REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES Universidad de Barcelona ISSN: 1138-9796. Depósito Legal: B. 21.742-98 Vol. XV, nº 894, 30 de octubre de 2010 [Serie documental de Geo Crítica. Cuadernos Críticos de Geografía Humana] |
MAHAMUNI: LA IMAGEN MÁS SAGRADA DE BIRMANIA
Daniel Gomà
Investigador `Beatriu de Pinós´ (AGAUR)
Departamento de Historia Contemporánea - Universidad de Barcelona
dgoma@ub.edu
Recibido: 6 de junio de 2010. Aceptado: 30 de julio de 2010.
Mahamuni: la imagen más sagrada de Birmania (Resumen)
La imagen en bronce de Buda de la pagoda de Mahamuni en la ciudad de Mandalay, en Myanmar, posee una larga historia que se remonta a más de dos mil años. Esta antigua estatua, conocida como Mahamuni, es la más sagrada para los budistas birmanos debido a su significado religioso e histórico. Por ello, peregrinos y devotos, budistas o no, viajeros y turistas de todo el mundo visitan la gran imagen de Mahamuni a lo largo de todo el año.
Palabras clave: Mahamuni, Buda, budismo, Birmania/Myanmar, Arakán
Mahamuni: Burma’s most sacred image (Abstract)
The bronze image of the Buddha enshrined in the Mahamuni pagoda in the city of Mandalay, Myanmar, has a long history stretching back to more than twenty centuries. This ancient statue, known as the Mahamuni image, is most sacred to Burmese Buddhists due to its religious and historical significance. Hence, pilgrims and devotees, Buddhists or not, travelers and tourists from around the world visit the great Mahamuni image all the year round.
Key words: Mahamuni, Buddhism, Burma/Myanmar, Arakan/Rakhine
La estatua de Mahamuni es la imagen más venerada de la actual Myanmar, también conocida como Birmania y cuya la población es mayoritariamente budista (alrededor del 90%), concretamente de la corriente theravada[1]. Pero su importancia trasciende fronteras y es considerada una las representaciones más importantes del Buda Gautama (o Gotama), conocido antes de alcanzar la iluminación con el nombre de Siddharta y que es conocido en el budismo también como Sakyamuni. Para los habitantes de Birmania, que han transmitido de generación en generación esta creencia, es la única copia verdadera que existe de Buda porque fue realizada en vida del mismo y tomándolo como modelo[2]. No es extraño, por tanto, que durante siglos fuera objeto de codicia de numerosos gobernantes, ya fueran birmanos o extranjeros. Actualmente la estatua de Mahamuni está situada en el santuario del mismo nombre, también conocido como Gran Pagoda (Payagyi en birmano) o pagoda de Arakán. Dicho recinto religioso se encuentra en la ciudad de Mandalay y es el núcleo principal de la vida religiosa de la segunda urbe de Birmania.
Figura 1. Estatua de Mahamuni Fuente: Daniel Gomà. Pagoda de Mahamuni, Mandalay (febrero de 2007) |
Los orígenes de la estatua
La vinculación de Mahamuni con los orígenes mismos del budismo y en especial con los del budismo birmano es estrecha aunque muchos de los aspectos relacionados con la creación de la estatua son legendarios y carecen de autenticidad histórica. Las evidencias arqueológicas sugieren que es una de las más antiguas representaciones de Buda y cronológicamente su creación se situaría en los primeros siglos de la era cristiana, posiblemente en el siglo II.
Aunque actualmente Mahamuni forma parte del imaginario religioso birmano, la estatua está estrechamente asociada a Arakán, de donde procede, y al hecho histórico más importante de esta región del oeste de Birmania: la llegada del budismo[3]. Dicha llegada en lo que hoy es territorio de Myanmar tuvo lugar según la tradición durante la vida del propio Buda. Según las crónicas arakanesas, en la zona de la cuenca del río Kaladan, el más importante de la región, surgió a mediados del I milenio a.C. un estado, sin duda en forma de ciudad-estado, conocido como Dhanyawadi, nombre procedente del pali Dhannavati, (“bendecido por el grano”), lo que demuestra la importancia de la agricultura como fuente económica principal. Parece ser que Dhanyawadi mantenía contactos comerciales con el mundo indio y con China gracias a su acceso a la bahía de Bengala.
Según la tradición local recogida en forma de mitos y leyendas y recopiladas en las crónicas arakanesas, el Buda Gautama tuvo una visión en la que Arakán se convertía en una tierra iluminada por el budismo y viajó a esta región volando desde la India (donde residía) en compañía de sus 500 discípulos (Rahandas)[4]. Una vez allí, recibió la visita del rey Candrasuriya (“Sol y Luna”) de Dhanyawadi y su esposa Candramala, así como del gobierno y otros miembros de la corte, a los que convirtió al budismo, profetizando al mismo tiempo que muchas pagodas se edificarían en Arakán[5]. El monarca invitó a Buda a visitar su palacio y así poder recibir las enseñanzas del visitante. Buda aceptó y durante siete días dictó su doctrina.
Figura 2. Representación de la legendaria visita a Arakán de Buda y sus 500 discípulos Fuente: Daniel Gomà. Santuario de Mahamuni, Dhanyawady, Arakán (diciembre de 2009) |
En el momento de marcharse y regresar a India, Candrasuriya le suplicó a Buda que hiciera una réplica de sí mismo con el fin de que sus fieles pudieran venerarle en su ausencia. Buda aceptó y el rey mandó recoger el metal necesario, depositarlo en unas cestas de oro revestidas con flores y telas blancas. Las cestas fueron enviadas a presencia de Buda a lomos de un elefante blanco, considerado un animal sagrado en el imaginario de la región[6]. Nació así una imagen de Sakyamuni, considerada la única copia real de la imagen de Buda que existe en el mundo[7]. Dicha estatua, hecha en bronce, pasaría a denominarse Mahamuni (literalmente “Gran Sabio”) en su honor. El propio Siddharta quedó muy contento con la imagen y consagró la estatua trasladando así su propia aura a esta última, dándole “vida”[8]. El rey mandó colocar la estatua en un trono de piedras preciosas y ordenó construir monasterios a su alrededor.
Según la creencia popular, la estatua fue consagrada por el mismo Buda Gautama con el fin de crear un “gemelo viviente” que aconsejaría a los reyes y, en su ausencia, daría sermones a la comunidad. Una antigua crónica arakanesa afirma que era idéntica a Sakyamuni “incluso en la longitud de sus cabellos”[9]. En la creencia popular actual se considera que la estatua posee una protección sobrenatural que le granjea unos poderes especiales y sobrehumanos. Sin embargo, la propia tradición señala que el propio Buda advirtió que la estatua de Mahamuni estaría en este mundo sólo durante 5000 años y que luego moriría para entrar en el nirvana.
El mito de Mahamuni es la simiente misma de la identidad arakanesa aunque como toda historia basada en mitos tiene en muchos casos más aspectos de leyenda que de verdad. Al igual que sucede con otras leyendas de Birmania como la fundación de la pagoda Shwedagon de Rangún, lo cierto es que el mito de Mahamuni es sin duda posterior a los hechos que cuenta[10]. La arqueología desmiente buena parte del mito de Mahamuni, que ha pasado a formar parte de la historia popular de Arakán y de toda Birmania. Porque si los hechos fueran ciertos, significaría que Candrasuriya y el estado de Dhanyawadi ya existían en torno al 500 a.C. pues es sabido que Siddharta murió en torno al 483 a.C. Sin embargo, las evidencias arqueológicas no sólo desmienten la antigüedad de la estatua de Mahamuni sino que certifican que los estratos más antiguos de Dhanyawadi se remontan al siglo IV d.C., por tanto unos ochocientos años después de la existencia de Buda. Además, la estela del templo de Shit-taung, en el emplazamiento arakanés de Mrauk-U (a unos treinta kilómetros de Dhanyawadi), está fechada en el año 729 y contiene una inscripción del rey Anandacandra de Vesali (un reino posterior a Dhanyawadi) donde se afirma que un rey llamado Dvan Candra conquistó 101 ciudades y construyó una capital “que rivalizaba con la belleza celestial”[11]. Este personaje, que reinó aproximadamente entre los años 370 y 420, es considerado el fundador de Dhanyawadi, estado que dominaría la región entre finales del siglo IV y comienzos del VI. El nombre de la dinastía, Candra, coincide de manera sospechosa con el del rey que supuestamente recibió a Buda[12]. Por último, resulta curioso que en los textos religiosos budistas no se haga mención de la visita de Siddharta a Arakán.
Otro problema es la antigüedad del santuario de Mahamuni en Dhanyawadi. Este último reposa sobre tres terrazas de piedra, cuyos estratos inferiores datan del primer milenio de nuestra era. El problema es que el recinto fue atacado, destruido y reconstruido en numerosas ocasiones a lo largo de los siglos. El santuario actual data de 1900 y fue reconstruido gracias a la ayuda de un banquero de Sittwe, la capital de Arakán, llamado U Ye Kyaw Thu, quien donó incluso la estatua de metal de Buda que se encuentra en el centro del santuario y que se considera una réplica de Mahamuni[13]. Ello dificulta establecer la antigüedad exacta del santuario pero parece seguro que era el edificio más importante de Dhanyawadi ya en tiempos antiguos porque concentra la mayor parte de los hallazgos arqueológicos de la zona, principalmente antiguas estatuas de arte budista en mal estado y fechadas en los siglos V y VI. Algunos especialistas creen que dichas estatuas serían imágenes protectoras de la gran estatua de Mahamuni.
Figura 3. Santuario de Mahamuni. Entrada principal Fuente: Daniel Gomà. Santuario de Mahamuni, Dhanyawady, Arakán (diciembre de 2009) |
Figura 4. Santuario de Mahamuni. La parte inferior es el estrato original del primer santuario, destruido y reconstruido en varias ocasiones Fuente: Daniel Gomà. Santuario de Mahamuni, Dhanyawady, Arakán (diciembre de 2009) |
El hecho de que no existan fuentes históricas que hagan mención de la estatua ni del santuario hasta el siglo VIII complica la situación y debilita la teoría de que la antigüedad de la imagen de Mahamuni sea anterior al propio estado de Dhanyawadi. Además, existen evidencias que sugieren que la estatua ha sido reconstruida en diversos periodos, el último tal vez en el siglo XIV. Es sabido que el recinto de Dhanyawadi fue atacado y destruido en varias ocasiones y que la propia estatua resultó dañada. Así, por ejemplo, el rostro de la imagen es desde el punto de vista estilístico una reconstrucción de diferentes periodos. El problema es que no podemos estar seguros del todo porque la mayor parte del cuerpo está recubierto de una gruesa capa de papel de oro que ciertamente distorsiona su figura. Por otro lado, es importante señalar que durante el primer milenio convivían en Arakán el budismo (con sus diferentes corrientes) y el hinduismo, ambos originarios de la vecina India y no fue hasta los siglos XII-XIII que el budismo theravada se convirtió en la religión hegemónica, anulando de esta forma los cultos hindúes y del budismo mahayana. Aunque el santuario de Dhanyawadi fue probablemente un sitio de peregrinación desde mediados del primer milenio, parece probable que sólo con el paso del tiempo la estatua adquiriera prestigio y relevancia religiosa y su historia fuera entonces mitificada, asociándola a la vida del propio Sakyamuni y transmitiéndose la leyenda de generación en generación[14].
La historia arakanesa documenta la existencia de diferentes estados que se fueron sucediendo con el paso de los siglos. Lo que es seguro es que todos ellos mantuvieron una relación con Dhanyawadi y en concreto con su gran pagoda, que retuvo su importancia como emplazamiento religioso del país. Los reyes de las diferentes dinastías arakanesas visitaron en algún momento Mahamuni e hicieron grandes donaciones. El santuario de Mahamuni en Dhanyawadi, con su legendaria estatua de Buda, continuó siendo el centro de culto principal en Arakán hasta el siglo XVIII.
La conquista birmana de Arakán y el “robo” de la imagen del Gran Sabio
En este contexto, la relevancia de Mahamuni como supuesta imagen del verdadero Sakyamuni hizo que desde buen principio la estatua fuera objeto de veneración tanto en Arakán como en las regiones vecinas. De hecho, gracias a la imagen, el país se convirtió en un lugar relevante de peregrinación en el mundo budista. Desde los principales centros budistas de la India y Sri Lanka se enviaba a emisarios a Dhanyawadi y los reyes de esta ciudad aprovecharon para embellecer y agrandar el recinto, así como incrementar las donaciones como la corona de oro y rubíes que lleva en la cabeza. Su creciente valor religioso y político hizo que también fuera objeto de deseo por parte de los gobernantes budistas No es extraño, por tanto, que se convirtiera en un objetivo de los reyes de toda Birmania durante siglos y está documentado que el fundador del Primer Imperio birmano, Anawrahta (siglo XI), tuvo entre las finalidades de su campaña contra Arakán apoderarse de la estatua de Mahamuni aunque según la leyenda no lo hizo porque la imagen se le apareció en un sueño y le mostró su rechazo a “ir al país del este (reino de Birmania)”[15]. La creación de un imperio birmano en Pagan a mediados del siglo XI marcó el inicio de un periodo de dominaciones temporales sobre Arakán a lo largo de los siguientes cuatrocientos años por parte de los poderosos estados que irían surgiendo en Birmania aunque los dominadores nunca llegaron a llevarse la imagen de su templo en Dhanyawadi y se limitaron a hacer donaciones al santuario y expandir o renovar este último. Entre los devotos de la estatua destacó Alaungsithu, rey de Pagan y bisnieto de Anawrahta.
La fundación del reino de Mrauk U, a una treintena de kilómetros al sudeste de Dhanyawadi, en el siglo XV y que dominaría todo Arakán durante los siguientes tres siglos y medio, no hizo sino engrandar el prestigio del santuario de Mahamuni como referente del budismo local e internacional. Plenamente identificados con este último, los monarcas de Mrauk U hicieron importantes contribuciones al recinto religioso. De hecho, todos ellos peregrinaron en alguna ocasión hasta aquél con el fin de mostrar su devoción. El primer soberano Narameikhla (también llamado Min Saw Mun) mandó comunicar su capital con Dhanyawadi mediante una carretera pavimentada rodeada en diferentes tramos por lagos y pozos de agua. Asimismo, su hermano y sucesor Naranu (Man Khari) hizo entrega al santuario del Tipitaka o Canon Pali (las sagradas escrituras del budismo theravada) obtenido en Sri Lanka. Durante la era de Mrauk U el santuario de Mahamuni se expandió con la construcción de edificios adyacentes (templos, monasterios) y el incremento del número de monjes que vivían en el recinto religioso.
Sin embargo, a finales del siglo XVIII se pondría fin a la estancia de la estatua de Mahamuni en Dhanyawadi después de más de un milenio y medio (según la tradición). En 1784 el rey Bodawpaya de Birmania, que había heredado el imperio fundado por su padre (el tercer Imperio birmano), fijó su atención en el vecino estado de Arakán, independiente desde hacía tiempo pero siempre en la órbita de influencia de los birmanos. Allí languidecía el reino de Mrauk U, cuya monarquía estaba sumida en un declive imparable desde hacía un siglo. El soberano birmano vio la oportunidad de hacerse con el control de esta región, dominada de manera temporal en el pasado por monarquías birmanas, y en octubre de 1784 mandó a su hijo y heredero Thado Minsaw al frente de un gran ejército de 30.000 hombres contra Mrauk U. Compuestas por una flotilla y unidades tierra, las tropas birmanas atravesaron la cadena montañosa de la Arakan Yoma (que separa Arakán del resto de Birmania y en cierto sentido le aísla de esta última) y el último día del año conquistaron Mrauk U, poniendo fin a cinco siglos de independencia. La conquista de Arakán fue un duro golpe para sus habitantes. El país pasaba a estar bajo un dominio extranjero. La antigua familia real, con su monarca al frente, y 20.000 arakaneses fueron enviados a Birmania como cautivos[16]. Un gobernador birmano fue designado para regir sobre Arakán y fueron establecidas diversas guarniciones.
La mayor humillación, sin embargo, fue el traslado de la legendaria estatua de Mahamuni desde su santuario original a una nueva pagoda erigida a unos kilómetros al norte de Amarapura, la capital del imperio birmano, y construida expresamente con el fin de albergarla. Asimismo, la gran mayoría de las reliquias budistas e hindúes de los santuarios arakaneses fueron llevadas a la capital birmana como parte del lote obtenido durante la campaña[17]. Dicho de otro modo, la estatua fue sacada de Arakán para no regresar jamás a su lugar de origen. La decisión de trasladar la gran imagen en bronce de Buda, el mayor de los tesoros nacionales de Arakán, generó un considerable resentimiento de la población local hacia la monarquía birmana y fue considerada una acción imperdonable. Mahamuni había sido una creación de los arakaneses y había permanecido junto a ellos desde entonces, asociándose al orgullo del pueblo arakanés como nación. Habiendo perdido el mayor símbolo y habiendo sido destruido el reino de Mrauk U, los arakaneses se sometieron al poder birmano[18]. Para los actuales arakaneses se trata todavía hoy de una herida que sigue sin cicatrizar.
Figura 5. Estatua de Buda. Copia (no idéntica) de la imagen de Mahamuni Fuente: Daniel Gomà. Santuario de Mahamuni, Dhanyawady, Arakán (diciembre de 2009) |
Figura 6. Estatuas budistas Fuente: Daniel Gomà. Santuario de Mahamuni, Dhanyawady, Arakán (diciembre de 2009) |
La obtención de la estatua de Buda representó un momento glorioso para Bodawpaya. No en vano, había logrado lo que sus antepasados habían anhelado. La estatua, con sus poderes sobrenaturales, le era confiada ahora a él. No hay que olvidar que el budismo jugaba un papel muy importante en la legitimidad de la monarquía birmana y que entre los argumentos de la conquista de Arakán figuraba la acusación de que el budismo en dicha región estaba en declive y había que protegerlo[19]. Estando bajo el control de la monarquía birmana la pagoda Shwedagon de Rangún y la Roca Dorada de Kyaiktiyo desde hacía décadas, la posesión de Mahamuni ponía definitivamente en manos de Bodawpaya el triunvirato sagrado de Birmania y le granjeaba al rey no sólo un prestigio a nivel religioso prácticamente insuperable sino también hasta cierto punto un poder político y social inigualable.
El traslado de la imagen fue una auténtica obra de ingeniería iniciada en enero de 1785. De Dhanyawadi fue llevada en barca por el río Kaladan hasta la zona costera y de allí por tierra en dirección a la Arakan Yoma. Escoltada por diez mil hombres, cruzó 138 montañas y obligó a sus porteadores a detenerse en cincuenta y cuatro puntos hasta alcanzar finalmente Padaung, a orillas del río Irrawaddy, al sur de la importante ciudad de Prome (actual Pyay). De allí, la imagen fue transportada río arriba hasta Amarapura en la gran barca real enviada por Bodawpaya, trayecto que duró treinta días. El propio rey, acompañado de toda la corte, vino a recibirla al llegar a los pies de las colinas de Sagaing (cerca de Amarapura) a comienzos de mayo y el monarca incluso se adentró en el agua hasta que ésta le llegó a la altura del cuello[20].
El deseo de Bodawpaya era construir un santuario en una zona remota alejada de su capital, Amarapura. Por ello, se eligió una llanura desértica a una docena de kilómetros al nordeste de la ciudad para erigir un recinto religioso que albergase la estatua, emplazamiento conectado con Amarapura mediante una carretera de ladrillo ordenada construir por el soberano. En julio de 1785 se ponía la primera piedra y en octubre finalizaba su construcción aunque el recinto se iría ampliando con el paso del tiempo. Alrededor del nuevo santuario se edificaron en los primeros años diversos monasterios. Además de la imagen de Mahamuni, en la nueva pagoda se albergaron otras piezas obtenidas del lote de la campaña de Arakán, entre ellas figuras de bronce de origen angkoriano y traídas junto con la imagen de Mahamuni desde Dhanyawadi[21]. El monarca birmano no dudó en someter a mayores humillaciones a los cautivos arakaneses traídos a Amarapura y obligó a más de un centenar de ellos y a sus familias a servir como esclavos sirviendo en el santuario[22].
Figura 7. Plataforma principal. Pagoda de Mahamuni Fuente: Daniel Gomà. Pagoda de Mahamuni, Mandalay (febrero de 2007) |
Figura 8. Estatuas angkorianas obtenidas en la conquista de Arakán justo a la estatua de Mahamuni Fuente: Daniel Gomà. Pagoda de Mahamuni, Mandalay (febrero de 2007) |
La devoción por Mahamuni
La estatua de Mahamuni en Mandalay forma junto con la pagoda Shwedagon de Rangún y la Roca Dorada en Kyaiktiyo lo que podríamos llamar el triunvirato sagrado de Birmania. Su imagen se encuentra por todo el país en forma de fotografías, figuras e imágenes que decoran hogares, lugares públicos, medios de transporte, etc. En Arakán, su lugar de origen, se construyeron diversas réplicas en varias pagodas y en su antiguo recinto de Dhanyawady se encuentran hoy día replicas de la estatua como forma de consolación ante el traslado forzoso de la estatua a finales del siglo XVIII.
El santuario que acoge a Mahamuni es una gran pagoda situada en la parte sur de Mandalay. En origen, estaba situada en las afueras de Amarapura pero tras la fundación de la ciudad en 1857 por el rey Mindon y su progresiva expansión, el recinto pasó a formar parte de la nueva urbe. El actual santuario no es el original pues sufrió diversas modificaciones a lo largo del siglo XIX. De hecho, la pagoda que podemos visitar hoy día es una reconstrucción (no idéntica) del edificio construido en 1785 ya que el recinto original fue víctima de las llamas en 1879 y de nuevo en abril de 1884, siendo este último incendio especialmente dañino. Originado fuera del recinto, el fuego se extendió por buena parte de la ciudad destruyendo centenares de hogares y el santuario a su paso aunque la estatua escapó de milagro. Sólo la corona y parte del papel de oro fueron fundidas por el calor. El rey Thibaw mandó reconstruir la pagoda e hizo generosas donaciones para este fin, gracias a las cuales se logró rehacer el edificio en un tiempo record (mayo-julio)[23]. Posteriormente se fueron añadiendo nuevas construcciones en el interior y a su alrededor. Hoy día el santuario está rodeado por numerosos monasterios, tiendas de material religioso (incienso, flores, papel de oro, velas, imágenes religiosas, etc.), teashops y restaurante, todo ello con el fin de asegurar las necesidades del devoto peregrino. Desde finales del siglo XVIII ha sido el destino de incontables donativos de la realeza birmana, de las autoridades de la Birmania independiente (tanto de los gobiernos democráticos como de la dictadura militar), de gente acomodada y del pueblo en general.
La entrada formal al recinto está en el lado este, que es en el que está orientada la imagen y que se puede ver al final de un largo corredor. La estatua se encuentra en una estancia estrecha y es visible de frente y por ambos lados. Se asienta sobre una plataforma de casi dos metros de altura, a cuyos pies se colocan los devotos. Sin embargo, el área más próxima y la plataforma están reservadas a los hombres mientras que las mujeres deben colocarse a una cierta distancia. Sólo los hombres pueden tocar la estatua e incrustar sobre ella el fino papel de oro (gold leaf), acto que es considerado la forma de devoción máxima. Algunos rezan en la estrecha plataforma. Pese a no poder acercarse hasta la estatua, las mujeres (mayoritariamente de mediana o tercera edad aunque hay también jóvenes) son muy devotas de esta imagen y solicitan a los hombres que pongan papel de oro de su parte. Parece ser que la enorme devoción femenina hacia Mahamuni radica en la creencia de que los rezos y las ofrendas en su honor aseguran la protección de la estatua, esto es, del mismo Buda (quien dio vida a la estatua según la tradición), con el fin de que ayude en sus problemas físicos o de sus hijos (infertilidad, enfermedades, etc.). No es extraño que se entregue la comida ofrecida a la estatua a la gente enferma y en especial a los niños con el fin de que se curen[24].
La estatua de Mahamuni está hecha de bronce y mide 3,90 metros de altura, casi 3 de largo a la altura de la cintura y 1,80 de hombro a hombro. Su peso total es de 6,5 toneladas. Se trata de una estatua sentada, con las piernas cruzadas y los pies dirigidos hacia adentro. La estatua muestra a Buda en el momento de la iluminación y por ello extiende su brazo derecho con la mano tocando el suelo como testimonio de sus actos pasados. La otra mano reposa sobre las rodillas con la palma hacia arriba. La corona de la cabeza y el pecho están repletos de piedras preciosas incrustadas (diamantes, zafiros, esmeraldas, rubíes, etc.) y donadas por los devotos budistas en el pasado.
Figura 9. Estatua de Mahamuni. Rostro Fuente: Daniel Gomà. Pagoda de Mahamuni, Mandalay (febrero de 2007) |
Figura 10. Estatua de Mahamuni. Busto Fuente: Daniel Gomà. Pagoda de Mahamuni, Mandalay (febrero de 2007) |
Desde el punto de vista estético, Mahamuni ofrece una imagen incoherente y una figura voluptuosa debido a unas proporciones distorsionadas. Así, la mayor parte del cuerpo está cubierta por una gruesa capa de papel de oro a excepción del rostro, la corona de la cabeza y los atributos de realeza del pecho. Por ello, estas partes del cuerpo se nos presentan más pequeñas pero mejor formadas y más acordes estéticamente, a diferencia de la incongruencia del resto del cuerpo. La gruesa capa de papel de oro se ha ido aplicando desde el último incendio del santuario (1884) y se calcula que el total de este oro que recubre la estatua pesa hoy día más de una tonelada y su espesor medio es de unos 5 centímetros.
El momento de mayor presencia popular en el recinto de Mahamuni es al caer la tarde, momento en que se congregan los devotos locales y los peregrinos venidos de otras partes del país. Sin embargo, el momento de mayor relevancia es a partir de las cuatro de la mañana. A esa hora suenan los tambores (3 veces) con el fin de anunciar el inicio del ritual del lavado del rostro de la estatua que empieza aproximadamente a las 4 y media, justo cuando aparecen los primeros rayos del sol[25]. Aunque en fechas señaladas (como la luna llena por ejemplo) el recinto está abarrotado, siempre hay a esa hora una presencia numerosa de devotos que han llegado al santuario tras su apertura a las tres de la mañana. Entre los asistentes se encuentran numerosos pongyis (monjes) de monasterios cercanos. Aunque ocasionalmente lo puede llevar a cabo un monje de rango superior, el lavado del rostro lo realiza generalmente el abad del monasterio de Mahamuni, adyacente a la pagoda. Está acompañado de tres varones seglares vestidos de blanco, color que simboliza la devoción por la religión budista. Ellos son los que preparan los materiales necesarios: el jabón (de olores perfumados), las toallas (que han de ser nuevas), el gran pañuelo que recubrirá el cuerpo del Buda (salvo la cabeza), el gran cepillo de dientes, etc. El abad es el único que puede tocar el rostro de Mahamuni y lo hace subiendo al regazo de la estatua. En primer lugar se concentra en la limpieza del rostro con una toalla y cuidando especialmente labios y ojos. Una vez concluido esto, procede a lavar el rostro con jabón y con la ayuda de una toalla húmeda. Luego, con otra toalla, se quita el jabón y se seca el rostro. Este proceso de enjabonar el rostro y luego secarlo se repite una vez más. Luego el abad limpia los dientes del Buda con un gran cepillo. Posteriormente, se limpia de nuevo el rostro con toallas húmedas y se le aplica un preparado derivado del árbol del sándalo para finalmente limpiarlo con nuevas toallas[26]. Por último, el abad cubre la cara con perfume en spray y acaba abanicándola con uno de los típico abanicos de hoja de palma que suelen llevan los monjes birmanos. A lo largo de todo este largo ritual, de una hora de duración, monjes y devotos rezan y recitan en voz alta textos religiosos, empezando por el Metta sutta, texto religioso budista que se encuentra en el Canon Pali y que recoge las palabras de Buda referentes a la bondad[27]. Una vez finalizado el ritual, los presentes ofrecen sus donaciones a la imagen.
Figura 11. Devotos ante la imagen de Mahamuni Fuente: Daniel Gomà. Pagoda de Mahamuni, Mandalay (febrero de 2007) |
Como todo gran recinto religioso que se precie, la pagoda Mahamuni posee su propio festival, celebración que tiene lugar durante el mes de Thabodwe, uno de los doce que componen el calendario budista birmano (que es lunar) y que cae entre mediados de enero y mediados de febrero (aunque puede ser más tarde). La duración del festival es de unos quince días (aunque este número puede variar) y tiene su cénit el día de la luna llena de Thabodwe[28]. Durante estas festividades, el recinto es el destino de la peregrinación de decenas de miles de personas de todo el país. Es la época de mayores donaciones para el templo. La pagoda es escenario de numerosas actividades, desde concursos de comida típica hasta bailes, pasando por escenas de teatro, pases de películas (religiosas por supuesto), etc. Aparte, en el ámbito estrictamente religioso, se suceden durante días y de manera interrumpida sermones en pali por parte de miembros del sangha, el clero budista.
Todos los rituales de devoción de la imagen buscan ampliar el mérito de los devotos. El objetivo final de todo budista es obtener méritos (kutho) para poder tener una mejor reencarnación en la vida siguiente. Y el culto a Mahamuni, una supuesta “herencia” directa del propio Buda a los birmanos (o los arakaneses según se mire), es una de las mejores formas de obtener los méritos deseados.
Conclusión
El culto a la imagen de Mahamuni no ha cesado de crecer desde la fundación de su pagoda hace ya 225 años. El actual régimen militar que gobierna Birmania con mano de hierro ha buscado en el budismo una fuente de legitimación de su acción de gobierno y ha financiado la construcción de edificios religiosos budistas por toda Birmania. En este sentido, el templo ha sido objeto de remodelaciones y ampliaciones, entre ellas dos museos, uno dedicado a la historia de la imagen y el otro a la vida de Buda. A ello no es ajeno lo que podríamos llamar el “aspecto político” de la estatua. Su posesión y su patrocinio por reyes en el pasado y por la junta militar actualmente no tienen sólo un fin religioso sino también político y no es otro que el control sobre una sociedad, la birmana, cuyo fervor religioso es intenso. No es extraño, por tanto, que incluso en la época colonial los dominadores británicos vieran los beneficios políticos de Mahamuni y, por ejemplo, designaran en 1909 el recinto como monumento antiguo bajo protección del Estado con el objetivo de mostrar su respeto por el budismo. Los militares que en el año 1962 acabaron con el sistema parlamentario que había regido desde la independencia de Birmania en 1948 siguieron una pauta similar y no dudaron en designar poco después a la pagoda de Mahamuni como edificio antiguo bajo mantenimiento del Estado[29].
En realidad, la devoción hacia Mahamuni abarca más allá del simple culto al budismo. Es en la práctica el vínculo que los budistas birmanos tienen con la figura de Buda y en concreto con su viva presencia. El hecho de que Mahamuni sea un Buda “viviente” hace que los devotos budistas se conviertan en parte integrante de la vida de Buda. Su veneración por reyes y gentes sencillas desde hace siglos conlleva una relación estrecha con un pasado mitificado y glorioso que tiene su origen en la visita de Sakyamuni a Arakán. En otras palabras, vincula directamente a la nación birmana y a sus habitantes con Buda y, en un país tan budista, ¿hay mejor premio?
[1] La otra corriente del budismo es la mahayana. Aparte de Birmania, el budismo theravada es el predominante en Sri Lanka, Tailandia, Laos y Camboya. La escuela Theravada es la más antigua del budismo y la más cercana a las enseñanzas originales de Buda.
[2] Según antiguas tradiciones se realizaron de hecho cinco imágenes de Buda en vida de este último. Dos se hicieron en India, dos en el paraíso y la última es la de Mahamuni, la única que se cree que ha sobrevivido hasta nuestros días.
[3] La región de Arakán corresponde actualmente al estado Rakhine, integrado en la Unión de Myanmar.
[4] Según la leyenda, Buda llegó a la colina de Selagiri (también llamada Sirigutta o Thaylargiri), situada en la orilla derecha del río Gacehabhanady (Kisapanady, actual río Kaladan), no muy lejos de Dhanyawadi, donde recibió la visita de su rey.
[5] Algunas leyendas señalan que Buda viajó a Arakán invitado por el rey Candrasuriya. Otras, que habiendo oído hablar de sus enseñanzas, este último le había hecho saber su deseo de visitarle en la India pero los peligros de una distancia tan larga y peligrosa llevaron a Buda a ofrecerse a venir él. La leyenda también dice que Candrasuriya supo de la llegada de Buda porque “la tierra tembló y el mar hirvió” y, tras preguntar a sus astrólogos por estos extraños fenómenos, supo de la presencia del Gran Sabio en Arakán.
[6] Collis, 1958, p. 166.
[7] Según la tradición, la estatua fue obra de Sakra (Sakka), el rey de los dioses.
[8] Sobre esta acción de Buda existen varias teorías. Una señala que lo hizo abrazando la estatua siete veces mientras que otra apunta a que le envió su aliento. Una teoría muy extendida es que Siddharta imbuyó la estatua con su esencia espiritual pero que ésta tenía una limitación temporal pues estaría presente en la estatua para un período de 5000 años (o sea, que todavía sigue conservando dicha esencia). Por todo ello, Mahamuni es también conocida como yoke shin daw (“imagen real viviente”).
[9] Stadtner, 2010, p. 312.
[10] La fundación de la nación arakanesa es narrada en la llamada Nueva Crónica Arakanesa, obra de un monje arakanés de la primera mitad del siglo XX. Dicha obra se añade a diferentes relatos literarios más antiguos para confluir en una historia de Arakán donde verdad y leyenda se entremezclan hasta el punto de no poder discernir claramente la una de la otra.
[11] Gutman, 2001, p. 8
[12] Algunos historiadores señalan que el rey Candrasuriya subió al trono en el año 146 de la era cristiana, lo que coincidiría en el tiempo con la creación de la estatua según las evidencias arqueológicas. Por otro lado, no todos los historiadores están de acuerdo. Algunos sostienen que Candrasuriya pertenecía una dinastía llamada Suriya (y no Candra) y que el gobierno de dicho linaje representa el llamado Tercer Período de Dhanyawadi (580 a.C.-326 d.C).
[13] Stadtner, 2010, p. 318. A lo largo del siglo XX ha habido pequeñas modificaciones y ampliaciones del recinto. La actual junta militar que gobierna Birmania también ha hecho donaciones y reparaciones con el fin de demostrar su respeto por la religión budista y por la estrecha vinculación del pueblo arakanés al santuario.
[14] No todos los especialistas están de acuerdo. El hecho de que la estatua fuera dañada en diferentes periodos de la historia y que actualmente esté cubierta de papel de oro impide saber con exactitud su antigüedad. Algunos estudios señalan que la especial devoción que los reyes de Mrauk U sentían hacia Mahamuni indicaría que la importancia de su santuario fuera relativamente reciente y que la veneración por la estatua se remontaría como mucho al siglo XIII o XIV.
[18] Leyendas arakanesas cuentan que la estatua se resistió a ser trasladada de sitio y, según explica una de ellas, cuando era trasladada cayó al río Kaladan y se hundió, siendo la que se contempla hoy en Mandalay una simple réplica. Otro relato señala que el rey birmano envío a unos brujos vestidos de monje a Dhanyawadi con el fin de despojar a la estatua de sus poderes y así poder llevársela. Otra historia relata que la estatua era tan pesada y grande de transportar en una sola pieza (mide 3,90 metros de altura, casi 3 de largo en la base y 1,8 de hombro a hombro), que hubo que despiezarla en 3 partes y volverla a unir más tarde, lo que es considerado un acto sacrílego en el budismo.
[20] Stadtner, 2010, p. 259.
[21] Se trata en concreto de seis estatuas de bronce que representan a dos guerreros, tres leones y un elefante de tres cabezas. Se encuentran actualmente en una estancia cubierta del patio de la pagoda de Mahamuni. Estas estatuas son originarias del templo de Angkor Wat en Camboya y según la tradición las estatuas de los guerreros son reputadas por tener propiedades curativas milagrosas si se frotan la barriga y los tobillos de las mismas.
[22] Hall, 1955, p. 214.
[23] Dicha reconstrucción no escapó a las críticas porque mezclaba elementos europeos y birmanos.
[24] Schober, 1997, p. 284.
[25] Se cree que dicho ritual del lavado del rostro ya tenía lugar en Dhanyawadi.
[26] Las toallas que se utilizan en el proceso de lavado del rostro de Mahamuni se entregan a los devotos presentes y son consideradas por éstos como auténticos tesoros.
[27] Schober, 1997, p. 264.
[28] En 2010 el festival de Mahamuni tuvo lugar entre el 15 de enero y el 6 de febrero.
[29] Smith, 1965, p. 299.
Bibliografía
CHARNEY, Michael W. Beyond State-centered Histories in Western Burma: Missionizing Monks and Intra-regional Migrants in the Arakan Littoral, c.1784-1860. In GOMMANS, Jos y LEIDER, Jacques (ed.). The Maritime Frontier of Burma: Exploring Political, Cultural and Commercial Interaction in the Indian Ocean World, 1200-1800. Leiden y Amsterdam: Koninklijke Nederlandse Akademie van Wetenschappen y KITLV Press, 2002, p. 213-224.
COLLIS, Maurice. The Land of the Great Image. Nueva York: New Directions, 1958.
GUTMAN, Pamela. Burma’s Lost Kingdoms: Splendours from Arakan. Bangkok: Weatherhill, 2001.
HALL, D.G.E. (ed.). Michael Symes: Journal of His Second Embassy to the Court of Ava in 1802. Londres: Allen & Unwin, 1955.
HARVEY, G.E. Outline of Burmese History. Bombay: Longmans, 1947.
MYAR Aung. Famous Monuments of Mrauk-U. Rangún: Middle Line, 2007.
SCHOBER, Juliane. In the Presence of the Buddha: Ritual Veneration of the Burmese Mahamuni Image. In SCHOBER, Juliane (ed.). Sacred Biography in the Buddhist Traditions of South and Southeast Asia. Honolulu: University of Hawai’is Press, 1997, p. 259-288.
SMITH, Donald E. Religion and Politics in Burma. Princeton: Princeton University Press, 1965.
STADTNER, Donald M. Sacred Sites of Burma: Myths and Folklore in an Evolving Spiritual Realm. Bangkok: River Books, 2010.
SWEARER, Donald K. The Buddhist World of Southeast Asia. Albany: State University of New York Press, 1995.
The Story of Mahamuni. In SAN Shwe Bu. Research Papers on Old Arakan. Rangún: PEAL, 1998.
YUNUS, Mohammed. A History of Arakan: Past and Present. Chittagong: University of Chittagong Press, 1994.
[Edición electrónica del texto realizada por Miriam-Hermi Zaar]
© Copyright Daniel Gomà, 2010
© Copyright Biblio3W, 2010
Ficha bibliográfica:
GOMÀ, Daniel. Mahamuni: la imagen más sagrada de Birmania. Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. XV, nº 894, 30 de octubre de 2010. <http://www.ub.es/geocrit/b3w-894.htm>. [ISSN 1138-9796].