanza y aprendizaje, se apoyen en el dominio de los medios y las tecnologías de la comunicación TICs, pues según la Profesora Olga Lucía Romero, citada por Alexander Cely Rodríguez, “…en la medida que los medios de comunicación generan más influencia menos conocen los estudiantes, razón por la cual es posible desde el manejo de las TICs analizar el impacto de la Globalización en estos grados”.
Enseñar geografía en el ámbito de la globalización, debe considerar la multiplicidad de bienes tecnológicos que el desarrollo científico-tecnológico ha producido con el propósito de facilitar una explicación más certera y renovada de la realidad geográfica. En las circunstancias del mundo contemporáneo, en opinión de la Profesora Liliana Guaca Guamanga, emitida en entrevista con Alexander Cely Rodríguez, manifestó: “…la vocación técnica que está en proceso de adopción, determina desde todas las áreas del conocimiento reformas que fortalecen procesos tales como la adquisición de herramientas propicias para ingresar al mundo laboral bajo unos estándares de cualificación tecnológica que le permitan desenvolverse en el mundo actual. Las preocupaciones de la institución se centran en la profundización de los sistemas informáticos y el inglés como segunda lengua, las cuales tienen más intensidad horaria que otras asignaturas como las Ciencias Sociales.
El objetivo pedagógico que se infiere es educar con las novedosas herramientas tecnológicas que les permiten a los estudiantes observar, explicar, interpretar y evaluar críticamente los objetos de estudio ambientales, geográficos y sociales. Así, tecnología y razonamiento se deben integrar para formar geográficamente a los educandos. Eso implica, según la opinión de Liliana Guaca Guamanga, en entrevista realizada por Alexander Cely Rodríguez: “…el desarrollo cognitivo de los estudiantes y su madurez intelectual permite una mejor comprensión del mismo, un reconocimiento fundamental de las categorías que lo sustenta y una habilidad para identificar mejor la globalización en los contextos socio-espaciales”.
Una prioridad de la enseñanza geográfica debes ser mirar al entorno inmediato, de tal manera que la realidad vivida sea objeto de estudio geográfico y pedagógico, desde el pensamiento crítico. La Profesora Carolina Moreno Cruz, en diálogo con Alexander Cely Rodríguez, colocó en el primer plano la exigencia de mejorar el nivel de comprensión del pensamiento crítico y desde allí, “…asumir posturas reflexivas y propositivas sobre temáticas que van desde las relaciones históricas, culturales, ambientales y ético políticas hasta las que se enmarcan en las interrelaciones personales y de compromiso social”.
Al dar significativa importancia al desarrollo del pensamiento autónomo y crítico, se pretende dar al aprendizaje un profundo acento significativo. En esa dirección, es importante considerar la posibilidad de abordar en la enseñanza de la geografía los temas de la globalización, desde una postura interdisciplinaria; fundamentalmente, integrar la geografía con la historia. El Profesor Armando Galindo Joya, expuso a Alexander Cely Rodríguez que es “…volver el aprendizaje algo significativo (que) debería desarrollarse teniendo el mundo en la cabeza y usando la historia como medio de comprensión para la transformación”.
Volver la mirada hacia el aprendizaje significativo, trae como consecuencia diversificar las actividades didácticas que utiliza la enseñanza geográfica para facilitar el proceso pedagógico. Allí, serán básicas las salidas de campo, la aplicación de instrumentos para recolectar información, la lectura de mapas y cartogramas, datos estadísticos, entre otros; es decir, romper con la exclusividad del libro texto de geografía y aperturar la presencia y uso didáctico de otras opciones que faciliten el análisis e interpretación de la realidad geográfica.
Al respecto, Liliana Guaca Guamanga, en entrevista realizada por Alexander Cely Rodríguez, opinó que asumir un aprendizaje renovado, determina volver la mirada hacia la práctica escolar; en principio, “…a otras formas de enseñar y aprender geografía, a través de análisis geográficos contextualizados se diseñan ejercicios prácticos tales como las salidas de campo, los recorridos por el barrio alimentan el proceso educativo al encontrar en el conocimiento sobre el espacio, herramientas propicias para comprender las dinámicas urbanas que les rodean”.
También la Profesora Liliana Guaca Guamanga, considera que una prioridad para fomentar el aprendizaje significativo, supone el desarrollo de una enseñanza más agresiva para abordar la realidad ambiental, geográfica y social. Se trata de la iniciativa de promover aprendizajes más coherentes con el desenvolvimiento de la época, lo que supone desde su razonamiento, atender al “…ejercicio docente (pues) conserva varias secuelas de tradicionalismo ligadas a la experiencia previa a la docencia, reproduciendo prácticas anquilosadas que retrasan el proceso de renovación al interior de la disciplina; desde el uso y apropiación de nuevos conceptos, como desde manejo de modelos pedagógicos acordes con las temáticas abordadas”.
Entonces es preciso entender que si bien es cierto, la enseñanza geográfica encuentra asidero para renovar sus fundamentos, también debe reflexionar que, tanto la enseñanza como el aprendizaje que caracteriza a la práctica escolar de la enseñanza de la geografía, de acento tradicional debe ser motivo de reflexión analítica y crítica, con el objeto de gestionar su transformación. No se puede desconocer, según José Armando Santiago Rivera, que la: “…enseñanza geográfica resulta obsoleta, indiferente y descontextualizada de los acontecimientos del mundo globalizado. Aquí es necesario llamar la atención pues en los espacios académicos se elaboran y promueven otros discursos para renovar la práctica escolar de esta disciplina. Pero la distancia entre los aportes teóricos y metodológicos que elaboran los expertos, es abismal con lo que ocurre en el aula de clase, donde se enseña simplemente conocimientos estables, inmutables e inalterables”.
Esta circunstancia coloca a la enseñanza de la geografía que se desarrolla en el aula escolar, en una situación de marginalidad, indiferencia y desfase que mengua la calidad formativa del ciudadano del siglo XXI. Su afán por preservar conocimientos y prácticas tradicionales, determina discrepar de los cambios y la renovación contemporánea que caracteriza al movimiento geográfico, pedagógico y didáctico. En las reflexiones expuestas por la Profesora Liliana Guaca Guamanga, en entrevista realizada por Alexander Cely Rodríguez, “Aun se evidencian aprendizajes memorísticos y cartografía con deficiente manejo interpretativo por parte de los estudiantes. “Eso lo noto ya que soy de secundaria”, y muchas de las deficiencias heredadas de la primaria se muestran como limitaciones en el desarrollo del trabajo propuesto”.
Por tanto, hay una preocupación que apunta hacia los diseños curriculares que se elaboran para orientar la práctica pedagógica de la enseñanza geográfica. Al cuestionar la enseñanza geográfica tradicional, la Profesora Liliana Guaca Guamanga, le reveló a Alexander Cely Rodríguez que “No existe una metodología innovadora que permita construir conocimiento desde las nuevas formas de interpretar el espacio, el continuum urbano rural, la velocidad de los cambios espacio-temporales y su impacto en la calidad de vida de los habitantes”.
Sin embargo, recientemente, ante los cambios educativos promovidos por la UNESCO, una opción de cambio pedagógico y didáctico que se ha promovido desde los años noventa del siglo XX, hasta la actualidad, es la aplicación de los Proyectos de Aprendizaje, con el objeto de armonizar la teoría con la práctica, al asumir los problemas de las comunidades como objeto de la enseñanza de la geografía. Al comentar su propósito, el Profesor Armando Galindo Joya, le argumentó a Alexander Cely Rodríguez lo siguiente: “En cuanto a si existen proyectos curriculares que aborden de forma autónoma los contenidos podemos afirmar que los proyectos pueden existir en la medida que sean construidos planeados y ejecutados por las áreas involucradas, en algunas instituciones existe mucha más libertad para realizar tales proyectos, un recurso fundamental que se puede aplicar son las orientaciones de la pedagogía de proyectos que permiten estructurar planos y proyectos que forman el análisis de la realidad”.
La situación que caracteriza a la enseñanza de la geografía es determinante para requerir del cambio epistemológico; es decir, es apremiante centrar el esfuerzo pedagógico y didáctico en la obtención del conocimiento de la realidad geográfica, desde otros puntos de vista. Al reflexionar al respecto, la Profesora Olga Lucía Romero, le expuso a Alexander Cely Rodríguez: “La enseñanza de estos temas implica que los cambios vayan más allá del campo disciplinar, es necesario articular un currículo propio, promover el conocimiento compartido y articulado. De esta forma autónomamente es viable integrar este tipo de temas”.
Este cuestionamiento es revelador de la angustia que existe ante la vigencia de los fundamentos teóricos y metodológicos para enseñar geografía. Claramente se infiere que en el aula de clase no se desarrolla una enseñanza geográfica en correspondencia con el objeto de estudio de la geografía: el espacio geográfico. Eso descuida la explicación de los temas espaciales, los cambios espaciales y la dinámica social. Al respecto, un ejemplo que ayuda a entender esta circunstancia, lo mostró José Armando Santiago Rivera, cuando afirmó: “Mientras la geografía de la televisión es más actualizada e interesante, la geografía escolar preserva una orientación que de signo obsoleto. Mientras la ciencia social se inclina a explicar sus temáticas de interés con la participación y protagonismo de los actores de los hechos geográficos, la clase de geografía es rutinaria y mecánica. Mientras los medios divulgan temáticas del mundo global, la enseñanza geográfica en aula, debate sobre la geografía física y la geografía humana simplemente”.
Lo expuesto deja entrever que la enseñanza de la geografía en el ámbito del mundo globalizado, evade la explicación del espacio geográfico y preserva la facilitación escolar de los contenidos disciplinares que tradicionalmente se han utilizado en las reformas curriculares, en la enseñanza de las asignaturas geográficas. Eso lo demuestra José Armando Santiago Rivera, cuando ejemplifica los siguientes casos: “Quiere decir que se enseña el clima, pero no se aborda la temática del calentamiento global; el equilibrio ecológico y se desatienden los eventos socio-ambientales; se explica el contenido ciudad, pero se deja a un lado el hacinamiento urbano; por ejemplo. Para explicar esta situación necesariamente se debe tomar en cuenta la permanencia de la concepción geográfica descriptiva y la pedagogía transmisiva tradicional como única opción para facilitar los contenidos geográficos”.
Aquí vale detenerse para buscar un entendimiento sobre la enseñanza de la geográfica en el marco del mundo globalizado. Si la geografía es considerada como una disciplina de sustento científico, con una extraordinaria fundamentación teórico y metodológica para facilitar la comprensión del mundo actual, ¿por qué se le asigna tan poca importancia educativa, pedagógica y didáctica? Aunado, José Armando Santiago Rivera hace la siguiente reflexión: “Si los conocimientos y prácticas de la enseñanza geográfica se limitaban a describir la realidad en sus especificidades naturales y demográficas, fundamentalmente, emergió una interrogante: ¿cómo esta enseñanza de la geografía puede dar respuesta a la necesidad de formar al ciudadano que vive el siglo XXI tan tecnologizado y alienado? Todavía hay reflexión sobre esta pregunta, pues en las reformas curriculares se barnizan cambios para preservar los sustentos positivistas; por cierto, muy alejados de los avances cualitativos en la ciencia social”.
Una causa que se puede esgrimir como fundamental para poder entender la compleja situación que caracteriza a la enseñanza de la geografía en el mundo contemporáneo, es la vigencia de los sustentos del positivismo. El hecho de apoyarse en la exigencia de la objetividad, el mecanicismo, la funcionalidad, la neutralidad y el apoliticismo, enseñar geografía no logra superar el estadio de la reproducción imparcial e indiferente de aspectos de la realidad geográfica.
En palabras de José Armando Santiago Rivera: “¿Por qué se debate sobre las ramas del problema y no se va al tronco de la cuestión? Una respuesta es la vigencia del pensamiento positivo para sostener una educación tecnocrática, que circunscribe la formación del ciudadano al logro de competencias y descarta la formación humana y social, porque se requiere mano de obra calificada para consolidar el desarrollo empresarial. Otra inquietud es que vemos como la enseñanza geográfica tiende a desaparecer de los planes de estudio, a pesar que tradicionalmente se le ha asignado la finalidad de fortalecer el amor a la patria, la consolidación de la nacionalidad y el afecto al territorio”.
Como ya hay conciencia crítica sobre la urgencia de un viraje, con el objeto de ajustar la enseñanza de la geografía a los conocimientos y prácticas del mundo globalizado, es necesario comenzar por entender que la enseñanza de esta disciplina debe asumir las condiciones del momento histórico y el cambio epistemológico; fundamentalmente, centrar el esfuerzo formativo en educar al ser humano, prestar atención a la interdisciplinariedad, la investigación didáctica, entre otros aspectos.
Al respecto, José Armando Santiago Rivera opinó: “En esa dirección debe ser prioritaria la mirada interdisciplinaria, epistemológica y socio-histórica. Es necesario reiniciar el camino, tantas veces comenzado, pues desde hace años pensamos que debe haber un viraje, pero nada hacemos para que llegue. El experto debe explorar otras vías donde el incentivo sea investigar y no facilitar recetas para enseñar geografía; el docente debe ser más creativo y crítico, pues debe comprender que los acontecimientos cambian y la realidad también; los centros académicos deben entender, de una vez por todas que enseñar geografía debe tener como finalidad la formación humana y social para saber vivir en la complejidad del mundo global”.
Para concretar, la globalización como objeto de estudio de la enseñanza de la geografía determina de una revisión profunda de los fundamentos teóricos y metodológicos de la geografía como disciplina científica, además de la renovación de los conocimientos y prácticas de la pedagogía y la didáctica, en correspondencia con la formación humanista que demandan las repercusiones de las dificultades ambientales, geográficas y sociales que ocurren cotidianamente en el escenario del mundo globalizado.
Consideraciones finales
Las reflexiones expuestas por los participantes del segundo debate promovido por el Geoforo Iberoamericano de Educación, representan testimonios reflexivos sobre la globalización como un escenario histórico que privilegia el acento económico-financiero, como consecuencia del impulso del capitalismo durante la segunda mitad del siglo XX. Allí es motivo de atención rasgos esenciales como la competencia, el consumo y el mercado, cada vez más globalizado e integrado, bajo una gestión centrada en ejercer el control hegemónico de las materias primas, la distribución de bienes y servicios y su consumo.
En este ámbito de alcance mundial, la labor de los medios de comunicación social e Internet, cumple la tarea pedagógica de formar la ciudadanía con la transmisión de imágenes, símbolos, iconos y códigos, que contribuyen al desarrollo de comportamientos, fundamentalmente, hacia el consumo, la descontextualización y la ahistoricidad. Eso trae como consecuencia que la acción educativa tenga que centrar su labor en humanizar al colectivo social y la enseñanza de la geografía, abordar la compleja realidad que ha construido la globalización.
En el segundo debate del Geoforo, también se revela en los participantes el interés por destacar la tendencia a la homogeneidad cultural del planeta. Así como existe ya la unidad planetaria económico-financiera, es evidente la totalidad cultural, pero norteamericanizada. Esa realidad tiene el sostenimiento en los medios de comunicación social; en especial, la televisión. Atrás de la comercialización de productos, se revela la influencia alienante y manipuladora que condiciona al colectivo social. Es una acción educativa mundializada, pero que apunta hacia la descontextualización, la desideologización y el apoliticismo
De allí que se cuestione la vigencia de los fundamentos teóricos y metodológicos de la educación que promovió la Modernidad; es decir, transmitir contenidos programáticos. Esta acción formativa resulta muy contradictoria con las circunstancias del mundo contemporáneo. Mientras el momento histórico resulta sorprendente por los adelantos, las novedades y la inventiva, se facilita en las instituciones escolares una actividad pedagógica que, de una u otra forma, impide entender lo que ocurre en su mundo vivido. Por tanto, es más formativa la educación mediática que la educación escolarizada.
Los participantes del segundo debate del Geoforo, exigen la renovación de la enseñanza de la geografía. Preservar en las aulas escolares una labor pedagógica muy distante de los avances de la teoría y los métodos geográficos, cada vez más apoyados por la tecnología. Además los problemas y dificultades que afectan al colectivo planetario inciden en dar a esta actividad formativa una orientación humanista. El propósito es sensibilizar a los ciudadanos del mundo globalizado sobre el deterioro ambiental, geográfico y social; es decir, entender el valor ecológico de lo humano, reorientar las formas de intervención de la naturaleza y promover la reflexión sobre la condición humana.
Las opiniones emitidas por los participantes en este debate, en el Geoforo, revelan también que la temática de la globalización se plantea en los diferentes países iberoamericanos, de manera muy circunscrita a lo establecido en los programas oficiales y en los libros texto de geografía y ciencias sociales. Generalmente se hace referencia a contenidos que simplemente pretenden ofrecer el tratamiento pedagógico de una información superficial y somera acerca de esta situación histórica que muestra que no hay la debida profundidad explicativa que el caso amerita.
Es llamativo el hecho que quienes emitieron su punto de vista en este debate consideran la urgente necesidad de intensificar la explicación de la globalización, pues la sociedad planetaria debe asumir posturas razonadas sobre el mercado único, el pensamiento único; es decir, sobre la homogeneidad cultural que se pretende instaurar. En respuesta, las propuestas de desarrollo al mercado único, emergen los fundamentos del desarrollo endógeno; a la exigencia científico-tecnológica, surgen las tecnologías tradicionales con acento ecológico; a la imposición cultural, la reivindicación de las culturas ancestrales; al efecto condicionante de los medios de comunicación social, se promueven medios comunitarios; es decir, es inevitable la réplica a la dominación planetaria.
Finalmente, es necesario destacar que las opiniones expresadas por los participantes del Geoforo sobre la globalización, educación y enseñanza de la geografía, tienen mucha relación con las reflexiones teóricas y metodológicas formuladas por los expertos que estudian esta temática. En consecuencia, hay acuerdo en que los criterios expuestos, ya constituyen ideas generales del dominio colectivo y eso favorecerá a los investigadores entender que sus postulados críticos, ya se traducen efectivamente en quienes desarrollan la práctica escolar cotidiana.
De allí que sea interesante que los estudiosos de este campo del conocimiento analizaran por ejemplo, las repercusiones de la globalización en la cultura y el curriculum; en el uso didáctico de las nuevas tecnologías y, fundamentalmente, en la cultura escolar desde los currículos integrados. En Iberoamérica ya el debate está en desarrollo y eso se muestra con la bibliografía citada, además como se ha demostrado, en la revelación de saberes y experiencias, se puede asegurar la continuidad de la discusión intencionada, en procura de otros planteamientos para renovar la enseñanza de la geografía, en correspondencia con la diversidad y heterogeneidad de puntos de vista a los que se puede tener acceso en la web.
Notas
[1] Bodemer, 1998
[2] Grasa, 1996
[3] Hernandez, 1998
[4] Las citas que aparecen en el texto se refieren a los debates mantenidos en el Geoforo en la sección Archivo de Foro, en la dirección www.geoforo.com en el portal de Geocrítica (http://www.ub.edu/geocrit/). Se sigue el modelo utilizado en el primer debate, que apareció sintetizado en el año 2009 por Fabián Araya, 2009
[5] Importante síntesis en Pillet Capdepon, 2008.
[6] Para complementar estos aspectos, se recomienda la lectura del artículo de Gaggiotti, 2004
[7] Se pueden encontrar referencias en los índices temáticos de Scripta Nova a relaciones entre globalización y educación en Romero Morante y Luis Gómez, 2008.
[8] Held e McGrew, 2001
[9] Giddens, 1991; Ortíz, 1994.
[10] Batista Jr., 1997; Jameson, 2001
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Ficha bibliográfica:
SANTIAGO RIVERA, José Armando. Globalización, educacion y enseñanza de la geografia en el Geoforo. Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 5 de febrero de 2012, Vol. XVII, nº 961. <http://www.ub.es/geocrit/b3w-961.htm>. [ISSN 1138-9796].