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Biblio 3W
REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona 
ISSN: 1138-9796. Depósito Legal: B. 21.742-98 
Vol. XV, nº 871, 5 de mayo de 2010

[Serie  documental de Geo Crítica. Cuadernos Críticos de Geografía Humana]


LAS ISLAS COCO: EL ARCHIPIÉLAGO SECRETO DE BIRMANIA

 

 

Daniel Gomà
Investigador `Beatriu de Pinós´
Departamento de Historia Contemporánea
Universidad de Barcelona
dgoma@ub.edu


Las islas Coco: el archipiélago secreto de Birmania (Resumen)

Situado en medio del Índico, el minúsculo conjunto de las islas Coco ha pasado inadvertido durante siglos. En manos de Birmania desde finales del siglo XIX, ha cobrado especial relevancia geopolítica desde la década de los noventa con la supuesta presencia militar china en dichas islas.

Palavas-chave: islas Coco, Birmania/Myanmar, presidio, base militar, China


The Coco Islands: Burma’s Secret Archipelago (Abstract)

Located in the middle of the Indian Ocean, the small archipelago of Coco has passed unnoticed for centuries. Owned by Burma since the end of the nineteenth century, it had become very important from the geopolitical point of view because of the alleged Chinese military presence on the islands.

Key words: Coco Islands, Burma/Myanmar, prison, military base, China


Situado a unos 250 kilómetros al sur del gran delta birmano del Irrawaddy, el conjunto de islas conocido como Coco pasa generalmente desapercibido ante los archipiélagos más grandes del mar de Andaman, en el centro-este del Océano Índico. Ello no tiene nada de extraño ya que se trata de tres pequeñas islas y varios islotes que destacan únicamente por la presencia de cocoteros, playas de arena blanquecina y aguas cristalinas. Olvidadas durante décadas, las Coco cobraron relevancia a partir de los años noventa con la sospecha de que se habían convertido en una base cedida a China para espiar las actividades navales en el Índico. Actualmente, su isla principal es la única habitada y en ella se encuentra una base aeronaval. Asimismo, entre sus habitantes se encuentran pescadores y una comunidad de biólogos aunque su presencia no es permanente[1].

 

Figura 1. Gran Archipiélago de las Andaman y Nicobar, con las islas Coco en el punto más septentrional
Fuente: Courtesy of the University of Texas Libraries, The University of Texas at Austin


 

Figura 2. Archipiélago de las Coco
Fuente: Google Earth

 

 

Geografía física

Desde el punto de vista geográfico, las Coco forman un pequeño archipiélago compuesto por tres islas principales y diversos islotes y arrecifes. Se trata en realidad de la extensión septentrional de la cadena de las Andaman y Nicobar, estos últimos archipiélagos pertenecientes actualmente a la India. Las Coco están separadas de la isla de Landfall (extremo norte de las Andaman) por el canal de Coco, de unos 40 kilómetros de largo y una profundidad de entre 18 y 90 metros, siendo el fondo marino ocupado por coral y puntuales porciones de arena[2]. Debido a las fuertes corrientes, el oleaje en este estrecho es pesado, especialmente en caso de mal tiempo. El archipiélago de las Coco tiene unas condiciones climáticas difíciles. A su aislamiento en medio del Océano Índico, se le añade el hecho de estar sujeto al monzón del sudoeste (como Birmania) y entre mayo y octubre es escenario de lluvias torrenciales y fuertes vientos, viéndose afectado con frecuencia por ciclones que se forman en el golfo de Bengala.

La mayor de las islas es Gran Coco (Great Coco en inglés), con una extensión aproximada de diez kilómetros de largo por unos dos de ancho, sin incluir los diversos islotes que se encuentran en sus cercanías. Su costa occidental está formada por una cadena montañosa que alcanza la altura máxima de 112 metros. La elevación del territorio marca la mayor parte de la isla salvo en su lado oriental donde el terreno desciende hasta alcanzar el mar, dejando una pequeña llanura en la mitad nordeste de la isla. Esta parte es la única que no está cubierta por una abundante vegetación en forma de bosques tropicales. La madera es, junto con los cocos (gracias a la abundancia de cocoteros en la costa) y la pesca, el principal recurso natural de la isla. En el extremo norte hay un gran lago, fácilmente detectable con las fotos áreas. Dicho lago, que no es mencionado en fuentes del siglo XIX, es muy posible que sea de tipo artificial (o que haya sido ampliado a partir de una pequeña laguna) y haya sido desarrollado en las últimas décadas como lo prueba el hecho de que su lado oriental esté desforestado y con presencia de varias construcciones. En el pasado había constancia en la isla de la existencia de reses salvajes, herencia de una presencia humana durante el siglo XIX, aunque no está claro si todavía hay en la actualidad. Al sur de Gran Coco se encuentra la isleta de Jerry, también arbolada y con una altura de 30 metros sobre el nivel del mar. Algunas isletas se encuentran en la parte nordeste, destacando la de Rat (“rata” en inglés). También en la parte nordeste destaca el Punto Peeche, conectado a Gran Coco por un estrecho brazo de tierra y que posee un pequeño lago de agua dulce.

 

Figura 3. Isla de Gran Coco
Fuente: Google Earth

 

 

Figura 4. Isla de Gran Coco – Vista de la parte superior con edificaciones y otras instalaciones
Fuente: Google Earth

 

La segunda isla es Pequeña Coco (Little Coco en inglés), situada a unos dieciséis kilómetros al sudoeste de su homónima más grande y separada de ella por el canal de Alexandra. Punto meridional del archipiélago, está rodeada por un arrecife de coral, especialmente extenso en su lado occidental[3], y los bosques tropicales cubren prácticamente todo el territorio. Este último es menos elevado que el de Gran Coco, alcanzando la cota máxima de 75 metros sobre el nivel del mar en su zona central. Algunas informaciones señalan la existencia de un pequeño lago en el extremo sur aunque su agua no sería potable. En el pasado había también algunos cerdos salvajes, legado de varios intentos de asentamiento humano en la isla. Aunque tiene fama de fértil, lo cierto es que la ausencia de agua dulce y su terreno selvático la hacen poco habitable y, salvo los abundantes cocoteros, la madera y tal vez la pesca, no posee importantes recursos naturales. Además, el canal de Alexandra es poco profundo y en las cercanías de Pequeña Coco se encuentran numerosos escollos (rocas medio sumergidas), lo que dificulta la navegación y el anclaje de barcos. A poco más de cuatro kilómetros del extremo sudoeste de Pequeña Coco se encuentra la Roca de Daphne, un escollo que recibe este nombre porque contra él colisionó en 1808 el bergantín británico Daphne[4].

 

Figura 5. Isla de Pequeño Coco
Fuente: Google Earth



Unos tres kilómetros al norte de la isla de Gran Coco, separado por el canal de Marshall, se encuentra la isla de Table (Table island en inglés). Rodeado en parte por un arrecife, la isla está sujeta a un fuerte oleaje y la casi totalidad de la costa está formada por un terreno escarpado. De hecho, todo el territorio de la isla se alza a una altura de 44 metros sobre el nivel del mar pero, como su nombre implica (table significa “mesa” en inglés), se trata de un terreno plano [5]. Una densa vegetación cubre buena parte de la isla salvo en su lado occidental. En él se alza un faro de planta cilíndrica construido por los británicos en 1867 con el fin de ayudar a la navegación en el área. Con una altura de 28 metros y elevándose a 59 metros sobre el nivel del mar, estaba originalmente pintado con bandas horizontales rojas y blancas de forma alterna y la luz que emitía era visible a 35 kilómetros de distancia. Alrededor de él hay varios edificios bajos que eran utilizados para el personal encargado de su mantenimiento. Aunque no hay información precisa al respecto, parece ser que no está en funcionamiento y que nadie habita en él aunque fotografías desde el aire muestran un buen estado de conservación. Algunas fuentes señalan que las autoridades birmanas han procedido siempre a su reparación cuando ha resultado dañado por tempestades.

 

Figura 6. Isla de Table
Fuente: Google Earth


 

Figura 7. Isla de Table – Vista del faro
Fuente: Google Earth


Al noroeste de Table está otra isla mucho más pequeña que recibe el nombre de Slipper. El aislamiento de la isla de Table es mayor que el de las otras islas pese a su cercanía con Gran Coco. Una razón es que carece de los recursos naturales de las otras islas. No posee casi cocoteros y su territorio elevado no facilita el anclaje de barcos. De hecho, sólo la parte sudoeste y la parte norte son aptas para el desembarque y en ambos casos no exentos de peligros. En el primero caso es preciso aprovechar la marea alta mientras que el segundo es todavía más complicado e  imposible de realizar si hay mal tiempo. Además, el canal de Marshall presenta una navegación complicada debido a su escasa profundidad (tiene entre diez y veinticinco metros), lo que facilita grandes corrientes y un fuerte oleaje. En el pasado, un cañón había sido dispuesto para advertir a los barcos que pasaban cerca de la presencia de arrecifes en las inmediaciones de la isla[6].

 

De isla desierta a base militar

La historia de las Coco anterior al siglo XIX es prácticamente desconocida. Su nombre, otorgado por los británicos, procede de la presencia de cocoteros en sus costas. De hecho, se trata de las únicas islas de todo el gran archipiélago de las Andaman y Nicobar en tener este tipo de árboles. La razón del escaso conocimiento sobre las Coco radica en que con anterioridad a finales del siglo XIX no existió una población permanente. Pese a estar deshabitadas, su existencia era conocida por los pueblos nativos de las Andaman, quienes solían acercarse a las dos islas principales con el fin de obtener cocos, muy valorados en la dieta local. Sin embargo, no hay constancia de un asentamiento prolongado. Parece ser que habitantes de las regiones costeras birmanas de Tenasserim y Arakán solían visitar Gran Coco durante la estación seca para apoderarse de sus cocos[7]. Los huevos de tortuga también eran objeto de deseo. Navegantes indios y del sudeste asiáticos, pescadores de las Andaman y tal vez contrabandistas de la región también pasaron por las islas.

Con la llegada de los europeos al Índico la situación empezó a cambiar. Incluso antes de que las Andaman fueran objeto de atención por parte de las autoridades de la Compañía Británica de las Indias Orientales (EIC en sus siglas inglesas), que dominaba ya buena parte del subcontinente indio en nombre de la Corona inglesa, hubo un intento de colonización no oficial de las islas Coco. Dos aventureros británicos, apellidados Birch y McKnight  y que se dirigían a Australia, quedaron maravillados por la belleza de Gran Coco y decidieron establecerse en ella a comienzos de 1849 abandonando sus planes originales de dirigirse al continente austral. Ambos se convirtieron en los primeros pobladores de la isla. El capitán del barco prometió volver con víveres y animales para que pudieran subsistir[8]. Una vez llegado al puerto birmano de Moulmein, dicho capitán logró convencer a varias personas más de trasladarse a la isla. Poco después desembarcaba en Gran Coco un segundo grupo y la población ascendió a cuatro hombres, dos mujeres y cuatro niños (todo ellos occidentales) y un pequeño número de birmanos [9].

Lo cierto es que esta primera ocupación del territorio de las Coco no pudo ser más desastrosa. Las provisiones rápidamente se agotaron ante la ausencia de nuevos barcos que se detuvieran en el archipiélago y sus habitantes tuvieron que recurrir a una dieta basada en huevos de tortuga, pescado y cocos. Enfermedades como la fiebre y la disentería hicieron su aparición y la llegada de la estación de las lluvias, con sus fuertes tormentas, no hicieron sino dañar la moral y el descontento. Parece ser que algunas personas empezaron a sufrir trastornos mentales. Finalmente, en octubre del mismo año los supervivientes (siete de los habitantes habían fallecido durante esos meses) fueron rescatados por un navío inglés y llevados de vuelta a Moulmein[10]. Gran Coco fue abandonada pero, en cambio, la isla de Table empezó a ser habitada a partir de 1867 con la construcción de un faro destinado a facilitar la navegación en la zona.

En el último cuarto del siglo XIX tuvo un lugar un importante cambio. En 1877 el administrador británico del faro de la isla de Table murió asesinado por uno de sus ayudantes indios tras una discusión absurda por la cuestión de las castas. Debido a la  lejanía física y el aislamiento, los mandos de Port Blair (capital de las Andaman) tardaron varias semanas en tener conocimiento del incidente [11]. Ello llevó a las autoridades de Calcuta, capital en esta época de la India británica, a tomar medidas con el fin de asegurar una mejor supervisión sobre lo que acontecía en las islas. En esta época el dominio británico sobre el reino de Birmania iba estrechándose e incluía la parte sur de Birmania, con la ciudad de Rangún y el delta del Irrawaddy como centros principales, lo que permitía asegurar el control de la mayor parte del este del Índico. En 1882 la parte septentrional del gran archipiélago de Andaman y Nicobar, esto es, las islas Coco y la isla de Preparis (más al norte) junto con sus islotes satélites (Jerry, Slipper, etc.) fueron transferidas a la Administración del Comisionado Jefe de la Birmania Británica[12]. Las Coco pasaban a formar parte oficialmente y por primera vez del territorio de Birmania.

Tras su incorporación a Birmania, el archipiélago fue objeto de atención por parte de varios empresarios interesados en los recursos locales pero la lejanía y aislamiento, las difíciles condiciones climáticas, la escasa agua dulce y las enfermedades, añadidas a unos costes de transporte elevados, impidieron todo desarrollo del mismo. A comienzos del siglo XX algunas familias birmanas se habían instalado en Gran Coco viviendo de los productos obtenidos del paso de navíos por la zona y de la explotación de los escasos recursos naturales, pesca y sobre todo cocos. Un censo del año 1921 establecía en 46 personas la población total del archipiélago [13]. Parece seguro que sólo la isla de Gran Coco fue habitada, junto con el faro de Table. Pequeña Coco era visitada por los birmanos de la isla vecina únicamente con la finalidad de apropiarse de los abundantes cocos de la isla pero siempre en estancias cortas.

La soberanía birmana sobre las islas Coco fue confirmada cuando Birmania dejó de estar bajo control de la India Británica (1923) y cuando en 1937 se convirtió en colonia de la Corona. El archipiélago pasó a formar parte oficialmente del distrito de Hanthawaddy. Durante la Segunda Guerra Mundial la zona pasó a estar bajo control de la marina imperial japonesa. Las Andaman eran un lugar ideal para los ataques navales contra Ceilán y la India y para proteger los territorios conquistados por Japón en la zona índica. Tokio acabó cediendo la soberanía al gobierno provisional de la India Libre de Subhas Chantra Bose (pro-Japón y antibritánico) tras difíciles negociaciones. En la práctica, sin embargo, la marina nipona continuó ejerciendo un dominio sobre la región[14].

Tras la Segunda Guerra Mundial el archipiélago pasó de nuevo a manos birmanas y con la independencia del país en enero de 1948 las Coco pasaron a formar parte oficialmente de la naciente Unión de Birmania (actual República de la Unión de Myanmar). El gobierno democrático del primer ministro U Nu mostró un escaso interés en el archipiélago e incluso tuvo que solicitar al gobierno indio que le ayudara en el mantenimiento del faro situado en la isla de Table. Sin embargo, Rangún denegó en 1953 la solicitud de Nueva Delhi de cederles en régimen de alquiler el faro con el fin de incrementar la protección del tráfico marítimo en la Bahía de Bengala[15].

Las islas Coco volvieron a aparecer en escena con la llegada del Gobierno Provisional encabezado por el comandante en jefe de las fuerzas armadas, el general Ne Win, en septiembre de 1958. El Gobierno Provisional, formado por militares, abrió en enero de 1959 una colonia penal para presos políticos en la isla de Gran Coco. Ello es confirmado en diferentes escritos, entre ellos las memorias de San San Tin, quien señala que su padre, un destacado activista político, fue enviado a comienzos de ese año a un penal recientemente inaugurado en Gran Coco[16]. Algunas informaciones señalan que Ne Win recogió una antigua idea británica de construcción de una cárcel en Gran Coco y que nunca llegó a concretarse[17]. Otras teorías apuntan a que el jefe militar birmano se inspiró en la cárcel de Port Blair, que albergó hasta su clausura después de la guerra mundial a relevantes líderes políticos indios opuestos al dominio colonial británico. En esta primera época, la colonia penal acogió a numerosos políticos birmanos acusados de poner en peligro la seguridad y la estabilidad social y política en Birmania. Todos ellos fueron liberados con el restablecimiento de la democracia en 1960.

El golpe de estado militar que llevó al general Ne Win a hacerse definitivamente con el poder en marzo de 1962 comportó la reutilización de Gran Coco como centro de reclusión de presos políticos. Es la época en que el archipiélago pasó a conocerse como la “isla del demonio” por los birmanos y el recinto se fue ampliando con los años para albergar a un número cada vez mayor de prisioneros. Integrado por antiguos colaboradores del gobierno democrático al principio, el penal pasó a ser el principal centro de detención de guerrilleros comunistas y en menor medida de la etnia karen (que lleva más de cincuenta años luchando contra el gobierno de Rangún por conseguir un estado propio) capturados por el ejército. El objetivo era obvio: impedir que escaparan y volvieran a unirse a sus camaradas.

Según relatos de supervivientes, el viaje a las islas Coco era agotador. Duraba dos días en unas condiciones pésimas en un ferry y una vez allí se encontraban en una isla poco controlada por los militares. De hecho, escapar con éxito de allí era casi imposible por las fuertes corrientes y los tiburones. Los prisioneros eran obligados a realizar trabajos de desarrollo y al mismo tiempo debían cultivar sus propios alimentos si querían sobrevivir[18]. La vida en el penal era muy dura y el hecho de que los prisioneros a finales de los sesenta fueran karen y sobre todo comunistas, muy firmes en sus convicciones y sin nada que perder en un entorno extremadamente hostil, hizo que estos últimos fueran en realidad los verdaderos dominadores de la isla. Los comunistas celebraban el Primero de Mayo con banderas rojas con la hoz y el martillo y celebraban mítines de partido. Las autoridades carcelarias les daban radios que sintonizaban solamente Radio Rangún, la radio oficial del régimen militar, pero ellos las manipulaban y lograban sintonizar con La Voz del Pueblo de Birmania, la estación radiofónica del clandestino Partido Comunista de Birmania (PCB) y se reforzaban así en sus creencias políticas[19]. Por otro lado, los detenidos habían logrado construir objetos de cultivo como azadas y demás. Asimismo, lograron hacerse con metal de un navío griego hundido en las cercanías y crearon armas manuales y se dotaron de gasolina. De esta forma mantenían a raya a los guardas[20].

La resistencia de los internos era tal que a finales de 1969 organizaron la primera huelga de hambre en protesta por las duras condiciones carcelarias y reclamando una mejor alimentación. Con todo el campo movilizado, después de siete días las autoridades de Rangún cedieron. Ello se demostró un error porque animó a los internos a mayores protestas. Una nueva huelga de hambre en 1970 duró 40 días y de nuevo Rangún tuvo que ceder. Una última huelga estalló en mayo de 1971 y los prisioneros se comprometieron a ayunar hasta la muerte en protesta por el hecho de estar encarcelados en aislamiento en una isla remota. Para presionar a las autoridades, los muertos eran enterrados en cofres cubiertos por la bandera del PCB y despedidos al sonido de la Internacional con el puño en alto. Tras cincuenta y tres días de huelga y la muerte de ocho prisioneros, Rangún cedió y decidió trasladarles a tierra firme, internándolos en la siniestra cárcel de Insein de la capital birmana[21]. Ello marcó el cierre del penal y su desmantelamiento definitivo en diciembre de 1971.

Poco se sabe del archipiélago después del desmantelamiento del penal hasta su súbita importancia a partir de los años noventa. Las islas fueron transferidas a la marina birmana, que estableció allí una pequeña base naval y el territorio pasó a estar bajo control de la Comandancia de la Región Naval de Panmawaddy. Sin embargo, la escasa importancia conferida a la zona y las dimensiones reducidas de la marina birmana hicieron que su importancia para Rangún fuera mínima. Entre las escasas referencias que mencionan las Coco figura Aung San Suu Kyi, la líder de la oposición política a la dictadura militar y secretaria general de la Liga Nacional por la Democracia (LND), la formación política que ganó las elecciones nacionales de mayo de 1990 y cuyos resultados la junta militar se negó a reconocer. Las islas Coco, como circunscripción más pequeña, elegía un diputado para el futuro parlamento democrático integrado por 492 escaños. Curiosamente, pese a ser un área militar, el candido de la LND, U Hla Than (fallecido en prisión en 1996), salió elegido diputado con el 56,94% de los votos[22]. Aung San Suu Kyi menciona este hecho, ciertamente interesante desde el punto de vista político, en unos escritos suyos, señalando también que hacia 1990 la población total de las Coco se situaba en torno al millar y que de ellas 613 tenían más de dieciocho años y, por tanto, derecho a voto[23].

 

Las islas Coco y la supuesta presencia militar china

En la última década y media las islas Coco han cobrado mayor relevancia, llenando espacio en noticias de prensa, artículos, monografías, etc. La razón es la vinculación que se ha hecho con el creciente poder chino en la escena asiática y mundial. Tras la fallida revolución de 1988 contra el régimen militar y el golpe militar de septiembre de ese año que llevó al poder a un nuevo grupo de generales, estos últimos, agrupados en el Consejo para la Restauración del Orden y la Ley del Estado (SLORC en sus siglas inglesas, nombre del régimen hasta 1997, cuando fue sustituido por el más amable Consejo para la Paz y el Desarrollo de Estado, SPDC en sus siglas inglesas) promovieron un acercamiento a China y desde entonces han ido estrechando su relación militar (y política y económica) con ese país. Ello ha convertido a las fuerzas armadas en la institución más fuerte y mejor preparada de Birmania

El origen de la relevancia de las islas Coco en el escenario internacional se encuentra en un reportaje de la agencia de noticias japonesa Kyodo que el 17 septiembre de 1992 señalaba que la República Popular China estaba construyendo una estación de radar en el archipiélago de las Coco, concretamente en Gran Coco, aprovechando la presencia allí de una base militar. Citando fuentes diplomáticas en Pekín, ello tenía lugar mediante un acuerdo secreto entre el gobierno chino y la SLORC. La noticia de Kyodo fue recogida por otras agencias de noticias, algunas de ellas internacionales, y empezaron a divulgarse informaciones no verificadas de la presencia de personal militar chino en otras partes de Birmania como, por ejemplo, la isla de Hainggyi (zona del delta del Irrawaddy). Todo esto pese a la negativa birmana y china[24].

La situación no hizo sino envenenarse cuando la prensa india primero y las autoridades de Nueva Delhi después afirmaron que la presencia india en las Coco iba directamente dirigida contra sus intereses. Por su posición central en la Bahía de Bengala, el archipiélago jugaba un papel muy importante a la hora de espiar las  comunicaciones en la región (y por ende en todo el Océano Índico), sin olvidar que Port Blar, la capital de las Andaman, albergaba la comandancia militar india en el Índico. Aparte, las Coco estaban cerca de las grandes rutas del transporte comercial internacional, concretamente entre la Bahía de Bengala y el estrecho de Malacca. En este sentido, su presencia garantizaría a China sus suministros de productos energéticos procedentes de Oriente Medio y más tarde también de África.

La instalación por parte de los chinos de una estación de radar tenía según Nueva Delhi el objetivo de monitorizar la actividad india en la región. Según los indios, China se había dado cuenta a comienzos de los noventa de la importancia del Índico y de la situación estratégica del gran archipiélago de las Andaman y Nicobar y por su situación las Coco eran un punto geoestratégico fundamental y tenían la ventaja de no estar en manos indias. Como aliado de Myanmar, Pekín llevaba ofreciendo asistencia económica y militar a aquel país desde 1989 y su posible presencia en el Índico a través de las Coco reforzaba su posición frente a India en la región. Algunos estudiosos indios llegaron incluso a señalar que China había conseguido el arrendamiento de las islas Coco[25]. Según declaraciones de 1999 del ministro de Defensa de India de entonces, Shri Georges Fernández, los chinos habían establecido en Gran Coco un sofisticado sistema de radar electrónico y construido una pista de aterrizaje y una base naval, esta última un lugar ideal para guardar armas nucleares y para albergar una flota de submarinos[26].

Las informaciones sobre la presencia china continuada en la isla de Gran Coco han sido desde el principio poco claras y en general inconsistentes[27]. Muchas de ellas hacen referencias a supuestas fuentes muy fiables, vinculadas por lo general a informaciones de servicios secretos occidentales, o de países asiáticos y a diplomáticos de países implicados. El primer problema ha sido determinar si esta supuesta presencia china es en forma de base naval, una estación de radar, un recinto militar, etc. De hecho, las informaciones al respecto han tendido con el paso de los años a incrementar y exagerar la importancia de la supuesta presencia china en las Coco.

Es indudable que desde comienzos de los noventa la junta militar birmana ha desarrollado las instalaciones militares en la hasta entonces pequeña base naval surgida tras el cierre del presidio. La parte norte de la isla, donde se concentra la inmensa mayoría de edificios, muestra claramente una pista aérea, seguramente para permitir la llegada de las unidades de combate adquiridas por la aviación birmana en la última década y media. Una fuente señala que en 2002 se construyó un embarcadero de 85 metros de largo[28]. Es seguro que la colaboración militar entre Rangún (hoy Naypyidaw, tras el cambio de capital birmana en 2006) y Pekín ha ayudado al SPDC a reforzar sus fuerzas armadas y entre ellas no sería de extrañar que se incluyeran las instalaciones de las islas Coco. En este sentido, es muy posible que los chinos ayudaran a los birmanos a construir una estación de radar porque estos últimos no poseían la tecnología necesaria y a cambio ambas partes compartieran (ya fuera temporal o indefinidamente) la información obtenida.

Sin embargo, ello no prueba que los chinos posean una base en el archipiélago y, de hecho, no existen evidencias firmes que sostengan la teoría de una presencia militar china continuada en las Coco (y por ende en otras zonas de Birmania). Por ejemplo, no hay pruebas gráficas de bases secretas y curiosamente no ha aparecido fotografía alguna sobre este hecho, ni siquiera por los satélites espías norteamericanos. Además, el uso de instalaciones militares birmanas por un país extranjero no coincide con la naturaleza nacionalista y casi xenófoba del SPDC. Es impensable que este último dejase en manos chinos el control o compartiera el control de una base militar debido al riesgo que ello supondría para la soberanía nacional de Myanmar.

La mejor prueba de la ausencia de una base china es el hecho de que en los últimos años, las autoridades del país más perjudicado en caso de su existencia, India, han reconocido no tener pruebas de ello. Para tranquilizar a Nueva Delhi, los líderes birmanos han permitido incluso las visitas de altos mandos indios a las islas Coco. Ahora bien, una nueva evidencia de que no existe una base china ni una presencia militar china en las Coco fue el anuncio realizado a mediados de noviembre de 2009 por la junta militar de abrir el archipiélago a las visitas de turistas nacionales y extranjeros[29]. Si hubiera algo que ocultar, no se hubiera tomada semejante decisión.


Notas

[1] Debido a su remota localización, los estudios sobre el conjunto de islas ha sido escaso. Incluso desde el punto de vista de la historia natural, sólo en los últimos años parece haberse impulsado un estudio serio sobre la fauna y flora de las Coco por parte de las autoridades birmanas. Así, por ejemplo, biólogos asociados al Departamento de Pesca han llevado a cabo desde hace un lustro diversos estudios sobre la tortuga verde, que anida en las playas de la mayor de las islas.

[2] The Bay of Bengal Pilot, 1887, p. 270.

[3] The Bay of Bengal Pilot, 1887, p. 272.

[4] The Bay of Bengal Pilot, 1887, p. 270. En el Annual Register or a View of the History, Politics, and Literature for the Year 1817 hay una mención a este hecho (pp. 579-582) aunque no queda claro si fue en dicho islote o en las cercanías de Pequeña Coco. En ella se menciona que la isla (Pequeña Coco) estaba habitada por cinco birmanos que habían “sido enviados allí para recoger huevos de tortuga para el rey de Ava (título del rey birmano)”. Ello demostraría que la presencia birmana y su uso por los birmanos es anterior a la anexión de las islas a Birmania a finales del siglo XIX. Algunas fuentes sitúan la colisión del Daphne, navío que logró ser reparado, en el año 1809. El Daphne se hundió en 1818 tras chocar contra unos escollos en el estrecho de Bass, que separa Australia de la isla de Tasmania.

[5] Aunque la forma de la isla no se parece en nada a una mesa.

[6] The Bay of Bengal Pilot, 1916, p. 331.

[7] Kloss, p. 181.

[8] N. Iqbal Singh, p. 41.

[9] Kloss, p. 181-182.

[10] Kloss, p. 182.

[11] Selth, 2008, p. 4.

[12] Dhingra, p. 1.

[13] Richell, p. 20-21.

[14] Corr, p. 151-153.

[15] Lighthouses of Myanmar, <http://www.unc.edu/~rowlett/lighthouse/mmr.htm>, accedido el 20 de noviembre de 2009.

[16] Tin, p. 10.

[17] Wai Moe, “Coco Islands to Open for Tourism”, Irrawaddy, 19 de noviembre de 2009.

[18] Lintner, p. 273. De los miles de prisioneros que albergó Gran Coco, sólo hay constancia de que tres prisioneros lograran escapar con vida. A finales de los sesenta dos karen y un comunista construyeron un bote con madera de cocotero y velas con sus sábanas y lograron alcanzar después de catorce días de peligrosa travesía la costa de Tenasserim, donde dos de ellos fueron capturados por las autoridades. Un tercero, en concreto uno de los karen, logró huir y alcanzar a su guerrilla pero murió de malaria un año después.

[19] Lintner, p. 274.

[20] Lintner, p. 273-274.

[21] Lintner, p. 274.

[22] Aung San Suu Kyi, p. 233.

[23] Aung San Suu Kyi, p. 234. En las elecciones de 1990 votaron poco más de 400 personas del censo de las Coco.

[24] Selth, 2007, p. 4-5.

[25] Selth, 2007, p. 7.

[26] Murthy, p. 120-121.

[27] Entre las informaciones aparecidas sobre esta cuestión se incluyen menciones de instalaciones también en la isla de Pequeño Coco. Sin embargo, las imágenes por satélite no muestran la existencia de edificaciones militares ni civiles en la isla.

[28] Jane’s Defense Weekly, 8 de enero de 2003.

[29] Wai Moe, “Coco Islands to Open for Tourism”, Irrawaddy, 19 de noviembre de 2009.

 

Bibliografía

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The Bay of Bengal Pilot: Bay of Bengal and the Coasts of India and Siam including the Nicobar and Andaman Islands. Washington D.C: Government Printing Office – Hydrographic Office under the Authority of Secretary of the Navy, 1916.

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[Edición electrónica del texto realizada por Miriam-Hermi Zaar]

 

© Daniel Gomà, 2010
© Biblio3W, 2010

 

Ficha bibliográfica:

GOMÀ, Daniel. Las islas Coco: el archipiélago secreto de Birmania. Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. XV, nº 871, 5 de mayo de 2010. <http://www.ub.es/geocrit/b3w-871.htm>. [ISSN 1138-9796].


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