Biblio 3W
REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona 
ISSN: 1138-9796. Depósito Legal: B. 21.742-98 
Vol. XIV, nº 833, 30 de julio de 2009

[Serie  documental de Geo Crítica. Cuadernos Críticos de Geografía Humana]


LAS EXPEDICIONES CIENTÍFICAS Y LOS ORÍGENES DE LA COLONIZACIÓN ESPAÑOLA DEL SÁHARA OCCIDENTAL

RODRÍGUEZ ESTEBAN, José Antonio (ed.): Conmemoración de la expedición científica de Cervera-Quiroga-Rizzo al Sáhara Occidental en 1886. Madrid: CSIC, 2008, 208 págs. + láminas, [ISBN: 978-84-00-08675-6]


Jesús Mª Martínez Milán
Profesor Titular de Historia e Instituciones Económicas
Universidad de Las Palmas de G.C.
jmartinez@dch.ulpgc.es


Palabras clave: colonialismo, expedición científica, Sáhara Occidental

Key words: colonialism, scientific expedition, Western Sahara


Tras la firma del tratado hispano-marroquí de 1860, cuyo artículo octavo otorgaba a España un espacio de terreno en la costa atlántica de Marruecos, junto al antiguo emplazamiento de Santa Cruz de Mar Pequeña, con el fin  de instalar un establecimiento pesquero, comenzaron a escucharse reclamaciones insistentes procedentes del archipiélago canario que demandaban la ocupación del citado punto para instalar en él una factoría comercial y pesquera ante la mala coyuntura económica que atravesaban las islas. De igual manera, algunos políticos isleños presentes en el Congreso de los Diputados mostraban su preocupación por salvaguardar el costado de Canarias ante lo que ellos consideraban una injerencia británica en el hinterland de las islas, como era el caso del establecimiento del británico Mackenzie. Esta preocupación era compartida, además, por intelectuales de la talla de Joaquín Costa, Gonzalo de Reparaz, Cesáreo Fernández Duro y Francisco Coello, entre otros, a través de conferencias y artículos publicados en el Boletín de la Sociedad Geográfica de Madrid. Por último, pero no por ello menos importante, no debemos de olvidarnos del período de efervescencia de proyectos de explotación pesquera que vivió el caladero sahariano en la década de los setenta y principios de los ochenta[1] a raíz de la firma del citado tratado.

Es en este contexto en el que hay que insertar el Real Decreto de 7 de diciembre de 1884, por el que el gobierno presidido por Canovas del Castillo proclamaba el protectorado español en la costa noroccidental de África comprendida entre la Bahía del Oeste y cabo Bojador. Tres semanas después, esta decisión era comunicada a los representantes diplomáticos españoles en el extranjero para que informaran de ello a los gobiernos ante los cuales estaban acreditados. Con esta decisión, el gobierno de Madrid cumplía, por un lado, con los requisitos que se estaban consensuando en la conferencia que se iba a celebrar en Berlín en 1885, con el fin de ocupar nuevos territorios en la costa africana; al tiempo que obedecía a motivaciones constitucionales, ya que para incorporar nuevos territorios a la soberanía española, el Rey necesitaba la promulgación de una ley especial aprobada por las Cortes[2].

Año y medio más tarde (verano de 1886) se produjo la expedición de Cervera, Quiroga y Rizzo con el claro objetivo de explorar la región comprendida entre la península de Río de Oro y los oasis del Adrar Tmār. En relación con todo lo que rodeó a esta expedición ve la luz pública el libro que reseñamos a continuación, bajo la edición y el cuidado del profesor de geografía de la Universidad Autónoma de Madrid, José Antonio Rodríguez Esteban, que arroja nuevas e interesantes aportaciones a un aspecto del pasado de la antigua colonia del Sáhara occidental que creíamos más que estudiado.

Este libro, que viene a conmemorar el ciento centésimo vigesimo aniversario de la citada expedición, responde, en líneas generales, a las expectativas que se esperan de un volumen de estas características. Bajo una edición muy cuidada en la que se incluyen mapas y fotografías antiguos y actuales relacionados con la citada expedición, la obra se estructura en nueves capítulos, si incluimos la introducción, y en ella participan siete investigadores, algunos de los cuales formaron parte del comité que se creó en el año 2006 con objeto de rendir un homenaje a la misma.

El primer capítulo, redactado por el profesor Julio Salom, arranca con una síntesis sobre la política colonial española en el contexto del sistema internacional de la segunda mitad del siglo XIX. En ella, Salom describe y analiza el carácter geoestratégico y preventivo de la acción colonial de España en relación al Sáhara Occidental, demostrando que fue la única acción expansiva de los primeros gobiernos de la Restauración, si la comparamos con la política practicada por Madrid en sus colonias del Pacífico y de las Antillas. El segundo capítulo se debe a la pluma del historiador, general de brigada de infantería y miembro de la Real Sociedad Geográfica de Madrid, Miguel Alonso Baquer. Bajo el título: “El africanismo español fin de siglo y la sociedad geográfica de Madrid”, esboza un análisis sobre la presión que ejercieron sobre el ejecutivo el lobby formado por las asociaciones y sociedades geográficas.

Metidos de lleno en el ecuador del libro, sorprende por su planteamiento y bien documentada argumentación el capítulo tercero, obra del historiador de Farmacia, Antonio González Bueno. Este autor reconstruye la génesis, el desarrollo y los principales resultados científicos obtenidos por la expedición Cervera-Quiroga-Rizzo. Para él, la susodicha expedición no sólo tuvo un carácter científico y mercantilista, sino que por encima de los dos anteriores primó su objetivo colonialista. En el capítulo cuarto, el geólogo José Luís Barrera Morate se adentra en la vida personal y profesional de Francisco Quiroga Rodríguez, mostrándonos un naturalista centrado en la mineralogía y muy dedicado a la docencia tanto en la Institución Libre de Enseñanza como en la Facultad de Ciencias de la Universidad Central, más allá de su aportación puntual a la expedición de marras.

En el aspecto biográfico se centran los dos capítulos siguientes (cinco y seis) escritos por el ingeniero industrial, Jorge Pina. Con una sensibilidad especial, Pina penetra en los archivos militares, del Ministerio de Asuntos Exteriores y particulares, en algunos casos, para detallarnos, hasta donde las fuentes le permiten, la vida de los otros dos protagonistas de la expedición: Julio Cervera Baviera y Felipe Rizzo Ramírez. El primero en su faceta de militar y político republicano, buen conocedor de la zona norte de Marruecos e interesado a la vez en los estudios de la telegrafía sin hilo. El segundo (treinta años mayor que los otros dos) relacionado desde su nacimiento con el entonces Ministerio de Estado (su padre fue cónsul de España ante el Bey de Trípoli), siguió, al igual que su hermano, la carrera diplomática hasta que por una serie de vicisitudes, que Pina describe con maestría, fue cesado en su cargo de cónsul de España en Tánger. El hecho de ser un políglota, dominaba cinco idiomas entre ellos el árabe, y su conocimiento del mundo islámico, fue motivo más que suficiente para que la Sociedad Española de Geografía Comercial lo eligiera como traductor de la expedición al Adrar Tmār, a pesar de su avanzada edad.

El libro se cierra con los capítulos siete y ocho. El primero, obra del miembro del Museo Nacional de Ciencias Naturales del CSIC, Carlos Martín Escorza, en el que trata de la evolución de la cartografía del Sahara occidental desde la antigüedad hasta el siglo XX, demostrando una cosa palpable a simple vista: el principal avance en el conocimiento geográfico y cartográfico de la costa sahariana se dió en los mapas elaborados en los doscientos últimos años. El segundo, y que cierra el libro, se debe a la pluma de José Antonio Rodríguez Esteban. A modo de conclusión, Rodríguez Esteban se interroga y trata de responder a una serie de cuestiones, algunas de las cuales están hoy más que despejadas. Así hace un repaso a la política del gobierno español de no notificar  el acuerdo de Iyil a las potencias coloniales reunidas en Berlín. Analiza la dinámica interna de los impulsores del colonialismo español, al tiempo que los errores cometidos en este proceso; para finalizar con un estudio geográfico sobre las salinas de Iyil y las repercusiones posteriores del Tratado franco-español de 1900.

Para concluir, y como ya advertimos al principio, cabe agregar que esta obra de carácter multidisciplinar descubre, a nuestro entender, aspectos desconocidos de una de las tantas expediciones que se hicieron al Sahara occidental, porque va más allá del hecho en si de la descripción de la expedición y de sus posibles repercusiones políticas, para profundizar, por primera vez, en el análisis de sus resultados y de los personajes que la integraron.


Notas

[1] Vid. MARTÍNEZ MILÁN, Jesús María: Las pesquerías canario-africanas (1800-1914). Madrid: CIES-La Caja de Canarias, 1992, p. 23-58.

[2] MARTÍNEZ MILÁN, Jesús María: España en el Sáhara Occidental y en la zona sur del protectorado en Marruecos, 1885-1945. Madrid: UNED, 2003, p. 187-188.

 

[Edición electrónica del texto realizada por Miriam-Hermi Zaar]


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Ficha bibliográfica

MARTÍNEZ MILÁN, Jesús Mª. Las expediciones científicas y los orígenes de la colonización española del Sáhara Occidental. Biblio 3W, Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. XIV, nº 833, 30 de julio de 2009. <http://www.ub.es/geocrit/b3w-833.htm>. [ISSN 1138-9796].


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